4. Es todo aquello que una persona da a otra por propia
liberalidad y con benevolencia.
Por propia LIBERALIDAD para significar que el don excluye, por
parte del donante, toda razón de debito, no solo de justicia,
sino incluso de gratitud o de cualquier otra especie. Y con
BENEVOLENCIA para recoger la intención del dador de
beneficiar a quien recibe gratuitamente el don.
5. El primer gran don de Dios es el propio ESPÍRITU SANTO, que es le amor
mismo con que Dios se ama y nos ama. El amor de Dios puede explicarse
de tres maneras, que a su vez son modos distintos:
a) Esencialmente, b)Nocionalmente y, c) Personalmente.
6.
7. La existencia de los dones del Espíritu Santo solo puede
constatarnos por la revelación, ya que se trata de realidades
sobrenaturales que rebasan y trascienden por completo la simple ,
la razón natural.
A continuación veremos algunos fundamentos presentes en la
Sagrada Escritura, la doctrina de la Tradición, el Magisterio de la
Iglesia y las sentencias de los teólogos, que fueron elaborando poco
a poco la teología de los dones a base de los datos revelados
interpretados por la Tradición.
8. “Y brotara una vara del tronco de Jese, y retoñara de sus
raices un vastago, sobre el que reposara el espiritu de
Yahve: espiritu de sabiduria y de inteligencia,
Espiritu de consejo y fortaleza,
Espiritu de entendimiento y temor de Yahve.
Y pronunciara sus decretos en el temor de Yahve”
(Is 11, 1-3)
Es preciso reconocer que la doctrina de los dones en la S. Escritura
se apoya casi exclusivamente en el texto de Isaías; si bien ese texto,
explicado, confirmado y aplicado y sacado a plena luz por los Santos
Padres, el Magisterio y teólogos escolásticos.
9. Tanto los padres griegos como los latinos hablan frecuentemente de los dones
del espíritu santo, aunque con diversos nombres: dona, munera, charismato,
spiritus, virtudes, etc.
Se destacan san justino, origenes,
san cirilo de alejandria, san gregorio
nacianceno, san agustin, san gregorio
magno, san victorino, san hilario, san
ambrosio, san jeronimo.
10.
11.
12. C. OTROS DOCUMENTOS ECLESIÁSTICOS:
1. Catecismo del Concilio de Trento.
2. Todos los catecismos católicos del mundo.
3. Divinum illud munus (Enciclica de Leon XIII sobre el Espiritu
Santo, 1897)
13.
14.
15.
16. Los exegetas modernos se inclinan a
pensar que el texto de Isaías se refiere
a una plenitud indeterminada: es la
plenitud de cualidades de gobierno,
que pertenecen al Mesías como Rey.
Preferimos atenernos al sentir de la
Tradición, en torno al numero
septenario. Mas que el numero exacto,
nos interesa es su naturaleza y
funcionamiento.
Dos son las principales dificultades que dan pie a estas vacilaciones:
a) En la Sagrada Escritura es clásico el numero siete para significar cierta plenitud
determinada.
b) En el texto masorético de Isaías no enumeran siete, sino seis dones; falta el
don de piedad.
Los Santos Padre y teólogos
escolásticos insisten, por el contrario,
en el numero septenario, y a base de
estos siete dones establecen sus
clasificaciones y paralelismos con las
virtudes infusas.
17.
18. SON HÁBITOS
SOBRENATURALES:
Los Santos Padres están
concordes en afirmar que
constituyen un grupo
especifico de gracias o
dones habituales.
INFUNDIDOS POR DIOS:
Son realidades
sobrenaturales, que el
alma no podría adquirir
por si misma.
EN LAS POTENCIAS DEL
ALMA:
Son en el sujeto donde
residen, dándole
modalidad divina o
sobrenatural humana
propia de ellos.
19. PARA RECIBIR Y SECUNDAR
CON FACILIDAD:
Perfeccionan las potencias
para recibir y secundar con
facilidad la moción del agente
que los mueva.
MOCIONES PROPIAS DEL
ESPÍRITU SANTO:
Mueve y actúa directa e
inmediatamente como
causa motora y principal.
AL MODO DIVINO O
SOBREHUMANO:
Dificultad que se puede
formular contra los dones
del Espíritu Santo como
hábitos.
