Este documento presenta el plan de estudios de un curso de nivelación académica en sociedad y cultura. El curso se divide en cuatro unidades que examinan (1) un diagnóstico del presente histórico a través del estudio de casos contemporáneos, (2) una breve revisión de la historia de la humanidad, (3) los eventos más importantes del siglo XX, y (4) las posibilidades del futuro y la transformación social. El objetivo es que los estudiantes desarrollen una comprensión histórica informada de la real
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COMPILADORES
Soc. Manuel Valdiviezo Cacay
Ing. Jorge Arias Chiriboga
Lcda. Diana Mora Aguirre
Abg. Mariana Suarez Minuche
COORDINADOR DE MATERIA
MBA. Wilmer Illescas Espinoza INTRODUCCIÓN
La temática que presentamos a continuación tiene el propósito de introducir a los y
las estudiante en las herramientas conceptuales y los conocimiento básicos
necesarios para generar una mirada histórica del presente, como resultado de un
extenso y complejo proceso de conflictividades sociales. Con ello se espera que el
curso de nivelación académico en Sociedad y Cultura incentive a los y las
estudiantes de las áreas de Educación, Servicios, Ciencias Sociales y Humanidades
a analizar y debatir la realidad social, local y global, desde una perspectiva histórica,
informada y comparada; a relacionar hechos y procesos históricos con sus
repercusiones actuales; a identificar cambios y transformaciones sociales a lo largo
de la historia de la humanidad, y, sobre todo, a comprender el rol activo de diversos
colectivos sociales para promover, precisamente, dichas transformaciones.
La primera unidad de análisis desarrolla un diagnóstico del presente como resultado
de determinados procesos históricos que se revisarán en las siguientes unidades.
Para captar la atención y las sensibilidades de los estudiantes se utilizarán algunos
casos de estudio muy comentados en la actualidad, los que a su vez están
subdivididos en cuatro grandes temas: América Latina, las crisis del torna siglo y los
procesos constituyentes; Asia, la crisis de los países del sur este y el ascenso
económico de China e India; Medio Oriente, el norte de África y los levantamientos
democráticos en el mundo árabe; Estados Unidos y Europa frente a la crisis
financiera y política contemporánea.
Por su parte, la segunda unidad expone al estudiante un breve recuento de las
diferentes y extensas etapas históricas de la humanidad en diferentes latitudes del
planeta, ubicando un punto de quiebre fundamental en 1492, momento clave para
entender, parafraseando a Immanuel Wallerstein, el posterior proceso colonial y la
estructuración del moderno sistema-mundo capitalista. La unidad cierra con una
recapitulación histórica de los procesos independentistas en América Latina y el
Caribe y el paralelo proceso de consolidación de los ideales de la Revolución
Francesa y los avances técnicos de la Revolución Industrial en las metrópolis.
Luego, la tercera unidad de análisis se concentra en desarrollar una revisión
resumida de los acontecimientos y procesos históricos más importantes del siglo
XX, las explosiones de violencia en la primera y segunda guerras mundiales, la
disolución del mundo bipolar durante la guerra fría y los diversos episodios
revolucionarios, tanto sociales como técnico-científicos, que moldearon y moldean
las sociedades y las culturas del mundo hasta nuestros días. Así, la cuarta unidad
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pretende incentivar a los estudiantes a reflexionar y debatir rigurosamente alrededor
del devenir histórico y las posibilidades abiertas al futuro, tanto en el corto como en
el mediano y largo plazo, para transformar la realidad y el devenir histórico de la
humanidad.
Por último, y con la intención poner a debate el bagaje histórico que han logrado
adquirir los estudiantes, se incluye la unidad de Identidad y Cultura a manera de
cierre del curso de nivelación. Además de desarrollar una breve discusión sobre el
paradigma de la identidad en los estudios sociales y culturales contemporáneos, la
unidad se focaliza en analizar críticamente a la sociedad ecuatoriana como una
sociedad ―plurinacional‖ y ―multiétnica‖ envuelta en un conjunto de conflictos
entre diferentes identidades sociales (étnico-raciales, de género, nuevas identidades
urbanas, etc.), y pone en discusión los retos históricos que ello implica para la
transformación de un mundo envuelto en recurrentes crisis sociales, políticas,
económicas, ambientales y civilizatorias.
Como se podrá observar a continuación, la malla incluye sugerencias para organizar
actividades evaluativas, tanto en el aula como a manera de trabajo autónomo. Éstas
actividades, además de las discusiones derivadas de los temas de análisis aquí
descritos, tienen el objetivo de introducir a los y las estudiantes a diferentes técnicas
de estudio y auto aprendizaje, al uso de dispositivos gráficos y de las Tecnologías
de la Información y la Comunicación, y en la resolución rigurosa de sus propias
dudas a partir de un proyecto de investigación académico.
Por lo tanto se espera que los estudiantes sean capaces de desarrollar, con ayuda
de sus tutores, una postura activa, crítica y propositiva frente a la realidad social.
Estas habilidades serán muy útiles en la vida cotidiana y académica, al momento de
observar su entorno inmediato y sensibilizarse frente a conflictos sociales y
culturales de diverso tipo. Como consecuencia los y las estudiantes, desde sus
primeras etapas formativas en la universidad, serán capaces de aportar con ideas y
acciones concretas para paliar los múltiples problemas que, en su desarrollo
histórico, todavía afectan a la sociedad ecuatoriana y al mundo moderno en su
conjunto hoy en día.
UNIDAD I 1. DIAGNÓSTICO DEL
PRESENTE HISTÓRICO:
1.1 AMÉRICA LATINA, HOY
1.1.1 LAS CRISIS DE FINALES DEL SIGLO XX.
1.1.1.1 LIBERALIZACIÓN ECONÓMICA Y CONFLICTIVIDAD SOCIAL
En la última década del siglo XX, se han producido serias crisis financieras en los
denominados países emergentes, que han repercutido en todo el sistema financiero
internacional. En muchos casos, las prósperas economías no padecían de mayores
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desequilibrios macroeconómicos, y venían de varios años con un alto crecimiento
de su Producto Interno Bruto (PIB), pero la volatilidad de los capitales financieros
especulativos, ―ruidos‖ políticos
internos y rumores sobre la capacidad de pago de los compromisos contraídos,
desencadenaron una salida masiva de éstos capitales, que provocaron severas
crisis en las economías de los países afectados, lo que llevó a que el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y varios países desarrollados, tuvieran que salir al
rescate de las economías en crisis. Esta ayuda financiera tiene varios nombres, para
algunos se denomina ayuda económica, para otros es un ―blindaje‖, pero más allá
de los términos que se utilizan, lo concreto es que el FMI como prestamista de última
instancia, condicionó la ayuda financiera, a cambio de que los estados se
comprometieran a realizar cambios estructurales hacia el interior de sus economías.
Ampliando el debate, lo importante es que, como en los años ‘30, el capitalismo está
entrando en un período de retroceso. Esto condice con lo sostenido por el
economista ruso Kondratiev y sus ciclos de crecimiento de entre 50 y 60 años. Más
aún, si traspolamos lo sostenido por Kondratiev a fines de los años ‘20, vemos
claramente que estamos 60 años después en la misma situación. Podríamos afirmar
que el capitalismo mundial está entrando en una fase descendiente de la cual no
estamos seguros si será la última, pero la recesión como es lógico se hace presente;
sabiendo que todo declinación implica en sí misma un cambio, se intentará analizar
si se está o no en una fase de tipo descendente.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: López, Oddone y von
Oertel: "Crisis financieras internacionales y mercados emergentes" en
Contribuciones a la Economía, noviembre 2003 en http://www.eumed.net/ce/
Siempre antes de la consolidación de un nuevo fenómeno se da la crisis del proceso
anterior, que contiene la esencia de lo nuevo. Por tanto, la ecuación crisis-igual-
cambio, guiará la construcción de este trabajo, utilizando para ello la lógica de
Ricardo Ffrench-
Davis al sostener que las crisis son generalmente el resultado de bonanzas mal
manejadas, que implican la necesidad de una mejor gestión en épocas de
crecimiento de la economía mundial.
Otro destacado economista que sostiene la idea de ―una vuelta a la economía de
la gran depresión‖, es el norteamericano Paul Krugman. Desde esta lógica se
plantea que la clase de problemas que caracterizaron una buena parte de la
economía mundial en los años ‘30 han hecho una reaparición sensacional. El riesgo
de repetir la historia económica de los años ‘30 estaría reflejado en la amenaza
constante de recesión de la economía de EEUU, principalmente en la crisis de los
países asiáticos y su impacto en el mercado financiero internacional, en el carácter
volátil del mercado de capitales y en la falta de una institución financiera
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internacional que regule, en tiempos de bonanza económica y ayude a prevenir las
crisis, entre otros.
En épocas de liberalismo económico, como la actual, la apertura de cuenta de
capitales puede traer importantes beneficios para la economía global, ya que
permite una movilización más fluida de fondos desde los países con abundancia de
capitales (como los centrales, en términos presbiscianos) hacia aquellos que
presentan escasez (como los periféricos). Esto lo que hace es mejorar la asignación
de recursos dentro del sistema mundial, elevar la productividad y permitir la vigencia
del sistema capitalista. Dicha vigencia se ve a veces amenazada por interrupciones
abruptas en el flujo corriente de capitales hacia los países emergentes; en otras
palabras se produce lo que se conoce con el nombre de ―crisis financieras‖.
Como sostiene Ffrench-Davis, las finanzas han estado en el centro de las crisis
económicas de alcance internacional. La dimensión financiera jugó un papel central
en la crisis de los años ‘30 y en la crisis de la deuda de los países en desarrollo de
los años ‘80. En la década del ‗90 la crisis le ha correspondido a los países asiáticos,
más específicamente a los cinco países cuya expansión de las exportaciones se
haya entre las diez más dinámicas del mundo: Tailandia, Filipinas, Malasia,
Indonesia y Corea del Sur.
En síntesis, la crisis asiática se ha sumado, en los años noventa, al efecto tequila de
1994-1995 y a la crisis del sistema monetario europeo de 1992-1993 y, por supuesto,
en la década anterior, a la crisis de la deuda latinoamericana. La inestabilidad que
caracteriza las corrientes internacionales de capital y que se ha manifestado de esta
manera en las últimas décadas es inherente a su funcionamiento, como lo atestigua
la historia económica y la ya extensa literatura sobre fallas de mercado asociadas a
problemas de información. Como resultado, el mercado ha experimentado una
sucesión de oleadas de expansión excesivas y pánicos financieros, indicando que
tiende a crecer, primero, y a contraerse, después, más de lo que recomiendan los
factores fundamentales de las economías. En la coyuntura actual, se ha hecho
notorio otro fenómeno: el de las insuficiencias en la coordinación macroeconómica
entre las naciones más influyentes en los mercados y la ausencia de instituciones
internacionales apropiadas para manejar un mercado financiero sofisticado pero
inestable.
La cuestión clave para la globalización financiera, se resume en lo que Benjamin J.
Cohen ha llamado, ―The Unholy Trinity‖ (―la trinidad profana‖): la intrínseca
incompatibilidad entre la estabilidad del tipo de cambio, la movilidad de capitales y
la autonomía de las políticas nacionales. La integración de los mercados financieros
facilita la opción de la fuga de capitales, imponiéndole un rígido trade-off al gobierno.
La autonomía de la política nacional se preserva sólo si se abandona un cierto grado
de credibilidad del tipo de cambio, con todos los riesgos concomitantes de
volatilidad. Se puede mantener un objetivo independiente del tipo de cambio sólo si
se conserva confianza de los inversores internacionales, al costo de un menor
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control sobre el desempeño económico doméstico. Esta es la realidad. Estas son
las opciones. Ahora pasaremos a analizarlas.
