1. Bulimia
¿Qué es la bulimia?
La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta
alimentaria que consiste en una falta de control
sobre la comida, con una ingesta de grandes
cantidades de alimentos en un corto periodo de
tiempo, acompañada por conductas compensatorias
como consumo excesivo de laxantes o vómitos auto
inducidos. El enfermo mantiene estas conductas en
secreto, por lo que a veces es difícil que las
personas de su entorno detecten el problema.
La bulimia, junto con la anorexia nerviosa,
constituyen los trastornos de la conducta
alimentaria (TCA) de más rápido crecimiento en la
población joven, caracterizados por un conjunto de
comportamientos dirigidos a conseguir o mantener
lo que el paciente considera como peso aceptable,
siguiendo unas dietas totalmente irracionales con
un angustioso miedo a engordar.
Se presenta en el 90% de los casos en mujeres; también pueden sufrirla hombres, aunque su
proporción es cerca de diez veces menor. Es frecuente en adolescentes y en el inicio de la edad
adulta.
Causas de la bulimia
No se ha conseguido encontrar una causa orgánica que origine este trastorno de la conducta
alimentaria (TCA), pero se cree que existen varios factores secuenciales que pueden desencadenar
la bulimia nerviosa. Una baja autoestima puede conducir a una excesiva preocupación por el
aspecto físico, lo que lleva a realizar dietas restrictivas, que no siempre producen los resultados
deseados, alternadas con episodios de consumo
incontrolado de comida, que provocan
un desequilibrio metabólico. El paciente tiene
sentimientos de culpabilidad a consecuencia del
atracón, y su preocupación por engordar genera
otras conductas como el vómito auto inducido y el
abuso de laxantes.
El enfermo puede sentirse también presionado por
los patrones de belleza considerados ideales por la
sociedad, y por la necesidad de ser delgado y
atractivo para sentirse aceptado. Experiencias de
rechazo social o un fracaso sentimental pueden
hacerle creer que perder peso es un requisito
indispensable para tener éxito.
Otra causa, presente también en el trastorno de anorexia, es una falsa percepción de la imagen
corporal: el enfermo se ve gordo aunque su peso sea normal para su edad y constitución.
2. Tratamiento de la bulimia
Es necesario emplear un tratamiento multidisciplinario para abarcar todas las complicaciones físicas
y psicológicas que presentan los pacientes de bulimia. El objetivo del tratamiento es que la
persona mejore su autoestima y se acepte a sí misma, para restaurar su equilibrio emocional y que
sea capaz de adoptar un estilo de vida saludable.
Durante las últimas décadas se han desarrollado un gran
número de estrategias terapéuticas para este tipo de
trastorno. Las terapias más aplicadas son la psicoterapia
individual, en grupo, o familiar, los grupos de autoayuda, y
el tratamiento farmacológico.
El método que se utiliza con mayor frecuencia en el
tratamiento de esta enfermedad es la combinación de
fármacos antidepresivos con la terapia cognitivo-
conductual (TCC).
Los antidepresivos inhibidores de la serotonina son
eficaces para reducir la frecuencia de los episodios en los
que el paciente come desenfrenadamente durante cortos
periodos de tiempo, y los vómitos auto inducidos,
influyendo en la mejoría de la ansiedad, la depresión y el
deterioro global, aunque no ayuda a solucionar el problema
de fondo acerca de la sobrevaloración del peso y la figura corporal. Por tal razón, se suelen presentar
recaídas a largo plazo.
La terapia cognitivo conductual, por su parte, es el método más efectivo y el que mejores resultados
ha conseguido en el tratamiento de la bulimia. La terapia cognitivo-conductual, además de mejorar
los síntomas, también modifica la tendencia a realizar dietas extremas e influye en las actitudes hacia
el peso y la figura, así como otros síntomas psicopatológicos como la depresión, la baja autoestima,
el deterioro de las relaciones sociales del paciente, etcétera); de esta forma, los resultados se
mantienen a largo plazo.