1. Pontificia Universidad del Ecuador
Facultad de Ciencias de la Educación
Educación Básica
Tercer Semestre
Compilador: Ana Massón
Antología
Poética
2. 1
Tabla de contenido
La Calle......................................................................................................................................... 2
El enamorado ................................................................................................................................ 5
Ensueño......................................................................................................................................... 8
Acuérdate de mí........................................................................................................................... 11
Los Cuervos.................................................................................................................................. 14
En ti pensaba, en tus cabellos....................................................................................................... 17
El ángel guardián......................................................................................................................... 20
Por qué cantamos........................................................................................................................ 23
Me peina el viento los cabellos..................................................................................................... 26
Una araña paciente y silenciosa ................................................................................................... 29
Romance: Voces daba el marinero ............................................................................................... 32
Adivinanzas.................................................................................................................................. 34
Nana: A dormir se va la rosa ........................................................................................................ 36
Ronda: Yo tenía 10 perritos.......................................................................................................... 38
Trabalenguas............................................................................................................................... 40
Retahíla ....................................................................................................................................... 41
4. 3
Octavio Paz
Octavio Paz Lozano. (México D.F., 31 de marzo de 1914 -
Coyoacán, México, 19 de abril de 1998). Poeta y ensayista
mexicano. Premio Nobel de Literatura en 1990.
A los diecisiete años publica sus primeros poemas en la
revista Barandal (1931). Posteriormente dirige las
revistas Taller (1939) e Hijo pródigo (1943). En un viaje a España
contacta con intelectuales de la república española y con Pablo
Neruda, contactos que le influencian fuertemente en su poética.
Después de publicar Luna Silvestre (1933) y el poemario dedicado
a la guerra civil española ¡No pasarán! (1936), edita Raíz del
hombre(1937), Bajo tu clara sombra (1937), Entre la piedra y la
flor (1941) y A la orilla del mundo (1942).
En 1944, con una beca Guggenheim, pasa un año en Estados
Unidos. En 1945 entra en el Servicio Exterior Mexicano y es
enviado a París. Durante este periodo se aleja del marxismo al entrar
en contacto con los poetas surrealistas y otros intelectuales europeos
e hipanoamericanos.
Llegando a la década de 1950 publica cuatro libros
fundamentales: Libertad bajo palabra (1949),El laberinto de la
soledad (1950), retrato de la sociedad mexicana, ¿Águila o
sol? (1951), libro de prosa de influencia surrealista, y El arco y la
lira (1956).
Su obra, extensa y variada, se completa con numerosos poemarios
y libros ensayísticos, entre los cuales cabe
citar Cuadrivio (1965), Ladera
este(1968), Toponemas (1969), Discos visuales (1969), El signo y
el garabato(1973), Mono gramático (1974), Pasado en
claro (1975), Sombras de obras(1983) y La llama doble (1993).
En 1981 es galardonado con el Premio Cervantes. En 1999
aparecen, póstumamente, Figuras y figuraciones y Memorias y
palabras, epistolario entre Octavio Paz y Pere Gimferrer entre los
años 1966 y 1997.
5. 4
La calle
Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.
7. 6
Jorge Luis Borges
(Buenos Aires, 1899 - Ginebra, Suiza, 1986) Escritor
argentino considerado una de las grandes figuras de la
literatura en lengua española del siglo XX. Cultivador
de variados géneros, que a menudo fusionó
deliberadamente, Jorge Luis Borges ocupa un puesto
excepcional en la historia de la literatura por sus relatos
breves.
Aunque las ficciones de Borges recorren el
conocimiento humano, en ellas está casi ausente la
condición humana de carne y hueso; su mundo
narrativo proviene de su biblioteca personal, de su
lectura de los libros, y a ese mundo libresco e
intelectual lo equilibran los argumentos bellamente
construidos, simétricos y especulares, así como una
prosa de aparente desnudez, pero cargada de sentido y
de enorme capacidad de sugerencia.