El trabajo consiste en una investigación sobre el período de crisis financiera por el
que estamos atravesando, y cómo se han visto afectadas las diferentes zonas de
―países emergentes‖. Tratamos de analizar por qué estas crisis generaron la
necesidad de ―salvar determinadas economías‖, ―blindarlas‖ si se quiere.
1.1.1.2. LA CRISIS COMO FORMA DE VIDA EN LA SOCIEDAD ACTUAL
No se puede analizar la crisis financiera internacional sin tener en cuenta ciertos
elementos: Primero, es una crisis financiera internacional. Segundo, las crisis
financieras se han convertido en estructurales. Se podría sostener, si se quiere,
también, que la inestabilidad es un factor estructural del sistema capitalista actual.
Los mercados son de por sí inestables; o bien los hombres no dejamos que funcione
correctamente en su distribución la mano invisible de Adam Smith. Pero quien puede
dudar que el grado de inestabilidad en el mercado financiero sea mayor. Nos
referimos específicamente a la franja de países emergentes. Pero tampoco, a veces
las grandes potencias pueden con él. Soros nos dice que a los mercados les molesta
cualquier tipo de injerencia gubernamental pero mantienen una profunda creencia
en que si la situación se pone realmente crítica las autoridades intervendrán.
El capitalismo financiero, por otro lado surgido junto al comercial, también tenía
dimensión internacional, pero nosotros nos preguntamos por qué ese capitalismo
hoy es más inestable.
Teniendo en cuenta que la mundialización del comercio pareciera ser la forma más
avanzada de la internalización del capital, es la movilidad del capital financiero la
que ha alcanzado un mayor y un más amplio desarrollo, bajo la forma de Inversión
Extranjera Directa (IED) y recientemente, a través de la negociación de mayores
liberalizaciones, a través del Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI). El último
eslabón de la internalización del capital financiero -y el más reciente- ha sido la
interconexión entre las distintas bolsas de valores, con su respectiva apertura a la
inversión internacional, tanto de países desarrollados como de economías en
desarrollo.
Quizás la característica que más ha favorecido la globalización del capital financiero
ha sido el proceso de desregulación del sector, que se ha profundizado de manera
extraordinaria durante las últimas décadas, cuyo más reciente paso, de carácter
multilateral, que han asumido los gobiernos, es la negociación del AMI. Sin embargo,
este proceso de desregulación financiera ―es sólo un emergente de un proceso
histórico que incluye tres hitos fundamentales: la crisis del sistema monetario y
financiero internacional basado en el patrón oro-dólar, su forma de salida a través
de un sistema de cambio flotante regido en última instancia por acuerdos entre los
países desarrollados, y un incremento formidable de la liquidez internacional, que
instituyó una economía de endeudamiento con una enorme elasticidad de la oferta
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de fondos prestables. La especulación y la transformación de la economía financiera
en una ― burbuja‖, que se explica por las diferencias entre el volumen de las
operaciones financieras y la masa real de divisas que participa efectivamente de
esas transacciones, ha generado una inestabilidad financiera de carácter global, de
la cual no han podido escapar ni las grandes economías como las del este-sudeste
asiático, pero que se ha transformado en un grave riesgo para las economías más
débiles, como quedó evidenciado en las crisis recientes de México y Brasil.
El predominio alcanzado por el capital financiero sobre el capital productivo, y la
especulación contra las monedas y Bolsas, ha permitido sostener ciertas visiones
fundamentalistas de la globalización, aunque ha sido la coincidencia y la
funcionalidad de la expansión y el desarrollo de las tecnologías de la información y
las comunicaciones las que han brindado la base material para que ello ocurriera.
Estamos adaptados al Capitalismo comercial e industrial y no al financiero. O la
cuestión se debe básicamente al grado de estabilidad o no que proporciona cada
uno. Quizá esa inestabilidad se debe a que según algunos autores lo único que está
verdaderamente globalizado es el capitalismo financiero. Varios analistas sostienen
que estamos en una etapa de Globalización financiera, en realidad lo único que está
verdaderamente globalizado son las finanzas.
Como sostiene Bernal-Meza, puede concluirse que en el proceso de globalización-
mundialización de la economía ha sido el capital financiero el segmento que
pareciera ya haberse impuesto sobre el capital productivo. Los agentes principales
de este triunfo han sido las corporaciones multinacionales (fuente sustancial de IED)
y la banca internacional.
Sin duda hay una línea de trasfondo, un proceso histórico que permitió la adaptación
del género humano a esos tipos de capitalismo, tal el comercial cuanto el industrial.
Aún no estamos acostumbrados a la inestabilidad del capitalismo financiero. Quizá
sea intrínsecamente funcional a éste. Quizá en la propia naturaleza del capital
financiero está la inestabilidad. Comerciamos, por la no existencia del trabajo social,
y porque en algún momento se tiene que dar la distribución de esa producción. Nos
industrializamos, porque fue necesario aumentar el nivel de productividad del género
humano. ¿Y el capitalismo financiero? Aún no tenemos la respuesta. ¿Ayudará a
aumentar nuestra productividad? ¿Ayudará al comercio para una mejor distribución?
Lo cierto es que como muy bien sostiene Julio Sevares, la consecuencia es la de un
estado de crisis permanentes. Debemos reconocer que quizá los ―otros
capitalismos‖ también hayan causado en un primer momento esa concepción de
crisis permanente. Sin duda creemos, que el mismo proceso de adaptación es lo
que produce la percepción de crisis. La cuestión a determinar está en si los otros
capitalismos son inestables por naturaleza o no.
Sevares sostiene, que la inestabilidad del mercado financiero internacional ya no es
episódica sino estructural. El mercado es intrínsecamente volátil y riesgoso,
sometiendo a las economías nacionales y específicamente a los sectores más
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débiles de ellas a una presión permanente matizada con frecuentes picos de crisis.
Esta extrema volatilidad financiera lleva en las economías nacionales a la aplicación
de políticas dirigidas a la ―administración de la crisis‖. Lo que significa una clara
adaptación a la concepción (en cierto modo decadentista) que vivimos en una
―crisis constante‖ en este mundo postmoderno, o desde la óptica de Francis
Fukuyama, en esta era poshumana.
Si la inestabilidad del mercado financiero es estructural necesitamos una voluntad
política para remediarla. La voluntad política es aquella que nos permite remediar
los defectos estructurales. Para superar la inestabilidad Soros nos propone la
imposición de una disciplina de mercado. ―Se habla de imponer disciplina de
mercado, pero si imponer disciplina de mercado significa imponer inestabilidad,
¿cuánta inestabilidad puede asumir la sociedad? La disciplina de mercado debe ser
complementada por otra disciplina: el mantenimiento de la estabilidad de los
mercados financieros debería ser el objetivo de la política pública‖. Entonces para
Soros la estabilidad es parte de un objetivo de política pública y como el equilibrio
es una tendencia inalcanzable en los mercados financieros, se debe establecer una
tendencia que nos acerque a él lo más posible, y esta tendencia sin duda es parte
de una política nacional de desarrollo y de control financiero nacional.
Analizando desde la perspectiva del cambio, debemos más que investigar la
cuestión del mercado financiero en sí, focalizarnos en los cambios que este
comenzó a experimentar a inicios de la década del ‘70.
Los principales cambios están dados por el pasaje de un sistema de tipo de cambio
fijo (acordado entre las máximas potencias del sistema) a un tipo de cambio
fluctuante que da lugar a una mayor especulación cambiaria, la progresiva apertura
de las economías centrales a los flujos de capital a corto plazo y la desregulación
de sus sistemas fiscales. La liberalización del sistema financiero aumentó la
competencia, lo que indujo a los bancos a hacer préstamos menos seguros pero
más rentables y a buscar beneficios en operaciones no tradicionales. ―La
consecuencia más evidente de la liberalización y desregulación es la crisis
permanente‖. Todos los episodios de aumento de flujos de capitales hacia mercados
de países emergentes terminaron en crisis internacionales, en tanto que las crisis
financieras y el sobreendeudamiento eran relativamente poco comunes durante la
época de Bretton Woods, cuando los países industriales tenían tipo de cambio fijo.
Es importante destacar que la liberalización financiera y el desarrollo de mercados
de bonos aumentaron la importancia de las clasificaciones del riesgo país. Como
sostiene Sevares, en el mercado competitivo, la calidad de la calificación de riesgo
es un elemento decisivo para una adecuada distribución de los recursos financieros
y la prevención de crisis.
Debemos tener en cuenta que el cálculo de riesgo país lo realizan consultoras que
tienen origen microeconómico, pero que el cálculo en sí es uno del tipo
macroeconómico, que está dado por la sobretasa que deben pagar los bonos por
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encima de los títulos similares de EEUU. Las agencias calificadoras de riesgo (una
de las fuentes más influyentes de generación de información de los mercados),
cumplen un papel microeconómico muy funcional para el desarrollo. Sin embargo, y
quizás sin quererlo, juegan un rol macroeconómico. Las calificadoras de las
agencias y sus expectativas, comunicadas profundamente en la prensa económica,
contribuyen a reforzar el flujo financiero hacia los países ―exitosos‖, contribuyendo
a sostener un proceso que parece muy eficiente y sostenible, pero que en realidad
está generando burbujas que tarde o temprano explotan.
1.1.1.3 MÉXICO, LA NECESIDAD DE UN PUNTO DE PARTIDA
Las conmociones financieras son tan viejas como el propio capitalismo, y como tales
ponen en peligro los respectivos sistemas.
México ha sido un país clave en la última década en el ámbito financiero, por lo que
se cree conveniente analizar su crisis, como marco de funcionamiento de las crisis
financieras.
Se puede sostener que, la crisis del ―tequila‖ fue la primer crisis de liquidez en los
años noventa que fragmentó el sistema financiero extendiéndose a la mayoría de
los países emergentes y generando en el mercado, un lógico temor al efecto dominó.
Lester Thurow, sostiene que si se analizan las crisis financieras, la cuestión no es:
¿por qué los mercados quiebran?. Sino, ¿cómo los precios del mercado han
alcanzado esos niveles insostenibles?. Básicamente, ¿cómo no pueden advertir los
seres humanos inteligentes que los activos están sobrevaluados?. La respuesta
para Thurow está en la codicia humana. La gente sabe lo que va ocurrir pero no
puede resistirse. A medida que los precios suben en una burbuja, hay una cantidad
de dinero para hacer en el corto plazo de manera más rápida, aún cuando todos
sepan que los precios son demasiado altos y que finalmente deben caer. Todos se
lanzan a los mercados pensando que serán suficientemente astutos de salir antes
de que llegue el fin. Si alguien sale demasiado pronto se pierde una cantidad posible
de ganancias.
La crisis financiera mexicana ilustra correctamente, como ejemplo paradigmático, la
inestabilidad financiera internacional. Thurow nos aclara que en el sistema financiero
internacional, en cualquier momento puede aparecer un eslabón más débil.
Sostenemos que de hecho se da la existencia de estos eslabones más débiles en
el sistema. En 19941995 este eslabón fue México. La revista Fortune publicó de
otras siete naciones (Filipinas, Indonesia, Malasia, Tailandia, Brasil, Argentina y
Chile) que se consideraban tan propensas como México a sufrir una debacle. Nótese
que seis de estas siete economías han caído en la necesidad de ser rescatadas o
de blindar sus economías en los años subsiguientes. Todas, menos Chile, fueron
socorridas internacionalmente.
