1. TEMA LA CENTRALIDAD DE LA PALABRA EN EL VD
ISABEL FORNARI
1. Introducción:
- La Palabra de Dios en la Iglesia
- La palabra de Dios en el tiempo pre-conciliar/VD
2. La palabra de Dios para Jaime Bonet
3. La palabra de Dios en el VD
a. La centralidad de la palabra en nuestra oración, testimonio y predicación
b. El dinamismo de la Palabra
4. El aporte del VD a la Iglesia
TALLER: EVOLUCIÓN DE LOS MEDIOS ESPECÍFICOS EN EL VD
Objetivo del taller: reconocer desde nuestra historia la importancia y lugar de los medios
específicos del Verbum Dei (oración, ministerio de la Palabra y testimonio de vida) y buscar
actualizarlos en nuestros contextos culturales y momento actual.
Metodología: después de la exposición (16h-16.40 h) se elige el taller y se lee en silencio la ficha
de cada taller (16.40-17.00) y después en los grupos se comparten las preguntas de la ficha (17.00
a 18.00). Después de la pausa (18.00 a 18.30) se comparte en plenaria (18.30 a 17.30).
En cada grupo se elige desde el inicio un moderador y un secretario, que si es posible tomará nota
en ordenador y el contenido lo dará al Coordinador del Taller (alguien de Loeches)
2. TALLER: MEDIOS ESPECÍFICOS DEL VERBUM DEI
FICHA 1: LA ORACIÓN EN EL CARISMA VERBUM DEI
Introducción:
Desde los inicios del Verbum Dei, se han ido gestando y formulando los medios específicos de
nuestro carisma, tal como se recoge en las Constituciones, n.21:
“Los medios específicos para cumplir fiel y eficazmente nuestra misión serán: la oración,
como fuerza de Dios y como ejemplo vivo y práctico ante los demás, acompañada de un
claro testimonio de fraternidad universal en el amor de Cristo y dando “razón de nuestra
esperanza”, amor y fe en Jesús por medio del ministerio de la Palabra”.
El lugar de la oración en el Verbum Dei
Para el P. Jaime Bonet, la oración ha sido un pilar fundamental de su vida desde el mismo momento
de su vocación. Ésta experiencia vivencial iluminará toda su vida y la misma fundación del Verbum
Dei. La forma de oración en Jaime ha recorrido un camino que va desde el sencillo dialogo de
amistad hasta un encuentro interpersonal y diálogo de amor esponsalicio y transformador.
Su misma experiencia personal, le ha llevado a consagrar su vida a que otros aprendan
vivencialmente a orar y a formar apóstoles que transmitan este conocimiento vivo de Dios. Para
Jaime, el conocimiento vivencial de Dios es el derecho y razón fundamental de toda persona:
“La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios.
Desde su mismo nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con Dios. Existe pura y simplemente por
el amor de Dios, que lo creó, y por el amor de Dios, que lo conserva. Y sólo se puede decir que vive en
la plenitud de la verdad cuando reconoce libremente ese amor y se confía por entero a su Creador”
(Gaudium et spes 19).
En el Verbum Dei este interés ha quedado plasmado desde sus inicios en los documentos más
importantes (Breve Ideario 3 y cap.2; Estatutos 59, 100, 199 y cap.2; Constituciones 14,16-18, 22-
32, 42-46, 63-67). Podríamos decir que la oración es la fuerza que modela y configura nuestro
carisma en todas sus dimensiones. De otra parte, en la experiencia personal de los que hemos
sentido esta llamada y atracción hacia el carisma, la oración ocupa, a menudo, la primera razón y
motivo fundamenta para iniciar este camino de fe y de misión.
Sin embargo, las condiciones actuales de vida nos llevan a muchas preguntas, cuestionando, no
tanto la validez o importancia de la oración, sino el cómo vivir una vida de oración en los ritmos
ajetreados, y en las condiciones reales de vida, con tantas y tan diversas dificultades.
Preguntas
1) ¿Cuáles son las dificultades que presenta nuestra actual sociedad y el contexto local en el que
vivimos?
