1. Anatomía y Fisiología de la Nariz
La nariz es la primera porción del tracto respiratorio, que se ubica superior a la boca
e inferior a la glabela frontal. Ésta estructura contiene al órgano encargado de la
olfacción. La nariz está formada por una estructura externa y una cavidad nasal.
Entre su anatomía externa encontramos diferentes estructuras como son la piel, el
tejido celular subcutáneo, hueso, cartílago, músculos, venas, arterias, nervios y
vasos linfáticos.
Piel: La piel de la nariz es más delgada en la parte del dorso cartilaginoso y
tiene un mayor espesor sobre los huesos nasales y en la punta de la nariz.
Tejido celular subcutáneo: Este tiene diferentes capas que de superficial a
profundo son el tejido adiposo superficial, el tejido adiposo profundo que
contiene los diferentes vasos sanguíneos, nervios y vasos linfáticos, tejido
fibromuscular y el periostio o pericondrio. Cabe resaltar que la mayor
cantidad de glándulas sebáceas se encuentran distribuidas en la punta de la
nariz.
Estructura ósea: Ésta tiene forma de pirámide con vértice superior y base
inferior. Se encuentra formada por los huesos nasales y los huesos
maxilares. El vértice se forma por el borde inferior de los huesos nasales, los
bordes laterales se forman por las apófisis cigomáticas del hueso maxilar y
la base se forma por el proceso alveolar de éste mismo hueso.
Estructura cartilaginosa: Formada por diferentes cartílagos:
o Cartílagos laterales superiores o cartílagos triangulares: Su borde
superior contacta con los huesos nasales y la apófisis frontal del
maxilar. El borde inferior contacta con el cartílago alar mayor. El borde
medial, que tiene un mayor grosor, contacta con el cartílago septal,
dando de su unión el dorso cartilaginoso de la nariz.
o Cartílago inferior o alar mayor: Define la forma de la punta de la
nariz y el ala nasal. Se encarga de mantener la permeabilidad de la
fosa nasal y está formada por dos partes: una pars lateral que es más
ancha que la medial, cubre el borde caudal del cartílago triangular y
está conectada con el ala nasal y el hueso maxilar por una membrana
fibrosa y cartílagos accesorios; la pars medial es más delgada que la
lateral, es la que se encarga de formar la estructura de columela que
forma los dos vestíbulos nasales paralelos y en su parte inferior se
encuentra con el septo y la espina anterior del maxilar. Los cartílagos
formas diferentes áreas que cumplen diversas funciones, como son el
triángulo externo lateral que colapsa durante la inspiración; el triángulo
débil, que se separa del septo cartilaginoso durante la inspiración; la
válvula nasal interna, que se forma por el solapamiento del cartílago
alar sobre el cartílago triangular en su borde posterior; y la válvula
2. nasal externa, que está formada por el cartílago alar, tejido blando alar
y el septo membranoso.
Músculos: Todos los músculos son inervados por el nervio facial y se
encargan, principalmente, de aumentar la unión del cartílago alar y el
cartílago triangular, además de controlar la dilatación del ala de la nariz
durante la inspiración y la espiración y tienen una gran influencia en la
regulación de la válvula nasal interna. Entre los músculos que conforman la
nariz están:
o Piramidal o prócer: Que se encarga de la elevación de la nariz
cuando se frunce el ceño.
o Mirtiforme o depresor del septo: Que se encarga de deprimir el
septo y la punta nasal, expandiendo las narinas en la inspiración
profunda.
o Músculo elevador del labio superior y el ala nasal: Que produce un
acortamiento de la nariz y la dilatación de las narinas.
o Músculo nasal: Que se conforma por 2 haces: el haz transversal que
se encarga de el cierre de las narinas; y el haz alar que se encarga de
la dilatación de las narinas.
Irrigación: La irrigación está dada por:
o Arteria oftálmica: Que da la rama de la arteria nasal dorsal.
o Arteria etmoidal anterior: Que da la rama de la arteria nasal externa.
o Arteria facial: Que da las ramas de la arteria angular y la arteria labial
superior.
o Arteria maxilar interna: Que proporciona la arteria infraorbitaria.