20.
21. SANTO TOMAS EN LA SUMA TEOLÓGICA…
Estudia esta cuestión en su comentario a las
Sentencias, recogiendo las opiniones
erróneas que sobre la naturaleza de los
dones habían formulado unos antiguos. He
aquí esas opiniones rechazadas por el:
Los dones no se distinguen de las virtudes.
Los dones perfeccionan la razón; y las virtudes, la
voluntad.
Las virtudes se ordenan a obrar bien; y los dones, a
resistir las tentaciones.
Las virtudes se ordenan sencillamente a obrar bien; y
los dones, a conformarnos con Cristo principalmente en
su pasión.
22. A. Convienen en el genero. Tanto
unas como otros son HÁBITOS
operativos
b. Tienen la misma causa
eficiente: dios en el orden
sobrenatural. Son hábitos
infusos «per se»
23. c. Tienen el mismo sujeto «in quo»: las facultades humanas, donde residen las
virtudes y dones
d. Tienen el mismo objeto material («circa quam»): toda la materia moral,
común a virtudes y dones
e. Tienen la misma causa final (fin remoto): la perfección sobrenatural del
hombre
24. 1. LA CAUSA MOTORA:
En las VIRTUDES es la misma
razón humana (ilustrada por la fe si
es infusa); en los DONES, en
cambio es el mismo Espíritu Santo.
2. EL OBJETO FORMAL
En cuanto al objeto formal terminativo, no difieren las virtudes y
los dones, pues ambos tienden a ese bien honesto. En cuanto
al objeto formal constitutivo: en las virtudes infusas, la regla
próxima de sus actos es la razón humana iluminada por la fe;
en cambio en los dones es el Espiritu Santo que los gobierna
como instrumentos suyos.
25. 3. MODO HUMANO Y MODO DIVINO
a. La imperfección radical de las virtudes infusas por la modalidad
humana de su obrar y la necesidad de que los dones vengan en su
ayuda para proporcionarles la modalidad divina.
b. Imposibilidad de una operación de los dones al modo humano,
toda vez que su modalidad divina es precisamente un elemento de
diferenciación especifica con las virtudes infusas.
30. . Dos operaciones
específicamente distintas
discrepan, por necesidad
ontológica, dos hábitos
específicamente distintos,
como quiera que los hábitos
se distinguen y especifican
precisamente por sus
operaciones, como estas se
distinguen y especifican por
sus objetos. (Filosofía
escolástica)
31. .Una actuación de los dones
del Espíritu Santo que
destruya la NATURALEZA Y
FINALIDAD de los mismos
es teológicamente absurda.
Pero la actuación de los
dones al modo humano
destruiría su propia
NATURALEZA Y
FINALIDAD. Luego es
teológicamente absurda.
32.
33. Los dones abarcan toda la materia de las virtudes
infusas, acerca de cuyo objeto material puede siempre
existir un acto de los dones perfeccionando el de la
Si las virtudes no pueden por si mismas corregir
ciertas imperfecciones que les acompañan y
estas imperfecciones desaparecen bajo la
influencia de los dones, es claro y evidente que
los dones son NECESARIOS para la perfección de
las virtudes.
34. Sin esa moción de los dones, la caída es casi segura,
dada la inclinación viciosa de la naturaleza humana,
herida por la culpa original.
Existen situaciones imprevistas, en las que la
caída o la resistencia es cuestión de un instante,
no puede el hombre echar mano del discurso de
la razón, sino que es preciso que se mueva
rápidamente, como por instinto sobrenatural, eso
es, bajo la influencia y moción de los dones del
Espíritu Santo.
35. Los sones son necesarios a todo lo largo de la vida
para los actos perfectos y para vencer ciertas
tentaciones graves e imprevistas que podrían
El hombre no esta perfeccionado de tal manera
por las virtudes teologales y morales en orden al
fin sobrenatural que no necesite ser movido
siempre por cierto superior instinto del Espíritu
Santo.
36.
