VALORES SOCIOCOMUNITARIOS DE LOS PUEBLOS DEL ABYA YALA.docx
1. VALORES SOCIOCOMUNITARIOS DE LOS PUEBLOS DEL ABYA YALA
Los valores son conceptos de eventos o simplemente conceptos, los cuales son preferidos por una
determinada comunidad o sociedad. El acto de preferir hace que esos hechos o conceptos lleguen a
ser valores. Existe una diferencia entre los hechos y los valores. Los hechos en sí mismos no se
relacionan a la existencia humana de una manera prioritaria.
Son los grupos humanos los que prefieren unos hechos sobre otros, dándoles a los preferidos un
valor.
La Comunidad (el Ayllu)
Originalmente a lo que se llama hoy “comunidades” antiguamente se denominaban ayllus, por lo
menos en el caso andino y tentas en la cultura guaraní. Al respecto, Hugo Fernández Coca, ex Mallku
de la FAOI-NP, dice lo siguiente: “Los pueblos indígenas y originarios nos hemos constituido y
reconstituido en ayllus y el ayllu es un tejido de convivencia comunitaria, conformada por la
comunidad humana, la colectividad natural y la colectividad de deidades” (citado en Villegas 2011:
s/p).
Como se puede advertir, en la visión de los pueblos indígenas, originarios y campesinos, el ayllu y
las tentas están conformados no solo por las personas, sino también por todos los seres vivos que
habitan en el territorio o Pacha: los animales, los vegetales, las deidades, etc. Todos ellos son
miembros de la comunidad y están vinculados por redes de interdependencia mutua.
Actualmente, en Bolivia los pueblos indígenas originarios y campesino están organizados en
comunidades, ayllus y tentas. Las formas de relacionamiento entre sí mismos y entre ellos y su
entorno dan un sentido común a su identidad, a través de sus prácticas, creencias, tradiciones y
normas morales.
2. Interculturalidad
La palabra “interculturalidad”, por el significado del prefijo “inter”, significa la relación entre culturas.
El prefijo “inter” “remite siempre a un tipo de contacto entre una o más culturas”. Este contacto
puede ser interpretado de manera diferente. Si bien la palabra ha sido utilizada de manera
ideológica, ya que “muchas veces detrás de una propuesta intercultural existe aún el deseo de la
primacía de una cultura sobre otra” (Salas 2003: 81) y, entonces, la continuación de la colonización,
hoy apunta a un significado positivo.
El valor de la interculturalidad significa una manera de vivir que permite la construcción de la
comunidad a partir de culturas o rasgos culturales diferentes.
Se trata de la construcción de la convivencia entre seres humanos que tienen costumbres morales
diferentes. Una manera de organizar esta convivencia en armonía, pese a las diferencias que existen
en la comunidad, es la acentuación “de procesos de auto y de hetero-reconocimiento entre culturas
diversas culturas nacionales, populares y étnicas que muchas veces han vivido históricamente
relaciones de exclusión y de negación” (Salas 2003: 80-81).
3. El principio ético de la crianza
La crianza no es un valor del abanico de valores universales, sino es el fundamento ético que
constituye el modo de existir de las culturas y los territorios indígenas originarios (sociedades
plurales). En la crianza se reconoce el sentido de la responsabilidad para con la regeneración en el
cauce natural de todas las formas de vida, vale decir, la regeneración natural de todos los
ecosistemas (vida humana, animal, vegetal, mineral, etc.). La crianza no es algo dado, sino que
implica la responsabilidad práctica de ir acompañando con cariño y amparo (Bautista 2011: 116).
En este mismo sentido, Grimaldo Rengifo y el originario Efracio Paco del Ayllu Urinsaya (Norte de
Potosí) Indican que la palabra “criar” en quechua es uyway; y criado uywa. La palabra “uyway”
significa también mirar (qhaway), cuidar, cultivar, amparar, proteger, ayudar, asistir, alimentar,
sustentar, conservar, encariñarse, dar afecto, conversar, cantar, arrullar. Criar en el sentido de la
palabra “uyway” no es vivenciado como una relación jerárquica; es decir, una acción que va de un
sujeto activo a otro pasivo; se trata más bien de una relación afectiva y reciproca entre equivalentes.
El criar, como todo en la vida, no es algo dado, sino que es algo que se aprende. Se lo aprende en
conversación con los otros, en la escucha, en la participación de la vida (Rengifo 2003: 22-23).
Para Bautista la crianza connota la disposición hacia el modo de existir comunitario. Criar también
supone servir a la comunidad; el servicio a la comunidad es una manera de crianza. Esto significa
hacerse cargo del “vivir bien” de la comunidad (2011:116).
Respeto
La palabra respeto, en la vida social y moral de los pueblos originarios significa: cortesía, saludo,
ceremonia ritual, cumplido, permiso, solicitud, agradecimiento, amabilidad, escucha.
La manifestación del respeto contribuye, de manera muy significativa, en el vivir bien, porque
permite vivir en armonía. Armonía con y entre las personas; la pareja, la familia, compadres
(parientes rituales), amigos y la comunidad. También supone armonía con la naturaleza en la que
se vive inserto en una convivencia respetuosa y responsable. Armonía con las deidades y armonía,
finalmente, consigo mismo.
Respeto intergeneracional, Respeto interpersonal, Respeto a la Madre Tierra
La reciprocidad
La reciprocidad es uno de los valores éticos de todo obrar humano que se practica en las
comunidades indígenas originarias y campesinas. Esto apunta a dos tipos de actos efectuados por
una persona o grupo colectivo. Por un lado, una persona o grupo colectivo actúa de tal manera que
su obrar sea en reposición de un bien o favor recibido; por otro lado, el actuar de una persona o
grupo social sea en función a que los benefactores puedan reponer en forma proporcional el bien o
favor hecho (Estermann 2006: 260).