François Marie Arouet, o Voltaire (1694-1778), escribe “Cándido o El Optimismo” en 1758, ya con 64 años, como una crítica al optimismo filosófico: Cándido es educado por el profesor Pangloss, un filósofo discípulo de Leibniz, en los principios de la armonía preestablecida y orden racional del mundo, y se ve enfrentado al desorden del mundo a lo largo de su vida de peripecias vertiginosas, que le hacen recorrer medio planeta y pasar por las aventuras más divertidas y abracadabrantes. Como dice Martin , un sabio maniqueo al que contrata Cándido para que le haga compañía, ¿Cómo ser optimista y creer en el orden racional de un mundo, donde por doquier los débiles odian a los poderosos y se arrastran a sus pies; pero los poderosos les tratan como a rebaños cuya carne y lana se vende?. El recuerdo de esta atemporal obra, ante desordenes subidos de tono en Brasil, calles convulsionadas en Chile, masiva y beligerante clase media en Pakistán e insurgencia popular en Egipto, y marchas y protestas contra la aprobada Ley del Servicio Civil e inminente nueva Ley de Universidades en nuestra República del Perú, contrasta con el engreimiento del crecimiento económico del Perú respecto a tales países, y augurios de calamidades profetizadas por los escépticos del lado opuesto. Pero, más allá de la obvia profecía gubernamental de impermeabilidad a la Crisis (No hay Gobierno pesimista!), ¿Hay razones para creerlo?, (más allá del 2013) y de así ser, quien debiera estar en la primera fila repeliendo los ataques; o, nuestros Gobernantes, a la manera del Cándido de Voltaire, solo son “Optimistas” profesionales?.
Crisis económica, Política y Gestión Pública: “El Optimismo”.
1. Crisis
económica,
Política y
Gestión
Pública: “El
Optimismo”.
agosto 23
2013
François Marie Arouet, o Voltaire (1694-1778), escribe “Cándido o El Optimismo” en
1758, ya con 64 años, como una crítica al optimismo filosófico: Cándido es educado
por el profesor Pangloss, un filósofo discípulo de Leibniz, en los principios de la
armonía preestablecida y orden racional del mundo, y se ve enfrentado al desorden
del mundo a lo largo de su vida de peripecias vertiginosas, que le hacen recorrer
medio planeta y pasar por las aventuras más divertidas y abracadabrantes. Como
dice Martin , un sabio maniqueo al que contrata Cándido para que le haga compañía,
¿Cómo ser optimista y creer en el orden racional de un mundo, donde por doquier
los débiles odian a los poderosos y se arrastran a sus pies; pero los poderosos les
tratan como a rebaños cuya carne y lana se vende?. El recuerdo de esta atemporal
obra, ante desordenes subidos de tono en Brasil, calles convulsionadas en Chile,
masiva y beligerante clase media en Pakistán e insurgencia popular en Egipto, y
marchas y protestas contra la aprobada Ley del Servicio Civil e inminente nueva Ley
de Universidades en nuestra República del Perú, contrasta con el engreimiento del
crecimiento económico del Perú respecto a tales países, y augurios de calamidades
profetizadas por los escépticos del lado opuesto. Pero, más allá de la obvia profecía
gubernamental de impermeabilidad a la Crisis (No hay Gobierno pesimista!), ¿Hay
razones para creerlo?, (más allá del 2013) y de así ser, quien debiera estar en la
primera fila repeliendo los ataques; o, nuestros Gobernantes, a la manera del
Cándido de Voltaire, solo son “Optimistas” profesionales?.
Articulo 38
2. Página1
Crisis económica, Política y Gestión Pública: “El Optimismo”.
Por Mag. Econ. Alfredo Espinal
“Cándido o El Optimismo”, de Voltaire.
François Marie Arouet, o Voltaire (1694-1778), escritor, historiador, filósofo y abogado francés, y uno de los principales
adalides de la Ilustración, escribe “Cándido o El Optimismo” en 1758, ya con 64 años, como una crítica al optimismo
filosófico: Cándido es educado por el profesor Pangloss, un filósofo discípulo de Leibniz, en los principios de la armonía
preestablecida y orden racional del mundo, y se ve enfrentado al desorden del mundo a lo largo de su vida de peripecias
vertiginosas, que le hacen recorrer medio planeta y pasar por las aventuras más divertidas y abracadabrantes. El mundo
va convenciéndole de que el optimismo no es sino el empeño de sostener que todo es magnífico cuando todo es
pésimo. Como dice Martin1, un sabio maniqueo al que contrata Cándido para que le haga compañía, ¿Cómo ser
optimista y creer en el orden racional de un mundo, donde por doquier los débiles odian a los poderosos y se arrastran a
sus pies; pero los poderosos les tratan como a rebaños cuya carne y lana se vende?.
El recuerdo de esta atemporal obra, ante desordenes subidos de tono en Brasil, calles convulsionadas en Chile, masiva
y beligerante clase media en Pakistán e insurgencia popular en Egipto, y marchas y protestas contra la aprobada Ley
del Servicio Civil e inminente nueva Ley de Universidades en nuestra República del Perú, contrasta con el engreimiento
del crecimiento económico del Perú respecto a tales países, y augurios de calamidades profetizadas por los escépticos
del lado opuesto. ¿Y cuál es nuestra influencia? El Perú no es más allá del 0,68% del volumen del comercio mundial,
pero sí depende claramente del ingreso de divisas de dos actividades (minería y pesca) e internamente, es sensible en
manufactura, construcción, comercio, otros servicios y la agricultura. Pero, más allá de la obvia profecía gubernamental
de impermeabilidad a la Crisis (No hay Gobierno pesimista!), ¿Hay razones para creerlo?, (más allá del 2013) y de así
ser, quien debiera estar en la primera fila repeliendo los ataques; o, nuestros Gobernantes, a la manera del Cándido de
Voltaire, solo son “Optimistas” profesionales?.
I. Acerca de la Crisis, y otras historias urbanas.
En Abril 2009 se publica el Libro Colectivo2 “Crisis”, cuyo Prólogo reta a la lectura, señalando: “Las crisis ocurren cuando
se realizan cambios estratégicos importantes y cuando los sistemas que han estado en equilibrio son sacados de dicho
estado por alguna perturbación. Las crisis no ocurren de forma repentina, se van desarrollando hasta que se evidencian.
