1) El documento analiza la relación entre la posesión y la sucesión desde una perspectiva histórica, legal y comparada. 2) Explica que la posesión requiere del corpus y el animus y que puede transmitirse de forma derivativa a través de la sucesión. 3) Indica que la legislación ecuatoriana y de países como Chile y Colombia permiten agregar las posesiones del causante y del sucesor, mientras que códigos como el alemán sólo requieren el control sobre la cosa para transmitir la posesión.
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
Tutoría de Derecho Civil - Bienes II.- La agregación de posesiones
1.
FACULTAD DE JURISPRUDENCIA, CIENCIAS SOCIALES
Y POLÍTICAS
CARRERA DE DERECHO
TUTORÍA DE DERECHO CIVIL-BIENES II
ESTUDIANTES:
NÉSTOR TORO HINOSTROZA
DAVID ARANDA CAÑARTE
NATALY BARBERÁN FLORES DE VALGAS
JOSELYNE ESPINOZA CHANABA
ARIANA YÁNEZ PÉREZ
PAULINA VÁSQUEZ HOJAS
TEMA:
AGREGACIÓN DE POSESIONES Y SU EFECTO EN LA
SUCESIÓN
DOCENTE: ALEXANDRA MACÍAS
CICLO: IV PARALELO: “C”
SEMESTRE A2016 – PRIMER PARCIAL
2. 2
CONTENIDOS
• INTRODUCCIÓN E IDEAS GENERALES.………………………………….…1
• CONTEXTO HISTÓRICO DE LA POSESIÓN Y DE LA SUCESIÓN…...…..2
• VISTAZO A LA POSESIÓN EN EL DERECHO COMPARADO………..........3
• DE LA RELACIÓN ENTRE POSESIÓN Y SUCESIÓN……………………….5
o DE LA ADQUISICIÓN ORIGINARIA DE LA POSESIÓN………………….…...........6
o DE LA ADQUISICIÓN DERIVATIVA DE LA POSESIÓN…………………….………7
DE LA ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN ENTRE VIVOS…………………….8
DE LA ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN POR MUERTE……………………..9
o DE LAS REGLAS PARA LA ADQUISICIÓN DERIVATIVA DE LA
POSESIÓN……………………………………………………………….…………………12
CONDICIONES PARA CONTINUAR LA POSESIÓN…………………………13
ACCESIÓN O AGREGACIÓN DE POSESIONES………………………….…..14
LA ACCESIÓN DE POSESIONES Y LA COPOSESIÓN……………………….17
• REQUISITOS Y REGLAS………………………………………………………..……...17
• RELACIÓN ENTRE PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO Y
AGREGACIÓN DE POSESIONES………………………………………………….....20
• CONCLUSIONES…………………...……………………………………………21
• DISPOSICIONES LEGALES…………………………………………………. ..23
• BIBLIOGRAFÍA SUCINTA……………………………………………………..24
3. ‐ 1 ‐
INTRODUCCIÓN E IDEAS GENERALES
El hombre, desde sus orígenes, ha necesitado vivir en sociedad, de tal manera que ejercitó su
sentido gregario y desde ese momento sintió la necesidad de que dentro de su organización
social era necesaria una estructura organizacional, que en principio tal vez haya podido
confundirse con política; pero que al incluir dentro de dicha política, el rasgo de convivencia,
de armonía y de paz, entendió que necesitaba también una organización jurídica, tal que tenía
que ir desde su esencia misma como persona, pasando por sus bienes o cosas que con el
tiempo iba captando, así como por sus obligaciones y finalmente para su legado al momento
de su partida.
Con tal anticipo, es dable aclarar que el fin de este trabajo recae estrictamente sobre el
Derecho Civil en su regulación con respecto a los bienes y mucho más específicamente en el
estudio de la posesión con vista al sistema de agregación de posesiones y sus efectos en
materia sucesoria; por lo que se procurará dar una idea clara de la relación intrínseca que
existe entre los bienes y la sucesión.
En sentido estrictamente gramatical, debemos saber que bien responde a un significado de:
utilidad, beneficio, patrimonio, todo aquello que satisfaga directa o indirectamente las
necesidades humanas, así como referirse a las cosas materiales e inmateriales como objetos
del derecho1
. El diccionario de Guillermo Cabanellas, por su parte, no se aleja de la definición
dada por la Real Academia Española y se refiere al bien como una cosa que puede ser objeto
de apropiación o base de un derecho2
; Somarriva, Alessandri y Vodanovic dirían lo mismo
que Cabanellas.
Por otro lado, está el significado gramatical de sucesión, el cual no es más que el conjunto de
personas, cosas o hechos que se siguen unos a otros3
. En sentido jurídico, será, según
Savigny, el cambio meramente subjetivo en una relación jurídica4
.
Es por ello que, durante el desarrollo de esta pequeña monografía se abarcará desde los
contextos históricos hasta un análisis legal, jurisprudencial, doctrinario y de derecho
comparado de lo que la doctrina ha llamado agregación, accesión o suma de posesiones; así
como también cuál es su relación en materia de sucesiones y de prescripción adquisitiva del
dominio.
Al finalizar el estudio de este tema, se detallarán todos los artículos tanto de legislación
ecuatoriana, como los de derecho comparado, de igual manera la bibliografía sucinta que se
1
http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=QTfWIljToD68oe0KLP
2
Diccionario de Derecho Usual de Guillermo Cabanellas Tomo II
3
http://dle.rae.es/?w=sucesi%C3%B3n
4
Diccionario de Derecho Usual de Guillermo Cabanellas Tomo VI
4. ‐ 2 ‐
utilizó para la elaboración de este trabajo, la cual podrá irse viendo en el desarrollo de cada
nota al pie de página.
Ahora es obligatorio entonces, iniciar de lleno el estudio y desarrollo de la materia, siendo el
contexto histórico el primer tema a revisar.
CONTEXTO HISTÓRICO DE LA POSESIÓN Y DE LA SUCESIÓN
En un contexto netamente histórico, la posesión se ha caracterizado por definirse como una
relación de hecho de una persona hacia una cosa, sin que esta sea dueña de tal, pero que la
mantiene con ánimo de señor y dueño.
