1. El célebre maquinista Dagoberto y la increíble
historia de las vías del tren
Hace muchos, muchos años, los trenes no iban por la vía. Como no
existían las vías, los trenes podían ir por donde querían. Los maquinistas eran
los encargados de manejar las locomotoras que arrastraban a todos los
vagones Estos expertos maquinistas sabían muy bien cuál erala ruta seguir y
continuamente iban y venían por el mismo camino. Siempre igual. Día tras día.
Durante meses y meses y hasta ¡por años!
Pero un día Dagoberto se aburrió de recorrer tantas veces el mismo
camino y se fue con su tren, lleno de pasajeros a la playa.
_ ¡Tengan cuidado!- dijo el maquinista.
_Yo lo tendré. -contestó un pasajero.
_ Yo voy hacer un castillo de arena- dijo un niño.
_ ¡Yo voy a surfear- dijo un deportista.
Pasaron un día muy lindo y nadie protestó por no haber llegado a destino
en el horario correspondiente.
Ya muy tarde, subieron a los vagones para seguir viaje y como era una
noche sin luna, estaba muy oscuro y Dagoberto no pudo encontrar el camino se
perdió. Cuando salió el tren estaba en un viñedo de Mendoza. Los pasajeros se
bajaron a comer uva moscatel, blanca y tinta.
_Saquen muchas fotos para tener un recuerdo- dijo Dagoberto.
Aprovecharon para tomar un café con tortitas de chicharrón calentitas,
antes de seguir el viaje.
Así fue como ese tren llegó a la estación con ¡quince días de retraso! Fue
por eso que el maquinista Dagoberto se volvió célebre.
Y también fue por eso que los dueños del ferrocarril inventaron las vías:
para que nunca más un maquinista aburrido se fuese de paseo o se pudiera perder
por el camino.
Desde entonces todos los trenes del mundo van por la vía.
Agustina
2. Dagoberto es chofer de colectivo (un nuevo texto)
Desde muchos, muchos años, los colectivos iban por el mismo camino
Pero Dagoberto un chofer de ómnibus, se cansó de recorrer
el mismo camino.
Entonces Dagoberto tomo un camino que iba a la selva, pasaron las
horas en la selva. Los pasajeros miraban por la ventanilla a los animales: los
monos se trepaban a los árboles los picaflores tomaban el néctar de las flores.
Y a muy tarde cuando escondió el sol siguieron el camino, como era una
noche sin luna se perdieron.
Al amanecer se encontraron en una llanura, donde había cultivo maíz.
Los pasajeros le pidieron a Dagoberto que volvieran, entonces regresaron
y llegaron a la terminal con los veinte días de retraso.
Desde entonces los micrómnibus nunca más se perdieron por que los
inspectores controlan a los choferes.
Selena y Guido
3. El célebre maquinista Dagoberto y las increíbles vías del tren
Hace muchos años los trenes no iban por la vía. Como no
existían las vías los trenes
podían ir por donde querían los maquinista eran los encargados de manejar
locomotora que arrastraban a todos los vagones.
Estos expertos maquinista sabían muy bien cuál era la ruta a seguir y
, continuamente, iban y venían por el mismo camino , siempre igual.
Día tras día durante meses y mese y hasta ¡por años!
Pero un día, Dagoberto se aburrió de recorre tanta veces el mimo camino
y se fue con su tren lleno pasajeros, a la playa.
--¡Qué tengan un día muy lindo!- dijo el maquinista.
--¡Gracias!- le contestó un pasajero.
--Yo me voy a broncear- dijo Lucia, una chica jovencita.
--Yo me voy a surfear- dijo in muchacho.
Pasaron un día muy lindo y nadie protestó por no haber llegado a destino en el
horario correspondiente.
Ya muy tarde subieron a los vagones para seguir viaje y, como era una noche sin
luna, estaba muy oscuro y Dagoberto no pudo encontrar el camino y se perdió. Cuando
salió el tren estaba en un viñedo de Mendoza. Se pararon y bajaron. Caminaron por la viña
y cortaron uva. Se sacaron fotos para tener recuerdo.
Y fue así como ese tren llegó a la estación con ¡quince días de retraso! Fue por eso
que el maquinista Dagoberto se volvió célebre.
Y también fue por eso que los dueños del ferrocarril inventaron las vías para que
nunca más un maquinista aburrido se fuese de paseo p se pudiera perder por el camino.
Desde entonces, todos los trenes del mundo van por la vía.
Sol y Miguel