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La economía mexicana se había manejado bien, su presupuesto estaba equilibrado
pero el peso estaba sobrevaluado y el déficit de la balanza de pagos tenía que ser
financiado con flujos de capital a corto plazo antes que por inversión directa a corto
plazo. Para diciembre de 1994, las reservas de moneda extranjera habían caído a
niveles tan bajos que México tuvo que devaluar para corregir la sobrevaluación de
su moneda. Como consecuencia, el capital extranjero huye del país por miedo a
futuras devaluaciones. El FMI y EEUU comenzaron a dictar de qué manera México
debía manejar sus políticas monetarias.
1.1.1.3.1 CRISIS ECONÓMICA DE MÉXICO DE 1994
La crisis económica de México de 1994 fue una crisis iniciada en
México de repercusiones mundiales. Fue provocada por la falta
de reservas internacionales, causando la devaluación del
peso mexicano durante los primeros días de la presidencia de
Ernesto Zedillo. A unas semanas del inicio del proceso de
devaluación de la moneda mexicana, el entonces presidente de
los Estados Unidos, Bill Clinton, solicitó al Congreso de su país
la autorización de una línea de crédito por $20 mil millones de dólares para el
Gobierno Mexicano, a efectos que le permitieran garantizar a sus acreedores el
cumplimiento cabal de sus compromisos financieros denominados en dólares.
En el contexto internacional, las consecuencias económicas de esta crisis se
denominaron "Efecto Tequila". En México también se le conoce como el "Error de
diciembre", una frase acuñada por el ex presidente mexicano Carlos Salinas de
Gortari para atribuir la crisis a las presuntas malas decisiones de la administración
entrante de Ernesto Zedillo Ponce de León y no a la política económica de su
sexenio.
CAUSAS: Administración de Carlos Salinas de Gortari. La administración del
presidente Carlos Salinas de Gortari, 1988-1994, tomó medidas para lograr una
rápida transición al neoliberalismo capitalista y dio especial importancia a la
inversión extranjera. Esta administración privatizó la banca nacional (la cual estaba
en manos del estado y había sido intervenida apenas doce años antes por el
presidente José López Portillo). Los fondos provenientes de estas ventas y de las
de otras compañías del gobierno se invirtieron en infraestructura con el objetivo de
aprovechar las posibilidades del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
con Estados Unidos y Canadá. La popularidad y credibilidad de Salinas alcanzaron
niveles altos, ya que la burbuja de crecimiento económico propiciada por la
estabilidad y la baja inflación, hizo que muchos políticos y los medios afirmaran que
«México estaba a punto de convertirse en un país del primer mundo», y de hecho,
fue la primera de las naciones recientemente industrializadas en ser aceptada en la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE en mayo de
1994. No obstante, era un hecho conocido que el peso estaba sobrevaluado (al
menos un 20%, de acuerdo a algunas fuentes), pero la vulnerabilidad económica no
era bien conocida o era minimizada por los políticos de Salinas o por los medios.
Esta vulnerabilidad se agravó por varias decisiones de política macroeconómica de
11. 11
su administración y por varios eventos de inestabilidad política que se suscitaron en
1994. La mayoría de los economistas e historiadores económicos, como Hufbauer y
Schoot (2005) reconocen varios eventos y políticas macroeconómicas de la
administración de Salinas que propiciaron la crisis económica de 1994:
1994 fue el último año del sexenio de Salinas, quien, siguiendo la tradición del PRI
en cada año de elecciones inició un increíblemente alto gasto gubernamental en
obras públicas, lo cual se tradujo en un déficit histórico. Para poder mantener este
déficit de cuenta corriente histórico (un 7% del PIB), Salinas emitió los Tesobonos,
un tipo de instrumento de deuda que aseguraba el pago en dólares, en lugar de
pesos mexicanos. El decreto de los tesobonos se publicó en el diario oficial el 27 de
junio de 1989, en este mismo año se realiza la primera emisión por un monto de 10
millones de dólares, con un plazo de 182 días y una tasa nominal al vencimiento de
34.5% anual.
México experimentó, común en esos días, prácticas bancarias relajadas o incluso
corruptas; más aún, algunos miembros de la familia de Salinas (aunque sólo su
hermano Raúl fue encarcelado) fueron acusados de transacciones ilícitas.
El candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (en el gobierno
desde 1929), favorito para las elecciones, Luis Donaldo Colosio, fue asesinado en
marzo de ese año. Esto provocó que el saldo de los tesobonos se situara en 7.049
millones de pesos, esto fue un incremento del 83% respecto al año de diciembre del
año anterior, y unos meses después, José Francisco Ruiz Massieu, Secretario
General del PRI, también fue asesinado.
El EZLN, una rebelión insurgente de Chiapas, le declaró la guerra al gobierno el 1
de enero; aunque el conflicto armado terminó 2 semanas después, las
inconformidades y peticiones de los insurgentes eran causa de preocupación,
especialmente para los inversionistas.
Estos dos últimos eventos, y el creciente déficit de cuenta corriente alimentado por
la demanda del consumidor y el enorme gasto gubernamental, alarmó a los
inversionistas que habían comprado los tesobonos, principalmente ciudadanos
mexicanos y algunos extranjeros, quienes los vendieron rápidamente, vaciando las
reservas internacionales del Banco de México, las cuales de por sí se encontraban
en niveles muy bajos. La política ortodoxa que debía realizarse ante tal situación,
era incrementar las tasas de interés, permitiendo que la base monetaria se
contrajera, para evitar que más dólares siguiesen siendo extraídos de las reservas
rápidamente (Hufbauer & Schott, 2005). Sin embargo, dado que era un año de
elecciones (en ese entonces consideradas las más transparentes del país, y las
primeras con observadores internacionales) y ya que el resultado hubiera sido
distinto si había una desaceleración económica, el Banco de México decidió comprar
la deuda mexicana para mantener la base monetaria e impedir que las tasas de
interés se incrementaran, lo cual, a su vez, causó una mayor fuga de dólares de las
reservas internacionales a niveles históricamente bajos (que llegarían a 9 mil
12. 12
millones de dólares; a modo de comparación, el 2005 llegaron a $70 mil millones
arrastrados de las crisis anteriores).
La crisis era inevitable, y terminar con la paridad fija del peso tan sólo era una de las
muchas correcciones que tenían que realizarse. No obstante, aún después de las
elecciones, durante los últimos 5 meses antes de la toma de posesión de Ernesto
Zedillo, la administración de Salinas no realizó ningún ajuste. Algunos críticos
sugieren que Salinas quería mantener su popularidad, ya que buscaba el apoyo
internacional para su candidatura a director general de la Organización Mundial de
Comercio. Salinas por su parte, argumenta que había hablado con Zedillo para
compartir la devaluación entre las dos administraciones, y que Zedillo decidió tomar
la carga del ajuste económico en su totalidad.
Administración de Zedillo. Zedillo tomó posesión el 1 de diciembre de 1994. Unos
cuantos días después, tuvo una reunión con varios empresarios mexicanos y
extranjeros, comentando sobre la devaluación que vendría, la cual sólo planeaba
subir la banda de la tasa de cambio fija en un 15%, hasta los 4 pesos por dólar (de
3.4 pesos que se encontraba en promedio en ese año), así como terminar con
muchas de las prácticas económicas no ortodoxas (como la compra de deuda ante
la situación del país), y así detener la fuga de dólares de las reservas
internacionales.
Los críticos del gobierno de Zedillo argumentan que aunque la devaluación era
necesaria y económicamente coherente, se manejó incorrectamente en términos
políticos: al haber anunciado sus planes de devaluación, muchos extranjeros
retiraron sus inversiones, agravando los efectos de la devaluación. Sin poder
mantener la nueva banda de la tasa de cambio, a principios de 1995, la
administración de Zedillo decidió establecer el sistema de libre flotación del peso, el
cual llegaría a 7.20 pesos por dólar en tan sólo una semana. Cuando el dólar dejó
de ser controlado por el gobierno el peso perdió la mitad de su valor, hecho que
ocasionó que las deudas en dólares no pudieran ser pagadas. Las decisiones de
Zedillo, principalmente la de anunciar la devaluación a los inversionistas, y el
establecer el sistema de libre flotación, fueron el "error de diciembre" de acuerdo
con el ex presidente Salinas de Gortari.
Las repercusiones sociales que tuvo esta crisis fueron incalculables: en muchos
casos se tradujeron en pérdidas económicas para las familias. Muchos perdieron
sus casas y autos que habían adquirido en contratos con tasa variable. Otros más
perdieron todo. El sentimiento de pérdida de un futuro para el país se hizo al
considerarse esta crisis económica como el final de la clase media.
Otra medida de catastróficas repercusiones en las condiciones de vida de los
mexicanos fue, quitarle tres ceros a la moneda. La percepción que generó esta del
sexenio salinista, se tradujo en una estrategia meramente política. El Estado
Mexicano justificó esta medida como una estrategia de tipo administrativo. La
paridad del dólar con el peso se convirtió de 1 dólar = 3417.8 pesos
13. 13
(aproximadamente) a 1 dólar = 3.41 pesos. La capacidad económica de los
mexicanos vivió una etapa de espejismo financiero.
La salida de la crisis. Paquete de emergencia. Estados Unidos intervino rápidamente
comprando pesos del mercado para evitar una mayor depreciación del peso, sin
embargo esta medida no era suficiente. El presidente estadounidense Bill Clinton
solicitó al congreso enviar un paquete de rescate. Sin embargo diversos
representantes del Congreso que se habían opuesto al TLCAN veían esta crisis
como un resultado del tratado. El congreso votó en contra de la aprobación de
fondos de rescate. No obstante, algunas personas dentro del Tesoro
norteamericano encontraron una vía legal para enviar el rescate por medio del
Fondo de Estabilización de Divisas, la cual no requería la aprobación del Congreso
de los Estados Unidos. Así, se enviaron de los Estados Unidos $20 mil millones de
dólares, a los cuales se les añadieron casi $30 mil millones más: $17 mil millones
del Fondo Monetario Internacional, $10 mil millones del Bank for International
Settlement, mil millones del Banco de Canadá en forma de swaps de corto término
y mil millones más provenientes de diversos países latinoamericanos (entre ellas
Argentina y Brasil cuyas economías eran severamente afectadas por los efectos de
la crisis mexicana). El dólar se estabilizó a un precio de 6 pesos, y por los siguientes
dos años, antes de ser afectado por la Crisis financiera asiática de 1998, se mantuvo
entre 7 y 7.7 pesos.
Cambios en la política económica. Comprometido con cumplir las obligaciones del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el gobierno mexicano no recurrió
a las prácticas tradicionales de los países latinoamericanos en tiempos de crisis
(como el control de capitales, que podría haber prolongado la crisis, tal como fue el
caso con las crisis sudamericanas del 2001-2002), sino que introdujo controles
estrictos en la política fiscal, continuó con su política de libre comercio y libre
flotación.
El crecimiento acelerado de las exportaciones amortiguó la recesión, y en menos de
10 meses, la tasa de crecimiento mensual del PIB ya era positiva. Para 1996 la
economía ya estaba creciendo (llegando a un máximo de casi 7% en 1999), y en
1997 México pagó, por adelantado, todos los préstamos de los Estados Unidos. No
obstante, los efectos de la crisis, principalmente causados por las altísimas tasas de
interés durante los días de la devaluación (que llegaron hasta el 100%), provocaron
que millones de familias no pudieran pagar sus préstamos e hipotecas, perdiendo
sus propiedades, mientras el gobierno federal hacia un rescate financiero a Bancos
Mexicanos conocido por FOBAPROA, sin embargo, esta medida no fue
acompañada de un proceso de reevaluación de la deuda de los morosos que podría
haber salvado de la ruina miles de PyMES y personas físicas.
El rescate financiero se sigue pagando actualmente y el sistema bancario está poco
vinculando al crédito, a las familias y a la microindustria, viviendo de bonos de deuda
que paga el gobierno con altos intereses.
