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Adicción a las redes sociales
1. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Desarrollo de Habilidades en el uso de las Técnicas de la Información y la
Comunicación
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
Licenciatura en Derecho
Pérez Ángeles José Antonio
Paola Zurita Campos
Ensayo final
Adicción a las redes sociales
3 de abril de 2016
Puebla, Puebla.
2. Las redes sociales son una realidad determinante en los últimos 15 años, han ido
de la mano en el crecimiento de muchos de los jóvenes, y siguen siendo parte de
sus vidas hasta hoy en día, pero, como el ya el viejo dicho dice, todo con exceso es
malo, y esto es lo que pasa precisamente con las redes sociales: el uso desmedido
de estas ocasiona consecuencias graves para la formación de la población joven, y
eso es lo que se abordará en este ensayo, los motivos y los factores que se
involucran para que se genere tal adicción y una constante necesidad de estar bajo
la influencia de las redes sociales.
Aunque esto es un fenómeno es relativamente reciente, se puede apreciar el
impacto que ha tenido dentro de la sociedad y con un objetivo bastante vulnerable,
que como ya lo mencionamos, son los jóvenes.
La tesis que se sostiene en este ensayo es simple, el uso impertinente y
desmedido de las redes sociales ha llevado a una mal formación integra en los
jóvenes, que ha ocasionado problemas psicológicos y físicos por tal exceso de
estas, verbigracias de estos: obesidad, atrofia de músculos esenciales, ausencia en
círculos sociales y familiares, disminución del rendimiento y desempeño escolar,
hasta el abuso escolar “bullying”, que con estas herramientas de comunicación
prevalece sobre todos estos problemas, causando daños y traumas psicológicos en
niños y jóvenes que sin duda repercutirán en el crecimiento de estos.
Eventualmente, se expondrán datos y artículos que tendrán como principal objetivo
justificar y respaldar los graves daños que ocasiona este uso desmedido de las
redes sociales.
3. “Internet constituye una tecnología que ha impactado especialmente a las personas
jóvenes y les ha proporcionado muchos beneficios. Pero algunas personas llegan a
estar obsesionadas con Internet, se muestran incapaces de controlar su uso y
pueden poner en peligro su trabajo y sus relaciones. Este artículo aborda el
problema del uso inadecuado de estas tecnologías. El uso y abuso de Internet están
relacionados con variables psicosociales, tales como la vulnerabilidad psicológica,
los factores estresantes y el apoyo familiar y social. Hay algunos factores de riesgo
específicos para el abuso de las redes sociales entre los jóvenes. Algunas señales
de alarma se disparan antes de que una afición se convierta en una adicción. El
concepto de “adicción a Internet” se ha propuesto como una explicación para
comprender la pérdida de control y el uso dañino de esta tecnología. Los síntomas
de la adicción a Internet son comparables a los manifestados en otras adicciones.
Deben programarse estrategias preventivas tanto en el seno de la familia como en
la escuela sobre la base de los factores de riesgo y de las características
demográficas de los sujetos. El objetivo del tratamiento, a diferencia de otras
adicciones, debe ser el uso controlado. El tratamiento psicológico de elección es el
control de estímulos y la exposición gradual a Internet, seguido de un programa de
prevención de recaídas. Se requiere más información sobre los programas más
adecuados para los pacientes más jóvenes, así como estrategias motivacionales
para el tratamiento. Se comentan las implicaciones de esta revisión para la práctica
clínica y la investigación futura en este campo, así como las limitaciones
actualmente existentes.”*
En este extracto de un artículo rescatado del portal Dialnet, se puede apreciar una
breve introducción a este tema que sin duda, ha causado polémica en todo el
mundo, nos menciona que toda este adicción a las redes sociales surge de un mal
ejercicio de estas, mostrándose incapaces los afectados de controlar esta
necesidad y buscando la manera de satisfacerla.
Sostiene que inicia principalmente en jóvenes con ninguna actividad extra-escolar,
ocasionando una necesidad recurrente de hacer algo, sin importar que sea útil o no;
4. usualmente sucede en jóvenes que no practican algún deporte, o actividad
recreativa que ayude a mantenerlos ocupados y utilizando todas sus energías
disponibles, se menciona también, que esta adicción podría considerarse como la
única donde su correcta recuperación involucre un uso controlado, a diferencia de
algunas como el alcohol, tabaco, entre otras. 1
En el mismo artículo pero de una forma más objetiva, Enrique Echeburúa; autor
del ya antes mencionado, explica la consistente y regular condición que existe en
los jóvenes que caen en el vicio de las redes sociales, menciona que el patrón de
características es bastante similar y esto hace que sea fácil identificar a las personas
susceptibles a llegar a una adicción, a continuación se presentará el extracto del
artículo donde se explican estos “síntomas”:
<<En algunos casos hay ciertas características de personalidad o estados
emocionales que aumentan la vulnerabilidad psicológica a las adicciones: la
impulsividad; la disforia (estado anormal del ánimo que se vivencia subjetivamente
como desagradable y que se caracteriza por oscilaciones frecuentes del humor); la
intolerancia a los estímulos displacenteros, tanto físicos (dolores, insomnio o fatiga)
como psíquicos (disgustos, preocupaciones o responsabilidades); y la búsqueda
exagerada de emociones fuertes. Hay veces, sin embargo, en que en la adicción
subyace un problema de personalidad -timidez excesiva, baja autoestima o rechazo
de la imagen corporal, por ejemplo- o un estilo de afrontamiento inadecuado ante
las dificultades cotidianas. >> 2
Evidentemente, existen casos donde no necesariamente se tienen que presentar
todas estas características ya antes mencionadas, pero la probabilidad de que se
suscite este fenómeno en el individuo realmente es mayor, a comparación de donde
no existen estos problemas.