Pueden tomar poco tiempo, o en algunos casos, un tiempo mayor. Los Lideres juegan un rol fundamental al presentir las
crisis que resultan de dichas alteraciones”. Cabe indicar que la aparición de este libro coincide con las olas de la crisis
financiera del 2008, atribuido al colapso por la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos del 2006, y que llega al clímax
en octubre 2007 por pánico a las hipotecas subprime. La secuela de la crisis hipotecaria resultó evidente y calificada de
extremadamente grave a inicios del 2008, contagiando primero al sistema financiero americano, y poco tiempo después
al internacional, pese a los esfuerzos de la banca europea, teniendo como consecuencia una profunda crisis de liquidez,
y precipitando indirectamente otros fenómenos económicos, como la pérdida de credibilidad en la calificación del riesgo,
derrumbes bursátiles (crisis bursátil de enero de 2008 y la mundial de octubre 2008), cesación de pagos y, en conjunto,
crisis económica internacional, que empujara a una crisis totalmente “americana” a partir del 2011. En la introducción del
libro, German Alarco reseña a, entre otros títulos, “¿La teoría económica: puede explicar la crisis?, argumentando: “El
primer artículo del bloque teórico corresponde al profesor Hnyilicza, que se dedica a evaluar si la teoría económica
puede explicar la actual crisis internacional. Para él, los problemas con la deuda subprime son solo su explicación
superficial. Se trata en cambio de explorar las fuerzas de motivación individual y colectiva que emergen de las redes de
decisiones públicas y privadas. En concreto, se orienta a evaluar los vínculos causales entre las fallas en las estructuras
de gobierno corporativo, los errores en el diseño del sistema de incentivos, el impacto del sobreendeudamiento por
parte de inversionistas e intermediarios financieros, y la falta de flexibilidad en el diseño contractual de los productos
derivados estructurados. En forma inmediata, el autor repasa el desarrollo de la crisis con los elementos anteriores
incorporando otros conceptos tales como la burbuja hipotecaria, expectativas irracionales, el comportamiento expansivo
de la política monetaria norteamericana, la propagación a través de la securitización (crear y empacar instrumentos
financieros), falta de transparencia, la presencia de información asimétrica, los problemas de selección adversa y riesgo
moral. El autor concluye que la teoría económica puede explicar la crisis en una perspectiva amplia que comprende los
conceptos anteriores y más cuando se abraza cada vez con sus primos y hermanos, la sociología, la psicología, la
historia, la teoría de organizaciones y las ciencias de la administración”. Entenderemos que a esta última disciplina que
refiere el autor, para nuestros propósitos denominaremos explícitamente, “Gestión Pública”, o actos del Gobierno.
1
Capitulo XX, Aventuras de Cándido y Martin en el mar.
2
“Análisis y perspectivas de la crisis económica mundial desde el Perú”, Centrum, Pontificia Universidad Católica del Perú, con Prólogo de Fernando
D`Alessio e Introducción de German Alarco –hoy investigador de la Universidad del Pacifico– y diversos autores en tres secciones específicas.
3. Página2
Esteban Hnyilicza (fallecido el 2010) señala en su artículo tres aspectos de relevancia sobre los cuales girará el análisis
de este trabajo, y además de extrañar comentarios cuasi entomológicos compartidos con Esteban sobre la (in)conducta
pública al calor algunos cafés en la Avenida Larco, me permite destacar su intelecto por sobre sus peculiaridades:
a) “Un aspecto novedoso concierne a los mecanismos de propagación. La banca internacional se encargó de distribuir
los activos contaminados alrededor del mundo. La mitad de hipotecas subprime originadas en EE. UU. terminaron
en las hojas de balance de fondos de inversión y bancos europeos. Los propios inversionistas desconocían el perfil
de los portafolios que estaban adquiriendo. Los productos derivados, que se diseñaron para controlar el riesgo,
acabaron siendo ellos mismos los vehículos de contagio. En medio de la maraña de elementos contribuyentes, dos
son los factores que pueden identificarse por su alcance y trascendencia como detonantes sine quanon de la crisis:
i. El hecho de que la larga tendencia al alza de los precios de bienes raíces en EE. UU. se revirtiera a mediados del
2006; ii. El hecho que esta reversión no fue ni anticipada ni incluida como un evento contingente en el diseño
contractual de los productos financieros estructurados. Si el diseño contractual de estos instrumentos hubiera sido
flexible y hubiera anticipado explícitamente la posibilidad de shocks adversos sobre la evolución de precios de
bienes raíces, es difícil ver como la cascada de adversidades posteriores podría haber ocurrido. La desregulación
financiera iniciada a fines de los noventa en los EE. UU. no fue impulsada con el afán de generar una crisis, sino
que fue motivada por el propósito de impulsar la búsqueda de la innovación. Como veremos, las innovaciones
financieras se realizaron, pero trajeron consigo efectos perversos no anticipados. Asimismo, podrá concluirse que la
falta de transparencia fue una de las principales consecuencias en los errores en los sistemas de incentivos y, una
vez desencadenados los patrones de inestabilidad, se convirtió en motor impulsor de la propagación de la crisis.
Esta falta de transparencia restringió también, las opciones de las políticas disponibles. En Noviembre del 2008, el
Secretario del Tesoro Henry Paulson, quien había sido CEO de Goldman Sachs, enfrentaba agudas presiones para
implementar acciones correctivas. Su propuesta inicial contemplaba inyectar liquidez a los bancos mediante la
adquisición directa de los activos tóxicos en sus hojas de balance. Esta propuesta fue retirada porque la valorización
de estos papeles contaminados resultaba virtualmente imposible por la forma en que habían sido construidos”.
