1. El chico de los ojos azules de tan solo catorce años sintió otra vez el puño de su
bravucón en el estómago. Estaba llorando desconsoladamente mientras le gritaban insultos
y pegaban por no aceptar hacer la tarea de los matones. Para suerte del oji-azulado, el
profesor y padre del bravucón mayor vino.
- ¿¡Pero qué creen que están haciendo!? Scott, hijo, deja a Victor ya mismo y
acompáñame a mi oficina- gritó el director aterrado
- ¡Estás muerto debilucho! Apenas salga de esa oficina te voy a-
- Ya Scott, no más juegos
Victor se intentó levantar del suelo pero el dolor era muy grande. Quiso llamar al
director pero este ya se había ido a retar a su hijo. Con todas sus fuerzas se apoyó sobre un
pupitre que se encontraba por ese pasillo y cojeó hasta estar a la entrada del colegio donde
su mayordomo, o más bien el de su padre, lo estaba esperando.
- Buenos días señor Gray- Amablemente lo saludó el señor- ¿Cómo se encuentra
hoy?
- Buenos días Raymond, no estoy de humor, ¿Acaso no ve todas las lastimaduras
que tengo?- Dijo Victor con un hilo de voz
- Lo lamento señor, su padre quiere hablar con usted- Le informó el mayordomo
comenzando a manejar hacia la mansión
A Victor no le alegró mucho esta noticia. Su padre es un hombre muy rico,
demasiado como para vivir en este pueblo. Vivía con su hijo en una mansión enorme. La
vida del adolescente se veía perfecta gracias a eso pero no lo era. Su madre había
desaparecido hace ya muchos años y cuando ella se fue, la violencia de su padre hacia él
llegó. Victor comenzó a ser, no solamente molestado en el colegio por su dinero, sino que
también abusado en casa. Esto no lo dejaba tener amigos como cualquier otro.
Llegaron a la mansión. Era enorme, y pintada de un color crema. Tenía cinco pilares
y unas grandes escaleras que daban a la entrada.
- Oh, llegaron- Dijo Elliot Gray, el padre de Victor al verlo llegar- ¿Quién te hizo todos
esos golpes idiota?
- Me pegaron en el colegio padre
- ¿Y por qué no te defendiste?
- ¡Tiene dieciséis años y yo catorce, no había chance de que le gane en una pelea!
- Aunque sea deberías haber intentado insolente- Dice su padre pegándole en la
cabeza al pobre niño- Y ni te atrevas a volver a alzarme la voz porque la próxima
será con el cinturón, ahora vete a tu cuarto
- Sí padre- respondió Victor yendo a su cuarto para ir a dormir después de ese
agotador día
……….
- ¡Señor vega ya!- El mayordomo le dijo a su jefe
- ¿Qué pasó Raymond?
- Mire a su hijo
2. - Está…
- Muerto- completó el mayordomo atónito
- ¿Cómo pasó esto?
- Así lo encontré esta mañana
- Será mejor que llame a Derek
- Si puedo preguntar, ¿Quién es Derek señor?
- Ya sabes Raymond, el detective Derek Wiegler
...…...
- Muy buenos días Derek, muchísimas gracias por venir
- Buenos días Elliot, sabes que no me lo perdería
Luego de que los viejos amigos se saludaron, el detective procedió a comenzar su
cuestionario. Examinó el cuarto del chico y la posición en la que lo encontraron muerto.
Luego, volvió a la sala donde se encontraban Elliot y su empleado.
- ¿Cuándo encontraron el cuerpo del niño?- comenzó las preguntas Derek
- Raymond lo encontró esta mañana, a eso alrededor de las siete
- ¿Y ayer estaba bien?
- Claro que sí, de ese modo ya hubiésemos notado que algo estaba mal Derek
El detective comenzó a anotar la información que le habían dado y empezó a sacar
teorías y dudas.
- ¿Había alguien que odiaba a su hijo?
- No lo sé, siempre venía golpeado del colegio el idiota ese, seguro tenía algún bully
por débil- respondió Elliot como si despreciara a su difunto hijo
- ¿No pensó que él o ella lo pudo haber matado?
- No lo sé, puede ser- dijo el padre despreocupado
- Ya tengo la información suficiente para armar algunas teorías
...……
- Bien, ya tengo una lista con los sospechosos- dijo Derek entrando a la mansión
- ¿Sospechosos? Te pago para que resuelvas el caso, no para que juegues
- Señor es un caso complejo, la lista se resumió a tres personas, al mayordomo, al
bravucón y lamentablemente a usted
- ¿Crees que sería capaz de matar a mi propio hijo?
- Siempre habla mal de él y no parece interesado o afligido por la muerte de Victor
- Ese niño solo me arruinó la vida, estaba bien con su madre antes de que esa bazofia
llegara
- ¿Qué le pasó a su esposa señor?
- La dejé cuando tuvo a Victor, ya no me servía- dijo Eliot Gray con una mirada tan fría
que Derek Wiegler sintió un escalofrío pasar por su espalda
- ¿Sabes dónde está ahora?