Sin embargo, para entender en sí cuál es la evolución de la posesión, es necesario iniciar con
el Derecho Romano donde por vez primera se dan las nociones tanto de corpus, como la
tenencia física; como de animus, para referirse al espíritu o a la voluntad de mantener esa
cosa; no obstante, en Roma no quedaba clara aún la definición de posesión y es por esa razón,
que un análisis etimológico se vuelve necesario, siendo pos un prefijo latino traducido como
poder y sedere que significaría sentarse o establecerse; de tal manera que la possessio no es
más que el poder establecerse sobre una cosa, pero de acuerdo a las épocas de esta rama
histórica del Derecho, la posesión conoció varias connotaciones, entre ellas la naturales
possessio, en donde una persona tiene la cosa, pero no el ánimo de conservarla como su
dueño; y, la civilis possessio, en la que una persona tiene la cosa y sí tiene el ánimo de
conservarla, solamente en esta última clase de posesión el ciudadano romano tenía el derecho
de la prescripción. Al acercarse la caída del Imperio Romano, la connotación de posesión se
expandió al reconocimiento de esta sobre cosas incorpóreas, denominando a dicha clase de
posesión como quasi possessio5
.
Con el paso del tiempo, hay que recordar que el derecho de los germanos, unificó las teorías
y tendencia romanistas a las suyas y fue así que la possessio se convirtió en gewere, término
alemán que traducido al español es investidura y que a diferencia de la posesión romana, la
posesión germánica sostenía que esta implica no solamente el corpus y el animus, sino
también la propiedad, en otras palabras, el sujeto tenía la relación directa con la cosa así como
la voluntad de mantenerla y además los derechos de uso, goce y disposición6
.
Entrando en el estudio del Derecho Canónico, es necesario entender que esta rama del
derecho se sirvió de la quasi possessio desarrollada en la decadencia del Derecho Romano,
para así sostener que la posesión se debía extender a los derechos de familia, derechos
honoríficos y derechos de estado civil; de igual manera, instituyó la possessium
5
Sinopsis de Derecho Romano de Mario Oderigo
6
Historia del Derecho de Zorraquín Becu
5. ‐ 3 ‐
summarissima7
como medio de defensa para el poseedor en caso de que se quiera perturbar
su ejercicio sobre la cosa.
Por último, se encuentra el Derecho Contemporáneo, el cual ha codificado a la posesión con
– dependiendo del país – la siguiente definición: posesión es la tenencia de una cosa con
ánimo de señor y dueño; sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo,
o bien por otra persona en su lugar y a su nombre. (Código civil ecuatoriano, artículo 715)
Por otro lado se encuentra también el contexto histórico de lo que es la sucesión, puesto que
de acuerdo al tema en desarrollo, la posesión tiene efectos en la sucesión y por ello es
imperante el estudio histórico de dicha institución.
Nuevamente para iniciar el estudio de la evolución histórica, en este caso de la sucesión, se
lo hará por el Derecho Romano, en donde la sucesión toma forma por la institución romana
de la sucessio mortis causa, en donde el traspaso de los bienes se daba al sucesor por parte
del causante tanto por su muerte natural como civil, en la época de la monarquía esta sucesión
daba paso al reconocimiento del derecho de propiedad familiar; con el paso del tiempo, el
sistema pretoriano y justinianeo estableció que la sucesión podía recaer sobre: cónyuge,
hermanos, ascendientes, descendientes y herederos civiles; cabe recalcar también que esta
sucesión podía darse con testamento como sin él.
Durante el desarrollo del Derecho Germano, la sucesión, en un principio, solamente podía
darse sin testamento sobre los hijos o parientes del causante, sin embargo, al ser este un
derecho que adaptó la tradición romana, luego se aceptó la sucesión testamentaria.
Luego con la institución del derecho medieval, específicamente, durante la época del
feudalismo la sucesión recayó solo sobre bienes inmuebles.
Durante la época del Derecho Francés con el Código napoleónico, la sucesión toma la misma
forma que consideraban los romanos, es decir, que la apertura de la sucesión se da al
momento de la muerte sea natural o civil.
Hoy en día, cabe recalcar que la sucesión considera como uno de sus sucesores al Estado y
es a título universal o a título singular ante la muerte de un difunto.
VISTAZO A LA POSESIÓN EN EL DERECHO COMPARADO
La posesión bajo el ordenamiento jurídico ecuatoriano, específicamente, nuestro Código civil
se encuentra definida en el artículo 715 como:
7
El Derecho de la Iglesia de Daniel Cenalmor y Jorge Miras
6. ‐ 4 ‐
“Artículo 715.- Posesión es la tenencia de una cosa
determinada con ánimo de señor y dueño; sea que el dueño o el
que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o bien por otra
persona en su lugar y a su nombre.
El poseedor es dueño, mientras otra persona no justifica serlo.”
De tal manera, se torna notorio la presencia del corpus y el animus y por lo tanto, es dable
decir que la concepción jurídica que maneja el Ecuador es tradicionalista romanista.
Otros países como Chile, uno de los más claros en cuanto a redacción de textos jurídicos,
define a la posesión igual que el Código civil ecuatoriano, en su artículo 700; de la misma
manera Colombia, en el artículo 762.
Caso distinto es el de Venezuela, que en el artículo 771 de su Código Civil, en medio de una
redacción similar a la de los códigos de los países ya citados añade la característica (en un
mismo artículo) de que la posesión recae sobre una cosa o sobre el goce de un derecho.
“Artículo 771.- La posesión es la tenencia de una cosa, o el
goce de un derecho que ejercemos por nosotros mismos o por
medio de otra persona que detiene la cosa o ejerce el derecho
en nuestro nombre.”
Ahora bien, en países europeos como España, el concepto de la posesión aparece dividido
en el artículo 430 del Código civil referido, refiriéndose primero a la posesión natural y
posteriormente a la posesión civil.
“Artículo 430.- Posesión natural es la tenencia de una cosa o
el disfrute de un derecho por una persona. Posesión civil es
esa misma tenencia o disfrute unidos a la intención de haber
la cosa o derecho como suyos.”
Por lo que puede decirse que tal ordenamiento jurídico, reconoce como natural, aspectos
como el aire, el agua o los derechos fundamentales; mientras que, reconoce como civil, a la
tenencia de una cosa o el goce de un derecho con el ánimo de señor y dueño sin que este sea
tal.
Alemania, a través de su BGB, da a la posesión una definición mucho más corta o concreta:
“Artículo 854.- La posesión es aquello que se adquiere a través
del control real sobre la cosa.”
Dicho todo esto, es pertinente pasar a comparar las disposiciones de diferentes códigos
civiles en cuanto a la agregación de posesiones, tenemos así que, países como Ecuador,
7. ‐ 5 ‐
Chile, y Colombia, coinciden en cuanto a redacción en lo que respecta a dicho tema, tomando
así al artículo 732 del Código civil ecuatoriano como ejemplo:
“Artículo 732.- La posesión del sucesor comienza en él, ora
suceda a título universal o singular; a menos que quiera añadir
la de su antecesor a la suya; pero en tal caso, se la apropia con
sus calidades y vicios.