b) “El eje central del edificio teórico construido por Keynes fue el de confrontar y refutar abiertamente la visión clásica y
neoclásica respecto a las propiedades autoreguladoras y autocorrectoras de las fuerzas del mercado bajo régimen
de laissez-faire. El análisis de Keynes de las contracciones económicas, resumido en la Teoría General en 1936,
estuvo centrado en explicar una sucesión de fenómenos que tuvieron lugar durante la Gran Depresión de 1929-1933
y que se han venido repitiendo en la crisis actual. En síntesis, cuando las expectativas de evolución económica se
tornan adversas de manera difundida se desarrolla una cadena de eventos que, impulsados por el resquebraja-
miento de la confianza, incluyen la suspensión del gasto, la suspensión del crédito y el atesoramiento de los saldos
monetarios. El temor a la pérdida de capital e inseguridad frente al prospecto de disminución de ingresos futuros es
tal, que los bancos dejan de conceder préstamos, los individuos dejan de gastar y las empresas no generan
utilidades. Tal sucesión de eventos rápidamente deviene en círculo vicioso que conduce al estancamiento y declive
denominado recesión o depresión económica. Los estímulos de la política monetaria consistentes en canalizar
liquidez a través del sistema bancario resultan ineficaces porque los bancos son temerosos de prestar y los
tenedores de saldos monetarios sencillamente los atesoran y no los aplican ni al consumo ni a la inversión. El
resultado es una creciente parálisis del sistema económico. Para romper este círculo vicioso, según Keynes, era
necesario estimular la demanda efectiva de bienes y servicios mediante el gasto público para romper las
expectativas adversas y reemplazarlas por expectativas positivas que conduzcan a un círculo virtuoso. (…) El
programa de recuperación económica presentado por el presidente Barack Obama al congreso de los EE.UU. en
enero de 2009 se sustenta en buena medida en la ejecución de proyectos de inversión en infraestructura pública
que obedecen a la misma lógica usada por Roosevelt y se apoya en el diagnóstico y la prescripción enunciados por
Keynes y contenidos en su histórica obra Teoría general del empleo, el interés y el dinero. La influencia de Keynes
se transmite hasta nuestros días en economistas como el postkeynesiano Hyman Minsky, autor de la teoría de los
ciclos financieros de auge y contracción”.
c) “Una crisis monetaria y una posterior devaluación crean el riesgo de provocar una crisis financiera en países con
mercados emergentes debido a que los contratos de deuda tienen una duración muy corta y son denominados con
frecuencia en moneda extranjera. Mishkin señala tres características de los contratos de deuda por los cuales una
crisis en estos países agravan los problemas de información asimétrica en los mercados crediticios: 1. El primer
mecanismo abarca el efecto directo de la devaluación de la moneda en las hojas de balance de las firmas con
contratos de deuda denominadas en moneda extranjera. Cuando hay una devaluación de la moneda nacional, el
peso de la deuda de las firmas locales se incrementa. Por otro lado, desde que los activos se denominan en
moneda nacional, no hay aumento simultáneos en el valor de los activos de las firmas. Por tanto, una devaluación
conduce a un deterioro de las hojas de balance de las firmas y un declive en su valor neto, con lo cual empeora el
problema de selección adversa, haciendo que se provea de menos protección a los prestadores; 2. El segundo
mecanismo que vincula a una crisis monetaria con la crisis financiera puede ocurrir si una devaluación causa una
alta inflación. Muchos países emergentes han experimentado inflaciones altas y variables, por tanto, sus bancos
centrales no tienen credibilidad como luchadores contra la inflación. Una depreciación de la moneda después de un
ataque especulativo provoca una subida de precios que puede conducir a un dramático aumento de la inflación
4. Página3
actual y la esperada. Un aumento de inflación esperada, luego de una crisis monetaria, exacerba la crisis financiera,
porque contribuye a un aumento de las tasas de interés. 3. El tercer mecanismo enlaza la crisis financiera con la
monetaria debido a que la devaluación en moneda nacional puede contribuir al deterioro de las hojas de balance de
los bancos. Estas (hojas) están comprimidas de ambos lados, activos y pasivos, y por tanto decae el valor neto. Otro
problema es que muchas deudas en moneda extranjera son a muy corto plazo, por tanto esto conduce a problemas
de liquidez ya que la deuda debe ser pagada. En el caso extremo el deterioro de las hojas de balance lleva a que
muchos bancos cierren sus puertas. De acuerdo con la interpretación propuesta por Mishkin, la crisis financiera en
el caso del Sureste asiático fue el resultado de un colapso sistémico en las hojas de balance de las firmas tanto
financieras como no financieras que hicieron que los problemas de información asimétrica se agravaran. Los
mercados financieros no fueron capaces de canalizar los fondos hacia las oportunidades de inversión productivas,
con efectos devastadores sobre la economía de estos países. Dadas las circunstancias descritas, se desprende que
para recuperarse, el sistema financiero necesita ser restaurado de modo que pueda canalizar los fondos a aquellos
con oportunidad de inversión. En países industrializados los Bancos Centrales tienen la capacidad de aplicar una
política monetaria expansiva y una operación de último recurso de los prestamistas (Mishkin, 1991). Esto no ocurre
en general en países con mercados emergentes (Mishkin, 1997). Las características institucionales de los sistemas
financieros en países con mercados emergentes hacen que los Bancos Centrales estén bien lejos de ser capaces
de promover el restablecimiento de una crisis financiera”.
Para la mejor ilustración del lector, debe advertirse que el extenso artículo de Esteban, además de la temática central
detenta varias entradas conceptuales, algunas marginales y otras misceláneas, pudiéndose reflejar su pensamiento en
este tema en “Cuando se escriba la historia de la crisis de 2008, la taxonomía de calamidades mostrará una riqueza de
diversidad envidiable por el más nutrido zoológico. El lente de la teoría económica, apoyada por sus primos hermanos,
permitirá enfocar la atención sucesivamente en los eslabones individuales que contribuyeron a la construcción del
ensamblaje de las desventuras. Estas marañas de infortunios revelan fallas de coordinación y fallas de cooperación, que
abarcaron una amplia gama tanto en las esferas pública y privada”, sin ocultar sus simpatías por el legado intelectual de
Keynes (John Maynard) y de tal fuente sintetiza ideas fuerza (“El sector público, por su escala y despliegue institucional,
no tiene los índices de aversión al riesgo de un agente privado individual y por tanto no se sentirá inhibido de emprender
un programa de gasto”); dado que los tres aspectos resaltados no son ideas independientes sino concatenación en una
línea expositiva de causalidad, haciendo a un lado los aspectos mecanicistas de exposición del autor, estableceremos la
conclusión personal del autor sobre tal temática, en secuencia no contestataria, por cierto:
1. Como referencia previa a los antecedentes sobre todo formales indicado en el libro citado (Community Reinvestment
Act 1995-Ley de Reinversión en Comunidades; Desregulación Bancaria Gramm-Leach-Bliley Act 1999, Eliminación
de Topes Deuda/Capital-Net Capital Rule 2004, etc.) debe recordarse que tales medidas tienen su precedente en el
misterioso “Lunes Negro” de la Bolsa de New York, 1987. En 1986, la economía de los Estados Unidos da muestras
de desaceleración (antes se encontraba en creciente recuperación) aunque la inflación se redujo. El mercado de
valores avanzó significativamente, con el Dow Jones (DJ) al tope en Agosto 1987 (2722 puntos, superior en 44% al
año anterior, de 1895 puntos) cayendo sin pausa hasta Octubre 14, descenso record de 95,46 puntos a 2412,70, y
con 58 puntos más de baja al día siguiente. El Viernes, 16 de octubre, el DJIA perdió 108,35 puntos, para cerrar en
2246,74 con récord de volumen. El Secretario del Tesoro, James Baker, declaró su preocupación acerca de la caída
de los precios y el derrumbe se dispara en los mercados de Extremo Oriente en la mañana del 19 de octubre. Más
tarde esa mañana, dos buques de guerra de Estados Unidos bombardearon una plataforma petrolera iraní en el
Golfo Pérsico, en respuesta a un ataque de Irán con misiles Silkworm sobre el barco con bandera estadounidense
MV Sea Isle City, pero pese a esta acción militar, aun se especula sobre las posibles causas de tal crisis: programas
informáticos de trading, sobrevaloración, iliquidez y la psicología del mercado. Pero las estructuras formales que se
han referido fueron “incentivo” para ordenar los mecanismos de gestión y negociación de valores; los bonos y actos
relacionados a su emisión, acciones capital-riesgo (sponsored y unspensored) y sobre todo futuros, son sus efectos.
