1) El documento describe el delito en la antigua Roma, donde no había una clara distinción entre delitos públicos y privados. 2) Explica conceptos como furtum, que se refería a delitos de apropiación de bienes ajenos, y noxa, que era el término usado para denominar delitos. 3) Incluye detalles sobre elementos de delitos como el robo según el derecho romano.
1. EL DELITO EN LA ANTIGUA (ROMA)
El Delito En Los Tiempos Antiguos Tenía Una Denominación Que
Se Aplicaba En Los Mismos
Efectos Tanto Para El Derecho Público Y El Derecho Privado, Es
Decir No Había Una Clara Distinción Entre Ambas Instituciones.
Esta Denominación Fue La De Noxa O Noxia; La Primera Era La
Forma Antigua, Pero El Uso Fue Haciendo Que Predominara La
Segunda. Como El Valor De Ambas Expresiones Era El Mismo,
Ambas Abarcaban Los Delitos De Las Dos Esferas Referidas, En
Cuanto El Daño Cometido Hacia El Estado Como A Los
Particulares.
Camacho Iglesias Paiz Cristina dice que Prescindiendo De Las
Expresiones Ajenas A La Lengua Jurídica, Podemos Decir Que
Para Denominar El Delito Había Dos Palabras Con Alguna
Pretensión De Valor Técnico, Y Que A La Vez Eran De Uso Y De
Una Aplicación Generales, Dichas Palabras Eran Crimen Y
Delictum
Crimen Representa Aquí La Inculpación De Una Injusticia; Es Pues
Una Voz Procesal; Es El Asunto Que Se Presentaba Ante El Juez
Para Que Lo Resuelva. Nunca Se Aplicó La Palabra Crimen A La
Acción O Demanda De Carácter Puramente Patrimonial, Sino Que
Se Concretó A La Esfera De Los Delitos, Tanto Como Públicos Y
Privados. Con Este Carácter De Generalidad Se Sirvió De Ella La
Ciencia Jurídica De La Época Imperial.
Lo Que Sucedió Con La Palabra CrimenEn Épocas Posteriores Y De
Un Modo Incompleto, Sucedió Desde Luego Y Con Mejor Resultado
La Palabra Delictum. La Cual Indica Propiamente El Acto De
Resbalar, La Comisión De Una Falta Y, Puesto Que La
Encontramos Frecuentemente Empleada Ya Por Plauto, Sin
Relación A Un Hecho Penal Concreto Que Conmueva Todos Los
Fundamentos De La Moralidad Común, Y Con Un Valor Ético, Es
Perfectamente Adecuada Para Designar En El Derecho Penal El
Delito Como Tal. Parece Que Desde El Momento En Que Ocuparon
Un Lugar En El Derecho Civil Las Acciones Penales, Se Empleó
Esta Palabra Genérica Para Designarlas, Y Desde Entonces Se
Formó Sin Mayores Complicaciones La Denominación Común De
DelictaPrivata. En El Uso De La Palabra Tenemos Ya La Prueba De
2. Que Se Había Sentido El Carácter Unitario Del Derecho Penal
Largo Tiempo Antes De Que Se Verificase Esta Unión Exterior. El
Término Correlativo Del Delito Es El De Su Retribución Ordenada Y
Ejecutada Por El Estado, Ó Sea La Pena
DELITO DE ROBO
Los principios del derecho romano acerca de las diferentes
sustracciones de la propiedad (furtum)
Y las reglamentaciones francesas y española, la primera relativa
al delito de robo y la segunda referente a hurto y a robo.
En el derecho penal romano llamaban en general furtum a los
delitos consistentes en apropiarse las cosas ajenas,
distinguiéndose las siguientes clases:
1. Hurto en general y sobre todo, de bienes privados
2. Hurto entre cónyuges.
3. Hurto de bienes pertenecientes a los dioses.
4. Hurto de cosechas.
5. Hurtos cualificados de la época imperial.
6. Hurto de herencia.
El hurto violento, sin quedar excluido del concepto general de
furtum, se consideraba como un delito de coacción.
LOS ELEMENTOS DEL FURTUM ERAN:
La cosa, ésta debería ser mueble incluyéndose los objetos
desprendibles de los inmuebles.
La contrectatio, el manejo, tocamiento o, en tiempos posteriores,
la sustracción de la cosa. Cuando se hacia el manejo sobre la cosa
de otro con ánimo de apropiación se cometía el furtum reí.