2) ¿Cómo orar personal y comunitariamente en las actuales condiciones de vida de nuestro mundo?
3. TALLER: MEDIOS ESPECÍFICOS DEL VERBUM DEI
FICHA 2: EL MINISTERIO DE LA PALABRA
Introducción:
Desde los inicios del Verbum Dei, se han ido gestando y formulando los medios específicos de nuestro
carisma, tal como se recoge en las Constituciones, n.21: “Los medios específicos para cumplir fiel y
eficazmente nuestra misión serán: la oración, como fuerza de Dios y como ejemplo vivo y práctico ante los
demás, acompañada de un claro testimonio de fraternidad universal en el amor de Cristo y dando “razón de
nuestra esperanza”, amor y fe en Jesús por medio del ministerio de la Palabra”.
El Ministerio de la Palabra
Del amor nace amor. La experiencia de amor personal vivida por Jaime Bonet a sus 14 años le llevó desde ese
primer momento de su vocación a querer compartir ese mismo amor de Dios con toda la humanidad. Con el
paso de los años, la opción de una dedicación a tiempo completo al ministerio de la Palabra se convirtió para
Jaime en la mejor respuesta a la llamada de construir el Reino de Dios y a sanar las heridas del Cristo Total.
CFMVD 37: La dedicación al ministerio de la Palabra es nuestra respuesta a la insistente llamada de la Iglesia a la
propagación de la fe en todo el mundo, conscientes de la importancia de la predicación, como decía San Pablo:
“¿Cómo oirán sin que se les predique, […] si no son enviados[…]?”
Su dedicación a anunciar la palabra de Dios y el deseo que la Palabra de Dios pueda llegar cada día a más
personas, se convirtió en la razón principal y motivación para fundar el Verbum Dei, ampliando este carisma a
hombres y mujeres de todo estado de vida, raza, cultura y condición social. Este deseo de formar apóstoles y
predicadores se tradujo en el P. Jaime Bonet, primero, en un deseo de promoción de las mujeres, y
posteriormente en una promoción de los matrimonios consagrados y de los laicos en general.
Su pasión por el anuncio de la palabra, se ha visto reflejado durante toda su vida, sin otro hobby que conocer
vivencialmente a Dios y darlo a conocer a través de convivencias, ejercicios espirituales, retiros, misiones, etc.
El mismo estilo de predicación de Jaime, ya desde los inicios supone una forma novedosa, que en el actual
momento de la Iglesia el magisterio está revalorizando (Cf. VD 59, 94 1)
La Fraternidad asume esta pasión por el ministerio de la Palabra como centro del carisma:
CFMVD 17: Somos conscientes de que la predicación de la Palabra viva de Dios pone a las personas en contacto
con Cristo y de que hacemos discípulos de Cristo cuando lo “conocen”, lo siguen y hacen, a su vez, otros
discípulos. Por tanto, la Fraternidad Misionera Verbum Dei, con el lema de los primeros discípulos de Jesús,
“Orationi et ministerio verbi instantes”, y el espíritu de la primera comunidad cristiana, concreta y centra su
misión específica en la Palabra de Dios: Orar la Palabra, asimilándola hasta hacerla vida propia, transformándonos
en ella y enseñándola así a los demás, para que la oren, la vivan y la enseñen vivencialmente a otros.
Hoy la predicación necesita ser revitalizada y actualizada en las circunstancias cambiantes de nuestro tiempo,
aprovechando, además, los medios que el actual desarrollo de la sociedad pone a nuestra disposición.
Preguntas:
1) ¿Cómo realizar en nuestro tiempo un ministerio de la palabra eficaz?
2) ¿Cuáles son lasmedios, métodos o plataformas que mejor nos pueden ayudar en el anuncio de la Palabra?
