1. EL BENEFICIO DE LA
DETECCIÓN TEMPRANA DEL CÁNCER DE
MAMA
El diagnóstico precoz del cáncer de mama es vital para
tratarlo de manera eficaz. Por ello es que los controles de
rutina son determinantes y útiles para preservar la salud y
bienestar.
2. El cáncer de mama es el más frecuente en la mujer en el mundo: una de cada ocho mujeres podría
desarrollar cáncer de mama durante algún momento de su vida.
La posibilidad de tratar con éxito esta enfermedad está asociada a varios factores, uno de ellos es el
diagnóstico precoz: cuanto más temprano se diagnostique, mayor será la posibilidad de
curación.
La detección temprana significa encontrar signos de la enfermedad antes de que aparezcan los
síntomas. Hay distintas herramientas de diagnóstico por imágenes disponibles como:
Mamografía: es el
principal método
utilizado para la
detección de cáncer de
mama ya que puede
detectar lesiones
malignas desde un año
y medio hasta cuatro
años antes de que una
lesión sea clínicamente
evidente.
Ecografía mamaria:
Complementaria a la
mamografía y se utiliza para
la evaluación de lesiones
sólidas o quísticas que no
pueden ser evaluadas
mediante la mamografía. Se
usa especialmente en
mujeres premenopáusicas
porque el tejido mamario es
más denso.
3. ¿Y el autoexamen?
El autoexamen cumple un rol de concientización en la mujer
respecto a la anatomía y la salud de sus mamas. Es importante
enfatizar que esta técnica no reemplaza a la mamografía.
Cuando un tumor es palpable a través del autoexamen significa
que ese tumor ya no está en una etapa primaria. Por ello, los
especialistas enfatizan sobre la importancia de los métodos de
diagnóstico por imágenes.
Las mujeres sin antecedentes familiares de cáncer, deberían
realizarse una mamografía anual a partir de los 40 años,
mientras que, si efectivamente tienen antecedentes (madre,
hermanas o tías que padecieron la enfermedad), el control
mamográfico debería empezar diez años antes de la edad de
diagnóstico del familiar que tuvo cáncer.
Por otro lado, si existiera algún pariente con cáncer, que además
presentara una mutación genética, entonces los controles
deberían comenzar a los 30 años.
4. PREVENCIÓN Y FACTORES DE RIESGO
DEL CÁNCER DE MAMA
¿Se puede prevenir el cáncer de mama? ¿Hay algo que se
podría hacer para evitarlo? Conoce los factores de riesgo y los
hábitos que se pueden cambiar.
5. Hay ciertos factores de riesgo que podrían incidir en el desarrollo de esta patología, los cuales a su
vez dependen de variadas circunstancias. Algunos factores, tales como los que enumeramos a
continuación, escapan al control de las personas. Entre ellos:
Factores que no pueden modificarse
Ser mujer mayor de 50 años.
El paso del tiempo.
Ser portador de mutaciones genéticas.
Exposición a estrógenos como: Primera menstruación a edad
temprana. Menopausia tardía (después de los 55 años).
No tener hijos, tener pocos, o primer embarazo después de los
30 años.
Tener mamas densas (ya que podría dificultar el diagnóstico).
Antecedente personal de cáncer de mama o de ovario.
Hiperplasia atípica.
Antecedentes hereditarios o familiares de esta patología.
Factores que podrían modificarse con cambios
de hábitos:
Sedentarismo.
Sobrepeso, sobre todo en la menopausia.
Consumo de hormonas (preparados con
estrógenos, terapia de reemplazo hormonal,
ingesta de algunos anticonceptivos).
Abuso en el consumo de alcohol y tabaco.
Dieta rica en grasas.
6. ¿Pueden la alimentación y el
ritmo de vida influir en el
desarrollo del cáncer de
mama?
La obesidad podría aumentar el
riesgo de desarrollar cáncer de
mama. En consecuencia, todos
aquellos factores que podrían
contribuir al exceso de peso como
el sedentarismo, la ingesta
excesiva de grasas y/o de
alcohol, como así también la
obesidad mórbida, podrían ser
factores de riesgo importantes.
El 21% de todas las
muertes por cáncer de
mama registradas en el
mundo son atribuibles al
consumo de alcohol, el
sobrepeso y la obesidad, y
la falta de actividad física.
Los factores más
importantes fueron el
sobrepeso y la obesidad.
7. ¿Pueden los hombres desarrollar
cáncer de mama?
Sí, pero el cáncer de mama en
hombres sólo representa el 1% del
total diagnosticado. Son pocos los
hombres que consultan precozmente
ante la presencia de un “bultito” en su
mama, muchas veces por vergüenza,
por desconocimiento o por
desestimación de los síntomas. Es por
ello importante crear conciencia sobre
el desarrollo de esta patología también
en hombres. Para los hombres que
padecen esta enfermedad, tanto los
tratamientos como los medicamentos
son los mismos que para las mujeres.