1. De Peregrinaciones
y procesiones
Homilía del 10º Domingo Ordinario, C
Somos un pueblo que camina y juntos caminando podemos alcanzar una ciudad que no se acaba, sin penas ni
tristezas, ciudad de eternidad...! Leer Lucas 7, 11-17
1. Peregrinaciones
En nuestra zona, como en muchos lugares del mundo, se hacen cada tanto
tiempo, peregrinaciones que va mucha gente, hace poquito una de ellas, la
peregrinación a San Lorenzo; también se hace una peregrinación así,
multitudinaria a San Nicolás, donde va mucha gente y van caminando unos
cuantos kilómetros. Y esta forma de religiosidad es muy importante porque
2. incluye un poco lo que es nuestra vida, que somos "caminantes", estamos de
camino, como de paso. Entonces, tenemos que caminar hacia la meta. Cuando
vamos a San Nicolás, estamos yendo hacia el Santuario de María del Rosario
de San Nicolás, y cuando vamos a San Lorenzo, vamos a un lugar muy
especial: allí comenzó la evangelización de toda nuestra zona. Allí, primero
con los jesuitas y después con los franciscanos, allí nació la evangelización a
toda esta zona. Está allí, el origen en nuestra zona de nuestra Fe. Así que
marchamos a esos lugares especiales y así también en todos los lugares.
2. Procesiones
También hay otra manera, más pequeña,
de este tipo de marchas que se hacen, que
son las procesiones. Son más cortas, ya
tienen que ver con lo parroquial, o con
alguna celebración de alguna capilla o
alguna cosa así y son más cortitas, más
acotadas, pero también no dejan de ser
festivas y orantes, se hacen cantos, se hacen oraciones...
Traje esto porque, si vieron el evangelio de hoy, pasa algo parecido a esto y
vamos a ver como. Jesús está predicando en los distintos pueblos, aldeas y
ciudades de la zona de Galilea. Y de un lugar a otro que va, donde realiza
signos, donde su enseñanza acerca del misterio de Dios del Reino a muchos
empiezan a seguirlo, entonces, cuando va de pueblo en pueblo, no va solo con
los discípulos, sino que se va juntando un montón de gente que lo va
acompañando, lo va siguiendo. Se arma como una gran peregrinación detrás
de Jesús. Y van a las aldeas, a los pueblos y a las ciudades a anunciar la
buena noticia. Y como ellos ya vieron algo, escucharon, van muy
enfervorizados con todo esto que han vivido. Así que, me parece importante
entender esto.
3. “Naim”
Por otro lado, cuando están llegando a un pueblo que se llama "Naim", un
pueblo muy chiquito, calculen ustedes doscientos o trescientos habitantes,
había ocurrido una desgracia muy grande, había muerto un chiquito, que era
hijo de una mujer viuda, su único hijo, así que había quedado solita esta
mujer, y estaba desconsolada ella y todo el pueblo. Asi que, ellos venían con
3. toda la euforia del anuncio del Evangelio y se encuentran con esta situación.
No se alguna vez les ha pasado a ustedes, haciendo una peregrinación, se
encuentran con que viene otro grupo de gente en dirección contraria, una va
por una cosa que les trae alegría y otros van todos tristes. Un poco esa es la
situación. No se qué habrán pensado los apóstoles, los que venían con Él.
Cuando ven este cortejo fúnebre, habrán dicho: "bueno, aquí no vamos a
poder hacer nada, vamos a otro lado...", "...sigamos de camino!". Llegar a un
pueblo, no sólo significaba ir a anunciar, sino también un lugar donde reposar
un poco, alimentarse y una serie de cosas que necesita todo aquel que
camina un tiempo. Y más en estos lugares donde eran pueblos de montaña.
4. El hijo de la viuda
Entonces, llegan a este lugar y
está esta situación. Lejos de
retirarse de allí, Jesús va a
enfrentar la situación, va a
anunciar la buena noticia de Dios
en medio del dolor, en medio de
toda esta gente desanimada, caída y con la muerte de un chico, como una
catástrofe que ocurre en los pueblos así, y que golpea a todo el mundo.
Bueno, allí va Jesús. Allí consuela a la madre, y va y toca ese féretro del
chico y le dice: "Yo te lo ordeno, levántate". Allí se produce el signo.
Entonces este niño empieza a incorporarse y Jesús se lo entrega a su
madre. Qué es lo que dice la gente ante semejante signo? Dice: "un profeta,
el profeta de Dios que tenía que venir está entre nosotros, Dios nos ha
visitado".
5. Peregrinos
Para ver un poco esto, tenemos que entender lo que es nuestra vida. Porque
nosotros hoy, que estamos aquí, por qué estamos acá? Esta no es nuestra
casa! Salimos de nuestra casa y fuimos de camino, como aquel que peregrina,
hacia el encuentro del Señor, así nosotros, así la gente sale a encontrarse
con el Señor. Y el Señor viene a nosotros, quiere encontrarse con nosotros,
viene a traernos la vida nueva, viene a traernos esa vida plena que nos ha
prometido.
4. 6. Comunión
Entonces es como que, el hombre por un lado y Dios por el otro, hasta llegar
a encontrarse, hacer la "comunión". Eso vamos a hacer en unos momentos.
Dios viene a nosotros, con todos nuestros problemas, con todo lo que nos
está pasando, con todo lo que es nuestra vida, con todas las cosas que a
veces nos tiran abajo, y viene a traernos vida. Y nosotros venimos a él,
confiados en esto. Y eso es la Comunión. En un momentito más, cuando
compartamos este pan y este vino que consagraremos, entonces allí Dios se
hará uno con nosotros y realizará lo que que es plenamente la vida que Él
quiere traer.
7. “Levántate!”
Cuando hemos venido hasta
aquí, somos parte de ese
pueblo, que muchas veces
inciertamente, muchas
veces sin saber, muchas
veces desconcertado, como
esta gente del pueblo (de
Naim), que estaba
desconsolada, no sabía que
más pedir, porque
semejante desgracia le
había ocurrido y ya no tenían ningún tipo de esperanza. Y Dios sale al
encuentro de ellos; Dios viene a nuestro encuentro, quizás no en esa misma
situación, pero podemos tener a veces problemas serios y necesitar que Dios
levante nuestra vida. Y él viene y nos dice: "Levántate, ponte de pie, camina,
porque he venido a traerte vida nueva". Un poco esto es lo de la Palabra de
hoy.
8. Conclusión
5. Yo quería pedir en esta celebración, que cada uno de nosotros vea, en esta
gente que va de camino con Jesús, y la que se va a encontrar con Jesús, ver
que somos cada uno de nosotros estos. Que de alguna manera, nuestra vida
está así, a veces involucrada en momentos muy lindos, que nos ponen bien,
como la gente que venía acompañando a Jesús, pero también cosas que nos
ponen mal, como las que iban acompañando este cortejo. Sin embargo, Dios
sale a nuestro encuentro y viene a traernos Vida Nueva.
p. Juan José Gravet
Audios: http://www.goear.com/listen/0dc1645/130609-de-peregrinaciones-y-procesiones-10ordc-juan-jose-gravet
o en:https://www.box.com/files/0/f/0/1/f_8568041877