14. 14
La crisis económica incubada bajo Salinas de Gortari y su modelo populista y
neoliberal definido como tecnócrata sumió el país en un estancamiento económico
por 16 años. Así si bien Salinas había anunciado un gran aumento del PIB bajo el
TLC, en la práctica la economía mexicana ha crecido muy lentamente y ha
aumentado considerablemente la desigualdad económica: la clase media mexicana
es de bajo poder adquisitivo.
En el período 1995-2005 México ha sido el país con menor crecimiento económico
de América, acumulando un retraso tecnológico en algunos sectores de 30 y 40
años. Convirtiéndose en un país de maquiladoras y exportador de materia prima,
como el petróleo que tiene que volver a comprar en forma de gasolina a los Estados
Unidos.
Efectos. Los negocios mexicanos que tenían deudas en dólares, o que se confiaron
en comprar suministros de Estados Unidos, sufrieron un golpe inmediato, con un
despido masivo de empleados y varios suicidios producto de la tensión de las
deudas. Negocios cuyos ejecutivos asistieron a las reuniones en las oficinas del
entonces presidente Zedillo se ahorraron la pesadilla de la crisis - ya que fueron
advertidos, compraron rápidamente una inmensa cantidad de dólares y
renegociaron sus contratos en pesos. Para empeorar la situación, el anuncio de la
devaluación se dio a mitad de semana en un miércoles, y durante el resto de la
semana los inversionistas extranjeros huyeron del mercado mexicano sin que el
gobierno hiciera ninguna acción para prevenirlo o desalentarlo hasta el siguiente
lunes cuando ya todo fue muy tarde.
Todo esto causó demasiado malestar en la población, la cual inmediatamente juzgó
al presunto culpable del problema: Salinas de Gortari (él hacía campaña por el
mundo para encabezar la OMC en ese entonces). El incidente también sirvió para
dejar en claro que su influencia en la administración de Zedillo se había terminado.
La crisis se propagó rápidamente por el contexto latinoamericano, alcanzando
lugares tan alejados como Argentina. En opinión de Paul Krugman, sencillamente
porque para muchos inversionistas ignorantes todos los países latinoamericanos
son iguales. Así que el pánico de lo que había pasado en México se extendió a otros
países, que de la noche a la mañana se vieron escasos de fondos y endeudados a
corto plazo. Krugman dice que los pecados económicos de estos países eran muy
pequeños para tan graves consecuencias.
1.1.2 ECUADOR: CRISIS FINANCIERA Y FENÓMENO MIGRATORIO EN LA
DÉCADA DE LOS 90S.
1.1.2.1 CRISIS FINANCIERA
De manera general podemos señalar que las deudas de los países en América
Latina a mediados de 1998 fueron renegociadas mediante acuerdos como Brady y
Club de París [Ugarteche, 1998]. Las deudas nuevas fueron pasadas al sector
privado y la deuda del sector público fue canalizada a través de la banca multilateral.
15. 15
En general la mayoría de los países latinoamericanos sufren el peso de los intereses
de las deudas de costosos créditos multilaterales, con excepción de los países mas
desarrollados económicamente, como México, Brasil, Argentina y Venezuela, los
cuales poseen Eurobonos. Estos créditos son una carga para el desarrollo de los
países, pues los deudores asumen el riesgo cambiario del dólar, así como el riesgo
de tasas de interés.
Durante la década de los años 90 Ecuador sufrió una serie de eventos que afectaron
su estabilidad. En 1998 el fenómeno de El Niño afectó la producción agrícola en
varios países de la región. Entre 1998 y 1999 los precios del petróleo bajaron y se
vivía una crisis financiera internacional. En 1999 y 2000 el sistema financiero
nacional fue afectado por el cierre o transferencia al Estado de más de la mitad de
los principales bancos del país. Como resultado, en 1999 el ingreso por habitante
cayó en 9%, luego de haber declinado el 1% en 1998, y sólo, a partir del 2000
empieza una leve recuperación que tiende a estancarse en el 2003.
La crisis se manifestó en una vertiginosa expansión del desempleo, el subempleo y
la pobreza. La tasa de desempleo abierto ascendió, en las tres principales ciudades
del país del 8% en 1998 al 17% a mediados de 1999, mientras la pobreza urbana
pasó del 36% al 65%. La crisis produjo también una masiva migración internacional.
Se estima que al menos 700.000 ecuatorianos han dejado el país a partir de 1998.
DESARROLLO DE LA CRISIS
En 1994 se hacen unas reformas al sistema financiero de Ecuador que fomentan
una liberalización financiera. El incremento de ingreso de capitales en esa época
brinda seguridad al crecimiento y desarrollo. Estos hechos generan un boom de
créditos en forma acelerada por parte de las empresas y entidades financieras. La
tasa de créditos creció alrededor de un 80% nominal (60% real).
En 1998 se hacen evidentes los efectos acumulados de la situación económica del
país y su alto endeudamiento. Como se mencionó anteriormente, el fenómeno del
Niño, hizo que la producción agrícola se estancara, mientras que la recesión de la
economía hizo que se acumularan obligaciones vencidas en el sistema financiero,
aumentando el endeudamiento de los empresarios con créditos internacionales.
El incremento acelerado de la cartera vencida producto de la depresión de los
negocios por tres años seguidos, unida a una situación de crisis fiscal provocó que
el público comenzara a sacar dinero de los bancos, con el objeto de protegerse en
dólares. Esto ocasionó que la banca privada se fuera quedando sin liquidez y, a su
vez, pidiendo créditos de liquidez al Banco Central.
En noviembre de 1998, el principal banco del país (Filanbanco), matriz del quinto
grupo financiero más importante (R. Espinoza 2005) presenta problemas no
solamente de liquidez sino de solvencia y el gobierno de Mahuad en un intento de
evitar una quiebra sistémica, decide iniciar una "tarea de salvataje" e intervenir el
16. 16
banco. La decisión de la intervención del Filanbanco, le costó al Estado Ecuatoriano,
540 millones de dólares, añadiéndole 40 millones en créditos entregados a los
bancos de Préstamos, Tungurahua y Finagro, que para ese momento presentaban
problemas de solvencia. Al hacerse evidente la fragilidad del sistema financiero, el
público se volvió temeroso y se motivó a retirar sus ahorros y cambiarlos a dólares.
A su vez esto, repercutió en el tipo de cambio, generando una la depreciación del
sucre (moneda local ecuatoriana en ese momento) y una fuga de capitales al
exterior, lo que agravó la liquidez del sistema financiero. Esto último unido al
incremento de la cartera vencida, dejó al sistema financiero en una situación
precaria.
Después de la caída económica del Filanbanco y de otros bancos pequeños, se
produjo la caída del banco de El Progreso, considerado, hasta ese momento, el
segundo banco del país por el tamaño de sus activos, y una de las instituciones más
rentables (R. Espinoza 2005). Las causas de la debacle de esta institución son
producto de la crisis general de la economía y la reducción del ingreso de capitales
al Ecuador.
Para evitar que todo el sistema financiero colapsara, el gobierno optó por congelar
los depósitos y con ello se arrinconó aun más la actividad real. El resultado fue una
situación de insolvencia en la mayor parte del sistema financiero ecuatoriano y lo
peor la total desconfianza en el sucre lo que originaba que la especulación con el
dólar fuera insostenible.
En definitiva el país atravesaba una de las peores crisis económicas vividas en los
todos los tiempos, con los indicadores macroeconómicos por los suelos, un
descontento general en la población, desconfianza en el sistema financiero, recesión
en el aparato productivo y aislamiento internacional. Estas razones obligaron al
gobierno a actuar de inmediato, sin realizar un análisis profundo, entonces el
presidente Jamil Mahuad puso en marcha un nuevo sistema monetario a la
dolarización.
1.1.2.2 FENÓMENO MIGRATORIO EN LA DÉCADA DE LOS 90S.
Datos de los censos de Estados Unidos muestran que en la década de los años
treinta ya existía la presencia de migrantes ecuatorianos; sin embargo, es en los
años cincuenta que un número mayor de ecuatorianos empiezan a salir fuera del
país, especialmente de las provincias de Azuay, Cañar y Loja, con destino a
Venezuela, Estados Unidos y Canadá.
La ola migratoria de fines de los noventa estuvo marcada por una profunda crisis
que vivió el país, cuyos efectos fue la salida masiva de ecuatorianos, quienes
apostaron su suerte en el viaje al exterior en busca de mejores días, tanto para ellos
como para su familia. Como consecuencia de ello el país ha contado con los
exuberantes ingresos de las remesas los mismos que han servido para aliviar cargas
sociales al Estado y ayudar a reducir la pobreza; a costa de enfrentar algunos
17. 17
problemas sociales que trae consigo este fenómeno como son la discriminación a
nuestros emigrantes, así como conflictos derivados de la desintegración familiar.
Hoy en día la situación ha dado un giro ya que debido a la crisis financiera y
económica de los países industrializados, ha existido una contracción en el empleo,
la cual afecta a todos los emigrantes, en el caso de Ecuador ha provocado una
reducción en las remesas las mismas que producen una disminución del consumo,
y en consecuencia de la producción y el empleo; lo cual nos lleva a realizar un
análisis acerca de las políticas que esta tomando el gobierno para dar alguna
solución tanto al fenómeno emigratorio y su consecuente envío de remesas.
1.1.2.2.1 RASGOS IMPORTANTES EN LA HISTORIA DE LA EMIGRACIÓN
ECUATORIANA
En la historia de la emigración ecuatoriana se puede diferenciar dos fases:
La primera fase de la emigración ecuatoriana se dio entre los años 50 y 60,
provocada por la caída del precio del sombrero de paja toquilla producido en la
región del Austro, ocasionando un colapso en la economía, restando oportunidades
laborales principalmente a jóvenes de esta región lo que les impulsó a tomar la
decisión de buscar trabajo fuera del país.
Dos factores principales incidieron para el crecimiento de la emigración en este
periodo: los contactos que comerciantes del austro habían establecido antes de la
crisis y la debilidad de las políticas anti migratorias vigentes en Estados Unidos en
esa época.
Para los años sesenta, producto de la Guerra de Vietnam, hubo una escasez de
mano de obra joven en Estados Unidos, esto fue aprovechado por algunos
ecuatorianos provenientes principalmente de las provincias de Guayas, Manabí y El
Oro, que emigraron hacia ese país en un número considerable.
Durante los años ochenta y hasta mediados de los años noventa, los flujos
emigratorios desde el Ecuador hacia el exterior fueron moderados, representando
siempre menos del 0.4% de la población total del país. La caracterización de la
emigración en esta época es muy diferente a la de los años 90, ya que en la primera
fase, la emigración internacional fue prácticamente masculina, cuyo principal país
de destino era Estados Unidos, la población de emigrantes era población de bajos
niveles educativos y provenían principalmente de las zonas rurales.
La segunda fase de emigración se da a partir del año de 1996, se puede diferenciar
las características de los emigrantes de esta época con la anterior, en cuanto a: los
orígenes regionales, los destinos elegidos y las características de clase y sexo entre
emigrantes.
18. 18
1.1.2.3 EMIGRACIÓN MASIVA A FINALES DE LA DÉCADA DE LOS
90 La crisis de 1998 en el Ecuador y sus consecuencias en la
emigración
Los programas de estabilización y de ajuste, que venía aplicando el país
estuvieron orientados a garantizar el pago de la deuda externa, disminuyendo
presupuesto para las inversiones sociales, principalmente educación
y salud.
En relación con el PIB, el servicio de la deuda subió desde un 3,9% en 1993 a más
del 12% en los años 1997, 1999 y 2000; manteniendo un nivel superior al 8,5%
desde 1995.