- No, está desaparecida hace tiempo
- ¿Cómo puedo saber que usted no lo ha asesinado?
3. - Por favor, si me quisiera deshacer de ese inutil ya lo habría hecho hace tiempo, no
es como que me falten recursos para ello
Por más cruel que haya sonado eso, tras pensarlo un poco, el detective vio eso muy
lógico y cierto por lo que descartó al señor Gray cómo sospechoso
- Raymond- llamó al empleado Wiegler- Eres un sospechoso, ¿Cómo puedo saber
que no eres el asesino?
- Detective, no me arriesgaría nunca a perder este trabajo, es mi vida - el mayordomo
soltó un sollozo- Por favor, creanme, no me despidan, tengo una familia a la que no
puedo alimentar sin este empleo
- Tranquilo Raymond, lamento haber cuestionado su inocencia. Creo que cuestionaré
al matón del colegio por ahora pero si él no me dice nada, volveré a sospechar de ti
...……
Tal como había prometido, al día siguiente Derek fue al colegio infiltrado cómo un
profesor sustituto para descubrir quién era la persona que molestaba a Victor y así hacerle
algunas preguntas.
- ¿Alguien sabe dónde está Gray, Victor?- preguntó Derek ya disfrazado
- Seguro el débil se está escondiendo de Scott- se rió uno siendo acompañado de las
risas de otros
- ¿Quién es Scott?
- Scott Griffin, el hijo de dieciséis años del director
Al terminar la clase, Wiegler buscó a Griffin por los pasillos y así podría interrogarlo.
Como no lo encontraba le preguntó al padre del adolescente por él, sin embargo, el director
afirmó que Scott estaba en casa reposando desde hace dos días porque tenía una fiebre
muy grave. Eso dejó pensando al detective, si no era ninguno de la casa ni el matón,
¿Quién había matado a Victor? Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el alarmante
ruido de su celular. Había recibido una llamada de Elliot Gray
- Elliot ¿Qué ocurre?
- Es Raymond, lo encontré muerto en el patio
...……
El detective corrió a la mansión Gray y ahí se encontró al dueño del establecimiento.
- ¿Cómo pasó esto?- preguntó el detective asombrado
- No lo sé, solo vi que tenía un cuchillo en el pecho cuando llegué
- ¿Crees que se habrá suicidado?
- No lo creo, mira en la posición que cayó
Efectivamente, esa posición no era la de un suicidio si no más la de un asesinato.
- Investigaré un poco la escena del crimen si no te molesta
- Pase usted- respondió Gray
4. Dicho y hecho, el detective investigó un poco la escena del crimen. Junto al cuerpo
encontró una nota, una gran pista para él. La nota decía “Nadie excepto yo se acercará a ti
Eliot”. Derek iba a mostrarle la nota a su viejo amigo pero un susurro cambió sus planes
- Nadie- dijo una voz a sus espaldas
Derek Wiegler sintió cómo alguien lo tiraba al piso. Pudo ver la cara de la persona
que lo había tirado. Era una mujer de complexión delgada, ojos oscuros y dilatados y una
sonrisa amplia. Ella sostenía un cuchillo en sus manos. El detective, sin embargo, ya había
trabajado con locos y sabía cómo derrotarlos. Hábilmente derribó a la mujer y sostuvo su
cuchillo.
- ¿Quién eres?- Wiegler cuestionó con la respiración agitada presionando un poco el
cuchillo con el cuello de la dama
- La única que se acercará a Elliot- sonrió cínicamente
- Sabes que esa no era la respuesta que buscaba, ¿Cómo te llamas?
- Soy Brooke Miller pero debería ser Brooke Gray- gritó la mujer
- Así que tú eres la ex esposa
- Sí y todo por el inútil de Victor - gritó llena de ira
- ¿Eres tu la que lo mató? - preguntó pero su pregunta sonó más cómo una afirmación
- Pues claro -sonrío nuevamente- Elliot me amaba, solo me dejó porque no quería
cuidar a Victor
- ¿Pero por qué lo mataste?
- Así estamos juntos para siempre, ¿No es romántico?, Nadie que nos interrumpa. No
el inútil que tenía cómo hijo y tampoco el confiado que tenía cómo mayordomo
Unos pasos se escucharon en la habitación
- ¿Juntos para siempre?- preguntó Elliot entrando al cuarto- Oh Brooke, te de querer
desde que me dejaste de servir y eso fue antes que Victor
- No, no. Juntos para siempre ¿Recuerdas? ¡Lo prometiste!- gritó Miller desconsolada
- ¿Derek?
- ¿Sí señor?
- Llevatela
Así fue cómo la familia terminó destruyéndose para siempre. Un padre sin
sentimientos, sin mayordomo ni hijo ni esposa. ¿Pero quién sabe? Tal vez sí estaban mejor
muertos o separados o tal vez y solo tal vez se merecían a ellos mismos, se merecían su
desgracia.