Drenaje venosoy linfático: El drenaje venoso de realiza a través de la vena
angular y la vena oftálmica inferior que desembocan en la vena yugular, y el
drenaje linfático se realiza hacia los ganglios paratiroideos y submaxilares.
Inervación: La inervación está dada por ramas del nervio oftálmico,
específicamente las ramas supratroclear e infratroclear que se encargan de
inervar la piel del dorso y raíz nasal. También recibe fibras procedentes del
nervio maxilar, con su rama infraorbitaria que se encarga de la inervación de
la porción lateral de la nariz; y por ramas del nervio etmoidal anterior, como
es la rama nasociliar, con su rama nasal externa que se encarga de la
inervación de la porción caudal de la nariz.
Hablando de su anatomía interna la nariz está conformada por las siguientes
estructuras: fosa nasal, vestíbulo, septo, pared lateral, vasos sanguíneos y linfáticos
y diferentes nervios que proporcionan la inervación sensitiva, olfatoria y autónoma.
Fosa nasal: Dentro de la fosa nasal podemos encontrar medialmente al
septo nasal, lateralmente diferentes estructuras membranosas,
cartilaginosas y óseas; en la parte superior se encuentra, anteriormente el
hueso nasal, la espina nasal del hueso frontal y el suelo del seno frontal; en
la parte media se encuentra la lámina cribosa y en la parte posterior la pared
3. anterior del seno esfenoidal. En el suelo de las fosas nasales se encuentra,
en la parte anterior la apófisis palatina del hueso maxilar y en la parte
posterior el hueso palatino.
Vestíbulo: Es la zona de entrada del aire y se encuentra dilatado
anteriormente, volviéndose más estrecho en la parte posterior para generar
una mayor resistencia de aire a la inspiración en esta zona. Está conformado
por un epitelio escamoso, vibrisas y glándulas sudoríparas y sebáceas. Sus
límites son: anteriormente la ventana nasal, en la parte medial el septo
membranoso y cartilaginoso y lateralmente la pars lateral del cartílago alar
mayor.
Septo: Está formado por distintas estructuras, como son:
o Columela: Es un tejido blando recubierto de piel, que se localiza
anteriormente al septo cartilaginoso y su forma depende directamente
de la pars medial del cartílago alar.
o Septo membranoso: Es un área membranosa de conexión entre la
columela y el septo cartilaginoso y es bastante móvil.
o Cartílago septal: Tiene forma cuadrangular, en la parte superior tiene
conexión con los cartílagos triangulares y los huesos nasales, en su
parte posterior con la lámina perpendicular del etmoides, en la parte
posteroinferior con el hueso vómer, en la parte anteroinferior con la
espina nasal anterior y en la parte anterior con el septo membranoso
y la columela.
o Hueso vómer: En su parte superior tiene relación con la lámina
perpendicular del etmoides y el cuerpo del esfenoides, en su parte
anterior contacta con el cartílago septal y en la parte inferior con el
hueso palatino y la cresta del hueso maxilar.
o Lámina perpendicular del etmoides: Tiene una forma cuadrangular
que se ubica en la parte superior del septo en la cavidad nasal. Su
parte anterosuperior contacta con los huesos nasales y el hueso
frontal, su parte superior se continua con la lámina cribosa, su parte
posterior contacta con el cuerpo del esfenoides, en su parte
posteroinferior se articula con el hueso vómer y en su parte
anteroinferior contacta con el cartílago septal
Pared lateral: Se encuentra conformada por la lámina de cornetes y meatos.
Los cornetes son proyecciones óseas de forma atornillada que tienen la
función de generar un flujo turbulento de aire en los meatos, y los meatos son
los espacios formados inferiormente a cada cornete que sirven de conducto
para el paso del aire.
o Cornete inferior: Es una estructura ósea independiente, es más
elevado y grueso en su porción medial y es el cornete con mayor
vascularización, por lo que es el cornete que más sufre congestión o
hipertrofia.