Las inversiones tanto en educación, salud y desarrollo agropecuario mantuvieron
niveles muy bajos, representando menos de una tercera parte del servicio de la
deuda; así, por ejemplo, mientras en 1999 se destinaba un 12,9% del PIB al servicio
de la deuda, el gasto social apenas recibía un 1,4%.
En este ámbito de ajustes reiterados, se deterioraron las condiciones y calidad de
los servicios públicos, ubicándolos en la puerta de las privatizaciones.
En 1998 se hacen evidentes los efectos acumulados de la situación económica del
país y su alto endeudamiento. El fenómeno del Niño ocasionó un estancamiento en
la producción agrícola, mientras que la recesión de la economía originó una
acumulación de obligaciones vencidas en el sistema financiero, aumentando el
endeudamiento de los empresarios con créditos internacionales.
El incremento acelerado de la cartera vencida producto de la depresión de los
negocios, unida a una situación de crisis fiscal provocó que el público comenzara a
sacar dinero de los bancos, con el objeto de protegerse en dólares, con ello la banca
privada tuvo que recurrir a créditos del Banco Central para conseguir liquidez.
La decisión de la intervención del Filanbanco, le costó al Estado ecuatoriano, 540
millones de dólares, añadiéndole 40 millones en créditos entregados a los bancos
de préstamos, Tungurahua y Finagro, que para ese momento presentaban
problemas de solvencia. Al hacerse evidente la fragilidad del sistema financiero, el
público perdió la confianza en los bancos y retiró sus ahorros para cambiarlos a
dólares.
A su vez esto repercutió en el tipo de cambio,
generando una depreciación del sucre (moneda
local ecuatoriana en ese momento) y una fuga de
capitales al exterior, agravando la liquidez del
sistema financiero. Este último hecho unido al
incremento de la cartera vencida, dejó al sistema
19. 19
financiero en una situación precaria ocasionando la caída económica de algunos
bancos como: Filanbanco, El Progreso y otros bancos pequeños.
A fin de evitar un colapso en todo el sistema financiero, el gobierno optó por congelar
los depósitos, el resultado fue una situación de insolvencia en la mayor parte del
sistema financiero ecuatoriano y la total desconfianza en el sucre lo que originaba
que la especulación con el dólar fuera insostenible.
Las medidas que el Gobierno adoptó para contrarrestar la situación fueron las
siguientes:
Primero, se declaró un feriado bancario, en el que se congelaron las cuentas de
depósitos bancarios para evitar que la gente sacara todo el dinero y se de una
fuga masiva del capital.
Segundo, se creó una entidad estatal llamada Agencia de Garantía de Depósitos
(AGD) que sería la encargada de intervenir y estabilizar el sistema financiero
nacional.
Tercero, en enero del 2000 se dolariza oficialmente la moneda cuando un dólar
equivalía a 25.000 sucres.
La crisis que vivió el país generó un empobrecimiento más
acelerado en la historia, el número de pobres creció de 3,9 a
9,1 millones en términos porcentuales de 34% al 71%; la
pobreza extrema dobló su número de 2,1 a 4,5 millones, se
dio un incremento del 12% a un 31%.
La proporción de hogares que vivían sin cobertura de sus necesidades básicas,
aumentó del 37% en 1997 al 47% en 1999. En 1995, el 7% de la población estaba
en la desocupación; en 1997, el 9%, y en 1999, el 15%.
Un rasgo crítico de este colapso económico radica en que la clase media urbana, a
la que pertenecían aquellos que contaban con educación y formación, vieron
desvanecerse sus expectativas futuras. La pobreza creció más rápidamente en las
áreas urbanas, la Pérdida de ahorros con las quiebras bancarias y la aguda inflación
afectaron especialmente al grupo asalariado.
En estas condiciones la emigración resultaba una elección atractiva para las familias
que habían ―caído recientemente en la pobreza debido a la crisis económica‖ o
que ―vieron una reducción significativa de su nivel de vida y de sus oportunidades
presentes y futuras‖ a tomar la elección de emigrar, así para el año 2000 más de
560,000 personas salieron de Ecuador, el nivel más alto registrado en todos los
tiempos de emigración que abarcó cerca de un 4% de la población.
20. 20
Esta impresionante estampida que vivió el país se puede observar a través del
gráfico, en donde la migración masculina es predominante hasta el año de 1996.
A partir de esta fecha y hasta mediados del año 1998 la migración femenina
sobrepasa a la masculina, este hecho se debe a la reunificación familiar y a la
emigración hacia países europeos que eran preferidos por las mujeres, debido a las
oportunidades laborales más seguras, fáciles y mucho más económicas que estos
países ofrecían, especialmente para aquellas mujeres sin papeles. Además que la
emigración sin documentos a Estados Unidos representaba costos y riesgos físicos
muchos más elevados para las mujeres que para los hombres; por lo que España
e Italia se volvieron destinos atractivos para la emigración femenina, convirtiendo a
las mujeres en el primer eslabón de la cadena emigratoria hacia estas zonas.
Posteriormente, serían ellas las que reagruparían a sus esposos, luego a una red
de hermanos, cuñados, yernos, sobrinos, primos y, por último, a los hijos.
1.1.3 LA REFUNDACIÓN DEL ESTADO: EL PROCESO CONSTITUYENTE EN
LA VENEZUELA BOLIVARIANA
Revolución Bolivariana (o Revolución venezolana) es el nombre dado en Venezuela,
por Hugo Chávez (1954-2013) y sus partidarios, al proyecto ideológico y social que
comienza en 1999, con la elección de Chávez como presidente del país.2
Según sus partidarios, la revolución está basada en el ideario del libertador Simón
Bolívar,2 en las doctrinas de Simón Rodríguez, quien proponía que Latinoamérica
inventase su propio sistema político, y el General Ezequiel Zamora "Tierras y
Hombres Libres" y "Horror a la Oligarquía", quien defendía la tenencia de la tierra
para los campesinos que la trabajaban. Tiene como fin llegar a un nuevo socialismo.
Una de sus primeras medidas fue el aprobar mediante referéndum popular la
constitución de 1999.2
Las reformas llevadas a cabo en el marco de la Revolución Bolivariana, ha derivado
en la polarización política de la sociedad venezolana, hacia posiciones
irreconciliables, lo que ha llevado en algunos casos a situaciones de violencia.
Según el discurso pronunciado y propuesto por el gobierno como una definición en
el XVI Festival de la Juventud y los Estudiantes (FMJE) expresa que es el tránsito y
evolución de cuatro macrodinamicas autoimpuestas:
La revolución antiimperialista.
La revolución democrática-burguesa.
La contrarrevolución neoliberal.
La pretensión de llegar a una sociedad socialista del siglo XXI.
Esto afecta de forma directa o indirecta a grupos de personas y empresas,3 algunas
personas creen que a gobiernos también. Existen muchos puntos de vista al
respecto dentro y fuera del país producto de la desinformación y el fanatismo de las
21. 21
partes en conflicto.4 Se cree que la vía autoinducida se encuentra en un estado de
«no retorno».5
Los detractores más moderados opinan que este proceso es necesario para el
correcto desarrollo del país pero critican el método utilizado por el grupo de
gobierno.6 7 En líneas generales el flujo de opiniones, poco o medianamente
documentadas generan desestabilización en grupos fanáticos de las partes en
disputa.8 Este movimiento ha sido tomado como bandera en países de la región
contagiándose la misma conflictividad.9
Lo significativo de este período en Venezuela es la belicosidad generada en la
sociedad por la interpretación de la idoneidad de la distribución de los recursos, la
falta de diplomacia por parte del gobierno en el momento de opinar sobre los asuntos
políticos y sobre los intereses y tendencias de grupos sociales y nacionales, el
cuestionamiento de las decisiones del gobierno no aceptada por grupos sociales
influyentes, el incremento de la participación de Venezuela en los asuntos
ideológicos regionales y la reevaluación de la "teoría del caos de la democracia"
venezolana.
1.1.4 BRASIL Y EL ASCENSO DE UNA POTENCIA REGIONAL Y GLOBAL.
No cabe duda de que, a lo largo de todos estos años, Brasil ha incrementado su
presencia en el sistema internacional y ha ganado prestigio como actor multilateral.
La razón de estos múltiples esfuerzos diplomáticos reside principalmente en el papel
asumido por Brasil como poder anti-statu quo en el orden jerárquico internacional.
En efecto, desde la fundación de la ONU, entre cuyos miembros iniciales se
encontraba Brasil, el país hizo oír su voz contra los intentos de fraguar una
constelación inamovible de reparto de poder en el sistema internacional. El orden
mundial derivado de la Segunda Guerra Mundial quedó reflejado –y aún lo está– en
los organismos multilaterales, como el Consejo de Seguridad. Brasil nunca se cansó
de promover la necesidad de construir un orden mundial más equitativo, con una
mayor participación de los países del Sur en la toma de decisiones.
Brasil nunca se cansó de promover la necesidad de construir un orden mundial más
equitativo, con una mayor participación de los países. El ejemplo más claro es el
esfuerzo promovido por Brasil en el marco de la llamada iniciativa g-4, que reunía a
Alemania, Brasil, la India y Japón, para lograr una reforma del Consejo de
Seguridad, con su inclusión como miembro permanente en representación de
América Latina. El fracaso de esta iniciativa y la falta de reforma pueden achacarse
más al rechazo generalizado por parte de los miembros permanentes del Consejo
que a las voces levantadas por Argentina y México en contra de Brasil. Por otra
parte, puede hablarse de un gran éxito cuando se contempla el intento de Brasil de
generar un contrapoder frente a la, desde su punto de vista, «perversa alianza» entre
EEUU y la UE en defensa de las subvenciones agrarias en las negociaciones de la
Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En efecto, durante
las negociaciones de 2003 en Cancún, con el respaldo de China y otros países del
22. 22
Sur, Brasil creó el g-20, constituido originalmente por los países que mostraron un
rechazo total a la última oferta del bloque de
Estados desarrollados, lo que definió el fracaso de la negociación. Desde ese
momento, EEUU y la UE tienen claro que, sin la cooperación y conformidad de
Brasil, no es posible lograr el éxito en las negociaciones de la omc. Pero quizás el
mayor triunfo de Brasil fue sembrar la semilla para la constitución del g-20, que tanta
relevancia tiene hoy en el nuevo contexto internacional, en reemplazo del antiguo g-
8.
Entre otras contribuciones que refuerzan el liderazgo de Brasil entre los países del
Sur hay que mencionar la decisión de Lula de convocar a la India y Sudáfrica a
conformar el Grupo ibsa, con el fin de promover una intensiva cooperación
tricontinental que funcione como contrapeso a la política unilateral de EEUU. Por
otra parte, aunque el papel de Brasil en el Grupo bric no es muy destacado, cabe
mencionar, como otro éxito de la polifacética política exterior, la convocatoria de Lula
a las cumbres presidenciales de este heterogéneo grupo de países (incluyendo la
próxima, que se realizará en Brasil).
También los periódicos encuentros presidenciales realizados en el marco de la
Unasur con países árabes y africanos enfatizan la importancia de los intereses
comunes con los países del Sur. En estos esfuerzos diplomáticos, los presidentes,
de una manera que ha dado un nuevo carácter al concepto de diplomacia
presidencial, se han mostrado muy activos: el objetivo consiste en diversificar las
relaciones externas y económicas del país y, a su vez, reforzar su liderazgo
internacional. Con la ampliación de estas redes de contactos internacionales, la
influencia de Brasil ha aumentado notablemente, y su actuación en los escenarios
mundiales es valorada por su capacidad de tender puentes entre países con
intereses de Índole económica e ideológica muy diferentes. Este estilo brasileño es
visto, sin duda, como una agradable forma de «poder blando» (softpower).
