2. DEFINICIÓN.
SEGÚN LA OMS
Es un trastorno mental, que es
caracterizado por la presencia de
tristeza, pérdida de interés y bienestar,
sentimientos de culpa o falta de
autoestima, trastornos del sueño o del
apetito, sensación de cansancio y falta
de concentración.
Es conocido como una desregulación
disruptiva del estado de ánimo.
3. • Estado de ánimo irritable o bajo en algunas ocasiones.
• Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.
• Cambio grande en el apetito, se muestra mayormente en el
aumento o disminución de este.
• Falta de energía.
• Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa.
• Dificultad para concentrarse.
• Movimientos lentos o rápidos.
• Inactividad o retraídos en actividades usuales.
• Sentimientos de desesperanza y abandono.
• Pensamientos repetitivos sobre la muerte y el suicidio.
• Perder interés en aquellas actividades que hobbies u
interacciones intimas con sus parejas.
• La duración de las crisis llega a ser mayor de 2 semanas.
Síntomas
4. Tipos de Depresión.
En la categoría de trastornos Depresivos del Manual
Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales incluye
varios tipos de diagnósticos:
• El trastorno de desregulación disruptiva del estado de
ánimo.
• El trastorno de depresión mayor.
• El trastorno depresión persistente (distimia).
• Depresión posparto.
• El trastorno disfórico pre - menstrual.
• El trastorno inducido por una sustancia o medicamento.
• El trastorno depresivo debido a otra afección médica.
• Otro trastorno depresivo especificado.
• Otro trastorno depresivo no especificado.
5. Factores de Riesgo.
• El neuroticismo: personas con tendencias a la negatividad.
• Acontecimientos adversos en la infancia: traumas, violencia, etc.
• Acontecimientos adversos crónicos de adulto: VD, divorcio,
perdidas.
• Genética: las personas con familiares depresivos tienen de 2 a 4 más
riesgo de desarrollar estados depresivos y depresión mayor.
• Hereditario: el riesgo es de un 40% (si una madre tiene depresión, la
hija corre un 40% de riesgo de desarrollarla).
• Otros trastornos mentales: bipolar, ansiedad, límite de la
personalidad.
• Alcoholismo y drogadicción: adicciones a marihuana, cocaína, etc.
• Enfermedades físicas crónicas o descapacitantes: diabetes, obesidad,
patologías vasculares.
• Desequilibrio de las sustancias químicas en el cerebro.
• Estar pasando un problema donde la persona se siente sofocado, sin
salida.
• Coraje, frustración ira, rabia, reprimida por lapsos largos de tiempo.
• Aislamiento.
• Parto.
• Estacionalidad.
• Menopausia.
6. Formas de diagnóstico.
Para el diagnóstico es necesario que un profesional de la salud
mental le hará una evaluación.
Donde se toma en cuenta:
• Síntomas.
• Duración.
• Historia psiquiátrica.
• Historia psiquiátrica de la familia.
• Uso de alcohol, drogas, medicinas, remedios, etc.
• Cuando empezaron los síntomas.
• En que estación del año.
• Algún cambio en la cotidianidad.
• La pérdida de algún ser querido.
• Pensamientos suicidas.
• Otras enfermedades psiquiátricas o médicas.
Se debe valorar el entorno del paciente, para conocer a fondo
como se tratar al mismo.
7. Distintos tratamientos.
Luego de realizarse la evaluación, el
profesional de la salud mental, indica
cual es el mejor tratamiento:
• Psicoterapia: terapia de
conversación, terapia cognitiva
conductual (CBT).
• Terapia de grupo: educativa,
herramientas, asertividad, límites,
etc.
• Biblioterapia: libros educativos
sobre la depresión y sus causas.
• Medicación: antidepresivos
(solamente un médico puede
recetarlos).
• Hacer ejercicio: caminar, pesas,
gimnasia, pilates, zumba, etc.
• Hacer ejercicios de relajación:
Yoga, respiración, meditación.
• Nutrición: alimentación
equilibrada. Visita con un
nutricionista.
• Regular el siclo del sueño: 9 horas
reguladas.
• TEC: terapia electro convulsiva
(recomendada por un médico).
• EMT: Estimulación magnética
transcraneal.
• Apoyo de la familia: terapia
familiar.
• Apoyo de cónyuge: terapia
matrimonial o de pareja.
8. Prevención.
Se recomiendan algunas conductas que son convenientes, para el
bienestar personal.
• Expresar los sentimientos.
• Apoyarse en familiares y amigos.
• Establecer unas rutinas diarias y marcar objetivos.
• Dieta saludable.
• Evita la ingesta de alcohol y drogas.
• Practicar actividades que nos hagan sentir mejor.
• Positivizar pensamientos y desarrollar el amor propio y
autoestima.
• Aprender a relajarse.
• No recurrir a la automedicación.
• En caso necesario, solicitar ayuda a los profesionales sanitarios.
9. Apoyo como familiar o
amigo. Esto puede ser un desafío, el informarte sobre este trastorno, prepara
para reaccionar en caso de una crisis.
Algunas de las cosas que puedes hacer para apoyar a la persona:
• Alentar a la persona persona a buscar ayuda: en ocasiones las
personas con el trastorno se niegan a admitir su estado, puede ser
por el desconocimiento y consideran que es normal. Pueden sentir
vergüenza de sentirse de dicha forma.
• Habla con la persona: sobre lo que notaste y porque tu estado de
preocupación.
• Aconséjale que en la búsqueda de profesional: ser un proveedor de
atención médica es un buen punto de partida.
• Ofrecer tu ayuda para preparar una lista de preguntas: esto ayuda
para la primera consulta.
• Expresarle tu predisposición para ayudarla: ayudarle con la
programación de citas, acompañarla a ellas y asistir con el
tratamiento que sea recomendado.