4. o Meato inferior: Se ubica entre el suelo y el cornete inferior y contiene
al conducto nasolacrimal.
o Cornete medio: Es una porción del hueso etmoides, que tiene una
dirección de superoanterior a posteroinferior. Contiene a la estructura
neumática denominada concha bullosa, que se continua con las
celdas etmoidales y se encuentra presente solo en 1/3 de la población
general. Anterior al cornete medio se sitúa el agger nasi, que es una
cresta en el extremo anterosuperior del cornete medio.
o Meato medio: Es un receso frontal que sirve de salida para el seno
frontal y algunas celdas etmoidales anteriores. Se encuentra limitado
por la apófisis unciforme y el hiato semilunar, éste último sirve de
drenaje para las celdas etmoidales anteriores y el seno maxilar. En
ocasiones también es posible encontrar una bula neumática aquí que
se conoce como bula etmoidal.
o Cornete superior o supremo: El cornete superior está presente solo
en el 60% de la población y corresponde a un a porción del etmoides.
Se ubica posterosuperior al cornete medio, es más pequeño y tiene
un receso esfenoetmoidal, ubicado entre el cornete superior y la cara
anterior del hueso esfenoides, en e l que drena el seno esfenoidal.
o Meato superior o supremo: Se ubica entre el cornete superior y
medio, y sirve de drenaje para las celdas etmoidales posteriores.
Irrigación: La irrigación está dada por las carótidas interna y externa. De la
arteria carótida interna nace la arteria oftálmica que de la cual surgen 2
ramas: la arteria etmoidal anterior, que va a irrigar el 1/3 anterior del septo y
pared lateral; y la arteria etmoidal posterior, que irriga el cornete superior y el
septo posterior. De la arteria carótida externa nace la arteria maxilar interna,
de la cual, la rama esfenopalatina va a irrigar los cornetes inferior y medio y
la parte posterior del septo, y la rama palatina descendente el suelo nasal y
paladar blando. De esta última rama nace la arteria palatina mayor que irriga
al paladar duro.
Existe un área de anastomosis arteriales y arteriovenosas que se encuentra
en la parte anterior de las fosas nasales. Esta área de anastomosis
vasculares se le conoce como área o plexo de Kiesselbach. El plexo de
Kiesselbach se forma por la arteria labial superior, las ramas septales de la
arteria esfenopalatina, la arteria etmoidal anterior y la arteria palatina mayor.
Drenaje venoso y linfático: El drenaje venoso esta dado por las venas
esfenopalatina, la vena etmoidal y el plexo nasal. La vena esfenopalatina
drena al plexo pterigoideo, la vena etmoidal drena a la vena oftálmica
superior, y el plexo nasal, drena al plexo subcutáneo nasal y este a su vez
drena en la vena facial.
El drenaje linfático se da hacia los ganglios cervicales profundos y los
ganglios retrofaríngeos.
5. Inervación: La inervación de la nariz interna se puede dividir en 3 tipos:
olfatoria, sensitiva y autónoma.
La inervación olfatoria inicia en el epitelio olfatorio, ubicado en la parte
superior de las fosas nasales, aquí las partículas odoríferas estimulan a los
receptores nerviosos y las células ciliares olfatorias. Aquí el estímulo sigue
hacia arriba hasta llegar al bulbo olfatorio, al atravesar la lámina cribosa del
etmoides. En el bulbo olfatorio el estímulo sigue la vía hacia las cintillas
olfatorias y hacia el sistema nervioso central.
La inervación sensitiva se encuentra tanto en la pared lateral como en la
pared septal. La pared lateral se encuentra inervada por la rama nasal
anterolateral y posterolateral del nervio etmoidal anterior, las ramas maxilar
y pterigopalatina del ganglio esfenopalatino, las ramas nasales internas del
nervio infraorbitario y por el área olfatoria. La pared septal, por otro lado, está
inervada por la rama etmoidal anterior y posterior del nervio nasociliar, por el
nervio palatino, por el nervio alveolar anterosuperior y, de la misma forma,
por el área olfatoria.
La inervación autónoma simpática se origina de la asta lateral de T1 a T3,
asciende por la cadena simpática homolateral hasta el ganglio cervical
superior, aquí las fibras postganglionares forman el plexo carotídeo externo
e interno. Del plexo carotídeo interno nace el nervio petroso profundo, que al
unirse con el nervio petroso superficial conforman el nervio Vidiano, que
penetra en el canal Vidiano hasta llegar al ganglio esfenopalatino, el cual
atraviesa sin hacer sinapsis para distribuirse en la mucosa nasal. La
inervación autónoma parasimpática se origina en el núcleo del nervio facial.