Todo esto forzosamente tenía que repercutir en las relaciones de Brasil con EEUU
y la UE. Aunque todos los presidentes brasileños han logrado mantener los vínculos
con EEUU libres de conflicto, su propósito ha sido mostrarse como el país más
relevante del Sur en el hemisferio occidental y, por lo tanto, con aspiraciones a ser
tratado con el debido respeto por parte de eeuu. A pesar del reconocimiento
estadounidense, el hecho de que hasta ahora no se le haya otorgado el rango que
Brasil cree merecer ha contribuido en parte a la intensa actividad internacional
desarrollada por el país. También, sin duda, la visible pérdida de influencia de EEUU
en América Latina desde el final de la Guerra Fría, y sobre todo tras los atentados
del 11 de septiembre, ha contribuido a fortalecer la presencia de Brasil en la región.
En ese contexto, el rechazo de Brasil a la propuesta estadounidense de crear un
Área de Libre Comercio de las Américas (alca) en 2003 puede considerarse una
importante fisura en las relaciones bilaterales, que a su vez ha generado
realineamientos regionales. En aquel momento, Venezuela y los países del
Mercosur compartieron la posición brasileña y obligaron a eeuu a buscar una nueva
estrategia. Washington exploró un nuevo camino en sus relaciones comerciales con
23. 23
América Latina mediante la firma de acuerdos bilaterales de libre comercio con
algunos países.
A esto hay que añadir que la dinámica del comercio y la economía mundial de los
últimos años ha reorientado las relaciones comerciales de Brasil hacia los países del
Sur, sobre todo hacia Asia y los vecinos latinoamericanos, en desmedro de EEUU.
Los conflictos bilaterales surgieron en general en aquellos casos en los que las
decisiones estadounidenses no sintonizaron con los intereses brasileños. Cuba, por
ejemplo, ha sido con frecuencia la manzana de la discordia. Esta situación se
agudizó en los últimos años, en parte debido a los numerosos puntos comunes de
las políticas de Brasil y de Cuba hacia África, y también como resultado de la
cooperación económica entre ambos países, estimulada principalmente durante el
gobierno de Lula. Tras la elección de Barack Obama, con la esperanza de que el
nuevo presidente realizaría algún gesto de acercamiento a la isla, Lula se ofreció a
ejercer sus buenos oficios de mediador. Brasil contaba con que se iniciaría una
nueva época en las relaciones interamericanas. Sin embargo, el intento, a pesar de
las repetidas expresiones de amistad de Obama hacia Lula, no ha dado resultados.
Otros acontecimientos que han complicado las relaciones entre los dos grandes
poderes del hemisferio occidental han sido la falta de cooperación en el manejo de
la crisis de Honduras; la decisión inconsulta de eeuu de incrementar su presencia
militar en Colombia en la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla; y, por último, la
falta de comprensión por parte de eeuu de la política de Brasil hacia Irán. En este
último caso, la postura brasileña es una señal de la reafirmación de su derecho a
desarrollar tecnología nuclear con fines civiles, cosa que ya viene haciendo desde
hace años. Al defender este derecho, Brasil intenta crear un puente entre el punto
de vista de los países occidentales, inclinados a sancionar al régimen iraní por las
sospechas sobre sus intenciones militares, y las lícitas aspiraciones al uso pacífico
de la tecnología nuclear por las naciones en ascenso.
Si lograra avanzar en este objetivo, se reforzaría el prestigio de Brasil como
mediador en el conflicto de Oriente Medio, donde ya cuenta con cierto
consentimiento por parte de Israel y Palestina. Respecto a la decisión colombiana
de invitar a una más estrecha, larga y cualificada cooperación militar con eeuu en
su propio territorio, hay que señalar que se trata de un tema que actúa como un
detonante de intranquilidad geopolítica en casi toda América del Sur, aunque
especialmente en Brasil: por un lado, por su secular rechazo a la presencia de
fuerzas militares ajenas a la región en América del Sur y, por otro, porque la frontera
de Brasil y Colombia se sitúa en la abierta y extensa área amazónica, que ha sido
históricamente la principal preocupación brasileña de seguridad debido a la
necesidad de reafirmar su presencia y soberanía.
Pero quizá el tema que más sorprende a la hora de analizar las dificultades de
cooperación con EEUU es el manejo de la crisis surgida como consecuencia del
golpe de Estado contra el presidente hondureño Manuel Zelaya el 28 de junio de
24. 24
2009. La propuesta presentada por Brasil para resolver el problema, que impulsaba
la restitución de Zelaya, no alcanzó el consenso en la OEA a raíz de la falta de apoyo
de EEUU. Al mismo tiempo, circulaban rumores de que existía algún acuerdo
informal entre los dos gobiernos, pues la presencia de Zelaya en la embajada
brasileña en Honduras no era considerada un hecho casual.
En efecto, el ingreso de Zelaya a su embajada puso a Brasil en una situación
doblemente responsable en cuanto a la restauración en el poder del presidente
democráticamente elegido, tanto por sus propias convicciones como por la
necesidad de mantener su imagen entre los países de la región (que, en general,
compartían su punto de vista). Por este motivo, la falta de respaldo de eeuu –donde
se desató una fuerte crisis interméstica debido a la actitud de la oposición
republicana, que consideraba la restitución de Zelaya como un gesto de apoyo a la
«izquierdización» de otro país latinoamericano fue especialmente dolorosa para
Brasil, cuyo prestigio de mediador se debilitó, para colmo en su propia región. La
forma en que se han puesto de manifiesto los conflictos en estos tres episodios
demuestra la creciente confianza en sí mismo de Brasil, así como la incapacidad de
EEUU de tratar adecuadamente al coloso del Sur, que hoy cumple un rol
fundamental en un espacio geopolítico que la potencia norteamericana
tradicionalmente consideraba su «patio trasero». En un momento de notables
inestabilidades en América
Latina, con su protagonismo en las relaciones SurSur en aumento, Brasil no espera
por parte de EEUU lecciones de buen comportamiento, sino ser consultado como el
poder regional que considera ser.
En cuanto a las relaciones con la ue, en general han tenido un enfoque bilateral. Con
algunos países han sido especialmente multifacéticas, intensas y más o menos
estrechas: con Alemania, por la presencia de la industria alemana y el importante
intercambio comercial; con España, por la fuerte inversión en el sector servicios y
por su papel en la comunidad iberoamericana; y con Francia, considerada por Brasil
un socio estratégico tanto por el volumen de cooperación en los sectores tecnológico
y militar como por el hecho de que es vista como un modelo de actor internacional
que insiste en su propia autonomía. Pero a pesar de estas relaciones, la UE no le
ha concedido a Brasil la misma importancia que a los otros integrantes del Grupo
bric. Aunque el ascenso de Brasil y su exitosa vinculación con el círculo de potencias
emergentes era innegable desde hacía tiempo, recién en 2007 la UE le ofreció el
estatus de «socio estratégico». En este contexto se ha puesto en marcha un plan de
acción para colaborar en diferentes temas globales, aunque sin incluir algunas de
las aspiraciones brasileñas, como la reforma de la omc, para evitar cualquier posible
conflicto con eeuu. Esta decisión de la ue de evitar conflictos con eeuu menoscaba,
a los ojos de Brasil, el carácter de esta relación estratégica, lo que ha menguado su
interés en colaborar. Lamentablemente, esta situación repercute en las
organizaciones multilaterales, donde hay intereses compartidos, como aquellos
relacionados con el cambio climático y la reforma de la arquitectura financiera
internacional.
25. 25
Por otro lado, y dado que los intentos realizados durante años por la UE para lograr
una asociación birregional con los distintos procesos de integración de América
Latina no han avanzado tanto como se esperaba, Brasil, como socio estratégico,
puede jugar un importante papel como puente con el resto de la región. Si bien es
un requisito imprescindible que la ue acepte a Brasil como poder anti-statu quo y
como líder emergente de los países del Sur, no siempre va a compartir todos sus
puntos de vista, y tampoco tiene que ser juzgado con la misma escala de valores
que se aplica al resto de los países de Occidente.
Si la ue enfocara su relación con Brasil más en su función de líder regional (una vez
que el país consolide esta posición) y menos como actor global, los vínculos podrían
ser más beneficiosos para ambas partes.
1.2 LAS TRANSFORMACIONES SOCIALES EN EL CONTINENTE ASIÁTICO
1.2.1 CRISIS DEL NEOLIBERALISMO EN EL SUDESTE ASIÁTICO
La crisis financiera asiática fue un período de dificultad
financiera que se apoderó de Asia en julio de 1997 y
aumentó el temor de un desastre económico mundial por
contagio financiero. También conocida como la crisis del
Fondo Monetario Internacional, comenzó el 2 de julio de
1997 con la devaluación de la moneda tailandesa. Por efecto
dominó, le sucedieron numerosas devaluaciones en Malasia,
Indonesia y Filipinas, lo que repercutió también en Taiwán, Hong Kong y Corea
del Sur. Sin embargo, lo que parecía ser una crisis regional se convirtió con el
tiempo en lo que se denominó la "primera gran crisis de la globalización",1 y
existe una gran incertidumbre sobre la verdadera magnitud del impacto de sus
efectos en la economía mundial. Sólo durante las primeras semanas un millón de
tailandeses y 21 millones de indonesios pasaron a engrosar las filas de los
oficialmente pobres
1.2.1.1 Visión de conjunto
La crisis comenzó en Tailandia cuando con el colapso financiero del baht tailandés,
causado por la decisión del gobierno tailandés de hacer fluctuar el baht, cortando su
clavija al dólar, después de esfuerzos exhaustivos para sostenerlo frente a una sobre
extensión financiera severa que era en parte obligada por el sector inmobiliario. Para
ese entonces, Tailandia había adquirido una carga de deuda externa que provocó
la bancarrota efectiva del país incluso antes del colapso de su moneda. Cuando la
crisis se expandió, la mayoría de los países del Sureste Asiático y Japón vieron el
26. 26
desplome de sus monedas, la devaluación del mercado bursátil y de otros activos y
una caída precipitada de la deuda privada.3
Aunque hay un acuerdo general sobre la existencia de una crisis y sus
consecuencias, es menos claro cuáles fueron las causas de la crisis, así como su
alcance y solución. Indonesia, Corea del Sur y Tailandia fueron los países más
afectados por la crisis. Hong Kong, Malasia y Laos padecieron también la depresión.
La República Popular China, India, Taiwán, Singapur y Vietnam fueron menos
afectados, aunque también sufrieron por la pérdida de la demanda y de la confianza
en la región.
Los ratios Deuda Extranjera-Producto Bruto Interno subieron una tasa de 100% a
167% en las cuatro economías más grandes del Sureste Asiático en el periodo 1993-
1996, luego se dispararon a más del 180% durante la peor parte de la crisis. En
Corea, el ratio aumentó un 13-21% y, luego al 40%. Solo en Tailandia y Corea
subieron los ratios del Servicio de deuda-exportaciones.4
Aunque la mayoría de los gobiernos de Asia tenían políticas fiscales bastante
razonables, el Fondo Monetario Internacional propuso iniciar un programa de $40
mil millones para estabilizar las monedas de Corea del Sur, Tailandia e Indonesia,
cuyas economías habían sido particularmente golpeadas por la crisis; sin embargo,
los esfuerzos para contener una crisis económica global hicieron poco para
estabilizar la situación doméstica en Indonesia. Después de haber estado 30 años
en el poder, el presidente de Indonesia, Suharto fue forzado a dimitir en mayo de
1998 en la víspera de la generalización de los disturbios que siguieron al fuerte
incremento de precios causado por una devaluación drástica de la rupiah. Los
efectos de la crisis persistieron a lo largo del año 1998. En Filipinas, el crecimiento
económico cayó virtualmente a cero en 1998. Solamente Singapur y Taiwán
probaron estar relativamente aisladas del shock, pero ambas sufrieron duros golpes,
la primera más agudamente debido a su tamaño y su ubicación geográfica entre
Malasia e Indonesia. Para 1999, sin embargo, los analistas vieron signos de que las
economías de Asia estaban empezando a recuperarse.5
Antecedentes
Hasta 1997, Asia atraía casi la mitad del total de capital afluente a los países en
desarrollo. En particular, las economías del Sureste asiático mantenían altas tasas
de interés que atraían inversionistas extranjeros en busca de altas tasas de retorno.