Podrá agregarse, en los mismos términos, a la posesión propia
la de una serie no interrumpida de antecesores.”
Venezuela, con una redacción similar, agrega que la posesión continúa de derecho:
“Artículo 781.- La posesión continúa de derecho en la persona
del sucesor a título universal.
El sucesor a título particular puede unir a su propia posesión la
de su causante, para invocar sus efectos y gozar de ellos.”
Finalmente, yendo un poco más allá, Alemania en el artículo citado anteriormente de su
cuerpo civil, en el segundo inciso sostiene que:
“Artículo 854.- (…) (inciso segundo) La unificación del
posesionario anterior al adquirente es suficiente para la
adquisición de la posesión, si es capaz es ejercer control sobre
la materia.”
DE LA RELACIÓN ENTRE POSESIÓN Y SUCESIÓN
Al ser la posesión y la sucesión, dos temas trascendentales dentro del Derecho Civil, tanto
así que el Código civil les dedica libros y capítulos enteros, de los bienes (en el primer caso)
y de la sucesión, herencias y legados (en el segundo caso), es innegable la íntima relación
que tienen, ya que más de un artículo sea de la posesión o sea de la sucesión tienen que ver
para la resolución de algún conflicto en especial.
En este concreto caso, nos referiremos al de la agregación, accesión o suma de posesiones,
que la doctrina lo ha enmarcado como una mera unión de posesiones, mas no como una
continuidad; entiéndase este razonamiento así porque al hablar de una continuidad de
posesión, estaríamos refiriéndonos a la mera sucesión de las posesiones por hechos mortis
causa; pero al hablar de una unión de posesión, se colige que se trataría de una continuidad
de posesiones entre vivos, sin desconocer, obviamente, las figuras de antecesor o causante y
sucesor.
8. ‐ 6 ‐
Por tales razones, iniciaremos el estudio de esta sección con lo que significa la adquisición
originaria de la posesión, finalizando con las reglas para la adquisición derivativa de la
posesión.
DE LA ADQUISICIÓN ORIGINARIA DE LA POSESIÓN
Dícese adquisición originaria o unilateral –según la doctrina–, como la de Valencia Zea, a
aquella posesión que se logra sin el consentimiento del poseedor anterior o, en su defecto,
sin la autorización expresa de la ley.
Al ser una posesión unilateral, es decir, donde solo interviene la voluntad del sucesor en
cuanto a la continuidad de la posesión, resulta totalmente lógico y permitido que en casos
como los de bienes muebles res nullius, aquel acto de posesión sea correcto; pero es
incorrecto, mas no ilógico cuando se da la posesión unilateral de las cosas que han sido
conseguidas producto del hurto, robo o usurpación en el caso de propiedades bienes raíces.
Tomando el ejemplo de los bienes muebles res nullius, por ser bienes cuya naturaleza han
carecido siempre de un poseedor y por lo tanto, no necesitan de la autorización de un anterior,
atiende a una única voluntad, la del adquirente y en ese momento, se consolida la definición
que al inicio de este trabajo hemos dado: la posesión es una relación de hecho.
Autores como el alemán Karl Wieland, en su libro Reglas para el Código civil de 1914,
sostiene que la adquisición originaria no constituye acto jurídico y que, por lo tanto, pueden
adquirirla los menores e incapaces; el autor sostiene tal razonamiento, puesto que hace una
distinción entre la capacidad de celebrar negocios jurídicos y la simplemente posesoria y
termina diciendo que no debe olvidarse que los menores están dotados de voluntad natural.
Sin embargo, Arturo Valencia Zea, jurisconsulto colombiano, en su momento sostuvo dentro
de su tratado de La posesión de 1978 que este tipo de adquirir la posesión sí constituía un
acto jurídico, por el simple hecho de que al tomar posesión de una cosa se producía ipso iure
un resultado o consecuencia en el mundo jurídico.
Somarriva y Vodanovic, también se refieren al tema de la capacidad en cuanto a la
adquisición y dicen que como la posesión está constituida por el corpus y el animus, la
aprehensión real o ficta de la cosa y la voluntad de poseer, resulta que las personas que
carecen de la razón o discernimiento necesario para darse cuenta del acto que ejecutan, no
pueden adquirir la posesión, haciendo un directo hincapié en que tanto los menores e
incapaces no podrían iniciar con una posesión, en este caso, de tipo originaria.
Esto se ve apoyado por el artículo 738 de nuestro Código civil, cuyo segundo inciso contiene
lo siguiente:
9. ‐ 7 ‐
“Artículo 738.- (…) (segundo inciso) Los dementes y los
infantes son incapaces de adquirir por su voluntad la
posesión, sea para sí mismos o para otros.”
Es dable acotar también que autores como Claro Solar, enuncia que no solo se da una
posesión originaria en los casos de los bienes res nullius, sino también la que es tomada por
las manos de un usurpador, estafador, ladrón o bandido.
DE LA ADQUISICIÓN DERIVATIVA DE LA POSESIÓN
En este punto de la materia, bajo esta modalidad de adquirir la posesión, aparece ya la figura
de un poseedor anterior, causante, transmitente, o según la doctrina cujus.
Ahora bien, si al haber hablado de una adquisición originaria y se decía que aquella era en
la que el sujeto tomaba posesión de una cosa sin consentimiento de un anterior o sin
autorización de la ley, sea de un bien res nullius o producto de algún tipo de delito; la
adquisición derivativa de la posesión va a ser la que se funda primero en la posesión de un
antecesor para luego transmitirla a un sucesor; produciendo así una suerte de sucesión en
hecho y en derecho, por algún vínculo jurídico que exista entre las partes de la transmisión.
De aquí también se desprende el hecho de que la posesión se la puede tomar en nombre
propio o a través de un tercero, la doctrina lo apoya y de igual manera el Código civil en los
artículos siguientes:
“Artículo 715.- Posesión es la tenencia de una cosa
determinada con ánimo de señor o dueño; sea que el dueño o
el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o bien por otra
persona en su lugar a su nombre (…)”
“Artículo 736.- Si un individuo toma la posesión de una cosa
en lugar o a nombre de otro, de quien es mandatario o
representante legal, la posesión del mandante o representado
principia en el mismo acto, aún sin su conocimiento (…)”
La doctrina da los siguientes ejemplos para el caso que se está estudiando: en los casos de
transmisión en nombre propio, cuando el propietario de una cosa vende, dona, permuta, etc.,
la cosa; y cuando es en nombre ajeno, el caso del arrendatario que transmite a otro su
posesión al subarrendar o entregar en depósito aquello que tiene arrendado.