2. Las crisis subsecuentes (Tequila 1994; Asiática 1997; PuntoCom 2001, etc.) empujaron la innovación creativa en la
banca internacional con divisiones de trabajo de muy alta especialización (comercial, comercio exterior, inversiones,
seguros, bienes reales, etc) impulsando a su vez reglas para su gestión y control. Como señala la Superintendencia
de Banca, Seguros y AFP3 “La reforma de Basilea II, llamada Basilea III, surge como respuesta a la crisis financiera
internacional, que evidenció la necesidad de fortalecer la regulación, supervisión y gestión de riesgos del sector
bancario. Así, el Comité de Basilea acordó el marco de Basilea III en septiembre 2009 y publicaron las propuestas
concretas, vía documentos consultivos, en diciembre del 2009. Estos documentos consultivos constituyen la base de
la respuesta del Comité a la crisis financiera y forman parte de las iniciativas mundiales para fortalecer el sistema de
regulación financiera que han sido propuestos por los líderes del G-20. El GHOS (Group of Central Bank Governors
and Heads of Supervision) coincidió posteriormente en los elementos clave del diseño del paquete de reformas en
su reunión de julio 2010 y en la calibración y la transición para aplicar las medidas en su reunión de septiembre
3
Ver: http://www.sbs.gob.pe/0/modulos/FAQ/FAQ_ListarPreguntas.aspx?PFL=0&GRU=70&VALTEM=0&JER=1095
5. Página4
2010”. Bajo los hechos de Octubre 2008, si bien el marco de Basilea II aprobado el 2004 subroga al anterior marco
(1988, o Basilea I), las nuevas reformas no reemplazarán al marco de Basilea II, sino que las complementarán para
llenar vacíos críticos puestos en evidencia en la crisis comentada, en especial lo referido a la calidad del capital y de
la liquidez, que en términos simplificados adopta: (i) capital social desembolsado más las reservas declaradas, (ii)
reservas no declaradas, revalorizaciones de activos, los instrumentos híbridos más la deuda subordinada de medio
y largo plazo, y (iii) deuda subordinada de corto plazo. ¿Es el mejor registro, respuesta a la Crisis?, no. Veamos.
3. La alusión al marco de Basilea no es mero hedonismo intelectual; configura una variable (de control) sustancial para
lograr un operador lógico entre la cita en el Libro a Friedrich Von Hayek (1949) sobre la economía como “la ciencia
de adaptarse a eventos inesperados” y la apreciación del mismo Keynes, que honra y ensalza el conocimiento y la
mayor información de la clase gobernante4 (los políticos y burócratas), a quien consideraba privilegiada para tomar
decisiones correctas, y la racionalidad (o su ausencia5), atributo primo para los Neoclásicos (equilibrio) dado que los
bancos americanos (y su red de filiales y subsidiarias) tomaron oportunidades ante el cambio de la oferta monetaria
y de valores del Tesoro y Reserva, americanos. La enorme concentración del capital dinerario y derivada de este en
EE. UU. fue exacerbada por el ingreso acelerado de flujos externos de inversión pública y privada, esta última ávida
por adquirir títulos públicos (especialmente letras del Tesoro, a plazos diversos) y privados (acciones y en especial
bonos), depósitos bancarios, títulos hipotecarios y derivados y futuros entre otros, pero con modesta participación de
la inversión directa (hay salida de capitales que detraen esta del 30.6% de la inversión extranjera total al 9,8% en
2006) compensada en exceso por la compra externa de activos públicos americanos como los bonos del Tesoro de
EE. UU. Un jugador notable de valores es China, que compra masivamente títulos de deuda pública del gobierno de
EE. UU., como elemento eje de su propia política cambiaria para preservar la subvaluación del Renminbi. Luego, la
combinación de dinero abundante inyectado en la economía doméstica americana e intermediada por la banca, creo
condiciones para recuperar el crecimiento (y velocidad de su aumento) del PBI mediante el consumo, relajando las
condiciones de riesgo y buscando nuevas primas y bonificaciones por las colocaciones de valores acompañando los
actos fiscales de “dinero fácil”. Según el reporte del Fondo Monetario Internacional, Global Financial Stability Report,
Statistical Appendix, Octubre 2007 (2006) y Septiembre 2012 (2011), se tiene la siguiente situación:
1 This aggregate includes euro area countries, Denmark, Sweden, and the United Kingdom.
2 Data are from IFS. For euro area, the data also include the total reserves minus gold holdings of the European Central Bank.
4 Total al assets of commercial banks, including subsidiaries.
4
Preface, page xxvi; The Collected Writings of John Maynard Keynes, vol. VII, paperback ed., Londres, MacMillan and Cambridge University Press for
The Royal Economic Society.
5
Libro citado, página 19: “La teoría económica es útil, pero tiene sus limitaciones. Explicar por qué personajes inteligentes sucumben a la tentación
simplista de aferrarse a fundamentalismos como la creencia en un mercado infalible, no es algo que la teoría económica parece ser capaz de explicar,
y tales explicaciones parecerían requerir más bien del auxilio de disciplinas como la psicología, la sociología y la filosofía. La mejor aproximación a las
conductas irracionales puede encontrarse tal vez en el seno de la Economía del Comportamiento (Behavioral Economics) donde los modelos de
“mentalidad de rebaño” (herd mentality) han sido desarrollados justamente para describir estas categorías de actitudes y conductas”.