37. EN LA RAZÓN
1. Para penetrar la verdad: ENTENDIMIENTO
2. Para juzgar
rectamente
a. De las cosas divinas: SABIDURÍA
b. De las cosas creadas: CIENCIA
c. De la conducta practica: CONSEJO
EN LA VIRTUD
APETITIVA
1. En orden a los demás (Dios, padres, patria): PIEDAD
2. En orden a
Si mismo
a. Contra el temor de los peligros:
FORTALEZA
b. Contra la concupiscencia
desordenada: TEMOR
38. EN LA VIDA
CONTEMPLATIVA
1. SABIDURÍA
Corresponden a las
virtudes
intelectuales
2. ENTENDIMIENTO
3. CIENCIA
4. CONSEJO
EN LA VIDA
ACTIVA
Corresponden a las
virtudes morales
5. PIEDAD
6. FORTALEZA
7. TEMOR
39. ACERCA DE LAS
COSAS ARDUAS
1. SABIDURÍA
2. ENTENDIMIENTO
3. CONSEJO
4. FORTALEZA
ACERCA DE LAS
COSAS COMUNES
5. CIENCIA
6. PIEDAD
7. TEMOR
40. A. Los DONES son a las virtudes
teologales lo que las virtudes morales
son a las intelectuales
B. Las VIRTUDES TEOLOGALES son
mas perfectas que los dones porque
tienen por objeto inmediato al mismo
Dios, mientras que los dones se
refieren a la docilidad en seguir las
inspiraciones del Espíritu Santo.
41. C. Por los DONES las facultades del
alma quedan preparadas para seguir los
impulsos del Espíritu Santo.
Pero los dones son muy superiores a
las virtudes intelectuales y morales,
porque nos regula el Espíritu Santo y
no nuestra razón.
D. Las virtudes INTELECTUALES Y
MORALES preceden a los dones en el
orden de la generación o disposición,
pues el hombre primero dispone su
razón para recibir la moción divina.
42. Cuando el alma corresponde dócilmente a
la moción interior del Espíritu Santo,
produce actos de exquisita virtud que
pueden compararse con los frutos de un
árbol. Son los actos procedentes de los
dones del Espíritu Santo.
43. TEOLOGALES
(ACERCA DEL FIN)
CARIDAD LOS PACIFICOS
ESPERANZA TEMOR
FE
SABIDURÍA
ENTENDIMIENTO
CIENCIA
LOS PUROS DE CORAZÓN
LOS QUE LLORAN
POBRES DE ESPÍRITU
MORALES
(ACERCA DE LOS
MEDIOS)
PRUDENCIA LOS MISERICORDIOSOS
FORTALEZA
TEMOR
SECUNDANTE
JUSTICIA
CONSEJO
PIEDAD
FORTALEZA
LOS MANSOS
HAMBRE Y SED
POBRES DE ESPÍRITUTEMPLANZA
VIRTUDES DONES BIENAVENTURANZAS
44.
45. El hombre es movido
por los dones cuanto
mas perfectamente se
somete a Dios. En la
patria seremos movidos
perfectamente por
ellos, porque estaremos
perfectísimamente
sometidos a Dios.
46. La vida activa termina
con la presente vida.
Por teso, las obras de
la vida activa no serán
en la patria materia de
los dones, pero todos
ellos conservaran sus
propios actos en lo
referente a la vida
contemplativa
47.
48. A. NATURALEZA
Las habituales (gracia santificante, virtudes infusas y
dones del Espíritu Santo) son cualidades permanentes
(hábitos) que producen su efecto en cuanto tales de una
manera continua e indefectible en el sujeto en que
residen. Se limitan a disponer para la acción.
Las actuales, son mociones fluidas y transeúntes cuyo
efecto final se frustra muchas veces a causa de la
resistencia que les opone el que las recibe. Empujan y
producen la acción misma.
1. GRACIAS HABITUALES Y GRACIAS ACTUALES
49. B. NECESIDAD
Las gracias actuales son
absolutamente necesarias en el
orden sobrenatural dinámico. Es
imposible que el esfuerzo
puramente natural del alma pueda
poner en ejercicio los hábitos
infusos, toda vez que el orden
natural no puede determinar las
operaciones del sobrenatural.
51. D. OFICIOS Y FUNCIONES DE LAS GR. ACTUALES
1. Disponen al alma para
recibir los hábitos
infusos cuando carece de
ellos.
2. Sirven para actuarlos
cuando ya se poseen en unión
con la gracia habitual o sin
ella.
3. Evitar que los hábitos
infusos desaparezcan del