A partir de este modo de adquirir la posesión se estudian a su vez dos vías por las cuales se
lo logra, estas son, inter vivos y mortis causa
10. ‐ 8 ‐
En ambos casos, deberá siempre existir un vínculo jurídico de causalidad entre las partes,
con la única distinción de que en el caso inter vivos, como el término lo dice, es un acto de
sucesión entre vivos; caso contrario es el de mortis causa que se degenera en la herencia.
DE LA ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN ENTRE VIVOS
Por lógica se entiende que la adquisición de tipo derivativa que se da en este caso, responde
a la voluntad de dos sujetos, transmitente o causante, y sucesor; los cuales se sujetan a un
concurso de voluntades para la tradición de la posesión por parte del antecesor y la
adquisición por parte del sucesor.
Este tipo de acto jurídico entre vivos supone además dos escenarios dentro de los cuales
puede llegarse a obtener la posesión, la doctrina colombiana a través de Arturo Valencia Zea
y ecuatoriana de Mons. Juan Larrea Holguín8
, expone que puede ser una trasmisión en
totalidad o de constitución inmediata.
En el primer caso, esto es, una transmisión en totalidad, nos referimos cuando el antecesor
transmite el derecho donde ejerce el poder o relación de hecho sobre la cosa, en nombre
propio hacia el sucesor o adquirente; mientras que, el segundo caso se referirá cuando quien
es poseedor no transmite la posesión, sino que aprueba que un tercero lo ejerza con la
condición de que lo restituya pasado cierto tiempo. Arrojando así una diferencia clara entre
un caso y otro, esta es: en el caso de la transmisión total, el transmitente se despoja del hecho
y del derecho, por lo tanto, no cabe la restitución; a contrario sensu, en el caso de la
constitución inmediata, la posesión inmediata se genera sobre el sucesor o adquirente,
mientras que, para el antecesor o transmitente se genera una posesión mediata, es decir, con
cargo de restitución.
Sin embargo de todo lo dicho, en la adquisición derivativa, sin importar que se haga en su
totalidad o por constitución inmediata, la doctrina recoge que no se puede trasmitir ni
transferir derechos que no se tienen, basados en el aforismo latino de nemo plus ius ad alium
transferre potest quam ipse habeter9
; no obstante, el derecho, por medio de la doctrina, ha
concluido que existen excepciones a la regla, por ejemplo: cuando el transmitente es
poseedor de mala fe y abusando de la ignorancia del sucesor adquirente, le transfiere la
posesión, en ese caso la posesión en poder del sucesor se convierte en posesión de buena fe;
otro caso es el del poseedor inmediato que al no restituir la cosa al poseedor mediato,
transfiere la posesión a un sucesor que desconoce tal situación.
8
Manual Elemental de Derecho Civil del Ecuador Tomo II de Juan Larrea Holguín
9
La posesión de Arturo Valencia Zea
11. ‐ 9 ‐
En la adquisición derivativa de la posesión, se juegan los mismos métodos de la tradición
(modo de adquirir el dominio), ya que no siempre es necesaria la entrega material de la cosa,
sino que muchas veces basta el mostrarla, dejándola indicada en cuanto a lugar de retiro, en
remisión, mano a mano o breve mano.
La adquisición derivativa conoce un caso más que no responde a la totalidad ni a la
constitución inmediata, sino a la que se da a través de terceros, mandatarios y/o
representantes legales.
El Código civil lo enuncia y lo permite, según su artículo 735:
“Artículo 735.- La posesión puede tomarse, no solo por el que
trata de adquirirla para sí, sino por su mandatario, o por sus
representantes legales.”
Recordemos que las representaciones pueden ser de índole legal o voluntaria, siendo legal
aquella que se refiere a tutelas, curadurías, etc.; y voluntarias, las que recaen sobre negocios
jurídicos10
.
En el caso de las representaciones voluntarias, será el mandatario quien se encargue de
expresar la voluntad de su mandante con respecto a la aceptación de una posesión; distinto
es el caso de las representaciones legales, en donde el representante legal adquiere a nombre
ajeno la posesión a nombre propio para su representado.
Veamos nuevamente lo establecido en el artículo 736 del Código civil:
“Artículo 736.- Si un individuo toma la posesión de una cosa
en lugar o a nombre de otro, de quien es mandatario o
representante legal, la posesión del mandante o representado
principia en el mismo acto (…)”
DE LA ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN POR MUERTE
Al tener presente y nombrar el hecho de la muerte, nos referimos claramente a la sucesión
que ocurre generalmente de padres a hijos, pero para fines de este trabajo entre causante,
antecesor, transmitente o cujus a sucesor o adquirente. Por ello la doctrina ha decidido llamar
a esta manera de adquirir la posesión como transmisión hereditaria, que no se define más
que como la posesión de todas las cosas en favor del adquirente, que poseía su antecesor.
El Código civil relata en el artículo 737, lo siguiente:
10
Enciclopedia Jurídica Ecuatoriana de Juan Larrea Holguín
12. ‐ 10 ‐
“Artículo 737.- La posesión de la herencia se adquiere desde
el momento en que es diferida (…)”
Llegar a este tema de la adquisición de la posesión por causa de muerte, debe hacer que
lleguemos a la comprensión de que las cosas que poseía el antecesor siempre pertenecieron
al sucesor, pues no olvidemos que la sucesión es un derecho intrínseco de los herederos y
que, por lo tanto, con el hecho de la muerte solamente lo que se ha logrado es que los
sucesores/herederos ejerzan el poder a través de la relación de hecho que corresponde a la
posesión y que además, por lo dicho ahora, la posesión que toma ahora el sucesor no se
traduce en posesiones nuevas, sino en una agregación de posesiones que por derecho le
corresponden.
De acuerdo al artículo invocado del Código civil, es notorio que la deferencia de las
posesiones se da ipso iure en favor de los herederos poseedores y es más, completando el
artículo anterior, la posesión por causa de muerte se da aunque el heredero lo ignore y por
tal razón, no es necesaria una aprehensión material; pero caso distinto es cuando el heredero
sí repudia o ignora válidamente de acuerdo con la ley la herencia, en cuyo caso se entiende
que la posesión jamás existió.
Tomando en consideración al derecho comparado presente en diversas doctrinas y producto
de la investigación, son varios los ordenamientos jurídicos que reconocen que la posesión
de la herencia se da desde el momento en que el causante abre la sucesión, es decir, desde
que muere, revisemos algunos de los articulados:
“Artículo 857 del BGB (Código civil alemán).- La posesión
se transmite a los herederos.”