6. Página5
4. Como resulta facil verificar de las estadísticas oficiales mostradas, la producción de valores y productos financieros
estructurados, incluyendo emisión de títulos oficiales del Gobierno americano, en el 2007 era 428,3% del valor total
del PBI de los EE. UU. y luego de la crisis de las hipotecas de baja calidad llega al 424,4% (2011), altísimo valor que
no acusa reducción por la vía del aumento del PBI, pese a la enorme inyección posterior de dinero a una tasa de
interés muy baja, aprobada por la FED en forma de bonos (US$ 85,000 millones mensuales) que lógicamente son
esterilizados bancariamente; ante esta evidencia, lo afirmado en el literal a), acerca que “Los productos derivados
que se diseñaron para controlar el riesgo acabaron siendo ellos mismos los vehículos de contagio”, debiera más
bien fundamentarse y entenderse en el sentido que las autoridades americanas, tanto económicas como financieras,
alentaron (o por lo menos, no aplicaron la regla de oro ni exigieron guardar la relación patrimonial entre capital social
y reservas frente a activos financieros e instrumentos derivados) la generación de expectativas especulativas en el
mercado de valores, que atraía cada vez más recursos al sistema financiero americano y no se aplicaron, con igual
esfuerzo, mecanismos ni estructuras de transmisión de tal masa financiera al sector real (en la historia americana, la
Represa Hoover -1930- fue respuesta a la Gran Depresión de este tipo), lo que ahondó la recesión.
5. En el literal b) anterior se señala “El temor a la pérdida de capital e inseguridad frente al prospecto de disminución
de ingresos futuros es tal que los bancos dejan de conceder préstamos, los individuos dejan de gastar y las
empresas no generan utilidades” ello con una lógica de Economía bajo Keynes pero concatenado al literal previo, se
señala que la conducta racional o la inteligencia de la clase Gobernante, pareciera han sido puesta a prueba y de tal
evaluación, ello resultaría más bien mito “urbano” (rasgo que configura interesante verificación: los centros generan
las crisis, sean centros financieros, mercados de commodities o similares, no se genera en suburbios) y a propósito
del momentum de establecer cuándo se cae en el prospecto de disminución de ingresos futuros, una coincidencia
para el deterioro económico evidenciado desde el 2006 fue el otorgamiento del Nobel de Economía6 2007 a Leonid
Hurwicz, economista y matemático, al economista Eric S. Maskin, y a Roger B. Myerson, matemático y economista,
que propusieron la “Teoría del diseño de mecanismos” como sustancial respuesta ante la duda de qué mecanismos
de asignación de recursos produce el mejor resultado alcanzable, señalando que los mercados, incluso cuando no
alcancen a ser plenamente eficientes, se comportarán al menos tan bien como cualquier otro mecanismo bajo
condiciones mucho más restrictivas que las requeridas para la eficiencia plena; pero, las expectativas una vez más
jugaron un rol de caos. Ello se evidencia con la empresa7 de los Nobel del 1997, Robert C. Merton (Universidad de
Harvard) y Myron S. Scholes (Universidad de Stanford), por haber desarrollado un nuevo método para determinar el
Valor de los Derivados, la cual ha servido de base al análisis de decisiones de consumo e inversión en contextos
dinámicos y ha generalizado el respetado modelo CAPM a un marco intertemporal. Scholes, individualmente
materializo contribuciones importantes en estimaciones de betas del modelo CAPM y el impacto de los dividendos
sobre el mercado de valores. El rigor de las predicciones matemáticas, el uso de bandas o rangos de variabilidad y
las apuestas sobre los porcentajes de riesgos aceptables, probables y de “cisnes negros”, sin embargo, pese a que
indujeron la crisis, no redujo los márgenes de utilidad de los bancos en los años posteriores.
6. Las condiciones de entorno y lógica central del análisis de Minsky, materia del literal c) anterior, tendrían una mejor
explicación bajo Enfoque de Michael Kalecki, quien tres años antes que Keynes estableció un marco teórico similar
con una gran diferencia en los determinantes detrás de la conducta de los fondos financieros y las oportunidades de
inversión: “los trabajadores gastan lo que ganan –luego, no ahorran- pero los capitalistas ganan lo que gastan”, que
el denominara el ciclo económico de origen político. Kalecki pronosticaba que las grandes empresas y los rentistas
siempre encontrarían restricciones y contradicciones para el intervencionismo de Estado, en especial, a que el gasto
público se destine a las inversiones públicas y mejora en la distribución de los ingresos, actuando sobre la demanda
efectiva con un alto contenido social. Para él, justamente, lo más destacable de la intervención del gobierno frente a
una crisis no era el salvataje de los bancos o empresas en quiebra, sino la necesidad del subsidio reactivador del
consumo de la población más vulnerable, y bajo su interpretación, financiar a los capitalistas para salvar el sistema
financiero no inducia un mayor poder adquisitivo para reactivar la actividad económica. Así, en la primera etapa de
la depresión la producción de bienes de capital aún disminuye; mientras en la segunda etapa esta producción está
incrementándose. En la segunda fase, dado que la acumulación de capital aumenta debido a una recuperación de la
rentabilidad y además, como ocurre una reducción del stock de capital efecto de la tasa de acumulación negativa de
la primera fase, entonces la demanda de inversión sobrepasa un punto mínimo relativo de su trayectoria. Pareciera
que la historia y la conducta institucional de la Banca americana respecto a su Gobierno ejecutó el predicamento
Kalecki, y dio vida a una creatura a la que se llamó “Banca demasiado grande para caer”.
6
Otorgada por sus trayectorias académicas caracterizadas por explicar una cuestión básica: qué instituciones (mecanismos de asignación) son más
apropiadas para hacer mínimas las pérdidas económicas generadas por la información privada. Una respuesta a esta cuestión permitiría, por ejemplo,
conocer qué mecanismos permitirían obtener mayores beneficios de las transacciones, ó cuáles maximizarían los ingresos esperados del vendedor,
así como qué procedimientos de toma de decisiones colectivas tendrían éxito en implementar proyectos conjuntos deseables evitando asignar fondos
a proyectos indeseables. También podrían responder a la cuestión de cuáles son los esquemas de seguro que permiten la mejor cobertura sin que
ello invite a un uso incorrecto o a la malversación de fondos.
7
Long-Term Capital Management fue fundado en 1994 por John Meriwether, antiguo vicepresidente y jefe de ventas de bonos en Salomon Brothers.
