2. El origen del roscón parece estar relacionado con las saturnales
romanas[cita requerida], aunque en la actualidad algunos lo relacionan
con una representación complementaria y comestible de la corona de
adviento, aún cuando la tradición de la corona de adviento es muy
posterior en España, lo que hace muy dudosa esa relación. Éstas eran
fiestas dedicadas al dios Saturno con el objeto de que el pueblo romano
en general pudiera celebrar los días más largos que empezaban a venir
tras el solsticio de invierno. Para estos festejos, se elaboraban unas
tortas redondas con higos, dátiles y miel, que se repartían por igual entre
los plebeyos y esclavos. Ya en el siglo III, en el interior del dulce se
introducía un haba seca, y el afortunado al que le tocaba era nombrado
rey de reyes durante un corto periodo de tiempo establecido de
antemano. Desde los romanos existían juegos del haba en la península
ibérica.
3. Julio Caro Baroja recoge en su obra "El Carnaval" dos testimonios del siglo
XII sobre el Roscón de Reyes o el Rey de la Faba; el primero corresponde al
Reino de Navarra, donde en 1361 se designaba Rey del Faba al niño que
encontraba el haba en el roscón (como en la actualidad); el segundo
testimonio corresponde a Ben Queman, poeta andalusí, quien en su
Cancionero describe una tradición similar con una torta (halló o hallulla,
vocablo que permanece en Granada) en el año nuevo que contenía una
moneda. Tradiciones ambas que se han conservado durante siglos.
Es muy probable que de esta tradición con diversos nombres en Navarra,
Andalucía, Valencia, Cataluña ([Tortol (dulce)|Tortol de Reis tenga un
origen común, no existiendo documentos que atestigüen la prevalencia de
alguna (salvo la referencia a Ben Guzmán).[cita requerida] En cualquier
caso, la popularidad del roscón de Reyes en el conjunto de España es
relativamente reciente.
El pastel que se hace en los países latinos tiene forma de rosca, más o
menos imitando una corona real, cubierto de frutas escarchadas, que
semejan las joyas de la corona, y tenía escondida en su interior una
pequeña sorpresa, a veces de gran lujo y valor.
4. 345 g. de harina de fuerza
16 g. de levadura prensada
60 ml. de leche desnatada tibia
75 g. de azúcar dorada
2 huevos
75 g. de queso batido desnatado
1 c/c de margarina vegetal
1 c/c de ron
1 c/c de agua de azahar
1 c/s de aceite de oliva virgen
Frutas escarchadas (deshidratadas en agua y ron)
Guindas
5. Puse en la amasadora la leche, el queso batido con la margarina, el huevo y el resto
de líquidos. Desleí la levadura en ellos junto con el azúcar y a continuación añadí a
la amasadora la harina.
Amasado todo, hacemos una bola que dejamos reposar en un bol engrasado y
tapado, en lugar cálido y sin corrientes, hasta que doble su volumen la masa (cerca
de 2 horas yo).
La colocamos sobre la encimera y la desmasificamos levemente. De nuevo le damos
forma de bola a la masa e introducimos el dedo en el centro para formar el orificio
del roscón.
Formada la rosca la dejamos levar de nuevo (cerca de 1 hora yo) . Disponemos las
frutas escarchadas y deshidratadas sobre su superficie y pincelamos la rosca con
huevo batido.
Introducimos en horno precalentado a 200ºC y mantenemos el roscón en él hasta
que esté dorado (sobre 30 minutos). Dejamos enfriar en la rejilla.