“Artículo 757 del Código civil colombiano.- En el momento
de deferirse la herencia, la posesión de ella se confiere (…) al
heredero (…)”
“Artículo 724 del Código civil francés.- Los herederos
legítimos y naturales quedan investidos de pleno derecho de
los bienes, derechos y acciones del difunto (…)”
“Artículo 560 del Código civil suizo.- Los herederos
adquieren de pleno derecho la universalidad de la sucesión y
quedan investidos desde la muerte del causante, de la posesión
de los bienes del mismo.”
13. ‐ 11 ‐
“Artículo 1146 del Código civil italiano.- El heredero
continúa la posesión del causante desde la apertura de la
sucesión.”
“Artículo 3410 del Código civil argentino.- (…) el heredero
entra en posesión de la herencia desde el día de la muerte del
autor de la sucesión, sin ninguna formalidad o intervención de
los jueces (…)”
“Artículo 440 del Código civil español.- La posesión de los
bienes hereditarios se entiende transmitida al heredero sin
interrupción y desde el momento de la muerte del causante; en
el caso de que llegue a añadirse la herencia.”
“Artículo 495 del Código civil brasileño.- La posesión se
transmite con los mismos caracteres a los herederos o
legatarios del poseedor.”
“Artículo 781 del Código civil venezolano.- La posesión
continúa de derecho en la persona del sucesor a título
universal. El sucesor a título particular puede unir a su
posesión la de su causante, para invocar sus efectos y gozar
de ellos.”
“Artículo 995 del Código civil venezolano.- La posesión de
los bienes del de cujus pasa de derecho a la persona del
heredero, sin necesidad de toma de posesión material (…)”
Luego de haber analizado los articulados anteriores, las conclusiones más directas que
podemos sacar de todo esto es que en las adquisiciones derivativas mortis causa, el
sucesor/adquirente/heredero no adquiere una nueva posesión, sino solamente mantiene la
posesión del causante o antecesor; sin dejar de lado la posibilidad de que el heredero la
rechace.
También es necesario tener presente que puede ocurrir que aquel causante que muere, pueda
haber estado adquiriendo un bien a través de prescripción y en cuyo caso, el tiempo de la
prescripción no tendría por qué detenerse, sino más bien continuar en la persona del sucesor,
así se manifiesta en el artículo 734 y 2400 del Código civil:
14. ‐ 12 ‐
“Artículo 734.- Si se ha empezado a poseer a nombre propio,
se presume que esta posesión ha continuado hasta el momento
en que se alega.
Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno, se presume
igualmente la continuación del mismo orden de las cosas.
Si alguno prueba haber poseído anteriormente, y posee
actualmente, se presume la posesión en el tiempo intermedio.”
“Artículo 2400.- Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y
sin interrupción por dos o más personas, el tiempo del
antecesor puede o no agregarse al tiempo del sucesor (…)”
Asimismo es dable acotar que el Código civil italiano se refiere al problema práctico en que
una persona que no es poseedora ni heredera, tome posesión de lo que el causante ha dejado,
y establece que para ello tiene como arma de defensa las acciones posesorias además de que
los herederos pueden sumar sin interrupción al tiempo de su posesión la de su causante.
(Artículo 1746 del Código civil italiano).
DE LAS REGLAS PARA LA ADQUISICIÓN DERIVATIVA DE LA
POSESIÓN
Antes de entrar en las condiciones a la continuación de posesiones y a la agregación de
posesiones, nos compele ahora el dar una introducción de cuáles son las reglas básicas o al
menos, cuáles son las características principales de la adquisición derivativa de la posesión
y se tiene que, sea un acto entre vivos o por causa de muerte, la adquisición derivativa
responde simplemente a una transformación subjetiva, es decir, un cambio de sujetos de una
posesión ya existente; por lo que, Valencia Zea, acota que la relación posesoria tiende a
conservar cierta continuidad en el tiempo a pesar del cambio de sujetos.
Otro aspecto relevante al tratar el tema de la adquisición derivativa de la posesión se halla
en el distinguir la mera sucesión jurídica de la adquisición derivativa per se.
Para entender las reglas aquí enunciadas junto con los subtemas a tratar a continuación,
citaremos textualmente el caso práctico que trae la doctrina:
“Supóngase que A comienza a poseer originariamente una cosa; pasado dos años, vende la
cosa a B y, por lo tanto, le transmite una posesión de propietario; B posee durante un año
y la transmite a C, quien posee durante dos años más. En este instante, C necesita acreditar
su posesión durante cierto tiempo. ¿Puede C alegar cinco años de posesión, para lo cual
15. ‐ 13 ‐
sumará a su posesión personal la de sus antecesores, o solo se le permite alegar su posesión
propia?”.
CONDICIONES PARA CONTINUAR LA POSESIÓN
Cada vez más nos acercamos a las puertas de la agregación de las posesiones; en este tema
se da a manera de abreboca los requisitos que deben existir para que un sucesor pueda
agregar a sus posesiones la de su antecesor y aquellos son los siguientes: que se trate de un
sucesor jurídico y que sea la misma posesión del transmitente.
Recordemos que al continuar con la posesión, en estos casos se da tanto por un acto entre
vivos y por una sucesión mortis causa. En el primer caso, se requiere solamente la voluntad
del antecesor de desprenderse de la posesión en favor del sucesor y, la voluntad del sucesor
en aceptar la posesión que quiere transferir el antecesor. En el segundo, al darse bien por ley
o por testamento, es necesario saber que solo son sucesores jurídicos aquellos con calidad
de herederos o legatarios, todo aquel que no lo sea no puede poseer las posesiones del
causante.
Ahora bien, la doctrina y los códigos de distintos países recogen una redacción similar
respecto del siguiente principio, totalmente aplicable para los temas de sucesión jurídica de
la posesión: la posesión se transmite a los sucesores a título singular o a título universal
conservando su esencia o calidad principal11
.
Y como adelanto a un tema posterior, citaremos a Wolff y Raiser, doctrinarios alemanes,
que dentro del tema de las condiciones para continuar con la posesión se refieren a la
prescripción adquisitiva o usucapión y dicen que el tiempo de usucapión del poseedor
anterior se abona al nuevo poseedor si este es sucesor en el derecho de posesión, es decir,
un sucesor jurídico.
Para ir finalizando hay que agregar también que en este caso, el concepto o la manera de
entender la sucesión constituye un acto jurídico que no cambia ni la esencia ni la calidad de
las cosas que se están sucediendo en la posesión, de esta manera lo corrobora el artículo 732
del Código civil:
“Artículo 732.- La posesión (…) se la apropia con sus
calidades y vicios (…)”
Resolvamos entonces el caso práctico enunciado anteriormente:
11
La posesión de Arturo Valencia Zea
16. ‐ 14 ‐
“Supóngase que A comienza a poseer originariamente una cosa; pasado dos años, vende la
cosa a B y, por lo tanto, le transmite una posesión de propietario; B posee durante un año
y la transmite a C, quien posee durante dos años más. En este instante, C necesita acreditar
su posesión durante cierto tiempo. ¿Puede C alegar cinco años de posesión, para lo cual
sumará a su posesión personal la de sus antecesores, o solo se le permite alegar su posesión
propia?”.
