2. Podemos partir de esta certeza: “Sin la irrigación de las aguas del Nilo, la civilización egipcia
probablemente habría sido efímera. El Nilo proporcionó los elementos que hicieron una gran
civilización que perduró tres mil años”.
El Nilo y la inundación
El Nilo, determinante de la geografía de Egipto, ha sido para este país la base de la economía, de la
cultura, una de las principales causas en el desarrollo y organización de la administración y el estado
y, sobre todo, elemento primordial en la alimentación de los pobladores de sus orillas.
Es este río el causante de las demarcaciones y divisiones administrativas. La estrecha franja que
separa el desierto, la tierra roja, de la tierra negra y fértil no es sino consecuencia de su actividad.
El Nilo, es el rio de África de mayor tamaño y es el segundo rio más largo del mundo. Se extiende
a lo largo de 6.600 km y desemboca en el Mar Mediterráneo en forma de delta. En la imagen
siguiente podemos apreciar al Nilo desde una foto satelital tomada desde el espacio exterior.
En Egipto, la lluvia era un fenómeno extraordinario y excepcional. Cada año, durante la época de
las lluvias, se producía la crecida del Nilo, y con esta inundación anual las tierras se llenaban de
limo que era lo que hacía fertilizar la tierra. Sin el Nilo, Egipto habría sido seguramente un desierto.
Las estaciones del año y la distribución del trabajo dependían de las inundaciones que sufría el Nilo.
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3. La primera estación comen-
zaba a mediados de junio con
las inundaciones. En octubre
empezaba el tiempo de la
siembra y germinación. Y el
ciclo terminaba entre finales
de abril y el mes de junio con
la recolección. Las tres
estaciones del año, determi-
nadas por la actividad del
Nilo, constituían las principa-
les divisiones del calendario
egipcio: peret (cosecha),
shemu (sequía) y ajet
(inundación).
Siendo la agricultura el medio
de vida por excelencia para
los antiguos egipcios, resultaba fundamental la organización de los sistemas de regadío para los
campos. El Nilo inundaba las tierras dejando tras su paso el negro lodo fértil. Sin embargo, en un
momento determinado de la Historia de Egipto el efecto natural producido por el Nilo tuvo que ser
ayudado por sistemas artificiales de riego. Por ello fue necesario construir redes de canales que
llevasen el agua a las zonas a donde no llegase naturalmente.
El problema se planteaba al ser las inundaciones periódicas, pero no siempre regulares en cuanto a
cantidad de agua se refiere. El cultivo de hortalizas y legumbres requería de esa agua en intervalos
más o menos estables, lo cual no pasaba con los cereales, trigo y cebada que sí se podían almacenar
por más tiempo.
El riego de las tierras era imprescindible y el Nilo al no discurrir por todo Egipto sólo inundaba
parte del territorio, por eso debían de ser regadas artificialmente. Para las zonas más accesibles se
construyeron diques, los cuales también servían para controlar las inundaciones, de regadío.
Más adelante, como las inundaciones eran impredecibles, se llegaron a
construir las famosas presas que conocemos hoy en día.
Los antiguos egipcios ignoraban que la crecida del Nilo estaba provocada
por el deshielo de las montañas de Etiopía y por las lluvias de África.
Según los antiguos egipcios este fenómeno era obra del dios Hapi
(imagen a la derecha).
Agricultura
El limo que dejaba a su paso la crecida hacía al país muy fértil, capaz de producir cereales
suficientes para alimentarse y también almacenar grano para los posibles años de malas cosechas,
cuando la crecida era escasa.
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4. La mayoría de los egipcios eran campesinos y su vida era muy dura. Debían pagar impuestos que se
cobraban en especie, la mayoría de las veces la mitad de sus cosechas.
Los utensilios de labranza que usaban los
campesinos eran muy rudimentarios:
- arado o azada, para abrir la tierra.
- hoz de sílex o metal, para segar el
cereal.
La economía era profundamente agraria.
Los principales cultivos eran el trigo y la
cebada, las legumbres como las lentejas y garbanzos, y las hortalizas (lechugas, ajos, cebollas, etc.).
Con el trigo hacían tortas planas o gachas; con la cebada hacían la cerveza, su bebida preferida.
El Nilo era la vida de Egipto, los hombres cazaban aves en sus ciénagas y pescaban sus peces en los
canales y en las marismas con redes o con anzuelo y sedal. Sus habitantes dependían de los cultivos
de sus tierras inundadas.
El Nilo también ofrecía la posibilidad inmensa de su pesca
que se hacía con redes o incluso con cañas con anzuelo.
Pescaban truchas, carpas y todo tipo de peces que eran muy
apreciados en sus mesas.
Carne, verduras, cereales, huevos, fruta, pescado... Mientras
la crecida del Nilo fuera la correcta, la alimentación de los
egipcios era bastante nutritiva y variada.
A los egipcios les sirvió también como medio de
comunicación y transporte de mercancías a lo largo de todo
su imperio. Gracias al río se pudieron transportar gran parte de los sillares que hoy conforman las
pirámides de Gizeh. También criaban ganado, vacas, ovejas y cabras. El río era tan vital que el
historiador griego Herodoto describió el antiguo Egipto como el «don del Nilo».
Moruzzi Marco
3° Primaria. 2011
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