Recurriendo a inversiones y tergiversaciones, Borges
llevó la ficción al rango de fantasía filosófica y
degradó la metafísica y la teología a mera ficción. Los
temas y motivos de sus textos son recurrentes y
obsesivos: el tiempo (circular, ilusorio o inconcebible),
los espejos, los libros imaginarios, los laberintos o la
búsqueda del nombre de los nombres. Lo fantástico en
sus ficciones siempre se vincula con una alegoría
mental, mediante una imaginación razonada muy
cercana a lo metafísico.
Ficciones (1944), El Aleph (1949) y El
Hacedor (1960) constituyen sus tres colecciones de
relatos de mayor proyección. A pesar de que su obra
va dirigida a un público comprometido con la aventura
literaria, su fama es universal y es definido como el
maestro de la ficción contemporánea. Sólo su ideario
político pudo impedir que le fuera concedido el Nobel
de Literatura.
8. 7
El enamorado
Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.
Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.
Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.
Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.
10. 9
Emily Dickinson
Poetisa estadounidense cuya obra, por su especial sensibilidad,
misterio y profundidad, ha sido celebrada como una de las más
grandes de habla inglesa de todos los tiempos.
Su padre, miembro del Congreso y tesorero del Amherst College,
fue un abogado culto y austero, según el estilo burgués de Nueva
Inglaterra. Dickinson estudió en la Academia de Amherst y en el
seminario Femenino de Mount Holyoke, en Massachussets,
donde recibió una rígida educación calvinista que dejó huellas en
su personalidad y a la que se enfrentaría con su carácter escéptico.
A través de Benjamín F. Newton conoció muy temprano la obra
de Ralph Waldo Emerson. También leyó a Henry David Thoreau,
y a los novelistas Nathaniel Hawthorne y Harriet Beecher Stowe.
Muy pronto decidió aislarse del mundo, manteniendo contacto
solamente con unas pocas amistades, como el escritor Samuel
Boswell, con quien sostuvo una larga correspondencia. A los
veintitrés años, Dickinson tenía conciencia de su propia vocación
casi mística, y a los treinta su alejamiento del mundo era ya
absoluto, casi monástico. Retirada en la casa paterna, se dedicaba
a las ocupaciones domésticas y garabateaba en pedazos de papel
(con frecuencia ocultados en los cajones) sus apuntes y versos
que, después de su muerte, se revelaron como uno de los logros
poéticos más notables de la América del siglo XIX. En su
aislamiento sólo vistió de color blanco ("mi blanca elección",
según sus propias palabras), rasgo que expresaba la ética y
transparencia de su poesía.
Uno de sus biógrafos escribió acerca de su naturaleza poética:
"Era una especialista de la luz". Su escritura puede ser descrita
como producto de la soledad, del retiro de cualquier tipo de vida
social, incluida la relativa a la publicación de sus poemas. De ella
dijo Jorge Luis Borges: "No hay, que yo sepa, una vida más
apasionada y solitaria que la de esa mujer. Prefirió soñar el amor
y acaso imaginarlo y tenerlo". Algunos de sus poemas reflejan la
decepción que sufrió por un amor (dirigía cartas a un hombre al
que llamaba "Master", del que no se conoce su verdadero
nombre), y la ulterior sublimación y trasvase de ese amor a Dios.
11. 10
Ensueño
Para fugarnos de la tierra
un libro es el mejor bajel;
y se viaja mejor en el poema
que en el más brioso y rápido corcel
Aun el más pobre puede hacerlo,
nada por ello ha de pagar:
el alma en el transporte de su sueño
se nutre sólo de silencio y paz.