Como resultado, las economías de la región recibieron un gran afluente de dinero y
experimentaron un dramático incremento en los precios de activos. Al mismo tiempo,
las economías regionales de Tailandia, Malasia, Indonesia, Singapur y Corea del
Sur experimentaron altas tasas de crecimiento: del 8 a 12% del PIB a fines de la
década de 1980 y comienzos de los 90. Este logro fue ampliamente celebrado por
las instituciones financieras, incluyendo el Fondo Monetario Internacional y el Banco
Mundial, y fue conocido como parte del "milagro económico asiático".
27. 27
En 1994, el economista Paul Krugman publicó un artículo que atacaba la idea de un
"milagro económico asiático".6 Argumentaba que el crecimiento económico del
Sureste Asiático había sido el resultado histórico de la inversión de capital, la cual
había llevado al crecimiento de la productividad; sin embargo, la productividad total
de los factores se había incrementado solo marginalmente o para nada. Krugman
sostenía que solo la productividad total de los factores, y no la inversión de capital,
podía llevar a la prosperidad a largo plazo.
Las causas de la debacle son muchas y disputadas. La economía de Tailandia se
desarrolló en una burbuja llena con "dinero caliente". Se requería más y más
mientras crecía el tamaño de la burbuja. La misma situación se presentaba en
Malasia, aunque en este caso tenía un mejor liderazgo político, y en Indonesia, que
tenía la complicación adicional de lo que fue llamado "capitalismo salvaje".7 El flujo
de capital de corto plazo era costoso y, a menudo, altamente condicionado al
beneficio económico rápido. El dinero fue a parar de manera incontrolada solo a
ciertas personas, no particularmente las más apropiadas o las más eficientes, sino
a aquellas más cercanas a los centros de poder.8
A mediados de la década de 1990, Tailandia, Indonesia y Corea del Sur tenían
grandes déficits privados de cuenta corriente y el mantenimiento de una tasa de
cambio fija incentivaba el endeudamiento externo y llevaba a una exposición
excesiva al riesgo de intercambio extranjero tanto en el sector financiero como en el
corporativo. Además, dos factores empezaron a cambiar el entorno económico.
Cuando la economía de los Estados Unidos se recuperó de la recesión de inicios de
los 90, el Sistema de Reserva Federal a cargo de Alan Greenspan empezó a
incrementar las tasas de interés para cortar la inflación. Esto hizo a los Estados
Unidos, un destino de inversión más atractivo respecto al Sureste Asiático que había
atraído corrientes de "dinero caliente" a través de tasas de interés altas a corto plazo,
y aumentó el valor del dólar estadounidense, al cual estaban fijadas muchas
monedas del Sureste asiático, con lo que sus exportaciones se hicieron menos
competitivas. Al mismo tiempo, el crecimiento de la exportación en el Sureste
asiático disminuyó dramáticamente en la primavera de 1996, deteriorando su
posición de cuenta corriente.
Algunos economistas habían propuesto el impacto de China en la economía real
como un factor contribuyente a la ralentización del crecimiento de la exportación de
los países de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático, aunque estos
economistas sostienen que la mayor causa de la crisis fue la excesiva especulación
inmobiliaria.9 China había empezado a competir efectivamente con otros
exportadores asiáticos, particularmente en la década de 1990, después de la
implementación de una serie de reformas orientadas a la exportación. Aún más
importante, las monedas tailandesa e indonesa estaban ancladas al dólar que se
estaba apreciando en los 90. Los importadores de Occidente buscaban
manufacturas más baratas y, de hecho, las encontraron en China, cuya moneda se
estaba depreciando respecto al dólar. Otros economistas refutan esta teoría
28. 28
destacando que, a inicios de los 90, tanto los países del Sureste Asiático como China
experimentaron un crecimiento rápido y simultáneo de las exportaciones.10
Muchos economistas creían que la crisis asiática fue creada no por la psicología o
tecnología del mercado, sino por políticas que distorsionaron los incentivos dentro
de la relación prestatario-prestamista. Las grandes cantidades resultantes de crédito
que estuvo disponible generó un clima económico de gran apalancamiento y
presionó los precios de activos al alza hasta un nivel insostenible.11 Estos precios
de activos eventualmente empezaron a colapsar, causando la suspensión de pagos
de las obligaciones de deuda tanto por parte de los individuos como de las
compañías. El pánico resultante entre los prestamistas llevó a un gran retiro del
crédito de los países en crisis, causando un credit crunch y, luego, bancarrotas.
Además, como los inversionistas intentaban retirar su dinero, el mercado cambiario
fue inundado con monedas de los países en crisis, presionando hacia la
depreciación de sus tipos de cambio.
Para prevenir un colapso de los valores monetarios, los gobiernos de estos países
fueron forzados a incrementar las tasas de interés domésticas a niveles sumamente
altos (para ayudar a disminuir la fuga de capitales al volver relativamente más
atractivo a los inversionistas el préstamo a esos países) y a intervenir en el mercado
cambiario, comprando con reservas internacionales todo exceso de moneda
doméstica a la tasa de cambio fija. Ninguna de estas políticas podía ser una
respuesta sostenida por mucho tiempo. Tasas de interés muy altas pueden ser
extremadamente dañinas a una economía que está relativamente saludable,
causando estragos en un ya de por sí frágil estado, mientras que los bancos
centrales se quedan sin reservas internacionales. Cuando fue claro que la fuga de
capitales de estos países no sería detenida, las autoridades dejaron de defender
sus tipos de cambio fijos y permitieron la fluctuación de sus monedas. El valor
depreciado resultante de estas monedas significó que la moneda extranjera
denominada pasiva aumentara substancialmente en términos de moneda
doméstica, causando más bancarrotas y, luego, profundizando la crisis.
Otros economistas, incluyendo a Joseph Stiglitz y a Jeffrey Sachs, han restado
importancia al rol de la economía real en la crisis comparado a los mercados
financieros, debido a la velocidad de la crisis. La rapidez con la cual ocurrió la crisis
sirvió para que Sachs y otros la compararan con una clásica corrida bancaria,
provocada por un riesgo repentino. Sachs señaló las políticas monetarias estrictas
y fiscales contractorias implementadas por los gobiernos por consejo del FMI en la
víspera de la crisis, mientras que Frederic Mishkin señala el rol de la información
asimétrica en los mercados financieros que llevaron a una "mentalidad gregaria"
entre los inversionistas que magnificó un riesgo relativamente pequeño en la
economía real. Así, la crisis atrajo la atención de las finanzas conductuales
interesadas en la psicología del mercado. Otra posible consecuencia del shock
repentino puede ser también atribuida a la transferencia de la soberanía de Hong
Kong el 1 de julio de 1997. Durante los 90, dinero caliente llegó a la región del
Sureste Asiático, pero los inversionistas ignoraron a menudo los fundamentos reales
29. 29
o perfiles de riesgo de las respectivas economías. La incertidumbre respecto al
futuro de Hong Kong llevó a los inversionistas a echar marcha atrás incluso fuera de
Asia, exacerbando las condiciones económicas en el área (subsecuentemente
llevando a la devaluación del baht tailandés el 2 de julio de 1997).12
Los cancilleres de los diez países miembros de la Asociación de Naciones del
Sureste Asiático creyeron que la manipulación bien coordinada de monedas fue un
intento deliberado de desestabilizar sus economías. El ex primer ministro malayo
Mahathir Mohamad acusó a George Soros de arruinar la economía de Malasia con
una "especulación cambiaria masiva" (aparentemente, Soros apostó en contra de la
devaluación de monedas asiáticas, incurriendo en una pérdida cuando estalló la
crisis). En la Reunión Ministerial de dicha asociación sostenida en Subang Jaya,
Malasia, los ministros firmaron una declaración conjunta el 25 de julio de 1997 que
expresaba su preocupación y llamaba a una intensificación de la cooperación entre
los países miembros para salvaguardar y promover el interés de la región a este
respecto.13 Coincidentemente el mismo día, los directores de los bancos centrales
de la mayoría de los países afectados estuvieron en la EMEAP (Executive Meeting
of East Asia Pacific) reunidos en Shanghái y no lograron hacer operacional el "nuevo
arreglo para pedir prestado".
Un año antes, el 17 de marzo de 1996, los ministros de finanzas de estos mismos
países habían asistido a la tercera reunión de ministros de finanzas del APEC en
Kioto, Japón, y de acuerdo a esa declaración conjunta, habían sido incapaces de
duplicar los montos disponibles bajo el "Acuerdo general para pedir prestado" y el
"Mecanismo financiero de emergencia". Como tal, la crisis podía ser vista como el
fracaso para construir adecuadamente y a tiempo la capacidad para prevenir la
manipulación monetaria. Esta hipótesis no gozó de mucho apoyo entre los
economistas, pues se argumenta que ningún inversionista por sí solo podía haber
hecho suficiente impacto en el mercado para manipular exitosamente los valores
monetarios. Además, el nivel de organización necesario para coordinar un éxodo
masivo de inversionistas de monedas del Sureste Asiático para manipular sus
valores volvía a esta posibilidad un carácter remoto.
Para algunos economistas, la causa de la crisis fue que muchos gastaban más de
lo que ganaban y habían acumulado grandes deudas en moneda extranjera. Eso
ahuyentó a los inversionistas foráneos, quienes huyeron en masa y provocaron
devaluaciones de divisas y recesiones.14
1.2.2 EL GIGANTE DESPIERTA. CHINA: MODERNIZACIÓN,
CRECIMIENTO
DEMOGRÁFICO, ECONÓMICO Y POLÍTICO EN EL SIGLO XX
El acelerado crecimiento económico de China en la era Deng Xiaoping, prefigura
hoy una de las grandes paradojas de nuestro siglo. Pues, la política oriental se
resume en "Un país, dos sistemas". Con un régimen comunista y una economía de
30. 30
libre mercado, China se perfila hoy, como una de las grandes potencias de un futuro
cercano.
Hace 200 años, le preguntaron a Napoleón qué pensaba de China. El emperador
francés respondió: "Allí duerme un gigante. Dejémoslo que duerma, porque cuando
despierte se moverá el mundo entero".
China es hoy una potencia que crece desde hace más de una década, al asombroso
ritmo económico del 10% anual.
Lo cierto es que por estas tierras orientales se ha impuesto la universalización de
los valores vinculados con la prosperidad occidental: el hedonismo pequeño
burgués. Esta nación milenaria ha cambiado los arrozales por los grandes centros
de compra y ha adoptado en gran medida el modelo capitalista, dejando de lado la
revolución proletaria.
En 1912 Sun Yat-Sen derribó el imperio chino, que tenla 2.000 años, e instaló una
república, liderada por un movimiento, el KOUMINTANG, que incluía fuerzas tan
disímiles como los comunistas y los nacionalistas de Chiang Kai-Shek. Sin embargo,
su proyecto de modernización fracasó debido a la regionalización de la vida política
-dominada por los "Señores de la Guerra"- y a la grave situación de la masa
campesina. Después de la muerte de Sun Yat-Sen, en 1925, se desencadena una
guerra civil entre los irreconciliables bandos. Estos factores fueron los
desencadenantes de la guerra del 37' con Japón.