Teniendo un derecho sobre la cosa se cometía un manejo que
sobrepasaba ese derecho, sin ánimo de hacerse propietario, se
3. cometía el furtumusus. Cuando el propietario violentaba derechos
de otro, que había consentido sobre sus cosas, el manejo se
llamaba furtumpossessionis.
La defraudación, la apropiación debía ir encaminada al
enriquecimiento ilegítimo del que la llevaba a cabo, tomándose la
idea de enriquecimiento en un sentido amplio.
El perjuicio, la apropiación indebida no era punible sino cuando
hubiese causado algún daño en las bienes de otro
DELITOS PÚBLICOS Y PRIVADOS EN LA ANTIGUA ROMA
DELITOS PRIVADOS-GENERALIDADES
Delito es todo acto ilícito que es castigado con la pena. Como en
los actos ilícitos en general se precisan, por tanto, dos elementos
en el delito: la lesión de un derecho y la intención, o sea la culpa.
Los efectos específicos son mayores, ya que en el delito la
gravedad del acto para el orden social hace que la obligación del
resarcimiento sea unida también una pena.
El concepto de delito privado, el carácter privado y obligatorio de
la acción y de la pena constituyen un residuo del ordenamiento
primitivo, en el cual el delito es la fuente verdadera y única de la
obligación.
En si los delitos privados consistían en hechos ilícitos que
causaban un daño a la propiedado a la persona de los particulares,
pero sin turbar directamente el orden público.
Las Ley de las XII Tablas preveía y castigaba cierto número de
estos hechos. Algunas disposiciones llevan todavía las huellas de
un Estado social anterior, en que la víctima del delito se hacía
justiciaejercitando su venganza sobre la persona del culpable. La
ley se limita en ciertos casos a regular esta venganza. El ladrón
cogido in fraganti era vapuleado y atribuido como esclavo al
robado. Para ciertas injurias se ejercitaba la Ley del Talión.
4. Entonces, pues los decenviros solo intervenían para limitar la
venganza de la parte lesionada y darle una forma menos atroz y
remplazar esta con una multa Después de la Ley de las XII Tablas,
las leyes penales y la jurisprudenciaconsagraron y desarrollaron
poco a poco más perfeccionado. Por una parte, se tuvo en cuenta
la intención criminal del autor, y por la otra la pena fue mejor
proporcionada al daño causado
ELEMENTOS PARA LA COMISIÓN DE UN DELITO
LA PERSONA
El concepto del delito estriba en el carácter moral de la
naturaleza. La violación de los deberes que el hombre tiene que
cumplir encuentra su norma ante todo, en el propio sentimiento de
la obligación, en la conciencia del individuo. Este concepto de la
obligación, no sometido a ninguna coacción externa, recibe del
Estado un contenido fijo, categórico; el sistema penal no es sino la
ley moral convertida en ley política.
El hombre, en cuanto se halla sometido a la ley moral y en cuanto
pertenece a un Estado, está sujeto a la ley penal, sea cual sea su
posición y su condición jurídica. Es preciso entonces enumerar
aquellas categorías de individuos que carecían en Roma de
capacidad de delinquir, en general, ó a quienes se privaba de la
capacidad para ser penados, segregándolos el Estado. La
capacidad de delinquir y la de sufrir algún tipo de pena era
teóricamente diversa, así que a continuación enumeraremos las
más importantes:
Carecían de la capacidad para cometer delitos los seres sin vida.
Jamás se les ocurrió a los romanos, como lo han hecho otros
pueblos de más viva fantasía, llevar ante los tribunales al hacha
que hubiera causado daño a un hombre
No tenían capacidad penal los muertos. El hecho del delito no
cambia porque sobrevenga la muerte, pero cuando muere el autor
del mismo, se hace imposible en el Derecho Penal imponérsele
una pena a un muerto. La retosión y la venganza no pueden
ejercitarse sino sobre los vivos. Tocante a los delitos públicos de
la época antigua; la maldición obraba más allá de la tumba, y aun
después de la muerte podían aplicarse las penas de privación de
5. sepultura, remoción de tumba, y sobre todo, de execración de la
memoria del difunto.
Tampoco podía emplearse el procedimiento penal romano contra
aquellos que hubiesen sido segregados del campo de acción de la
jurisdicción romana.