Resolución: A era poseedor en nombre ajeno, es decir, un simple depositario que enajenó a
B afirmando una posesión de propietario, es lógico que B adquiere una posesión en nombre
propio mientras no se le ocurra considerarse o alegar su condición de sucesor jurídico; lo
mismo sucede con la posesión de C. Este podrá tranquilamente sumar a su posesión de
propietario la de B y completar tres años; pero no puede agregar la posesión de A, ya que
esta no es posesión de propietario; y su la alegara querría decir que quiere ocupar la misma
posición jurídica de A, o sea, de poseedor en nombre ajeno.
Recordemos que al agregar una posesión se lo hace con los vicios y calidades, en este caso
calidades objetivas, es decir, calidad de propietario; distinto es calidades subjetiva, que
básicamente responde a la buena o a la mala fe.
DE LA ACCESIÓN O AGREGACIÓN DE POSESIONES
Al tratar el tema de la agregación, entendemos que se trata de que el sucesor o adquirente
tiene la facultad de comenzar una posesión nueva o simplemente sucederla con respecto a la
del transmitente o causante, o antecesor; por ser algo que radica de manera facultativa,
responde a un orden privado. Revisemos el artículo 732 del Código civil:
“Artículo 732.- La posesión del sucesor comienza en él, ora
suceda a título universal o singular; a menos que quiera
añadir la de su antecesor a la suya; pero, en tal caso, se la
apropia con sus calidades y vicios.
Podrá agregarse, en los mismos términos, a la posesión propia
la de una serie no interrumpida de antecesores.”
Este sistema de la agregación de posesiones asimismo constituye según Alessandri y
Somarriva el juntar, agregar o unir a la posesión del actual titular la de sus antecesores (…)
se aplica para computar el tiempo en la prescripción adquisitiva y en las acciones
posesorias en que se requiere probar la posesión de un año completo para poder
deducirlas12
.
12
Tratado de los Derecho Reales de Alessandri y Somarriva
17. ‐ 15 ‐
Monseñor Larrea Holguín se refiere a la agregación de posesiones bajo el criterio de que el
artículo 732 (anteriormente mencionado), establece que no hay sucesión en la posesión y
que más bien se refiere a la suma del tiempo de posesión del antecesor y del sucesor; y
arguye además que el hecho posesorio radicado en una persona se continúa en otra, y la
segunda puede sumar el tiempo de su posesión a la anterior; y también es congruente que en
caso de sumarse las posesiones, el segundo poseedor se apropia de la anterior posesión con
calidades y vicios.
La jurisprudencia ecuatoriana, específicamente, la resolución No. 188-2001, de la primera
sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Suprema de Justicia, publicada en Registro Oficial
362 del 5 de julio del 2001, se refiere a la agregación de posesiones como:
“(…) esta norma (art. 732) se refiere en forma precisa a la
posesión del sucesor que, de acuerdo con el artículo 1015
(actual art. 993) del mismo Código, puede suceder a título
universal o a título singular, pero en cualquier caso la
posesión, que es un hecho que no se trasmite ni se transfiere,
comienza en él, aunque se le otorga la facultad de agregar a
su posesión la de su antecesor y hasta la de una serie no
interrumpida de antecesores. Esta regla, de carácter
excepcional, es aplicable exclusivamente al caso de los
herederos o legatarios, continuadores de la personalidad
jurídica del causante y no lo es, por tanto, al caso presente.”
En otra jurisprudencia ecuatoriana, expediente No. 252-99, de la primera sala de lo Civil y
Mercantil de la Corte Suprema de Justicia, publicada en Registro Oficial 214 del 17 de junio
de 1999, los jueces de casación interpretan la agregación de posesiones de la siguiente
manera:
“La agregación de posesiones constituye una excepción al
principio de que la posesión del sucesor comienza en él. Sin
embargo, es claro que la agregación de posesiones, que es
facultativa, más bien confirma dicho principio, puesto que si
la posesión se transfiere o transmite sería imposible que el
sucesor agregase a la suya la posesión anterior, de la cual
sería su continuación. La agregación de posesiones puede
realizarse, facultativamente, teniendo en cuenta que las
posesiones se agregan con sus calidades y vicios. Las
posesiones que se agregan deben ser sucesivas. Si se agrega
una sola posesión, ésta no debe ser otra que la del poseedor
inmediato anterior. Si se agregan varias, se debe mantener
18. ‐ 16 ‐
ininterrumpidamente la serie, de manera que no se produzca
solución de continuidad. Así se desprende el Art. 751 (actual
art. 732) ya citado, y del Art. 2424 (actual art. 2400), según el
cual si una cosa ha sido poseída sucesivamente y sin
interrupción por dos o más personas, el tiempo del antecesor
puede o no agregarse al tiempo del sucesor, según lo dispuesto
en el Art. 751 (actual art. 732). La agregación de posesiones,
en los casos de coposesión, se realiza considerando que cada
uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso se
entenderá haber poseído exclusivamente la parte que por la
división le cupiere, durante todo el tiempo de la indivisión.
Podrá pues añadir este tiempo al de su posesión exclusiva.”
Otra jurisprudencia ecuatoriana, de la Corte Suprema de Justicia, Resolución No. 362-2001,
primera sala de lo Civil y Mercantil, publicada en Registro Oficial 489, del 8 de enero del
2002, se dice lo siguiente:
“(…) Los dos artículos transcritos contemplan la figura
jurídica llamada suma o incorporación de posesiones, o
accesión de posesiones, que consiste en el hecho de agregar
al tiempo de posesión propia el lapso de posesión de los
antecesores, con el objeto de totalizar el tiempo exigido por la
ley en cada caso para la prescripción adquisitiva del dominio.
Ahora bien, la posesión puede transmitirse a los sucesores a
título singular, como en la compraventa, permuta, donación
gratuita e irrevocable, dación en pago, o a título universal,
como en la sucesión por causa de muerte, testamentaria o
abintestato. En todo supuesto la transmisión de la posesión
tiene que realizarse solo mediante título válido. (…)”
Ahora bien, Arturo Valencia Zea, establece en su doctrina dos consideraciones: la primera,
toda posesión comienza en el adquirente; cuando se trate de examinar su naturaleza o
cualidades tan solo es necesario considerar el momento en que se adquirió; y, la segunda,
el poseedor actual tiene la facultad de añadir a su posesión la de su antecesor; pero se la
apropia con sus mismas calidades y vicios, pero estas son inherentes a la relación posesoria
y no a la persona del poseedor.
