1. La crisis de un liderazgo espiritual
en crisis
Caso Eli-Samuel
Por Alexander Dorado
2. Introducción
Los errores y pecados de los padres, los sufren y
pagan los hijos
Elí fue un sacerdote impío, y así lo fueron sus
hijos
Que ironía, que sus hijos fueran impíos porque no
conocían de Dios (1 Samuel 2:12)
Esto resultó trágico para ellos, porque además de
llevar una vida pecaminosa, finalmente perecieron
en pecado, “la paga del pecado es muerte.” (2:34)
Es necesario que padres y lideres ejerzan un
sacerdocio espiritual, que acerque a sus hijos y
discípulos a Dios.
3. El perfil de líder espiritual
En consecuencia al pobre y pecaminoso liderazgo
espiritual de Elí, Dios levantó en la vida de Samuel
un nuevo liderazgo
“Y yo me suscitaré un SACERDOTE FIEL, que haga
conforme a mi corazón y mi alma (OBEDIENTE); y yo
le edificaré casa firme (LIDERAZGO FIRME), y
andará delante de mi UNGIDO todos los días.” (1
Samuel 2:35)
Dios levanta un líder que ejerza un sacerdocio
adecuado, porque el que había en ese momento
estaba en crisis.
4. La causa de la crisis
1 Samuel 3:1-12
La palabra de Dios escaseaba y la visión no era
con frecuencia
La fe puede ser un fenómeno mediático, pero
no necesariamente un avivamiento
La Biblia se ha vuelto el “pan de todos los
dias” pero no necesariamente el pan de vida
La gente tiene necesidad de Dios, pero no
quiere escuchar voz de hombres sino VOZ DE
DIOS.
5. Paralelo entre Elí y Samuel
ELI SAMUEL
Era adulto, ejercía como
sacerdote y tenia a cargo a
Samuel
Estaba en aposento
durmiendo
No escucha la voz de Dios
•Era joven, inexperto,
estaba bajo la custodia de
Elí
•Estaba en el Templo
Ministrando
•Dios le llama y le habla
ELI debía entender que Dios habla a quien le ministra; y
que debe ministrar a quien Dios le habla. Sin embargo, Elí
no hacia ni lo uno ni lo otro.
6. El consejo de Elí
“Mientras el joven ministraba, Dios le llamó
tres veces por su nombre
A pesar de ser un sacerdote impío, Elí podía
entender lo que estaba pasando
¿Qué le dijo a Samuel? Ve a acostarte
¿Qué debió decirle? Vamos a orar, que Dios se
quiere manifestar
El aconseja a Samuel desde su realidad
espiritual
7. La sensibilidad de Samuel
Samuel obedeció a su sacerdote
Hizo como el le aconsejó
Samuel fue sensible a la voz de Dios
Aún no estaba muy familiarizado con la voz de
Dios pero poco a poco se fue acostumbrando
¿Dónde habla Dios? ¿En la recamara, en el
aposento? Dios se manifestó a Samuel en el
templo.
LO menos que debió haber hecho Elí, fue ir a
orar con su discípulo al templo
8. ¿Cuál era el problema de
Samuel?
A pesar de estar bajo la custodia de Elí, que
era sacerdote, el no había sido iniciado en los
caminos de Dios
“Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni
la palabra de Jehová le había sido revelada.” (1
Samuel 3:7)
Le estaba pasando a Samuel, lo mismo que a
los hijos de Elí, “que no tenían conocimiento de
Dios.” (1 Samuel 2:1) A pesar de tener a su lado
a un sacerdote
9. El resultado de ministrar al Señor
Dios llama nuevamente a Samuel
Samuel comprende que Dios quien le llama y
se dispone a escuchar su voz y a obedecerle
Samuel recibe un mensaje de Dios, que no le
es dado a hombre conocer
Tempranamente, se inicia en su labor
profética.
Dios advierte a Samuel de las cosas que
sucederán después de estas.
10. Samuel inicia su ministerio
En una época donde la palabra de Dios
escaseaba, y la visión no era con frecuencia, Dios se
manifestó en Samuel
A quien le ministra, Dios le habla
Como lideres debemos ministrar (pastorear) a
quienes Dios les está hablando, y los está
preparando para el ministerio
“Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no
dejó caer a tierra ninguna de 3:sus palabras. Y todo
Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que
Samuel era fiel profeta de Dios.” (1 Samuel 3:19-20)
11. Aplicación
Las personas tienen necesidad de Dios, quieren
escuchar voz de Dios y no de hombre
Los padres y lideres debemos ejercer un
adecuado sacerdocio en la casa y la iglesia
Los pecados y errores de los padres los pagan los
hijos
Dios quiere levantar lideres, que ejerzan un
sacerdocio fiel en su casa
Dios habla a quien le ministra. Debemos
ministrar a quien Dios les habla.
La palabra de Dios escasea y la visión no es con
frecuencia cuando el sacerdote no es fiel ni activo
en la casa de Dios.