13. 12
Lord Byron
Poeta romántico inglés, conocido universalmente como lord
Byron. Nació en Londres el 22 de enero de 1788, y murió en
Missonlonghi (Grecia) el 9 de abril de 1824. Hijo del capitán John
Byron y de Catherine Gordon de Gight, heredera escocesa que fue
abandonada por este buscafortunas tras haber dilapidado su
dinero. Así que la infancia de Byron transcurrió en Aberdeen, con
estrecheces económicas al lado de una madre de carácter violento,
hechos que la marcaron profundamente y que se cree que
influyeron en su personalidad. Byron era una persona de
temperamento exaltado y espíritu aventurero que gustaba de la
acción; rebelde e impetuoso, nunca estuvo conforme con la
sociedad de su época, a la que desdeñó, despreció y juzgó desde
una postura arrogante en contra de la moral establecida. A los diez
años se convirtió en lord Byron y en señor de Newstead, y a los
veintiún años entró a formar parte de la Cámara de Lores, pero el
odio que sentía por la clase aristocrática no le permitió adaptarse
a los de su clase, y siempre mantuvo una actitud de reto reflejada
en sus prematuros devaneos amorosos, como la relación con Mary
Chaward. Estudió en el colegio de Harrow y en Trinity College
de Cambridge.
En 1807 publicó su primera colección de poemas, Hours of
Idleness, pero las mordaces críticas de Brougham en el
Edingburgh Review no favorecieron al joven Byron, que en el
verano de 1809 se embarcó en un viaje por Portugal y España
junto con su amigo Hobhouse, viaje que tuvo como lugar de
llegada Albania y Grecia. Dos años después regresó a Inglaterra
y como consecuencia de su experiencia, publicó los dos primeros
cantos de Childe Harold's Pilgrimade (Marzo,1812), los cuales le
convirtieron en el poeta más famoso del país, y asimismo le
proporcionaron una intensa vida social de sonados romances
como el que mantuvo con Lady Caroline Lamb, que sin embargo,
no fue el único motivo de escándalo ya que se le atribuyó una
relación amorosa con su hermanastra, Augusta, que en 1814 dio
a luz una hija, supuestamente de Byron.
A pesar de que su vida fue corta, su producción literaria es
extensa; escribió doscientos sesenta y cuatro poemas líricos, siete
sátiras, nueve cuentos en verso, cuatro tragedias griegas, cuatro
poemas dramáticos, y dos poemas narrativos.
14. 13
Acuérdate de mí
Llora en silencio mi alma solitaria,
excepto cuando está mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.
Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna…
ni la muerte la puede aniquilar.
¡Acuérdate de mí!… Cerca a mi tumba
no pases, no, sin darme una oración;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que olvidaste mi dolor.
Oye mi última voz. No es un delito
rogar por los que fueron. Yo jamás
te pedí nada: al expirar te exijo
que vengas a mi tumba a sollozar.
16. 15
Arthur Rimbaud
Poeta francés, uno de los máximos representantes del simbolismo,
tendencia dominante en la segunda mitad del siglo XIX que suele
señalarse como el inicio de la lírica contemporánea. A pesar de su
efímera carrera literaria (escribió su último libro a los veinte
años), la importancia de su obra es equiparable a la de los otros
grandes nombres de esta corriente: Charles Baudelaire, Stéphane
Mallarmé y Paul Verlaine, poeta este último con quien mantuvo
una atormentada relación.
Los padres de Rimbaud se separaron en 1860, y el pequeño Arthur
fue educado por su madre, una mujer autoritaria. Destacó pronto
en el colegio de Charleville por su precocidad. En septiembre de
1870 se fugó de casa por vez primera y fue detenido por los
soldados prusianos en una estación de París. Su profesor, Georges
Izambard, lo salvó de la cárcel, pero al mes siguiente intentó de
nuevo la fuga, esta vez dirigiéndose hacia la región del Norte.
Después de trasladarse a Bélgica, quiso emprender carrera como
periodista en la ciudad de Charleroi. Entre las dos fugas había
empezado a escribir un libro destinado a Paul Demeny, pariente
de su profesor y poeta reconocido en París.
Paul Verlaine, a quien había enviado algunos poemas, le invitó a
París. Rimbaud llegó con un poema, El barco ebrio, quizás la
mayor expresión de su genio visionario, que impresionó
profundamente a su anfitrión. En París se integró enseguida en el
círculo literario del club zutista y escribió el Album zutique.