Alessandri y Somarriva agregan que si bien la posesión no se transfiere de plano ni se
transmite, el artículo 717 (equivalente al art. 732 en Ecuador), sin embargo, da derecho al
poseedor para agregarse la posesión de su antecesor. Esta agregación es facultativa de
parte del poseedor; no es obligatoria.
19. ‐ 17 ‐
LA ACCESIÓN DE POSESIONES Y LA COPOSESIÓN
El artículo 733 del Código civil, en su artículo 733, detalla claramente que cada uno de los
partícipes de una cosa que se poseía proindiviso se entenderá haber poseído exclusivamente
la parte que por la división le cupiere, durante todo el tiempo de la indivisión. En el siguiente
inciso añade también que podrá añadir este tiempo al de su posesión exclusiva, y las
enajenaciones que haya hecho, por sí solo, de la cosa común, y los derechos reales con que
la haya gravado, subsistirán sobre dicha parte, si hubiere sido comprendida en la
enajenación o gravamen. Pero si lo enajenado o gravado se extendiere a más, no subsistirá
la enajenación o gravamen, en cuanto al exceso, contra la voluntad de los respectivos
adjudicatarios.
Del entendimiento de lo que contiene el artículo citado, el adjudicatario tiene la facultad de
agregar o no a su posesión el tiempo de la indivisión de la cosa y en este caso aquello que
serviría como justo título sería la sucesión por causa de muerte; sin embargo, cuando la
agregación de la posesión no añade el tiempo de la indivisión, sino que lo hace después,
según el artículo 718 ibídem, lo que servirá como justo título será la adjudicación y su tiempo
de posesión no se retrotrae, sino que empieza desde el momento en que se adjudica la misma.
Alessandri y Somarriva dicen al respecto: La unión o accesión de posesiones supone que el
causahabiente entra en la posesión que tenía el causante de su derecho. Comentario: en la
coposesión, el adjudicatario añade dicha posesión al de su posesión exclusiva, pues se
entiende haberla poseído exclusivamente en su parte que por la división le cabía durante el
tiempo de la indivisión, sustentado en el artículo 733 del Código civil.
REQUISITOS Y REGLAS
Tanto el articulado del Código civil, como la doctrina enuncian cuáles serán los requisitos
para que pueda operar la agregación de posesiones, volvamos a citar el artículo 732 y el
2400:
“Artículo 732.- La posesión del sucesor comienza en él, ora
suceda a título universal o singular; a menos que quiera
añadir la de su antecesor a la suya; pero, en tal caso, se la
apropia con sus calidades y vicios.
Podrá agregarse, en los mismos términos, a la posesión propia
la de una serie no interrumpida de antecesores.”
“Artículo 2400.- Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y
sin interrupción por dos o más personas, el tiempo del
antecesor puede o no agregarse al tiempo del sucesor (…)”
20. ‐ 18 ‐
Es así que la doctrina da los siguientes requisitos: que exista un vínculo jurídico entre el
actual poseedor y su antecesor; que las posesiones que suman sean contiguas y no
interrumpidas; y, que las posesiones que se junten sean útiles para prescribir (factor tiempo).
a) Que exista un vínculo jurídico entre el actual poseedor y su antecesor.- Esto quiere
decirnos que el sucesor debe ser causa habiente, es decir, beneficiario del antecesor;
evidentemente en virtud de una causa legal. Ejemplo: padre e hijo.
b) Que las posesiones que suman sean contiguas y no interrumpidas.- Alessandri y
Somarriva explican esta regla diciendo que no debe haber una solución de
continuidad entre la posesión actual y la que se incorporará a ella. Entiéndase sin
solución de continuidad como sin interrupción13
, ni tampoco interrupción natural o
civil en las posesiones que se juntan o suman. Revisemos qué nos dice el Código
civil respecto de las interrupciones natural y civil:
“Artículo 2402.- La interrupción es natural:
1. Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha
hecho imposible el ejercicio de actos posesorios, como
cuando una heredad ha sido permanentemente inundada;
2. Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella
otra persona.
La interrupción natural de la primera especie no surte otro
efecto que el de descontarse su duración; pero la interrupción
natural de la segunda especie hace perder todo el tiempo de la
posesión anterior; a menos que se haya recobrado legalmente
la posesión (…)”
“Artículo 2403.- Interrupción civil es todo recurso judicial
intentado por el que se pretende verdadero dueño de la cosa,
contra el poseedor.
Solo el que ha intentado este recurso podrá alegar la
interrupción; y ni aún él en los casos siguientes:
1. Si la citación de la demanda no ha sido hecha en forma
legal;
2. Si el concurrente desistió expresamente de la demanda o
cesó en la persecución por más de tres años; y,
13
http://www.fundeu.es/recomendacion/sin‐solucion‐de‐continuidad‐equivale‐a‐sin‐interrupcion‐1492/
21. ‐ 19 ‐
3. Si el demandado obtuvo sentencia de absolución.
En estos tres casos se entenderá no haber sido interrumpida la
prescripción por la demanda.”
Ejemplo: No habrá agregación de posesiones para el heredero en cuanto al tiempo en
que la herencia estuvo yacente, porque este lapso es parte integrante de la posesión
propia del heredero, que comienza desde el momento mismo en que muere el
causante. Si el sucesor agrega la posesión que tuvo el difunto en vida, entonces sí
habrá agregación. (Ejemplo tomado del Tratado de los Derechos Reales de
Alessandri y Somarriva, p. 543).
c) Que las posesiones que se junten sean útiles para prescribir.- Belmar explica a este
requisito como que todas posesiones que se juntan deben ser útiles para la
prescripción adquisitiva y serían inútiles, como las iniciadas violentamente por aquel
que tiene un título de mera tenencia; o aquel que posee clandestinamente habiendo
de por medio un título de mera tenencia.
Valencia Zea también se pronuncia al respecto y dice que la accessio temporis hace
que el nuevo poseedor pueda aprovechar el tiempo que el antecesor llevaba
usucapiendo. Recordemos también que el artículo 2400 del Código civil dice –
parafraseando–, que el tiempo del antecesor puede o no agregarse al del sucesor. Lo
que nos lleva al estudio de lo que serán las reglas para operar agregación de
posesiones.