5. Otro punto que está en gran consideración es el factor externo en donde el individuo
se desarrolla y a la vez se desenvuelve, que Echeburúa las menciona y las define
como <<señales de alarma>>3, que se presentarán posteriormente, aunque, me
gustaría recalcar que estas señales son simplemente actitudes que pueden denotar
una dependencia a estas TICS, no siempre pueden ser la idealidad para averiguar
si existe una adicción o no.
1. “Privarse de sueño (<5 horas) para estar conectado a la red, a la que se
dedica unos tiempos de conexión anormalmente altos.
2. Descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las
relaciones sociales, el estudio o el cuidado de la salud.
3. . Recibir quejas en relación con el uso de la red de alguien cercano, como
los padres o los hermanos.
4. Pensar en la red constantemente, incluso cuando no se está conectado a
ella y sentirse irritado excesivamente cuando la conexión falla o resulta muy
lenta.
5. Intentar limitar el tiempo de conexión, pero sin conseguirlo, y perder la
noción del tiempo.
Entre otros.
Definitivamente estas señales son simples casos hipotéticos que generan o más
bien, son potencialmente susceptibles a ocasionar una dependencia hacia estas
redes sociales.
6. Prevención
Existen varias formas para evitar que se realice una adicción a la nueva “droga”
del siglo XXI: las redes sociales; a continuación serán expuestas las maneras
en las que Enrique Echeburúa, autor de “Adicción a las nuevas tecnologías y a
las redes sociales en jóvenes: un nuevo reto” trata de buscar un alto o impedir
el aumento de jóvenes con estos problemas.
A continuación citó al autor antes mencionado y los autores que Echeburúa
realizó previamente en el susodicho artículo:
“El uso de las TIC y de las redes sociales impone a los adolescentes y adultos
una responsabilidad de doble dirección: los jóvenes pueden adiestrar a los
padres en el uso de las nuevas tecnologías, de su lenguaje y sus posibilidades;
los padres, a su vez, deben enseñar a los jóvenes a usarlas en su justa medida.
Los padres y educadores deben ayudar a los adolescentes a desarrollar la
habilidad de la comunicación cara a cara, lo que, entre otras cosas, supone
(Ramón-Cortés, 2010):
Limitar el uso de aparatos y pactar las horas de uso del ordenador.
Fomentar la relación con otras personas.
Potenciar aficiones tales como la lectura, el cine y otras actividades
culturales.
Estimular el deporte y las actividades en equipo.
Desarrollar actividades grupales, como las vinculadas al voluntariado.
Estimular la comunicación y el diálogo en la propia familia.”
CONSIDERACIONES FINALES
7. Después de realizar este ensayo, podremos establecer las condiciones o los
factores que deben estar involucrados para que se realice semejante adicción, que,
como ya lo mencionamos anteriormente, es una condición que definitivamente,
nadie querría estar bajo ella, podemos afirmar que esta adicciónes una de las pocas
en donde la “cura” consiste en la dosificación del elemento principal de tal
dependencia, como a diferencias de otras, por ejemplo; drogas, alcohol, actitudes
peculiares, buscan la absoluto y nulo contacto con el objeto.
Es claro que esta adicción a las redes sociales genera daños que a la larga podrían
ser irreparables, tanto físicos como psicológicos, hemos observado que el sector
más vulnerable a esta adicción son los jóvenes con ninguna actividad extra-escolar,
ya sea algún deporte o actividad recreativa que mantenga ocupado al individuo y
sin generar ninguna necesidad de estar todo el día en el celular o en la computadora.
Aunque este tema tiene bastante profundidad al momento de realizar esta
investigación, considero que los elementos previamente señalados al inicio del
ensayo han sido establecidos y correctamente sintetizados.
8. REFERENCIAS:
1_Echeburúa Odriozola, Enrique, Adicción a las nuevas tecnologías y a las
redes sociales en jóvenes, Revista de socidrogalcohol: Dialnet, Vol. 22, Nº. 2,
2010, págs. 91-96.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3230123
2_Echeburúa, E., & de Corral, P. (2010). Adicción a las nuevas tecnologías y
a las redes sociales en jóvenes: un nuevo reto. Adicciones, 22(2), 91-96. doi:
http://dx.doi.org/10.20882/adicciones.196