El documento describe la unión dinástica de Fernando e Isabel en 1469 y como se convirtieron en los Reyes Católicos de Castilla y Aragón. Explica que aunque gobernaban sus territorios de forma conjunta, cada reino mantuvo sus propias leyes e instituciones. También detalla algunas de las formas en que incrementaron su poder real a costa de la nobleza y el clero, como evitar convocar las Cortes y controlar las órdenes militares.