Vistos los requisitos, las reglas es lo siguiente a analizar, la doctrina trae los siguientes: que
sea facultativa; que solo hay lugar en la agregación respecto de antecesores mediatos e
inmediatos; que la apropiación de la posesión del antecesor debe darse con calidades y
vicios; y, que el sucesor no puede escoger los antecesores que le convengan.
a) Que sea facultativa.- La facultad, es decir, la voluntad recae sobre el sucesor en
cuanto a juntar a su posesión la de su antecesor. Revisemos gramaticalmente los
siguientes artículos:
“Artículo 732.- La posesión del sucesor comienza en él, ora
suceda a título universal o singular; a menos que quiera
añadir la de su antecesor a la suya; pero, en tal caso, se la
apropia con sus calidades y vicios.
Podrá agregarse, en los mismos términos, a la posesión propia
la de una serie no interrumpida de antecesores.”
22. ‐ 20 ‐
“Artículo 2400.- Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y
sin interrupción por dos o más personas, el tiempo del
antecesor puede o no agregarse al tiempo del sucesor (…)”
b) Que solo hay lugar en la agregación respecto de antecesores mediatos e inmediatos.-
Esta regla la explica Pothier al decir que el sucesor se subroga en todos los derecho
que con relación a la cosa tenía su causante, entre los cuales está el derecho que
tenía este para sumar a su posesión la de su propio antecesor, y este la del suyo, y
así ininterrumpidamente. Ejemplo: Isabela es la tercera poseedora de una cosa; el
poseedor inmediato de ella es el segundo y mediato el primero, pero este primero es,
por su parte, antecesor inmediato del segundo poseedor.
c) Que la apropiación de la posesión del antecesor debe darse con calidades y vicios.-
Esto recae prácticamente sobre la naturaleza de las cosas que se quieren sumar a las
demás posesiones; si es de igual naturaleza, no habrá problema alguno; de igual
manera, en los casos de tener bienes que prescriben ordinariamente y
extraordinariamente, utilizando los años útiles de la prescripción ordinaria para la
prescripción extraordinaria.
d) Que el sucesor no puede escoger los antecesores que le convengan.- Al decir el
artículo 732 de nuestro Código civil, que podrá agregarse, en los mismos términos,
a la posesión propia la de una serie no interrumpida de antecesores, lo que la ley
ordena es que el sucesor no podrá escoger a determinado o determinados antecesores,
sino más bien aceptar la posesión de toda la serie de antecesores que la agregación
de posesiones le acarrea.
RELACIÓN ENTRE PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DEL
DOMINIO Y AGREGACIÓN DE POSESIONES
Se ha llegado finalmente a la última sección o último tema del presente documento, el cual
buscar a manera de síntesis englobar toda la relación en cuanto a factor tiempo, que existe
entre la agregación o accesión de posesiones y el cómputo necesario para lograr la
prescripción adquisitiva del dominio.
Recordemos que la posesión es un hecho, una relación de hecho, no un derecho, y el Código
civil lo sustenta así en el artículo 732 donde enuncia que la posesión del sucesor comienza
en él; con la facultad de añadir la de su antecesor a la suya. De ahí podemos desprender que
se sujeta al libre albedrío de utilizarlo o no, de igual manera, el poder de agregar la posesión
23. ‐ 21 ‐
del antecesor a la propia se trata también de aprovechar el tiempo del anterior en el sucesor,
incluidos los vicios y calidades, el artículo ya citado lo dice.
De esta manera Mons. Larrea Holguín, señala los siguientes casos: el que comenzó por sí
mismo a poseer de buena fe, pacíficamente y con justo título, como sucesor, puede ser que
al sumar la posesión de su causante se convierta en poseedor de mala fe, violento e
irregular, porque la posesión anterior tuvo esas cualidades.
Puede darse el caso también de una sucesión de varias personas y el actual poseedor puede
sumar a su propio tiempo a todas las anteriores o solamente las más próximas, pero nunca
podrá atribuirse posesiones discontinuas. Por ejemplo, sumar solamente la posesión del
abuelo y prescindir de la del padre. En tal caso, los vicios y calidades que se agregan son
solamente los de la posesión que se accede, en este ejemplo, los del padre, no los del abuelo.
Respecto de la relación entre agregación de posesiones y la prescripción adquisitiva del
dominio, el fallo de la Corte Suprema de Justicia, en su expediente No. 252-99, de la primera
sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Suprema de Justicia, publicada en Registro Oficial
214 del 17 de junio de 1999 dice lo siguiente:
“Como la posesión no pasa de una persona a otra el
Legislador ideó el sistema de la agregación de posesiones con
el propósito de favorecer la institución posesoria, permitiendo
al poseedor completar fácilmente el tiempo requerido para
que surtan efecto determinadas prerrogativas que se derivan
de la misma posesión, sobre todo en relación con el ejercicio
de las acciones posesorias y con la prescripción.”
CONCLUSIONES
De todo lo expuesto en las diversas secciones puede concluirse lo siguiente:
1. El Derecho Civil comprende una meticulosa exégesis en cuanto a la correcta
interrelación de todos los temas comprendidos en él.
2. El estudio del capítulo de los bienes y de los demás derechos reales, no puede
deslindarse de la evidente relación que existe con el capítulo de la sucesión.
3. El sistema de la agregación de posesiones responde a la necesidad de que los
poseedores sucesores puedan continuar con la posesión de sus antecesores, sea por
acto entre vivos o por causa de muerte, en ambos casos con todas las calidades y
vicios de la cosa y como ayuda a las prerrogativas de las acciones posesorias y de la
prescripción.
24. ‐ 22 ‐
4. La prescripción, como modo de adquirir el dominio, formaliza a la posesión en el
sentido de que, al cumplir con el tiempo señalado la relación fáctica se transforma
ipso iure en una relación protegida por vínculo jurídico.
5. La posesión y la sucesión conllevan un gran trasfondo histórico desde los albores del
Derecho hasta nuestros días.
6. Las distintas legislaciones han considerado a la posesión como una relación de hecho
que se caracteriza por la tenencia de una cosa con el ánimo de señor y dueño.
7. De igual manera, las distintas legislaciones, han considerado que la posesión del
sucesor se da ipso iure a la muerte del causante.
25. ‐ 23 ‐
DISPOSICIONES LEGALES
• Código civil de Ecuador
o Artículos.-
715
732
735
736
737
758
993
2400
2402
2403
• Código civil de Colombia
o Artículos.-
757
762
• Código civil de Venezuela
o Artículos.-
771
781
995
• Código civil de Argentina
o Artículos.-
3410
• Código civil de Brasil
o Artículos.-
495
• Código civil de Chile
o Artículos.-
700
• Código civil de España
o Artículos.-
430
440
• Código civil de Alemania
o Artículos.-
854
857
• Código civil de Suiza
o Artículos.-
560
• Código civil de Francia
o Artículos.-
724
• Código civil de Italia
o Artículos.-
1146
1746
26. ‐ 24 ‐
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