1. Seminario 16
Controles Odontológicos y
Riesgo del paciente
Clínica Integral del Adulto
Natalia Loyola Araneda
Grupo Dr. Pablo Milla
02 de Septiembre de 2012
2. Evaluación de Riesgo
Dentro de las enfermedades orales, las 2
más prevalentes corresponden a la caries
y la enfermedad periodontal. La
evaluación del riesgo no tiene aún un
amplio consenso y no es una medición
exacta, sin embargo se han desarrollado
numerosas herramientas que pueden
orientarnos en la clasificación de riesgo
de nuestros pacientes, para determinar
qué factores tienen mayor influencia en
el equilibrio salud-enfermedad en
nuestros pacientes y decidir qué tan
frecuentemente será necesario controlar
a estos pacientes para evitar el desarrollo
de un daño en su cavidad oral.
3. Evaluación de Riesgo
El éxito o fracaso de las restauraciones y rehabilitaciones orales
dependerá de variados factores, dentro de los que se incluyen no
sólo las condiciones sistémicas, sociales y comportamiento y
autocuidado del paciente, sino también condiciones específicas del o
los dientes rehabilitados y un conjunto de condiciones que los
rodean, de tipo biológico y biomecánico. Sin embargo, aunque esto
influirá en el pronóstico del tratamiento, los factores que deberemos
controlar con rigurosidad y dependerán en mayor medida del
compromiso del paciente y nuestro manejo clínico son la caries y la
enfermedad periodontal, las cuales tienen una alta incidencia en los
pacientes tanto antes como después de su rehabilitación, por lo que
deberán ser controladas periódicamente, tanto para evitar la
aparición o progreso de estas enfermedades, como para evitar
también el fracaso de las restauraciones y rehabilitaciones por esta
causa.
4. Caries dental
Ésta corresponde a un proceso continuo de desmineralización y
remineralización inducido por el metabolismo de las bacterias que
están presentes todo el tiempo en el medio oral de todos los
pacientes, por lo tanto lo que debe evitarse es la aparición y
progresión de la lesión de caries. Para evaluar el riesgo de estas (1)
lesiones existen algunas herramientas
didácticas que permiten, además de la
evaluación clínica, complementar la
educación del paciente. Entre estas
encontramos el Cariograma, la
Encuesta de dieta y complejas tablas
desarrolladas en el área
odontopediátrica, que consideran
múltiples variables para predecir el
riesgo de caries.
(1) Moncada G., Urzúa I. Cariología Clínica, bases preventivas y restauradoreas. 2008.
5. Riesgo cariogénico en niños
La encuesta de
dieta busca
determinar el
potencial
cariogénico de la
dieta, analizando
tanto su calidad,
como cantidad y
frecuencia. Ésta
es un
complemento a
otro tipo de
análisis como los
radiográficos.
8. Riesgo cariogénico en niños
Clasificación de riesgo para Niños del MINSAL, Guía Clínica 2009
Salud Oral Integral para niños y niñas de 6 años
El Ministerio de
Salud de Chile
propone la
siguiente
clasificación de
riesgo de caries
para los niños
9. Riesgo cariogénico y periodontal
en adultos
Normalmente en adultos evaluamos menos factores, ya que en los
niños influye su comportamiento y el de sus padres y su entorno,
sin embargo en los adultos debe controlarse sólo al paciente, pero
sus concepciones y hábitos ya instalados son de más difícil manejo.
Usualmente se consideran en gran medida el Índice de Placa, el
Nivel de Inserción Clínica, Presencia de Patologías Crónicas y su
control, y hábitos alimenticios.
10. Riesgo cariogénico y periodontal
en adultos
Sin embargo, una
herramienta
didáctica utilizada
en ocasiones es el
Cariograma, que
considera casi
todas las variables
recién
mencionadas,
junto a otros
factores que
influyen en el
riesgo de caries.
11. Frecuencia de controles
No se hace mención a la frecuencia de los
controles odontológicos en las guías del MINSAL ni
es un tema ampliamente investigado, sin embargo
la recomendación es fijar los controles
odontológicos acorde al riesgo del paciente
Alto riesgo
Cada 3 – 4 meses, para controlar los factores de riesgo aumentados en su caso.
Realizando control radiográfico cada 6 meses, debido a que es el tiempo que
requiere una lesión de caries para generar un cambio de densidad detectable
imagenológicamente.
Moderado riesgo
Cada 6 meses, con control radiográfico.
Bajo riesgo
Cada 6 – 12 meses, con control radiográfico.