La segunda parte de la vida de Rimbaud fue una especie de caos
aventurero. Empezó como preceptor en Stuttgart, se alistó (y
desertó luego) en el ejército colonial holandés y viajó en dos
ocasiones a Chipre (1879 y 1880). Después de distintas escalas en
el Mar Rojo, se instaló en Adén y más tarde en Harar (Etiopía).
Se dedicó al comercio de marfil, café, oro o cualquier producto
que consiguiera por el trueque de alguna mercancía europea;
también envió informes a la Sociedad Francesa de Geografía. En
1885 volvió a Adén y vendió armas. Atravesó el desierto de
Danakil y se tomó un tiempo de descanso en Egipto. Por último
regresó a Harar, donde prosperaban sus negocios. En 1891,
aquejado de fuertes dolores en la pierna derecha, volvió a Francia,
donde le fue amputada; murió poco después en un hospital de
Marsella.
17. 16
Los cuervos
Señor, cuando los prados están fríos
y cuando en las aldeas abatidas
el ángelus lentísimo acallado,
sobre el campo desnudo de sus flores
haz que caigan del cielo, tan queridos,
los cuervos deliciosos.
¡Hueste extraña de gritos justicieros
el cierzo se ha metido en vuestros nidos!
A orilla de los ríos amarillos,
por la senda de los viejos calvarios,
y en el fondo del hoyo y de la fosa,
dispersaos, uníos.
A millares, por los campos de Francia,
donde duermen nuestros muertos de antaño,
dad vueltas y dad vueltas, en invierno,
para que el caminante, al ir, recuerde.
¡Sed pregoneros del deber, ¡Oh nuestros
negros pájaros fúnebres!
Santos del cielo, en la cima del roble,
mástil perdido en la noche encantada,
dejad la curruca de la primavera
para aquél que en el bosque encadena,
bajo la yerba que impide la huida,
la funesta derrota.
19. 18
José Martí
Político y escritor cubano, destacado precursor del Modernismo
literario hispanoamericano y uno de los principales líderes de la
independencia de su país.
Nacido en el seno de una familia española con pocos recursos
económicos, a la edad de doce años José Martí empezó a estudiar
en el colegio municipal que dirigía el poeta Rafael María de
Mendive, quien se fijó en las cualidades intelectuales del
muchacho y decidió dedicarse personalmente a su educación.
El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas
revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la Guerra
de los Diez Años (1868-1878) y el encarcelamiento de su mentor,
inició su actividad revolucionaria: publicó la gacetilla El Diablo
Cojuelo, y poco después una revista, La Patria Libre, que contenía
su poema dramático Abdala. A los diecisiete años José Martí fue
condenado a seis años de cárcel por su pertenencia a grupos
independentistas; realizó trabajos forzados en el penal hasta que
su mal estado de salud le valió el indulto.
Además de destacado ideólogo y político, José Martí fue uno de
los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más
destacada de la etapa de transición al Modernismo, que en
América supuso la llegada de nuevos ideales artísticos. Como
poeta se le conoce por Versos libres (1878-1882, publicados
póstumamente); Ismaelillo (1882), obra que puede considerarse
un adelanto de los presupuestos modernistas por el dominio de la
forma sobre el contenido; y Versos sencillos (1891), un poemario
decididamente modernista en el que predominan los apuntes
autobiográficos y el carácter popular.
20. 19
En ti pensaba, en tus cabellos
En ti pensaba, en tus cabellos
que el mundo de la sombra envidiaría,
y puse un punto de mi vida en ellos
y quise yo soñar que tú eras mía.
Ando yo por la tierra con los ojos
alzados -¡oh, mi afán!- a tanta altura
que en ira altiva o míseros sonrojos
encendiólos la humana criatura.
Vivir: -Saber morir; así me aqueja
este infausto buscar, este bien fiero,
y todo el Ser en mi alma se refleja,
y buscando sin fe, de fe me muero.