La junta directiva tenía a Myron Scholes y Robert C. Merton. El fondo resultó un éxito en sus inicios, con retornos de un 40% neto para los inversores
en sus primeros años, pero en 1998 perdió 4600 millones de dólares en menos de cuatro meses como consecuencia de la crisis financiera rusa,
provocando la intervención de la Reserva Federal de los Estados Unidos. El fondo cerró a comienzos de 2000.
7. Página6
II. Política y Gestión Publica: Boato conceptual de los locales.
Hemos revisado tanto el enfoque conceptual contenido en el Libro comentado, como el análisis derivado del mismo, con
aporte de algunos elementos y rasgos, sinérgicos al mismo. De su contextualización puede inferirse que las crisis, en el
evento comentado (2008), al menos las soportadas en este Siglo, requieren de una masa crítica influyente, en términos
de deuda externa (crisis tequila, euro-crisis), commodities (gas, petróleo), o de carácter cambiario (asiática); otras, son
efecto de las citadas, como las crisis de carácter político (Corralito argentino) y la retroalimentan (v. gr. Cesación de
pagos de deuda externa argentino). El Perú en principio es influido pero no influyente, pero tal aserto resulta insuficiente
para hacer honor al título de este artículo, por lo que reconoceremos tres regularidades en la penúltima (la última y en
curso: Precipicio Fiscal EE. UU.) crisis: a) Movimientos a la baja en la cantidad demandada de exportación tradicional
(principalmente, minería vinculada a inversión extranjera) peruanas; b) Dinámica pendular de precios con evidencias del
fin del ciclo de precios altos de commodities; c) Retracción de la inversión extranjera y de la atracción de oportunidades
de inversión en la economía doméstica peruana.
Las decisiones en materia económica, implementadas según la interpretación política de las sucesivas Administraciones
del Gobierno peruano, han sido diferentes a la tipología de medidas focalizadas de la economía americana; en nuestra
economía, se ha aplicado procedimientos de impulso fiscal orientados endógenamente a los ejecutores de proyectos de
inversión pública (en niveles sub nacionales de Gobierno, principalmente, dado que los grandes proyectos nacionales se
ejecutan bajo coordinación controlada ministerialmente) y complementariamente medidas de relajamiento administrativo
para agilizar los procesos de inversión extranjera en proyectos sustancialmente minero-energéticos.
A efectos de la crisis comentada, año 2008, sus efectos en el Perú evidenciados al 2009 en el PBI del Perú, implicaron
un crecimiento del 0,9%, evidencia de una alta sensibilidad a shocks externos, alcanzando casi un sexto de la actividad
económica del periodo previo (2002-2008) caracterizado por un signo positivo y sostenido de crecimiento, con una tasa
media anual del 6,8%. El impacto de la crisis financiera internacional se manifestó en una fuerte caída de la demanda
externa, y reducción de la producción industrial (sacrificando inventarios) y reducción de inversión privada, posiblemente
ante la incertidumbre sobre el futuro de la economía internacional de fines del 2008 y durante los primeros trimestres del
2009. La Administración García (2006-2011) enfrentó esa crisis con un programa de inversión pública cuya ejecución se
concentró en los últimos meses del 2009 (a diciembre 2009, se ejecutó casi 70% de la inversión pública presupuestada)
y dicho programa de inversión pública se mantuvo durante el 2010. Como señala CEPAL8: “En cuanto a los ingresos
fiscales del gobierno central, en 2009 los ingresos corrientes nominales se redujeron un 10,7% respecto de igual
período del año anterior. Los ingresos tributarios disminuyeron un 9,7% debido a la disminución de la recaudación por
concepto del impuesto a la renta (15,7%) —en particular el impuesto a las empresas (24,8%) y del impuesto general a
las ventas de los productos importados (23%). Los ingresos no tributarios bajaron 16,1%, lo que obedece a una merma
en los ingresos provenientes de las regalías petroleras y el canon y sobrecanon petrolero como resultado de la caída de
los precios internacionales del petróleo. En 2009 el gasto total del gobierno central aumentó un 13,4%, debido
principalmente al alza del gasto no financiero (15,1%), sobre todo el gasto de capital (66,2%). El incremento del gasto
corriente (5,2%) se debió al crecimiento de las compras de bienes y servicios (23,1%) y al alza del 9,2% del gasto en
remuneraciones. A su vez, el aumento del gasto de capital obedeció al alza de los gastos de formación de capital fijo
(44,5%) y al significativo incremento de las transferencias de capital (145%), especialmente desde el gobierno central a
los gobiernos locales. El crecimiento total del gasto se vio mitigado por los menores pagos de intereses de la deuda,
principalmente los de la deuda externa, que en su conjunto disminuyeron un 5,2%. Como resultado, en 2009 las cuentas
fiscales del gobierno central anotaron un déficit global del 1,8% (0,6% el déficit primario), en comparación con un
superávit del 2,2% en 2008 (3,6% el superávit primario). El sector público no financiero (SPNF) mostró un déficit
primario de un 0,6% y un déficit global de un 1,9%”.
La Agencia Andina de Noticias (Febrero 15, 2009) recoge declaraciones de fuentes oficiales y señala: “El presidente
Alan García Pérez afirmó hoy que en los últimos días el Gobierno ha lanzado siete paquetes con más de 40 medidas
económicas para acelerar la inversión del Estado y enfrentar la crisis financiera internacional. Estas medidas implican no
solamente al Gobierno Central, sino también a los gobiernos regionales, y municipales para que destraben los
obstáculos que aún tiene la inversión privada para desarrollarse, además de impulsar la pequeña y gran empresa y para
inyectar recursos, aseveró. Como ejemplo, el primer mandatario sostuvo en los próximos días el Gobierno entregará a
las casi siete mil postas médicas que existen en el Perú entre 25 mil y 40 mil nuevos soles a cada una, para que los
directores destinen esos recursos a mejorar la infraestructura de la posta. Asimismo dotaremos a estos establecimientos
de salud de nuevos instrumentos para que mejoren sus servicios y atención, subrayó. García precisó son más de 40 los
decretos firmados para garantizar que este año la inversión y crecimiento sean de los primeros en el mundo. Podemos
confirmar que el Perú continúa avanzado y la pobreza retrocederá sustantivamente en 2008 por el gran crecimiento que
alcanzamos, apuntó. El presidente de la República anunció que la economía peruana alcanzó un crecimiento de 9.84%
8
Estudio económico de América Latina y el Caribe 2009-2010, páginas 147-153.
