2. Tiene relación con el manejo clínico de caries por
nivel de factor de riesgo. Este ha sido
determinado y empleado por un gran número de
escuelas dentales.
Las recomendaciones que se presentan en este
fueron realizadas por un consenso de la coalición
de CAMBRA occidente, un grupo de trabajo que
ha reunido de distintos aspectos de la profesión
odontológica.
3. Los autores señalan que el nivel de riesgo de caries
del paciente determina tanto los procedimientos
diagnósticos como los procedimientos de manejo de
los factores de riesgo.
Las recomendaciones de este protocolo están sujetas
al juicio clínico basado en la evaluación del riesgo
de caries realizado por el dentista y no pretende
contar como evidencia a la hora de escribir, por lo
tanto, constituye una base para lo que se considera
como cuidado razonable para los pacientes con caries
dental.
4. En la siguientes tablas se encuentran los
protocolos de manejo de factores de riesgo que
tienen éxito clínico comprobado.
Se asume que los pacientes de todos los grupos
de riesgo recibirán educación en remoción de
placa y consejo dietético para controlar la
cantidad y frecuencia de la ingesta de
carbohidratos fermentables.
5.
6.
7. Estos pacientes generalmente presentan una
pequeña historia de lesiones de caries, extracciones o
restauraciones.
La combinación de la flora bacteriana oral, hábitos de
higiene, dieta, uso de flúor contenido y flujo salival los
ha protegido de la enfermedad de caries.
La estrategia para los pacientes de bajo riesgo
consiste en mantener el balance de los factores
protectores, hay que advertirles el riesgo de caries
puede cambiar con el tiempo.
Los pacientes de bajo riesgo generalmente necesitan
menos supervisión profesional de caries.
8. Estos pacientes, por definición tienen más factores de
riesgo que aquellos con bajo riesgo, sin embargo, estos
pacientes no suelen presentar signos de caries dental
continua, que los coloque en el grupo de alto riesgo.
Conseguir consenso sobre los pacientes de riesgo
moderado es más difícil que con la de alta y grupos de bajo
riesgo.
El paciente de riesgo moderado es aquel que se le han
identificado factores de riesgo y cuyo balance de caries
podría fácilmente moverse hacia un alto riesgo.
En estos pacientes, la terapia adicional de Fluor por
ejemplo, podría añadirse para asegurarse de que la
balanza se incline hacia detener la progresión de la
enfermedad.
9. Estos pacientes requieren evaluación radiográfica con
mayor frecuencia, dependiendo de los factores de
riesgo presentes y del juicio del odontólogo.
Las intervenciones en los factores de riesgo como
asesoramiento de dieta, instrucción de higiene oral,
uso de enjuagues fluorados pueden requerir una
implementación más eficaz y una mayor frecuencia
de monitoreo.
El uso de sellantes como medida preventiva es
recomendable para esta categoría de riesgo.
10. Los pacientes que generalmente tienen caries
dental , con frecuencia lesiones cavitadas, tienen
alto riesgo de caries.
La presencia de lesiones cariosas visibles es un
indicador de enfermedad de caries y a su vez es un
fuerte indicador de que esta enfermedad progresará
produciendo más cavidades, a menos que
intervengamos mediante terapia química para bajar
la carga bacteriana y aumentar la remineralización
(Featherstone et al., caries risk assesment).
11. Es posible que pacientes sin lesiones cavitadas pero
que tengan 2 o más factores de alto riesgo, sean
clasificados dentro del grupo de alto riesgo. Estos
pacientes deben tener un fuerte manejo para reducir
o eliminar la posibilidad de nuevas lesiones de caries
o ya existentes.
Test bacterianos, tratamientos antimicrobianos,
pastas con 1,1% NaF, barniz de NaF 5% y xilitol son
regímenes estándar para todos los pacientes de alo
riesgo.
12. Los pacientes con riesgo extreme son aquellos
con alto riesgo y necesidades especiales o
quienes además tienen hiposalivación severa.
Los pacientes de este grupo de riesgo deben ser
manejados en una forma mucho más eficaz y ser
examinados con mayor frecuencia
Estos pacientes carecen tanto de la capacidad
buffer de la saliva como del calcio y el fosfato
necesario para remineralizar las lesiones no
cavitadas.
13. Por lo tanto, se indican terapias adicionales
incluyendo enjuagues tamponantes (buffer) para
reemplazar las funciones normales de la saliva de
limpieza y buffer, pastas con calcio y fosfato para
reemplazar los componentes salivares normales
para remineralizar luego de la producción de
ácido tras la ingestión de alimentos
14.
15.
16. Jenson L et al. Clinical protocols for caries
management by risk assessment. CDA Journal,
vol 35 Nº 10, oct 2007 Pags 714-723