El documento analiza la crisis alimentaria mundial actual y sus causas, incluyendo la especulación financiera, los mandatos para agrocombustibles y la concentración de la producción agrícola. Argumenta que los agrocombustibles están impulsando el aumento de los precios de los alimentos y la pérdida de tierras de cultivo, amenazando la seguridad alimentaria mundial. Propone reestructurar los sistemas alimentarios para apoyar a los pequeños agricultores y la soberanía alimentaria.