1. Adicción nuevas tecnologías
Sabado 02 de Noviembre de 2013
1-Introducción
2-Descripción del problema
3-Posibles causas de la adicción
4-Síntomas: ¿Cuando empezar a preocuparse?
5-Consideraciones
6-Tratamiento
1- Introducción
-La aparición y progresivo auge de las nuevas tecnologías ha ido paralelo al surgimiento de una
nueva expresión de un viejo fenómeno : La Adicción. Telefonía móvil, videojuegos, ordenador,
Internet, chats, etc...conforman aparentemente el origen del problema.
L. es una adolescente de 15 años que dedicaba un promedio de acceso a Internet de más de 8 horas
diarias. La niña, en un proceso paulatino pero implacable, había terminado por negarse a seguir
asistiendo a la escuela, e incluso renunciaba a salir con sus amigas. Cuando sus padres la trajeron a
consulta su patrón horario había cambiado. L. dormía durante el día y la noche se la pasaba
conectada a la red (chat). Lo más significativo : Su renuncia total a cualquier otro tipo de actividad.
2. 2- Descripción del problema
El ejemplo de L. pone de relieve que existen, potencialmente, sujetos cuya conducta con Internet,
u otros medios tecnológicos, es cuando menos preocupante por el uso excesivo que pueden hacer
de ellos. Este tipo de conductas repetitivas tiene en común que resultan placenteras en la primera
fase, pero después no pueden ser controladas por el sujeto. Al igual que ocurre con otras
adicciones, el sujeto acabará efectuando dicha conducta ya no tanto por la búsqueda de
gratificación, sino por reducir el nivel de ansiedad que les produce el hecho de no realizarla.
Estaríamos, pues, hablando de una adicción en toda regla, la diferencia es que no estaríamos
delante una adicción química (opiáceos, nicotina, alcohol, etc...) sino ante una adicción de carácter
psicológico. Ambas, desgraciadamente, suelen manifestarse conjuntamente en muchos de los
afectados.
3- Posibles causas de la adicción
Ante la pregunta más comúnmente realizada de si las nuevas tecnologías son un riesgo potencial
para la adicción, la mayoría de expertos coinciden en señalar que dichas tecnologías no generan,
por sí mismas, la adicción. Las personas con determinados problemas previos son las que más
recurren a ellas y hacen un uso indebido de las mismas.
Los jóvenes que se encuentran en situación de riesgo son aquellos que han crecido en un ambiente
familiar poco propicio para su desarrollo o falto de un adecuado nivel comunicativo, suelen poseer
una baja autoestima y tienden a huir de un mundo adulto que les resulta hostil, refugiándose en las
nuevas tecnologías. A ello se une, en el caso de los adolescentes, el hecho de encontrarse en un
periodo de cambios tanto físicos como emocionales. La no aceptación de la propia imagen
corporal, la baja autoestima, la inseguridad y otros factores, pueden hacer de las nuevas
tecnologías un refugio ideal para que los adolescentes proyecten ante los otros una imagen "más
ideal" o incluso "irreal" de sí mismo para hacerla más atractiva según los vigentes cánones sociales.
Un niño tímido por naturaleza puede encontrar en la "privacidad" del ciberespacio un medio para
liberarse de las ansiedades que le producen las relaciones sociales diarias en contacto directo. En
principio esta actividad, dentro de unos límites, no debería suponer nada pernicioso. La barrera de
lo patológico se cruza cuando dicha conducta implica tanto al sujeto que conduce a dependencia.
La persona reduce progresivamente su campo de intereses y sus obligaciones, de manera que la
conducta adictiva termina por acaparar su vida y no existen otras actividades gratificantes fuera de
la conducta motivo de adicción.
3. Es, en definitiva, la adicción, la que les impide desarrollar sus habilidades sociales en la vida real,
les hace hipersensibles a los juicios de los demás y acrecienta su inseguridad. A partir de aquí se
desarrolla una tendencia al aislamiento, se rompen las relaciones sociales, se produce el fracaso
escolar y aparece la agresividad en ocasiones dirigida contra los propios miembros de la familia.
4- Síntomas: ¿Cuando empezar a preocuparnos?
1-Cuando la actividad de la que sospechamos pasa a ser el centro prioritario para la persona. Todo
lo demás pasa a segundo término, incluso actividades que antes eran placenteras como salir con
los amigos.
2-Si se confirma un aislamiento del resto de la familia. Se pasa horas encerrado en su habitación y
le cuesta respetar incluso los horarios de comida o sueño.