Las fibras de aquí siguen hacia el ganglio geniculado para unirse a las fibras
del nervio petroso superficial, el cual se une al nervio petroso profundo para
conformar al nervio Vidiano, que llega al ganglio esfenopalatino y aquí, las
fibras parasimpáticas, hacen sinapsis con la segunda neurona para que las
fibras postganglionares, al salir, se distribuyan en la mucosa nasal.
La nariz tiene una serie de funciones, de las cuales es importante destacar 4 de
ellas: la función olfatoria, la función ventilatoria, la función defensiva y la función
fonatoria.
Función olfatoria: La mucosa olfatoria se encuentra tapizada, al igual que
el resto de las fosas nasales y los senos paranasales, de una membrana
conocida como membrana pituitaria. Las partículas odoríferas estimulan a la
primera neurona en el epitelio olfatorio. De aquí, el impulso es llevado al
bulbo olfatorio, donde cambia su dirección siguiendo ahora el trayecto de las
cintillas olfatorias, que transmiten el impulso hasta llegar al núcleo olfatorio
anterior. El núcleo olfatorio anterior es un núcleo que se encarga de regular
las señales olfatorias, de manera que éstas lleguen a ambos hemisferios del
sistema nervioso central en la misma manera para que se pueda dar una
adecuada integración y análisis del estímulo. Al pasar el núcleo olfatorio
6. anterior, las cintillas olfatorias se dividen a nivel de la sustancia perforada
anterior en una estría medial y una estría lateral. Las cintillas olfatorias, así
como las estrías olfatorias se encuentran recubiertas de sustancia gris,
conocida como circunvoluciones olfatorias. El impulso termina en el lóbulo
olfatorio del sistema nervioso central, el cual está formado por 2 cortezas, la
corteza olfatoria primaria, que a su vez está formada por la sustancia
perforada anterior, el área prepiriforme y el cuerpo amigdaloide; y la corteza
olfatoria secundaria, que se encuentra formada por el área entorrinal del
sistema nervioso central, que se encuentra conformada por las áreas 28 y 34
de Brodmann. Desde aquí las fibras pasan a la formación del hipocampo y la
corteza insular anterior, por el fascículo unciforme. Ninguna fibra llega a la
formación del hipocampo directamente desde el área prepiriforme.
Función ventilatoria: Las fosas nasales, gracias a sus distintos elementos
anatómicos, se encarga de regular el flujo aéreo nasal. En esta regulación
del flujo aéreo nasal intervienen factores estáticos como la configuración de
las fosas nasales, y dinámicos como las alas nasales, las válvulas nasales y
distintos fenómenos vasomotores. El flujo aéreo nasal, en condiciones
fisiológicas no forzadas es de 6 a 8 litros por minuto de aire, pudiendo llegar
hasta los 60 litros por minuto durante una ventilación máxima. Este flujo
aéreo es mayor en la parte anterior de las fosas nasales.
Durante la inspiración, el flujo aéreo sigue el trayecto del meato medio,
mientras que a la espiración el aire fluye por el suelo y el meato inferior.
Gracias a los distintos elementos estáticos y dinámicos la nariz tiene la
capacidad de convertir el flujo laminar de aire en un flujo turbulento, esto con
la finalidad de que la mayor cantidad de aire contacte con la mucosa nasal
para poder llevar a cabo sus funciones. Este cambio de flujo laminar a flujo
turbulento también facilita el intercambio de calor, humedad y partículas
extrañas. Durante la inspiración el aire atraviesa la ventana nasal formando
una columna vertical con velocidad de 2 a 3 metros por segundo. La columna
de aire inicia su conversión de laminar a turbulenta en la válvula nasal interna,
donde adquiere una velocidad de 12 a 18 metros por segundo (cabe resaltar
que es la zona de mayor velocidad del flujo aéreo de todo el sistema
respiratorio). Posteriormente el aire cambia su dirección en un ángulo de 60
a 70° a nivel del meato medio para continuar su trayecto por este a una
velocidad menor de unos 2 a 3 metros por segundo. Al alcanzar la pared
posterior de la faringe, la columna de aire vuelve a cambiar su dirección de
80 a 90° en dirección inferior con una velocidad de 3 a 4 metros por segundo.