La capacidad para delinquir en todo hombre que siendo
susceptible de responsabilidad, viviese sometido a la soberanía
del Estado, constituyó el fundamento del Derecho Penal ya
desarrollado bajo el aspecto científico. Sin embargo, desde los
tiempos primitivos se trataban de diferente manera los delitos de
las mujeres, de los extranjeros y de los individuos no libres que los
cometidos por los ciudadanos romanos, y si bien esta diferencia
fue disminuyendo en el curso del tiempo
LOS ELEMENTOS MATERIALES Y NORMATIVOS DEL DELITO DE
ROBO SEGÚN SU ESTRUCTURA LEGAL SON:
Una acción de apoderamiento: significa que la gente tome
posesión material de la misma, la ponga bajo su control personal.
En el robo la cosa no se entrega personalmente al autor; éste va
hacia ella, la toma y la arranca de la tenencia del propietario o del
detentador legítimo. Habrá aprehensión directa, cuando el autor,
empleando físicamente su energía muscular, utilizando sus
propios órganos tangiblemente, se adueña de la cosa.
El apoderamiento es indirecto cuando la gente por medios
desviados logra adquirir, sin derecho ni consentimiento la
tenencia material de la cosa.
Por dos razones el apoderamiento es el elemento principal del
delito de robo:
El apoderamiento es ilícito y no consentido por el ofendido, es la
constitutiva típica del robo, que permite diferenciarlo de los otros
delitos de enriquecimiento indebido;
La acción de apoderamiento es la consumativa del delito de robo.
6. Las cosas muebles.- Las cosas muebles son los únicos objetos
materiales en que puede recaer la acción delictiva del robo. La
palabra mueble puede tener diversos significados:
Desde el punto de vista puramente material o gramatical
De acuerdo con la clasificación del derecho privado.
De acuerdo con la naturaleza, se llaman muebles (móviles) a las
cosas que tienen la aptitud de ser trasladadas de un lugar a otro
sin que se altere su sustancia; no tienen fijeza y son susceptibles
de moverse de un espacio a otro por si mismas.
La cosa ajena.- que la cosa sea ajena es un elemento del delito de
robo indispensable de demostrar en los procesos aun cuando sea
por pruebas indiciaria o confesional, por que el robo, constituye en
su esencia jurídica un ataque dañoso a los derechos patrimoniales
de cualquier persona.
El apoderamiento sin derecho.- La mención que hace nuestro
Código al describir el robo exigiendo para su integración que el
apoderamiento se realice sin derecho es innecesario y, en cierto
sentido, tautológica, puesto que la antijuricidad es una integrante
general de todo delito, cualquiera que sea su especie.
El apoderamiento sin consentimiento de la persona que puede
disponer de la cosa conforme a la ley.- Se puede manifestar de
tres formas:
Contra la voluntad libre o expresa del paciente de la infracción,
lográndose el apoderamiento por medio del a violencia física o
moral contra el sujeto pasivo.
Contra la voluntad indudable del paciente de la infracción, pero sin
el empleo de violencias personales.
7. En ausencia de la voluntad del ofendido, sin conocimiento ni
intervención de éste, cuando el robo se comete furtiva o
subrepticiamente.
LA VOLUNTAD
El concepto de delito requiere la existencia de una voluntad
contraria a la ley en la persona capaz de obrar. Esta voluntad
antijurídica presuponía por necesidad el conocimiento de que el
hecho que va a realizarse era contrario a la ley, por lo que el error
de hecho en este punto excluía la imputabilidad. El que ofendía al
magistrado, sin saber que éste lo era no cometía crimen, la unión
sexual de dos personas que desconocían el parentesco existente
entre ellas tampoco era considerado un crimen.
El concepto de la culpa, lo mismo que el dolus, no pertenecía a la
legislación, sino a la interpretación científica de las leyes. Es de
presumir que el Código de las Doce Tablas no llegar en materia de
Derecho privado mas que a establecer la responsabilidad humana
en general, en oposición al hecho que no estuviera ligado por
ninguna relación de causalidad con la acción u omisión humana;
es decir empleando la terminología actual, que no haría otra cosa
sino establecer la antítesis entre los hechos procedentes de dolus
o de culpa, y los procedentes del casus. La evolución del concepto
de la responsabilidad general, distinguiendo en ella el daño
producido intencionalmente y el derivado de desatención o
descuido, fue debida sin duda alguna a la ciencia jurídica de
tiempos de la República, igualmente que la distinción entre el
concepto de los miramientos que todo hombre debe a su prójimo
el concepto de los miramientos que se deben unas a otras las
personas que intervienen en una obligación contractual; distinción
ésta que sirvió de base a la diferencia entre la culpa aquiliana y la
culpa contractual.