3-Se vuelve huraño e irascible. Discute fácilmente y no atiende a razones.
4-Se utiliza la mentira para justificar o tapar algunas de sus conductas. En casos extremos puede
haber conductas de hurto para conseguir dinero en el caso que lo necesite para seguir con su
adicción. No reconoce que tenga un problema. No quiere hablar de ello.
5- Consideraciones
Las nuevas tecnologías han abierto un campo de amplísimas posibilidades a todos los niveles, la
mayoría positivas. Sin embargo, entrañan también riesgos. El problema no reside en la tecnología,
sino, como ocurre con otros ámbitos, en el uso que hacen las personas de ella. Actualmente, hay
todavía pocos estudios de naturaleza clínica, que nos puedan aportar información vital para una
4. mejor comprensión de todos estos fenómenos, que siguen siendo relativamente recientes. Es de
esperar que en un plazo breve, podamos disponer de datos más exactos que nos orienten de forma
más eficaz para prevenir y mitigar la aparición de estas conductas.
6- Aproximación al tratamiento
-El tratamiento debe ajustarse a las peculiaridades de cada sujeto y sus circunstancias, teniendo en
cuenta que la mayor parte de los afectados son adolescentes y, por tanto, sujetos a cambios
orgánicos y psicológicos que se pueden vivir con cierto estrés. Idealmente, el primer paso requiere
el reconocimiento del problema por parte del afectado, es decir, reconocer que se "está
enganchado" y que tras comprender el problema, se adopte una actitud de motivación hacia el
cambio. Se valorará la conveniencia de la abstinencia total o la implantación de un programa
progresivo. En este último caso se podría fijar unos límites en tiempo o contenidos.
-Como objetivo fundamental deberá prestarse especial atención a los posibles motivos de base
que han podido propiciar la adicción. ¿Tiene la persona problemas de algún tipo y el uso del
ordenador u otros, le permite una válvula de escape? ¿Hay otro trastorno clínico que se expresa
mediante esta conducta? ¿Cual es la relación con la familia y amigos?.... Estas y otras preguntas
deben ser planteadas por el clínico a la hora de estructurar el tratamiento.
-La evaluación y el tratamiento se efectuará a varios niveles:
1-A nivel del sujeto:
-Evaluar sus niveles de autoestima y autoimagen (aceptación del propio cuerpo). Indagar en el
terreno emocional (posible presencia trastornos asociados: depresión, etc...). Explorar su
adaptación en los ámbitos familiar-escolar y social (manejo de habilidades sociales, relación con
sus iguales, círculo de amistades...). Una historia evolutiva puede ayudarnos a verificar posibles
conductas desadaptadas con anterioridad. Puede ser necesario, en caso de adicción a internet,
verificar los posibles contactos de riesgo establecidos (drogas, violencia, sexo, grupos antisistema...).
-El tratamiento será personalizado y deberá tratar, las diferentes áreas afectadas (mejora de la
autoestima, entrenamiento en habilidades sociales...), paralelamente al establecimiento de un
programa conductual, que suponga poner bajo control externo (padres, educadores...) la conducta
adictiva. Lo ideal es que se llegue a un acuerdo con el afectado, para limitar en tiempo la conducta
no deseada y supeditarla a la realización de tareas positivas para el individuo pero de menor
5. frecuencia de aparición (estudiar, efectuar actividades deportivas, relacionarse...). En casos más
severos, puede establecerse, momentáneamente, una retirada total del elemento adictivo aunque
ello puede entrañar otros problemas. Deberá sólo hacerse bajo supervisión profesional.
-La incorporación a terapias de grupo puede ser muy adecuada en estos trastornos, tanto para
mejorar las habilidades sociales como en la aceptación y motivación hacia el cambio.
2-A nivel de familia:
El papel de la familia es de suma importancia en el resultado del tratamiento. Debe diseñarse,
según las características y roles de las personas implicadas, un plan que fomente la comunicación
no coercitiva y la confianza. Es probable que se tengan que enseñar estrategias para la resolución
de problemas y ajustar el sistema de funcionamiento familiar, identificando las personas con
mayor peso en la toma de decisiones.
3-A nivel de iguales:
Establecer complicidades con alguna persona de su edad con la que tenga una buena amistad,
cuando es posible, supone el tener un aliado importante. Estas amistades pueden servir de apoyo y
acompañamiento en todo el proceso y en diferentes ámbitos extra-familiares