3. Parte de la teología que estudia el
dinamismo que produce el Espíritu en
la vida del alma: cómo nace, crece, se
desarrolla, hasta alcanzar la santidad a
la que Dios nos llama desde toda la
eternidad, y transmitirla a los demás
con la palabra, el testimonio de vida y
con el apostolado eficaz.
¿Qué es la
espiritualidad?
4. • Al igual que la vida del cuerpo necesita de sustento y
alimento para sobrevivir y desarrollarse satisfactoriamente
y debe ser cuidada en momentos de falta de salud,
también la vida del espíritu necesita de ese alimento y de
esa atención. No darlos en la debida proporción y con la
frecuencia adecuada causa estragos graves en el alma:
tibieza, mediocridad, superficialidad, indiferencia,
desprecio por lo espiritual, endurecimiento del corazón y
deformación de la conciencia.
• Es imperiosa y urgente la necesidad de dar una formación
espiritual sólida, firme y segura a nuestros estudiantes que
les proporcionen las herramientas necesarias para poder
iniciarse con decisión en el camino del bien, de la búsqueda
de la verdad, del amor a Dios y al prójimo.
NECESIDAD DE LA
VIDA ESPIRITUAL
5. a) Sentido y conciencia de lo sagrado.
b) Vida de oración.
c) Vida sacramental y litúrgica.
d) Contacto frecuente con la Sagrada
Escritura.
e) Catequesis.
f) Vida ascética.
g) Enseñar a nuestros hijos el valor del
sacrificio.
h) Vida apostólica.
i) Ejemplos vivos: los santos.
j) Espíritu evangélico.
ALGUNOS
ELEMENTOS DE
FORMACIÓN
ESPIRITUAL
7. A primera vista pudiera
parecer que son lo mismo,
puesto en las tres existe una
comunicación con Dios, hay
un contacto con Él. Pero,
efectivamente, son muy
diferentes y vamos a
conocerlas mejor.
Oración,
Meditación y
contemplación
8. En el CEC, en los números
2700 – 2724, se nos explica
que existen tres tipos de
expresiones dentro de la
oración: la oración vocal,
la meditación y la oración
contemplativa
Oración,
Meditación y
contemplación
9. • La oración vocal son aquellas oraciones que
tienen una forma ya establecida, tales como el
Padrenuestro, el Avemaría, Gloria, el Credo, etc. Y
que son exteriorizadas, es decir, en voz alta. “La
oración vocal es la oración por excelencia de las
multitudes por ser exterior y tan plenamente humana”
(CEC 2704).
• El ser humano, por ser cuerpo y espíritu, tiene la
necesidad de expresar lo que siente y piensa. A
través de ella toma forma todo lo que habita en
nuestro corazón para así compartirla con Dios,
asegurándonos de que nos ha escuchado.
Oración
10. Por su parte, la meditación es una
reflexión única y personal que no
depende de palabras preestablecidas,
sino que es una conversación con Dios
desde el corazón. Partiendo de lo que en
ese momento inquieta, preocupa o alegra a
nuestro interior. “La meditación es, sobre
todo, una búsqueda. El espíritu trata de
comprender el porqué y el cómo de la vida
cristiana para adherirse y responder a lo que
el Señor pide” (CEC 2705).
Meditación
11. • De manera frecuente se suele hacer a través de la
lectura de la Palabra de Dios, de textos litúrgicos,
escritos espirituales o de la contemplación de
imágenes sagradas. Asimismo, cuando rezamos el
Santo Rosario, que es una oración vocal,
meditamos a la vez los misterios de la vida de
Cristo.
• Este tipo de oración nos ayuda a conectar el
pensamiento, la imaginación y la emoción para
profundizar en nuestra fe, en esa comunicación con
el Creador. Nos hace confrontarnos y discernir
para llegar a conocer la Voluntad de Dios en
nuestra vida.
Meditación
12. Finalmente, la oración contemplativa deja de lado
las palabras y los pensamientos y se centra más en
experimentar la presencia de Dios. Es una mirada de
amor y desde el corazón. El Santo Cura de Ars cuenta
la anécdota que tuvo con aquel campesino que
siempre que iba a la Iglesia y que pasaba largos ratos
delante del Sagrario. Hasta que un día, el Santo decidió
acercársele y le preguntó: ¿Qué hace usted aquí tanto
tiempo? Y aquel hombre le contestó: “Yo le miro, Él me
mira”. Nada más, eso es la contemplación, estar cara
a cara con el Señor, en donde el corazón se
convierte en el punto de encuentro.
Contemplación
13. Sólo a través de una entrega humilde y pobre
es que podremos entrar en el campo de la
contemplación, pues así disponemos nuestro
ser a la Voluntad del Padre, en unión con su
Hijo.
No se hace contemplación cuando se tiene
tiempo, sino que se toma el tiempo de estar
con el Señor con la firme decisión de no
dejarlo y volverlo a tomar, cualesquiera que
sean las pruebas y la sequedad del
encuentro. (CEC 2710)
Ccontemplación
https://es.catholic.net/op/articulos/71031/cat/13/cual-es-la-diferencia-entre-oracion-meditacion-y-contemplacion.html#modal
14. • En realidad la vida de oración es un proceso por
el que el alma, en su relación con Dios, camina
desde un hablar con Él hasta un vivir en el amor
de Él. Este proceso es posible gracias a la virtud
del silencio.
• No podemos entrar inmediatamente en la
presencia de Dios, sino a condición de que
hagamos la experiencia de un silencio interior y
exterior. Por eso, hemos de adoptar como
propósito especial el silencio de la mente, de los
ojos y de la boca
Silencio
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