1
VD 94: La vida consagrada brilla en toda la historia de la Iglesia por su capacidad de asumir explícitamente la tarea del anuncio y la
predicación de la Palabra de Dios, tanto en la missio ad gentes como en las más difíciles situaciones, con disponibilidad también para las
nuevas condiciones de evangelización, emprendiendo con ánimo y audacia nuevos itinerarios y nuevos desafíos para anunciar
eficazmente la Palabra de Dios. Los laicos están llamados a ejercer su tarea profética, que se deriva directamente del bautismo, y a
testimoniar el Evangelio en la vida cotidiana dondequiera que se encuentren. A este propósito, los Padres sinodales han expresado « la
más viva estima y gratitud, junto con su aliento, por el servicio a la evangelización que muchos laicos, y en particular las mujeres, ofrecen
con generosidad tesón en las comunidades diseminadas por el mundo, a ejemplo de María Magdalena, primer testigo de la alegría
pascual ».
4. TALLER: MEDIOS ESPECÍFICOS DEL VERBUM DEI
FICHA 3: EL TESTIMONIO DE VIDA
Introducción:
Desde los inicios del Verbum Dei, se han ido gestando y formulando los medios específicos de
nuestro carisma, tal como se recoge en las Constituciones, n.21:
“Los medios específicos para cumplir fiel y eficazmente nuestra misión serán: la oración,
como fuerza de Dios y como ejemplo vivo y práctico ante los demás, acompañada de un
claro testimonio de fraternidad universal en el amor de Cristo y dando “razón de nuestra
esperanza”, amor y fe en Jesús por medio del ministerio de la Palabra”.
El testimonio de vida en el Verbum Dei
El contacto vivo con Jesús llevó a Jaime, desde los inicios de su vocación, a una pasión por
reproducir en su vida su mismo amor y evangelio. Posteriormente, este mismo amor a Jesús y
deseo de autenticidad, le condujo a la necesidad fundamental de integrar lo orado y anunciado con
lo vivido. El testimonio de vida, no es simplemente para Jaime una virtud de coherencia, sino una
exigencia profunda de la llamada a ser palabra de Dios, a modo de carta viva de Dios entre todas
las gentes (cf. 2 Co 3,3).
BI 1: “Nuestra norma de vida y actividad no puede ser otra que el Evangelio de Jesús, principio de toda vida.
Lo que hizo y enseñó, único “Camino, Verdad y Vida”. Vivir el Evangelio y convivirlo, participar de él y
compartirlo y llegar a la más íntima unión con Jesús y comunión con los hermanos, es condición de vida y
perfección para todos”. Est 169:“Siguiendo muy de cerca a Jesús que empezó a hacer y enseñar,
procuraremos que nuestra predicación vaya siempre precedida y acompañada de un claro testimonio de vida
que acredite y confirme la fe y el Reino que anunciamos y prefigure a Jesús a quien seguimos”.
Los rasgos de este testimonio, que el mismo Jaime nos ha transmitido, han ido evolucionando y
complementándose a lo largo de la historia del Verbum Dei, adquiriendo matices diversos y
complementarios.
Algunos rasgos importantes reflejados en los documentos de Jaime han sido: testimonio de la unión
con Dios como fuente del amor, de un Dios personal, de Jesús (BI 1, E 168 y 178, C 53),
testimonio de la fuerza de la oración (E 178), testimonio de la pasión por el Reino de Dios (56), de
la comunión y fraternidad universal (E 60, C 21), del ágape cristiano (E 184), de las verdades que
predicamos (C 56) y de la importancia de la predicación (E 138), de la libertad frente al mundo y del
seguimiento radical de Cristo siguiendo los consejos evangélicos (C 94,99,116), del valor de la
consagración (E 171), de alegría, gozo y felicidad (C 239), de humildad (E 183), de una vida
evangélica (C 52), de solidaridad con los más pobres y necesitados (C 247). Es también un
testimonio colectivo de la Trinidad y de la encarnación (C 18, E 172.3 y 195), de ambientes
comunitarios fraternos y sencillos al estilo de Nazaret (C 137). En la Rama de los matrimonios es un
testimonio del amor conyugal, del amor fiel, indiviso y de la santidad que comporta el sacramento
(E 313.2).
Preguntas:
En nuestro mundo actual y en nuestro contexto local, con todas sus riquezas y límites,
1) ¿Cuáles son los rasgos del testimonio de vida que hoy se precisa evidenciar?
2) ¿Cómo podemos ayudarnos comunitariamente a ser un testimonio de la palabra de Dios?