2. ¿QUÉ ES?
Adicción patológica al broncead.
Nos referimos a una dismorfobia (preocupación excesiva por algún
defecto físico, ya sea real o imaginario) en la que la persona tiene
la percepción de que su piel nunca está morena y, por consiguiente,
la sobreexpone al sol o a los rayos UVA.
Este término surgió en el año 2005 en la Academia Norteamericana
de Dermatología y hace referencia a un desorden en la percepción del
propio cuerpo.
Este trastorno psicológico es más común entre los 17 y los 35 años y
afecta tanto a hombres como a mujeres. Algunos estudios apuntan
que, además, esta adicción al bronceado de los tanoréxicos se debe a
que al tomar sol se liberan endorfinas y opioides, en un efecto similar
al de las personas adictas a las drogas, y que en muchos casos les
lleva incluso a padecer síndrome de abstinencia si no pueden
broncear su piel tanto como quieren.
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4. SÍNTOMAS
- Una piel bronceada en exceso.
- De lo anterior se deriva un envejecimiento prematuro de la piel. Su aspecto es rugoso, está
deshidratada, las líneas de expresión están muy marcadas, está áspera y hasta más espesa.
- Estos pacientes presentan un grado de ansiedad alto ante la posibilidad de perder el bronceado
adquirido.
- Lo más normal es que acudan con mucha frecuencia a centros de bronceado.
- También es frecuente que compitan con quienes están a su alrededor para ver quién está más
moreno.
- Siempre manifiestan que su piel está pálida o que no está tan morena como les gustaría.
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6. CONSECUENCIAS
Graves quemaduras en la piel
Aumento significativo de la probabilidad de adquirir cáncer de piel
Deshidratación de la piel
Envejecimiento prematuro de la piel
Lesiones oculares (cataratas, degeneración macular, entre otras)
Inhibición del normal funcionamiento del sistema inmunitario tanto
del cuerpo como de las defensas naturales de la propia piel.
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8. TRATAMIENTO
Lo más recomendable es recurrir a un médico especializado en este tipo de conductas que, por lo
general, suele ser un psicólogo. En muchas ocasiones este tipo de obsesión está derivado de
otros problemas como la ansiedad o la depresión, por lo que si el profesional detecta alguno de
los síntomas de estos trastornos establecerá un tratamiento también para ellos, ya que se debe
atajar el problema desde la raíz. La autoestima del afectado es clave en la recuperación, algo que
mejorará con las terapias y conseguirá acabar con la distorsión se su propia imagen.
Según el daño causado en la piel, quizá sea necesario regenerarla mediante productos
cosméticos especializados que la ayuden a recuperar parte de su hidratación y elasticidad.
Protegerse con el foto protector adecuado para cada situación y tipo de piel y teniendo en
cuenta que el bronceado debe ser progresivo, sobre todo durante los primeros días para evitar
rojeces y quemaduras.