22. 21
Gabriela Mistral
Poetisa y educadora chilena. Tras el declive del modernismo,
parte de la lírica hispanoamericana de los años de entreguerras
siguió los pasos de las vanguardias europeas: citando solamente
ejemplos chilenos, éste sería el caso de Vicente Huidobro,
fundador del creacionismo, o de Pablo Neruda, deudor del
surrealismo en Residencia en la tierra.
Otros poetas, en cambio, optaron por alejarse del modernismo
orientándose hacia una poesía más sencilla y humana. Gabriela
Mistral es la figura capital de esta última tendencia: tras unos
inicios aún marcados por el modernismo, desarrolló una
expresividad propia basada en un estilo elemental de imágenes
intensas, con el que desnudó su intimidad dolorida y un corazón
rebosante de amor, volcado (tras el amor trágico de Desolación)
sobre los niños, los desvalidos o su propia tierra, en tonos
hondamente religiosos. Su vida se movió sin pausas entre la
literatura, la docencia y la carrera diplomática, actividad esta
última por la que realizó numerosos viajes y pasó diversas
temporadas en ciudades europeas, norteamericanas y
latinoamericanas, en las que publicó la mayoría de sus obras.
De tendencia modernista en sus inicios, su poesía derivó hacia un
estilo personal, con un lenguaje coloquial y simple, de gran
musicalidad, y un simbolismo que conecta con una imaginería de
tradición folclórica. En sus obras expresó temas como el
sufrimiento o la maternidad frustrada, así como inquietudes
religiosas y sociales que responden a su ideología cristiana y
socialista. Poetisa de acento genuino y entrañable, parte de su no
muy abundante producción está dedicada a los niños (fue maestra
rural durante quince años), y tal vez sea éste el aspecto más
conocido y celebrado de su obra. Sin embargo, su verdadera
personalidad se revela, sincera, poderosa y conmovedora, en
versos por los que circula una intimidad dolorida y una ternura en
busca de sus propios cauces de manifestación.
23. 22
El ángel Guardián
Es verdad, no es un cuento;
hay un Ángel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.
Tiene cabellos suaves
que van en la venteada,
ojos dulces y graves
que te sosiegan con una mirada
y matan miedos dando claridad.
(No es un cuento, es verdad.)
Él tiene cuerpo, manos y pies de alas
y las seis alas vuelan o resbalan,
las seis te llevan de su aire batido
y lo mismo te llevan de dormido.
Hace más dulce la pulpa madura
que entre tus labios golosos estrujas;
rompe a la nuez su taimada envoltura
y es quien te libra de gnomos y brujas.
Es quien te ayuda a que cortes las rosas,
que están sentadas en trampas de espinas,
el que te pasa las aguas mañosas
y el que te sube las cuestas más pinas.
Y aunque camine contigo apareado,
como la guinda y la guinda bermeja,
cuando su seña te pone el pecado
recoge tu alma y el cuerpo te deja.
Es verdad, no es un cuento:
hay un Ángel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.
25. 24
Mario Benedetti
Nació en Uruguay, de padres italianos, en 1920. Hombre
polifacético, ha escrito numerosos libros, ensayos, poemas
y artículos periodísticos. Su larga trayectoria comenzó en
1945, fundando el semanario “Marcha” y colaborando a lo
largo de esos años en multitud de publicaciones. Desde
1971 se integró activamente en la coalición de izquierdas
de su país “Frente Amplio”. Tras el golpe de Estado de
1973 abandona su cargo en la universidad y ese
compromiso político en su tierra natal le llevó al exilio,
primero a Buenos Aires y posteriormente a España durante
diez años. En 1983 vuelve a Uruguay y se reencuentra con
su esposa, que se vio obligada a permanecer todos esos
años cuidando a las madres de ambos. Ha sido
galardonado en multitud de ocasiones y en diversos
países, y caben destacar, como simple botón de muestra,
en 1999 el Premio Reina Sofía de Poesía y en 2005 el
Premio Internacional Menéndez Pelayo. En el año 1997
fue nombrado Doctor Honoris causa por la Universidad de
Alicante.