8. Página7
el año pasado, impulsado por el desarrollo de la construcción (16%) y el comercio (12%), de acuerdo con los estudios
realizados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Esto representa que el consumo aumentó
significativamente. Desde que llegué al Gobierno se han comprado más de 200 mil automóviles. Este es un dato
importante, pues significa que 200 mil personas que trabajan con un automóvil o que querían mejorar su vehículo han
tenido la ocasión de hacerlo. Asimismo, dio en los últimos dos años han ingresado al país 17 mil camiones. La mayor
parte de estos vehículos llevan y traen productos de provincias, razón por la cual es importante acelerar la velocidad en
la construcción de carreteras y así darle un mejor uso a estos productos, aseveró. Con relación a la medición de estos
indicadores, el jefe de Estado sostuvo que se tomó como base a Lima, que representa la tercera parte de la población
del país. Es más fácil hacer una medición científica, técnica, seria en Lima. En el resto del Perú también es posible
hacer mediciones, como en Trujillo, Piura, Arequipa, Cusco, que son las otras grandes ciudades del Perú, detalló. No
obstante, dijo, existen 80 mil centros poblados desperdigados en su geografía y para poder dar una cifra real es
necesario realizar una investigación en cada centro poblado de 300 personas. Por tal motivo, la cifra de 45 por ciento de
empleo adecuado formal en Lima importante. Sin embargo, si el país crece casi 10 por ciento y el comercio también
aumenta significativamente, quiere decir que los productores de esos poblados también se ven beneficiados por este
crecimiento, puntualizó”. La estructura y orientación del impulso fiscal no varía 2 años después (24/05/2013, Medidas de
consolidación: 1. Simplificación del procedimiento para emisión del Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos;
2. Disposiciones ambientales para la ampliación de componentes auxiliares o mejoras tecnológicas que no impliquen
impactos significativos; 3. Facilitación de servidumbre en predios del Estado a través de posesión provisional del predio;
4. Promoción del Mercado de Valores; 5. Facilitación para la Adquisición, expropiación y posesión de Bienes Inmuebles
para Obras de Infraestructura; 6. Conformar un equipo especializado de seguimiento a la inversión; Optimización de
procedimientos sectoriales como los ambientales), decisiones que le dan a las regularidades citadas, una característica
estructural.
A ello debe sumarse la percepción internacional (mirada desde fuera) que influye fuertemente en la tipología de medidas
de relajamiento administrativo para agilizar procesos de inversión extranjera (mejora del clima de inversiones, y mejora
de la gestión administrativa vinculada) que, como indica el Wall Street Journal, el “Superciclo de los commodities estaría
cerca de llegar a su fin9” sustentado que “Los inversionistas están sufriendo cada vez mayores pérdidas conforme el
auge los commodities, que ya completa una década, se desinfla debido a la desaceleración de las economías
emergentes, mayores reservas de petróleo y metales y el retiro en su momento de las políticas de estímulo por parte de
los bancos centrales que apuntalaron los precios de las materias primas. Esta drástica inversión de la tendencia en los
precios de los commodities, desde el oro al cobre y el aluminio, está socavando una de las apuestas más populares en
los mercados financieros globales: que los precios seguirían subiendo, propulsados por el fuerte crecimiento en China y
otras economías emergentes, y la escasez de muchas materias primas. Latinoamérica es una región directamente
afectada ya que gran parte de su crecimiento se basó en la producción de esos bienes básicos. Desde el 2004,
instituciones e inversionistas individuales de todo el mundo han inyectado más de US$ 440.000 millones en fondos
indexados y fondos que cotizan en bolsa especializados en commodities, según Barclays PLC. Esa cifra supera con
creces el flujo neto de US$ 25.000 millones en fondos que invierten en acciones de Estados Unidos en el mismo
período, según Morningstar. Como un grupo, los precios de las materias primas casi se duplicaron entre 1998 y 2008
según las mediciones del Índice de Commodities Dow Jones-UBS. Algunos componentes del índice, como el petróleo y
el oro, se multiplicaron por siete en ese lapso haciendo que analistas y estrategas empezaran a hablar de un
"superciclo" de commodities. Pero después de la crisis financiera de 2008, los precios nunca recuperaron esas alturas y
desde mediados de 2011 emprendieron un sostenido declive. La tendencia ha empeorado este año, llevando a los
inversionistas y analistas a presagiar el fin del superciclo. El índice DJ-UBS declinó 10,5% en el primer semestre del
año; las materias primas más importantes para el crecimiento chino —metales industriales como el cobre, aluminio y
níquel— mostraron descensos de hasta 20%. Inversionistas de talla de John Paulson han registrado grandes pérdidas
en sus apuestas en oro, mientas que mineras como Rio Tinto Group y Anglo American AAL se han visto obligadas a
hacer enormes rebajas contables sobre proyectos, conforme la menor demanda y los precios vapulearon los retornos
proyectados. Ahora, los inversionistas corren hacia las salidas de emergencia. Los activos administrados en inversiones
en commodities registran una caída de 21% frente a su récord del año pasado, sumando US$ 349.000 millones, indicó
Barclays. Este año, el enfriamiento de la expansión china y una recuperación gradual de la economía estadounidense
han contribuido a ensombrecer el panorama. El sector afronta su tercer declive anual consecutivo, según el índice Dow
Jones-UBS, y los fondos especializados en materias primas registrarían su primera salida neta de capital desde la crisis.
"Creo que el superciclo se acabó", dijo Nic Johson, gestor de portafolio de Pacific Investment Management Co., o
Pimco, que supervisa unos US$27.000 millones en inversiones en commodities. Pimco es una unidad de la alemana
Allianz SE ALV. Además de la desaceleración de China, otros factores también están pesando sobre las materias
primas. Entre ellos se destacan el desplome de los precios del oro después de que el banco central de EE.UU. sugiriera
el final de la era de tasas de interés ultrabajas conforme repunta la economía del país, el encarecimiento del crédito que
apuntala el apalancamiento en los mercados de materias primas y los retornos más atractivos en los mercados de
9
Artículo de Christian Berthelsen, July 21, 2013, 7:59 p.m. ET, (http://online.wsj.com).