La transformación de la ley moral en ley penal exige que se fijen
de un modo positivo los elementos constitutivos de cada hecho
delictivo, y esta fijación no puede menos de estar sujeta al
arbitrio. Cuanto más se complican las relaciones sociales y más
estrechamente trata de acomodarse la ley penal a la ley moral,
tanto mayor es la intervención que se le da al arbitrio.
8. EL HECHO
Así como no existe delito alguno sin voluntad delictuosa, tampoco
existe si esta voluntad no se efectúa, es decir si no hay hecho
punible. La voluntad por sí sola el animus, aun manifestado por
medio de palabras o confirmada su existencia por propia confesión
del sujeto, no es delito ni puede dar origen a pena.
La cuestión relativa a saber que es lo que haya de entenderse por
efectuación de la voluntad delictuosa, la contesta la ciencia
jurídica de los tiempos modernos diciendo que hay que distinguir,
no en todos los delitos, pero sí en la mayor parte, los actos
preparatorios, la tentativa de delito y el delito consumado. En el
Derecho Romano no existía el concepto de la tentativa ni, claro
es, una palabra técnica con que designarlo; las acciones punibles,
prohibidas por la ley, se castigaban siempre como tales, cuando
se habían consumado, advirtiendo que era preciso que dichas
acciones tuvieran por base la unicidad de solución o propósito, y
cuando se tratara de delitos culposos, la unicidad del descuido o
desatención de las propias obligaciones.
En términos generales, podemos decir que todo acto realizado con
el malicioso propósito de contribuir a la comisión de un delito
debía ser considerado como un acto de codelincuencia.
Las penas correspondientes a los delitos se imponían en regla
general en la misma cualidad y cantidad a todos los participantes
en ellos, como si cada participante hubiera cometido el delito por
sí solo. Aquí se ve bien claramente que el Derecho Penal privado
consideraba el resarcimiento del daño, no pago del mismo, sino
como criterio para determinar la multa penal o pena pecuniaria,
pues el pago de esta, verificado por un partícipe en el delito, le
libraba a él solo de su responsabilidad, no libraban a otros.
ejemplo de pena en el derecho romano, el siguiente:
La Ley de las XII Tablas castigaba al que robaba con lo siguiente:
Al ladrónmanifiesto o visto con la cosa hurtada antes de que la
escondiese, con la pena de azotes y luego pérdida de la libertad
(esta pena fue sustituida por los pretores con la del cuádruplo del
valor de la cosa hurtada
9. La del ladrón no manifiesto no excedía nunca del duplo de dicho
valor
Por supuesto que a la obligación de pagar la pena unía el ladrón la
de tener que restituir el objeto que constituía el hurto, si existiese
dicha cosa en especie o su estimación cuando no pudiera
restituirse aquella.
El que tenía el derecho real, al cual se quiso perjudicar por medio
del hurto, se le daba la acción denominada actiofurtiy(si el hurtado
tenía en préstamo la cosa hurtada, comodatario y no dueño de la
cosa con obligación de restituirla en un plazo estipulado, podía el
dueño escoger entre la acción commodati, contra el comodatario
para la indemnización, y la citada acción de hurto contra el ladrón
aunque el primero tuviese bienes con que responder de la cosa
que recibió en comodato y el ladrón o sus herederos tenían la
obligación de restituir la cosa hurtada o su valor
Era «ladrón de delito de robo» propiamente dicho (lo citado se
trataba de hurtos) el que se apoderaba violentamente de una cosa
con ánimo de utilizarla y contra la voluntad de su dueño y a pesar
de las diferencias que establecían los romanos entre ambos
delitos (mediara o no violencia), el ladrón de robo era también
considerado como ladrón de hurto y como tal sujeto a la misma
pena que éste y podía ser reconvenido por las mismas acciones
(además, manifiesto o no, si los pretores daban una acción que se
había instituido por ellos dentro del año, se conseguía el cuádruplo
del valor de la cosa robada, y pasado el año tan solo la estimación
justa de la misma).