A partir de ese momento, el Partido Comunista, liderado por Mao Tse Tung emergió
como la fuerza patriótica, capaz de imponerse al invasor nipón, y se ganó el apoyo
del campesinado repartiendo tierras, con lo cual fueron creando una conciencia
nacional. Pero en 1946, tras la retirada japonesa, se reinició una guerra civil, que
tres años después llevaría a Mao al poder.
En tanto, el régimen nacionalista sobrevivía en la isla de Taiwán con el respaldo de
los Estados Unidos y la dirección de Chiang Kai-Shek, que gobernó hasta su muerte,
en 1975.
La República Popular China, dirigida por Mao Tse-Tung provocó un vuelco en el
espectro político mundial, ya que casi un tercio de la humanidad quedó bajo un
régimen comunista.
Pese a que Mao lanzó su proyecto del ''Gran salto adelante", en un intento por
acelerar el crecimiento económico mediante la movilización de la fuerza de trabajo
rural en una escala masiva, el proyecto fracasó y tuvo que ser abortado.
Luego, en 1960, la Unión Soviética cortó su ayuda militar y económica y criticó
abiertamente a Mao. Para recuperar la iniciativa ideológica, Mao lanzó en 1966, la
"Gran revolución cultural", que produjo una anarquía en la cual, muchos intelectuales
y artistas fueron víctimas de las jóvenes guardias rojas.
31. 31
Una ola de terror provocó la matanza de por lo menos 400.000 chinos. Esta
situación, unida al temor de una invasión soviética, llevó en 1968 al gobierno a llamar
al ejército para restaurar el orden.
1.2.2.1 DEL POSCOMUNISMO AL NEOCAPITALISMO.
Casi 40 años después de la llegada de Mao al poder, surge en China -entre 1978 y
1991- el arquitecto que convirtió a este país en una de las economías de mayor
crecimiento y poderío sobre la tierra: el legendario líder Deng Xiaoping.
Originariamente marxista, revolucionario proletario y combatiente introdujo reformas
económicas de tipo capitalista en el sistema comunista china. Bajo su liderazgo, en
1982 se elaboró una nueva constitución.
Xiaoping fue también quien ordenó la sangrienta represión de las manifestaciones
pro democráticas de la plaza Tienammen, donde murieron cerca de 200 personas.
Su paquete de medidas incluyó la apertura de zonas industriales en 14 ciudades
portuarias y la creación de 4 zonas económicas especiales con privilegios para las
inversiones extranjeras.
El vuelco del régimen comunista al capitalismo estuvo acompañado por una
inserción acelerada de China en la economía mundial. El comercio internacional
ascendió a 36.000 millones de dólares en 1978, y trepó a 300.000 millones en 1996.
Se multiplicó por 10 en 18 anos.
En 1996, China atrajo 40.000 millones de dólares de inversión extranjera directa.
Una cifra, apenas inferior a la que reciben los EE.UU.
En los últimos 10 años (a contar desde 1997 para atrás) logró duplicar el ingreso
real per cápita de su población (Gran Bretaña tardó 60 años en hacerlo, durante la
Revolución
Industrial).
Pese a que las estimaciones del Banco Mundial son optimistas para China (se
calcula que en el 2020, este país exportará el 10% del comercio mundial), hay
opiniones disidentes. Para muchos analistas políticos, la posibilidad de que los
beneficios del sistema económico liberal echen buenos frutos en un sistema político
no liberal, parece remota, aún a largo plazo.
Al borde del fin de siglo, los imperios coloniales han caído en desuso. Hoy los
funcionarios estatales chinos son reemplazados por los directores de las
multinacionales.
En China, por primera vez, un gobierno está integrado por un alto número de
empresarios y no de políticos: el jefe de Estado, Tungchi Hua, es un exitoso magnate
32. 32
naviero; y buena parte de los legisladores y miembros del gabinete son empresarios
y hombres de negocios.
1.2.2.2 ASIGNATURA PENDIENTES
Los ecos de los pro democráticos taiwaneses que exigen la independencia completa
de la isla, y critican la entrega de Hong Kong a Beijing, mientras vociferan por las
calles de Taipei: "Taiwan es Taiwan y China es China", no parecen conmover la
indiferencia del Gran Dragón, que ha provocado una larga caravana de nómades.
Pese a las reformas introducidas por Deng Xiaoping en 1978, que se tradujeron con
los años en un evidente bienestar para gran parte de la población, el nuevo modelo
económico pareciera atravesar por una "fase negativa".
Las frustraciones en la sociedad china, quizás el rostro feo de la exitosa marcha en
los últimos 20años hacia una economía de mercado, aparecen traducidas en las
estadísticas oficiales sobre el creciente número de casos de violencia familiar,
divorcios, índice de prostitución y proxenetismo, acoso sexual, abandono infantil y
otros fenómenos verdaderamente poco conocidos en este país. A fines de 1998, los
despedidos por la reestructuración de las empresa públicas eran 10 millones, de los
cuales, solo el 30% logró hallar un trabajo.
El desmantelamiento del Estado social, el desempleo y la destrucción de los
privilegios adquiridos aparecen también como desencadenantes del aumento de la
criminalidad. El año pasado, la policía de Beijing investigó 1.300.000 casos con un
alza del 22%, respecto del año precedente.
Los homicidios fueron de 21.000, casi el 6 % mas que en 1998, mientras que los
explosivos o bombas que estallaron por revueltas sociales fueron 2.500 con un
aumento del 9%, según datos suministrados por la Academia de Ciencias Sociales
de la República Popular de China.
Tras la crisis financiera en Tailandia del año pasado, el circuito económico de Hong
Kong tampoco ha podido recuperarse. La Bolsa tuvo un descenso del 50%, los
precios inmobiliarios cayeron un 40% y el desempleo se duplicó alcanzando casi el
5%. Y la recesión que vive hoy Hong Kong no se veía desde hace por lo menos 15
años atrás.
En China existe, además, una deuda no menos importante: la democracia. La
población aún no es dueña de elegir libremente su gobierno, y por ende tampoco
son dueños de elegir su propio destino. El Consejo Legislativo (Legco) de la
conocida por Beijing como la "Región Administrativa Especial" (SAR, por su sigla en
inglés) está integrado por 60 miembros, pero sólo un tercio es elegido en forma
directa; los otros, son designados por el Gobierno chino.
33. 33
Los demócratas no cesan de reclamar la elección por sufragio universal de todos los
miembros del Legco para el año 2.000, y la del próximo Jefe Administrativo dos años
más tarde.
Este país, cuya población asciende a 1.260 millones de habitantes, tiene una deuda
más. La violación de los derechos humanos es uno de los elementos que más
escozor ha causado dentro de la comunidad internacional, quien desde distintos
ángulos del planeta recrimina a China, miles de violaciones sistemáticas.
La xenofobia, el racismo y la discriminación por sexo, edad o clase social hacen
estragos entre los miembros de este país.
A las puertas del nuevo milenio, China no se enrojece por amenazar, por ejemplo, a
los hombres casados -en virtud de una "saludable moralidad social"- a recibir
trabajos forzados o sufrir castigos administrativos, si persisten en mantener una
relación de concubinato (Fuente: Departamento de Protección Legal de la
Federación de Mujeres de China).
Este país tampoco se avergüenza por endurecer las políticas de control de natalidad,
que "gracias" a una ley vigente desde 1988, ordenan la esterilización y los abortos
forzados a cientos de mujeres chinas, muchas de las cuales incluso atraviesan
embarazos de 9 meses.
Según el informe anual de Amnistía Internacional, en China, durante 1996 "se
usaron métodos de tortura y se sentenció a muerte a más de 6.000 personas. En el
marco de una campaña contra el crimen, en sólo 4 meses Bejing ejecutó a 2.500
individuos", y lo peor es que estas cifras, aún, hoy no cesan.
Hoy China es una fusión de modelos progresistas, creencias fosilizadas y heridas
aún sangrantes, donde lo arcaico y el progreso se unen como partes de un todo. Lo
cierto es que su ejemplo pareciera confirmar que hoy, tanto el capitalismo como el
comunismo son modelos vacíos de contenido ideológico.
Más bien representan móviles que permiten a las potencias ubicarse en un mejor
lugar del mapa mundial.
1.3. LEVANTAMIENTOS DEMOCRÁTICOS EN EL NORTE ÁFRICA Y MEDIO
ORIENTE
Los levantamientos populares que se propagaron por el Norte de África y Oriente
Medio desde finales de 2010 continuaron determinando durante 2012 los
acontecimientos de la región en materia de derechos humanos.
En Siria, el conflicto armado interno entre las fuerzas del gobierno y la oposición
asolaba el país. A lo largo de 2012 persistieron los abusos graves contra los
derechos humanos y los crímenes de guerra que cometían todas las partes, así
34. 34
como los crímenes de lesa humanidad perpetrados por las fuerzas del gobierno, que
incluyeron ataques indiscriminados contra zonas residenciales, homicidios políticos
y tortura.
El terror y la destrucción generalizados desplazaron dentro de Siria a más de 2
millones de personas, que quedaron expuestas a atroces condiciones humanitarias;
asimismo, al final del año habían obligado a huir del país a casi 600.000 personas
más, con lo que los Estados vecinos se vieron sometidos a presión extrema. Con la
economía y las infraestructuras destruidas y sin el fin de los combates a la vista, el
futuro de Siria parecía realmente sombrío al concluir 2012.
En otras partes de la región, 2012 fue desigual. En los países donde se había
derrocado a autócratas –Egipto, Libia, Túnez y Yemen–, los medios de
comunicación gozaron de mayor libertad y la sociedad civil tuvo más oportunidades.
Sin embargo, hubo también reveses, y se atentó contra la libertad de expresión por
motivos religiosos o morales. En Libia, la falta de medidas para poner a las milicias
bajo control amenazó asimismo los avances en materia de derechos humanos.
En toda la región, los activistas políticos y de los derechos humanos continuaron
sufriendo represión. Muchas mujeres y hombres fueron encarcelados por expresar
sus opiniones, recibieron palizas o encontraron la muerte en manifestaciones
pacíficas, sufrieron tortura bajo custodia, quedaron sometidos a la prohibición de
viajar, o fueron hostigados por agentes del Estado.
En los Estados del Golfo, se encarceló a activistas, poetas, trabajadores de la salud
y otras personas simplemente por pedir reformas o expresar sus opiniones.
En Bahréin, aunque las autoridades anunciaron reformas a bombo y platillo,
continuaron privando de libertad a personas por motivos que las convertían en
presos de conciencia, incluidos destacados miembros de la oposición y activistas de
los derechos humanos. Nuevas leyes promulgadas en Argelia y Jordania sometieron
a los medios de comunicación a controles aún más estrictos, y las autoridades
marroquíes reprimieron a periodistas y disidentes.
En los países en transición continuó el debate sobre la tan necesaria reforma de los
sectores de la justicia y la seguridad, pero se realizaron pocos cambios concretos.
En general, la impunidad de las violaciones de derechos humanos siguió bien
afianzada, aunque se tomaron algunas medidas para abordar abusos cometidos
anteriormente. Las detenciones arbitrarias, la tortura y los juicios injustos siguieron
siendo comunes, y muchos Estados, en particular Irán y Arabia Saudí, recurrieron a
menudo a la pena de muerte.
Las mujeres, que eran parte esencial de los levantamientos, no vieron cumplidas
sus esperanzas en absoluto. No se atendió su demanda de poner fin a la
discriminación por motivos de género, y algunas sufrieron abusos relacionados