9. Página8
valores”. Para establecer la relación conceptual entre esta última opinión internacional y la lógica de la Política (como la
decisión de Administraciones de Gobierno) expresa en las decisiones de tomar deuda externa, desarrollo de inversiones
y de valores, se muestra como se comportó América latina, en el mismo reporte del Fondo Monetario Internacional,
Global Financial Stability Report, Statistical Appendix, Octubre 2007 (2006) y Septiembre 2012 (2011):
Los resultados señalan mejoría, recuperación y mejor posición de activos y reservas, y de prudencia de los bancos, con
una tasa de compromiso sobre el PBI del 151,1% (2006) que se reduce a 147,1% (2011) acusando una mejora evidente
de los activos bancarios (incremento del 130,1%) y aumento casi en 2 veces de los valores (65%) y que, curiosamente,
no son mejores que los números para Europa, pero representan una mejor posición económica y de expectativas.
Para mejor entender la relación entre los pronósticos, demanda de recursos financieros y la naturaleza estructural de los
problemas y las regularidades en la decisión política (qué entiende sobre cuáles son los problemas a resolver?), veamos
los resultados de la Gestión Pública en términos del PBI y de los ganadores según el tipo de ingreso, a factores:
PRODUCTO BRUTO INTERNO POR TIPO DE INGRESO, 2000 - 2011 (Estructura porcentual)
PBI Remuner.
Impuestos Consumo de Excedente
Año Productos Der. impt. Otros Total Capital fijo Explotación
2000 100,00% 24,40% 7,14% 1,59% 0,76% 9,48% 7,02% 59,10%
2001 100,00% 25,13% 6,92% 1,48% 0,64% 9,04% 7,51% 58,32%
2002 100,00% 25,00% 7,21% 1,25% 0,38% 8,84% 7,41% 58,75%
2003 100,00% 24,98% 7,54% 1,19% 0,39% 9,12% 7,19% 58,71%
2004 100,00% 23,95% 7,82% 1,15% 0,35% 9,33% 7,11% 59,62%
2005 100,00% 23,05% 7,71% 1,20% 0,60% 9,51% 7,07% 60,36%
2006 100,00% 21,94% 7,66% 0,94% 0,62% 9,22% 6,91% 61,92%
2007 P/ 100,00% 21,66% 7,77% 0,65% 0,63% 9,05% 6,90% 62,39%
2008 P/ 100,00% 20,91% 8,21% 0,51% 0,65% 9,37% 6,71% 63,00%
2009 P/ 100,00% 22,01% 7,24% 0,38% 0,67% 8,29% 6,94% 62,77%
2010 P/ 100,00% 21,19% 8,01% 0,41% 0,63% 9,04% 6,62% 63,15%
2011 E/ 100,00% 21,17% 7,87% 0,26% 0,67% 8,80% 6,61% 63,43%
P: Preliminar; E: Estimado. Fuente: Compendio estadístico 2012, INEI, Cuadro 21.15
10. Página9
La Renta de inversiones de los capitales y principales responsables por el nivel de la actividad económica registrada en
la estadística de agregados del PBI, en base a resultados del cuadro anterior, están bien remunerados y evidentemente
tienen suficientes razones económicas para, en el peor de los escenarios posibles –y siempre en democracia–, no solo
mantener el nivel de inversiones ejecutado (stock del capital) sino incrementarlo (flujo adicional del capital fijo, neto de
reposición al mismo). Cabe preguntarse, entonces, si las medidas y la lógica detrás de las mismas, realmente están
orientadas o soportadas por evidencia que contradiga el Efecto Kalecki antes citado.
Consideramos que dada la naturaleza estructural de la economía y de las relaciones de los agregados nos indicaría que
más medidas de impulso, siguiendo el mismo patrón lógico de las medidas anticrisis, precedentes, no modificarían los
síntomas y tendencias de los efectos que si producen en términos efectivos y al margen de los “incentivos” oficiales, las
unidades económicas responsables, o propietarias, generadoras de tales Renta de inversiones.
III. Conclusiones y reflexión final: ¿ Déjà vu10?
Frente a los efectos perturbadores de las crisis, y como país afectado (crisis-taker), y dado que estas no “complotan”
contra alguna Administración Gubernamental concreta, se esperaría una respuesta “doctrinal” frente a las mismas y su
evidencia en política de facciones (anatema, donde lo que un Gobierno avanza en el ámbito de las políticas públicas es
nítidamente denostado por el sucesor en el poder11, configurando una “tendencia fundacional”) al estilo del ya fenecido
“Presupuesto base Cero”. Pero sucede que Administraciones de signo político diferente (y discursos electorales afines),
adoptan medidas de impulso poco diferenciadas (las variaciones se expresan en la amplitud, modelo y foco de políticas
sociales, pendular entre asistencialista, populista y habilitadora) debido a la naturaleza estructural de la economía, en
tanto las crisis hacen gala de innovación y de determinantes evolutivos.
El último cambio de Gobierno ha generado, no obstante la aseveración anterior, bajo el marco de la crisis analizada en
el libro comentado, un mecanismo de interpretación colectiva de los eventos como fuente de posibles amenazas pero
también de oportunidades, peligrosamente focalizadas en los mismos elementos que señalamos estructurales en los
efectos y reacciones a las crisis (baja en exportación tradicional, oscilación de precios e incierta inversión extranjera y
oportunidades de inversión) en la economía doméstica peruana.
Las conclusiones del libro, en general, incluyendo el aporte de Esteban Hnyilicza, merece mejor lectura y comentario, y
los hacedores de las políticas económicas necesitan proponer no más “incentivos”, al ser los vigentes suficientes; deben
proponer medidas de impulso adonde los efectos de las crisis se sienten menos: Mercado interno, fortalecimiento de las
clases medias, incentivo a la producción primaria de demanda interna, etc.
Economista Alfredo Espinal, Especialista en Economía Pública y Planificación Regional. Diplomado de Diseño y Evaluación de
Proyectos Sociales - Pontificia Universidad Católica, Perú; Magister en Economía Empresarial y Regional, Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, Perú. Docente Universitario de Post Grado, Maestría en Economía Pública.
Email: alfrespinal@hotmail.com
Artículo publicado en la Revista Gestión Pública y Desarrollo, Año 6 - Nº 73, Agosto 2013, Ediciones Caballero Bustamante, Perú
(www.gestionpublica.org.pe)
Portada: “La Perezosa”, cuadro al óleo de Daniel Hernández 1906, Museo de Arte de Lima
10
O paramnesia, es la experiencia de sentir que se ha sido testigo o se ha experimentado previamente una situación nueva. Tomado de WikiPedia.
11
McEvoy, Carmen, 1997, “La Utopía Republicana. Ideales y Realidades en la Formación de la Cultura Política Peruana (1871-1919)”, Pontificia
Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial.