2. ¿Qué son minorías étnicas?
La mayor parte de sociedades se hallan estratificadas en grupos raciales,
étnicos y culturales. La denominación usual que se les da es "minorías. Estas
minorías se distinguen de una estratificación por clases, en tanto que
poseen estilos de vida distintivos que pueden remontarse a tradiciones
culturales de otra sociedad, sus miembros pueden pertenecer a menudo a
diferentes clases sociales y tienen conciencia de existir como grupo
separado del resto de la población.
Los criterios para establecer la pertenencia al grupo pueden ser la
apariencia física, el origen común en otro país o región, la lengua, la cultura
o la posesión de un estilo de vida distintivo.
Las minorías raciales, étnicas y culturales son grupos subordinados o cuya
posición es vulnerable a la subordinación. El término mayoría se aplica a los
segmentos raciales, étnicos y culturales de la población que gozan de un
rango más alto y de una situación de mayor seguridad.
3. Para que un grupo sea considerado "grupo étnico", debe reunir las
siguientes características: 1. autoperpetuarse biológicamente; 2. compartir
unos valores culturales fundamentales; 3. crear un campo propio de
comunicación e interacción; 4. la pertenencia al grupo es identificable
como tal por otros.
Las diferencias entre los grupos minoritarios y mayoritarios suelen ser tanto de
orden objetivo como subjetivo, pero la pertenencia al grupo viene
condicionada de forma decisiva por las valoraciones subjetivas. El
sentimiento de pertenencia a uno u otro grupo tiene un papel
trascendente.
El rasgo principal que da lugar a la valoración de un grupo como minoría
étnica es, sobre todo, de índole cultural. A lo largo de la evolución histórica
de un territorio, dos culturas, o una cultura principal y una subcultura,
pueden discurrir conjuntamente, pero casi siempre con subordinación (...).
En el grupo dominante hay unas motivaciones y actitudes de prejuicio, que
se traducen en unos comportamientos discriminatorios. Estos pueden dar
lugar a su vez, a autoexclusiones del grupo minoritario, que contribuyen a
reforzar y mantener la discriminación.
4.
5. Comunidades Indígenas
En los últimos años se ha producido un cambio fundamental de concepción
en la doctrina jurídica y en la ciencia política, sobre derechos de las
comunidades indígenas. En la Constitución Colombiana se manifiesta
claramente este cambio, cuyas implicaciones empiezan a tener una
trascendencia que sobrepasa el ámbito estrictamente jurídico. La existencia
en el país de 81 grupos étnicos que hablan 64 lenguas diferentes y que
representan una población de aproximadamente 450 mil indígenas es un
reflejo de la diversidad étnica del país y de su inapreciable riqueza cultural.
La comunidad indígena ha dejado de ser solamente una realidad fáctica y
legal para pasar a ser sujeto de derechos fundamentales.
El reconocimiento de la diversidad étnica y cultural supone la aceptación
de la multiplicidad de formas de vida y sistemas de comprensión del mundo
diferentes de los de la cultura occidental.
Algunos grupos indígenas que conservan su lengua, tradiciones y creencias
no conciben una existencia separada de su comunidad. El reconocimiento
de los derechos fundamentales del individuo, respetando sus concepciones
como aquella que no admite una perspectiva individualista de la persona
humana.
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7. Comunidades Afrocolombianas
Colombia es un país multicultural y plurietnico caracterizado por su diversidad en
lenguas, costumbres y cosmovisiones.
La población y la cultura nacional son enriquecidos por el valioso aporte que a
ella hacen las comunidades negras, las cuales son diversas en si mismas y se
conforman por: Afrocolombianos, aquellos descendientes de los provenientes de
África en la época de la colonia.
Los Palenqueros, pobladores del corregimiento de San Basilio de Palenque
ubicado en el municipio de Mahates, en el departamento de Bolívar que nacen
como una forma cultural de resistencia anticolonial en los siglos XVII y XVIII, con
usos, costumbre y lenguas particulares y Los Raizales aquellos isleños originarios
de la islas de San Andrés, Providencia Y Santa Catalina descendientes mestizos
de la unión entre Europeos, principalmente Ingleses, Holandeses, Españoles entre
otros y nativos de las islas.
Estos cuentan con una cultura propia, su lengua es creole y de religión bautista.
Algunas de las problemáticas que actualmente atraviesan estos pueblos se
relacionan con el tema de pobreza y pobreza extrema, como en el caso del
choco, la costa caribe, la guajira entre otros, el tema del desplazamiento, la
deficiencia en la educación, la imposibilidad del acceso equitativo a las
oportunidades, el racismo y discriminación racial, la baja participación y
representación política, el deterioro del patrimonio cultural intangible, desempleo
y la problemática entorno al territorio, entre otros.
8.
9. Comunidades Rom o Gitanas
En Colombia la mayoría de los rom pertenece a familias de tres o cuatro generaciones
en el país, lo cual indica que la gran migración europea se desarrolló probablemente
hacia la mitad del siglo XIX. Desde esa fecha hasta hoy, exceptuando los grupos
familiares que llegaron a causa de las dos conflagraciones mundiales, no se han
presentado desplazamientos intercontinentales significativos.
Hay una gran dificultad para acceder a fuentes escritas queden cuenta de los
antecedentes históricos del pueblo rom en Colombia, sin embargo Prorom cree que
existen referencias escritas sobre los rom camufladas y escondidas en otros nombres y
etnónimos. No obstante, es claro que por ser un pueblo ágrafo, la historia de los rom
debe reconstruirse a partir de la utilización de la tradición oral que se encuentra
depositada en la memoria de los hombres y mujeres de mayor edad que habitan las
diferentes kumpeniyi.
Para la historia más reciente, las fotografías y documentos de identidad que existen en
casi todas las familias rom pueden aportar elementos interesantes y desconocidos
sobre la historia de los rom. Como en la mayoría de los asentamientos rom en casi
todos los países del mundo, el pueblo rom de Colombia también tiene un contenido
heterogéneo. Sin embargo, pese a estas diferencias, se puede afirmar que en este
contexto se es rom “por derecho de nacimiento”, es decir por compartir una serie de
elementos culturales comunes que llenan de contenido su etnicidad y los diferencian
notablemente del resto de sus conciudadanos.
10. Entre los rom residentes en Colombia existen varios subgrupos entre los que se pueden
mencionar los Bolochoc, los Boyrás, los Churon, los Jhánes, los Langosesti y los Bimbay,
entre otros clanes y linajes, quienes tal vez para poder pasar desapercibidos entre sus
compatriotas y para todos los asuntos con el Estado colombiano suelen llamarse con
apellidos como Gómez, Mendoza, Cristo, Romero, Demetrio o Churón. Así mismo, los
rom de Colombia pertenecen mayoritariamente al grupo de los kalderash, esto es,
caldereros, cuya tradición por cierto ya casi nadie practica entre ellos. Los estimativos
más recientes realizados por Prorom señalan que la población rom de Colombia puede
llegar aproximadamente a 2.500 personas en todo el país. Esta comunidad se ha
establecido en las distintas kumpeniyi.
En Colombia se pueden identificar varias de ellas, que son la asociación de grupos
familiares que establecen alianzas para compartir una vida en comunidad, y se
localizan en las siguientes ciudades: Bogotá, (en los barrios Galán, San Rafael, Mar-
sella, La Igualdad, La Floresta, La Primavera, Puente Aranda, Bosque Popular, San
Fernando y Bosa); Girón ( barrio El Poblado);Cúcuta (barrios Juan Atalaya, Los
Comuneros, Chapinero, La Victoria y Motilones); Cali (barrio Alfonso López); Envigado
(barrios Obrero, La Magnolia, Portal y Las Flores); Sampués (barrios Balcones del Río, El
Carmelo, Doce de Octubre y El Tamarindo); Santa Marta (Gaira); Fusagasuga
(Balmoral); El Espinal (La libertad); Cali (Alfonso López).
De estas kumpeniyi las más importantes por su número de familias y representatividad
son las de Bogotá, Girón y Cúcuta. Quince años atrás una de las kumpeniyi más
importante era la de Itagüí pero a causa de la violencia producida por el narcotráfico,
la mayoría de familias rom se desplazaron a otras ciudades. La kumpania establecida
en el municipio de Dos Quebradas (Risaralda), tal vez una de las más grandes del país,
fue dispersada; sus miembros se vieron forzados a emigrar a otras ciudades del país y
un número importante a Panamá. La incesante violencia que azota a Colombia está
generando en los últimos años un fenómeno de desplazamiento importante hacia las
fronteras del país.