Cabe destacar en su personalidad una defensa acérrima de
los valores cívicos, así como de la libertad y de la igualdad,
que bien se reflejan en sus escritos que hoy nos permitimos
traer a este recital, como son el comprometido “El sur
también existe”, el de sentido más emocional “Hombre
preso que mira a su hijo” y el muy ingenioso y atrevido
“Embarazoso panegírico de la muerte”.
26. 25
Por qué cantamos
usted preguntará por que cantamos
cantamos por qué el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino
cantamos por el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta
cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.
28. 27
Mario Benedetti
Ricardo Reyes Basoalto (Pablo Neruda ) nació el 12 de julio
de 1904, en Parral (Chile). Fue hijo de José Reyes y Rosa
Basoalto. Desde los dos años vivió en Temuco. Desde los 13,
escribió artículos periodísticos y poemas. A los 17 se trasladó
a Santiago y estudió pedagogía.
En 1923, publicó Crepusculario, un poemario que le valió
muchos elogios. Un año después publicó su famoso Veinte
poemas de amor y una canción desesperada. En 1927, inició
su carrera diplomática sirviendo en varios países de Asia,
Europa y América. Durante la Guerra Civil Española (1936-
1939), colaboró con los republicanos.
En 1945, recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile.
El mismo año fue elegido senador por Tarapacá y se unió al
Partido Comunista. En 1949, se exilió en Francia y luego
viajó por varios países del mundo. En 1950, publicó en
México Canto General, su mayor poemario.
En 1952, regresó a Chile y publica nuevos poemarios, como
Estravagario en 1958. En 1969, fue nombrado miembro de la
Academia Chilena de la Lengua. El mismo año, el presidente
Salvador Allende lo nombró embajador en Francia.
En 1971, ganó el Premio Nobel de Literatura. En 1973, cayó
enfermo, renunció a la embajada y regresó a Chile. Falleció
en Santiago el 23 de setiembre de 1973, por un cáncer a la
próstata
29. 28
Me peina el viento los cabellos
Me peina el viento los cabellos
como una mano maternal:
abro la puerta del recuerdo
y el pensamiento se me va.
Son otras voces las que llevo,
es de otros labios mi cantar:
hasta mi gruta de recuerdos
tiene una extraña claridad!
Frutos de tierras extranjeras,
olas azules de otro mar,
amores de otros hombres, penas
que no me atrevo a recordar.
Y el viento, el viento que me peina
como una mano maternal!
Mi verdad se pierde en la noche:
no tengo noche ni verdad!
Tendido en medio del camino
deben pisarme para andar.
Pasan por mí sus corazones
ebrios de vino y de soñar.
Yo soy un puente inmóvil entre
tu corazón y la eternidad.
Si me muriera de repente
no dejaría de cantar!
31. 30
Walt Whitman
A Walt Whitman se le considera el poeta que inventó o puso
en vigor el verso libre. Nació en West Hills (Estados Unidos)
el 31 de mayo de 1819 y falleció en Nueva Jersey el 26 de
marzo de 1892. Entre las cosas para resaltar de la vida de este
poeta cabe señalar que pese a nacer en una familia
tradicional, supo enfrentarse a las convenciones y construirse
una vida peculiar, tal cual fue sintiéndolo a cada paso.
Aunque le costó alcanzar popularidad, finalmente se hizo un
espacio en las letras de la literatura norteamericana.
Cuando cumplió once años comenzó a trabajar, para lo que
tuvo que abandonar sus estudios. Comenzó haciendo trabajos
como ayudante de enfermería y carpintería, hasta que
finalmente le ofrecieron un puesto de periodista en el
semanario “The Patriot”, que dirigía Mark Twain.
Aunque Whitman no había completado sus estudios
formales, su desempeño en este trabajo le ganó muchos
lectores. Asimismo le sirvió para crecer y fue vital para que
pudiera desarrollar una poética auténtica y transformadora.
La poesía clavó en él su anzuelo desde pequeño y cuando
conoció a Mark Twain, a raíz de su trabajo en el semanario,
éste le animó a escribir con la intención de publicar. Esta idea
comenzó entonces a moverse en la cabeza de Whitman y dio
como resultado la aparición de su primer libro “Franklin
Evans” que aunque no tuvo mucho éxito llamó la atención de
algunos de los críticos más importantes del momento.
Whitman no escribía sólo por pasión hacia el lenguaje, tenía
la necesidad de denunciar las injusticias y visibilizar la
realidad de los grupos marginados y por eso su obra se centró
en la problemática afroamericana y el clasismo, en una época
en que el país estaba absolutamente revolucionado a causa de
la Guerra Civil Estadounidense.
32. 31
Una araña paciente y silenciosa
Una araña paciente y silenciosa,
vi en el pequeño promontorio en que
sola se hallaba,
vi cómo para explorar el vasto
espacio vacío circundante,
lanzaba, uno tras otro, filamentos,
filamentos, filamentos de sí misma.
Y tú, alma mía, allí donde te encuentras,
circundada, apartada,
en inmensurables océanos de espacio,
meditando, aventurándote, arrojándote,
buscando si cesar las esferas
para conectarlas,
hasta que se tienda el puente que precisas,
hasta que el ancla dúctil quede asida,
hasta que la telaraña que tú emites
prenda en algún sitio, oh alma mía
34. 33
Romance: Voces daba el marinero
Voces daba el marinero que el agua se le llevaba,
le ha respondido el demonio, al otro lado del agua:
-¿Qué me darías, marinero, si la vida te salvara?
- Te daré mis tres navíos, cargados de oro y plata.
-Yo no quiero tus navíos ni tu oro ni tu plata,
Yo te daré mis tres hijas y mi mujer por esclava.
Yo no quiero tus tres hijas ni tu mujer por esclava,
y el corazón que me queda a la Virgen soberana,
que quiero que cuando mueras, a mí me entregues el alma.
36. 35
Cinco hermanos muy unidos que no se pueden
mirar, cuando riñen, aunque quieras no los
puedes separar.
Mar te digo y no me entiendes mar te repito y no
me comprendes. ¿Qué será?
38. 37
A dormir va la rosa
de los rosales;
a dormir va mi niño
porque ya es tarde.
Mi niño se va a dormir
con los ojitos cerrados,
como duermen los jilgueros
encima de los tejados.
Este niño tiene sueño,
muy pronto se va a dormir;
tiene un ojito cerrado
y otro no lo puede abrir.
40. 39
Yo tenía diez perritos,
uno se murió en la nieve,
mada más me quedan nueve, nueve, nueve, nueve, nueve.
De los nueve que quedaban,
uno se fue con Pinocho,
nada más me quedan ocho, ocho, ocho, ocho, ocho.
De los ocho que quedaban,
uno se subió en un cohete,
nada más me quedan siete, siete, siete, siete, siete.
De los siete que quedaban,
uno se comió un ciempiés,
nada más me quedan seis, seis, seis, seis, seis.
De los seis que me quedaban,
uno se mató de un brinco,
nada más me quedan cinco, cinco, cinco, cinco, cinco.
De lo cinco que quedaban,
uno se perdió en el teatro
nada más me quedan cuatro, cuatro, cuatro, cuatro, cuatro.
De los cuatro que quedaban,
uno se lo llevó Andrés,
nada más me quedan tres, tres, tres, tres, tres.
De los tres supervivientes,
uno se murió de tos,
nada más me quedan dos, dos, dos, dos, dos.
De los dos que me quedaban,
uno se lo llevó Bruno,
nada más me queda uno, uno, uno, uno, uno.
De ese uno que quedaba,
lo mató una bicicleta,
y quedó el pobre aplastado
debajo de la banqueta.
Aquí se acaba este cuento
de los perros que perdí
y si usted no lo ha entendido
se lo vuelvo a repetir.
43. 42
Referencias Bibliográficas:
Anónimo (2015) Poemas del alma. Autores. Recuperado de: https://www.poemas-del-
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