Existen tejidos dentro de las fosas nasales que tienen capacidad eréctil, esto
quiere decir que tienen propiedades congestivas gracias a la irrigación que
poseen. La vasocongestión provoca una disminución en el calibre de la fosa
nasal. Esta vasocongestión es más evidente en el cornete inferior en su parte
anterior. La congestión tiene como finalidad, compensar defectos anatómicos
como lo podría ser una desviación septal, pero en ocasiones ocurre de
7. manera exagerada produciendo obstrucciones parciales o totales de las
fosas nasales y por ende una restricción del flujo aéreo nasal.
Las fosas nasales, a lo largo de su trayecto y gracias a sus meatos, cornetes
y válvulas, distintas resistencias nasales que permiten el acondicionamiento
del aire, una adecuada ventilación alveolar y un estímulo olfatorio con la
capacidad de integrarse e interpretarse de manera ideal. La mayor
resistencia se encuentra dada por la válvula nasal interna, la cual produce el
70% de esta resistencia, y el resto se encuentra proporcionado por el resto
del área turbinar (meatos y cornetes). La resistencia al flujo aéreo nasal
optimiza el flujo aéreo que llega a los alvéolos aumentando la presión
intratorácica. Debido a esta resistencia, la respiración nasal es más lenta y
profunda que la respiración bucal, lo que aumenta la hematosis alveolar y
permite la dilatación de un mayor número de alvéolos. Las resistencias
nasales producidas en la espiración incrementan el intercambio gaseoso al
aumentar la presión intratorácica. Según los tiempos de Negus, el momento
de mayor intercambio gaseoso de todo el ciclo respiratorio se da al inicio de
la espiración.
Existe un elemento dinámico que se encarga de regular el flujo aéreo nasal
gracias a la hipertrofia alternante de los cornetes, este se conoce con el
nombre de ciclo nasal. El ciclo nasal es un ciclo alternante de congestión-
descongestión de los cornetes nasales y las demás zonas eréctiles. Sucede
en periodos que pueden ir desde cada 30 minutos hasta cada 4 horas. El
ciclo nasal está influenciado por diversos factores como son las condiciones
climáticas, la postura, la edad y las características individuales de cada
persona. El mecanismo que regula este ciclo nasal es aún desconocido, per
o varios estudios concuerdan en que depende de 2 núcleos vegetativos
periféricos, que a su vez están regulados por un centro hipotalámico
autónomo.
Por último, el acondicionamiento del aire comprende 3 procesos: la
humidificación del aire, el calentamiento del aire y el filtrado de las partículas
extrañas. La humidificación y el calentamiento del aire depende de los vasos
sanguíneos y de las glándulas nasales. Los vasos sanguíneos tienen
anastomosis arteriovenosas lo que ayuda al calentamiento del aire durante
la vasocongestión nasal. La congestión de las fosas nasales está regulada
por el sistema nervioso parasimpático gracias a la vasoconstricción que
produce y la descongestión nasal está regulada por el sistema nervioso
parasimpático gracias a la vasodilatación que produce.
El filtrado del aire está producido de manera inicial por las vibrisas del
vestíbulo nasal, que se encargan de atrapar la mayor cantidad de partículas
de mayor tamaño en la parte anterior de las fosas nasales. Las partículas de
menor tamaño se quedan atrapadas en el moco y la membrana pituitaria de
la mucosa en su parte superior y posterior de las fosas nasales.
8. Posteriormente las partículas son arrastradas hacia afuera de las fosas
nasales gracias al mecanismo de barrido mucociliar.
Función defensiva: Existen 2 mecanismos por el cual la nariz puede ejercer
su función defensiva: el mecanismo de defensa mucociliar y el de defensa
inmunológica.
