El documento describe la evolución del debate sobre la edad de la Tierra a través de los siglos. En el siglo XVII, la Iglesia interpretó la Biblia literalmente y fijó la edad entre 3993-3998 años. En el siglo XVIII, los naturalistas pusieron en duda las referencias bíblicas y Hutton sugirió que se necesitaban cientos de millones de años para explicar los fenómenos geológicos. En el siglo XIX se rompió el vínculo entre religión y ciencia y se establecieron las bases de