1. Una vez visto lo que
El síndrome de la abundancia
causa, parémonos a pensar.
2. Toneladas de comida tiradas a la basura, toneladas que podrían
servir de alimento a otras personas.
Derrochamos comida por, a mi parecer, comprar productos seguidos de la frase “por
probar” que decimos, para que acabe en un “no me apetece” o “no es lo
mío” y acabe en la basura, algo parecido a una cadena, un ciclo que igual no acabaría
nunca.nunca.
Derrochamos comida y dinero, y luego nos quejamos de pobres.
3. Además, podemos analizar la
justificación de esto, la cual sería
“no tiene buen aspecto” en lo
correspondiente a frutas y
verduras.
Del árbol y el suelo, llegan a tu mesa y acaban en la basura, solo por el aspecto, olor
consecuencias de no habértelas comido antes, cuando, supuestamente, están bien. Oconsecuencias de no habértelas comido antes, cuando, supuestamente, están bien. O
tirarlas después de dos bocados que les damos porque “no queremos más˝.
Si vamos a hacer eso, mejor será no comerla ahora, sino más tarde, cuando no la tiremos
casi entera.
4. Pasa algo parecido con los platos preparados, pero en este caso, con las
sobras. Sobras pequeñas en nuestro plato y enormes si juntamos
muchas, lo que podía dar, perfectamente otro plato y solo con las sobras.
Una acción convertida
en rutina en casas deen rutina en casas de
todo el mundo.
EN ÁFRICA MURIEREN DE HAMBRE Y NOSOTROS TIRANDO COMIDA, COMO
UN CONCURSO, Y EL GANADOR RECIBE EL NOMBRE DE “DERROCHADOR DE
COMIDA DEL AÑO”, GENIAL.
5. En fin, si usamos la cabeza y planificamos nuestras
compras, será mejor que si vamos a la aventura.
El ^í[ qu_ nos f[lt_ y nos v_[mos
mu_rtos ^_ h[mr_, r_][p[]it[r_mosmu_rtos ^_ h[mr_, r_][p[]it[r_mos
^_ nu_str[s []]ion_s, [unqu_ s_rá un
po]o t[r^_.
Mejor tarde que nunca.