El mecanismo de defensa mucociliar depende de 2 aspectos: las secreciones
de las glándulas submucosas y de las células caliciformes; y de la actividad
ciliar. Las secreciones atrapan las partículas extrañas que no pudieron
quedarse atrapadas en las vibrisas de la parte anterior, y los cilios barren las
secreciones del árbol traqueobronquial hacia la faringe para ser deglutidas o
escupidas. El moco está constituido por distintos elementos, siendo en un
95% agua, un 4% de mucina que es lo que de confiere sus propiedades de
elasticidad y viscosidad, y un 1% de IgA, lisozima, lactoferrina e interferón.
El moco se distribuye en 2 capas, una capa más superficial conocida como
gel, que es el encargado propiamente de atrapar las partículas externas y
una capa más profunda conocida como sol, que se distribuye entre los cilios
y alrededor de ellos para facilitar su movimiento de barrido ya que funciona
como una especie de lubricante para ellos.
Los cilios son proyecciones alargadas y móviles que surgen del polo apical
de la célula. Éstos se encuentran en un número de 50 a 200 por cada célula
y realizan un movimiento de batido que puede alcanzar una frecuencia de
hasta 1000 batidas por minuto, lo que hace avanzar al moco y las
secreciones con las partículas externas a una velocidad de 5 milímetros por
minuto. Este movimiento de batido se da en 2 fases: una fase de movimiento
rápido, que impulsa el moco y las secreciones con partículas externas hacia
afuera del sistema respiratorio; y una fase de movimiento lento que regresa
los cilios a su posición original para iniciar un nevo movimiento rápido. El
movimiento ciliar se realiza de manera sincrónica, en un movimiento tipo
ondular que se conoce como movimiento metacronal. El movimiento
metacronal se refiere que los cilios no se mueven en la misma direccióntodos
al mismo tiempo, sino que lo hacen de manera alternante permitiendo de esta
forma que mientras algunos cilios se encuentran en su fase de movimiento
rápido, otros se ubican en el movimiento lento para recibir las secreciones de
los cilios previos y de esta forma continuar con el avance del moco en la
dirección deseada.
El mecanismo de defensa inmunológica se encuentra dado principalmente
por un tejido linfoide periférico conocido como Tejido Linfoide Asociado a la
Nariz (NALT). Este tejido linfoide NALT es parte una familia de tejidos
linfoides periféricos conocida como Tejidos Linfoides Asociados a Mucosas
(MALT). El NALT se ubica en la mucosa y submucosa de las fosas nasales
y está formado por agregados linfocitarios. Funciona como un punto de
proliferación, diferenciación y activación de los linfocitos B para que
produzcan sustancias inmunológicas que ayuden a la protección de las fosas
9. nasales. El 80% de las secreciones inmunológicas de los linfocitos B es la
inmunoglobulina A (IgA). La secreción de IgA por el NALT es independiente
de la síntesis sérica de IgA. La IgA tiene la particularidad de no activar la
cascada del complemento, con lo cual no se produce una respuesta lesiva
durante la protección inmunológica.
Función fonatoria: La nariz también interviene en el mecanismo de la
fonación, gracias a su función resonadora durante la formación de los
sonidos de las consonantes nasales, como la N y M y durante la formación
de los sonidos de las vocales nasales, que se encuentran en ciertos idiomas
como el portugués y el francés.
Existen 2 alteraciones en la fonación nasal: la Rinolalia abierta y la Rinolalia
cerrada. La Rinolalia abierta se refiere al aumento en la resonancia nasal
debido a una comunicación entre la cavidad bucal y la cavidad nasal. A esta
alteración también se le conoce como hiperrinolalia o hiperrinofonía y puede
estar debido a insuficiencia o parálisis del velo del paladar, o a una fisura
submucosa. Por otro lado, la Rinolalia cerrada produce una disminución de
la resonancia nasal por una falta de la comunicación entre la cavidad nasal y
la cavidad bucal. A esta alteración también se le conoce como hiporrinolalia
o hiporrinofonía. Las causas que puedan originar esta condición pueden ser
orgánicas o funcionales, dentro de las causas orgánicas se encuentran los
pólipos, hipertrofia adenoidea, hipertrofia de cornetes, sinequias o atresia de
coanas. Dentro de las causas funcionales la más común es una contracción
paradójica del velo del paladar.
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