2. Leyenda
• ¿Qué es una leyenda?
Son relatos o narraciones de sucesos
fantásticos, imaginarios o misteriosos,
mezclados casi siempre con hechos
reales. Las leyendas pasan de
generación en generación.
3. • La abuela le había
advertido al nieto una
mañana:
-Para la playa de jobos tu
no vas. Te puedes caer la
Pozo de Jacinto y
ahogarte.
Por los huecos que habían
entre las rocas salían
chorros de aguas
gigantescos. De todos los
huecos, el Pozo de
Jacinto era el más
peligroso.
4. • ¿Quién fue Jacinto?
-le preguntó el nieto a la abuela.
Ella contesto nadie sabía con
seguridad quién era Jacinto
unos decían que era un loco,
otros que era un ladrón.
Pero ¿cómo murió?
-insistió el nieto
La abuela le respondió que
aprovechando la oscuridad de
la noche sin luna, Jacinto
agarró la vaca que pastaba a
cierta distancia de la playa y la
arrastró para llevársela. Pero
como no veía por donde iba,
tropezó con los bordes
afilados de una piedra y cayo
por un hueco profundo.
5.
6. • Paso algún tiempo sin
que nadie se atreviera
hablar del accidente.
• Una noche unos niños
se llegaron al pozo y
empezaron hablar en
tono de burla, mientras
se asomaba al hueco
ruidoso:
• -Jacinto, la vaca!
• Jacinto, la vaca!
7. • Gritaban divertidos
cuando , de pronto, se
oyó un rugido horrendo
que surgía del fondo
mismo del pozo,
acompañado por un
chorro impresionante que
ensopó a los
muchachos. Muertos del
susto, regresaron
corriendo a sus casas.
8. • Termino de explicarle la
abuela a su nieto que, de
día, los curiosos seguían
yendo al Pozo de Jacinto
y se ponían a gritar:
-Jacinto, la vaca! Jacinto, la
vaca!
Pero son muy pocos los que
corren el riesgo de noche
-dijo la abuela terminado la
historia, convencida de
que, después de haber
escuchado la leyenda, el
nieto la obedecería y no
iría mas a la playa de
jobos.
9. • No sospechaba la
abuela que en ese
momento, su atrevido
nieto decidió
proponerle a sus
amigos bajar todos
juntos esa misma
noche al fondo del
pozo.
10. • Cuando el nieto estuvo
seguro que la abuela
dormía, salio de la casa
silenciosamente para ir
con sus amigos la pozo.
Uno de ellos llevaba una
soga. Según los cuatros
amigos se acercaban al
Pozo de Jacinto, el ruido
que salía de hueco
rocoso aumentaba. Era
como si el mar le
estuviera avisando que
no se acercaran. Pero
siguieron retando el
peligro.
11. • La escasa claridad de la
luna les permitió localizar
una piedra alargada y
fuerte, de la cual
aseguraron bien la soga
con nudos. El nieto
insistió en bajar primero
porque según el era
quien había tenido la idea
de emprender la
aventura.
• -Ya verán como
encontraré el esqueleto
de Jacinto –fue lo último
que dijo, antes de
desaparecer agarrado a
la soga por el borde del
gran hueco.
12. • Los tres amigos se
asomaban, pero no veían
nada.
• Julito, Julito! –que así se
llamaba el nieto –¿dónde
estas?, ¿qué has
encontrado? –empezaron
a gritar, pero al darse
cuenta, que al halar la
soga no estaba Julito, se
asustaron y regresaron a
sus casas muy
asustados.
13. • Al amanecer la abuela se
levanto y no encontró a
Julito. Cuando vio la
cama vacía, supo lo que
había pasado.
• Los vecinos a quienes
les aviso llorosa corrieron
la pozo, y al asomarse
descubrieron la soga
bailando al ritmo del
viento aprisionado en el
hueco, donde ahora se
lamentaba, también
encerrado para siempre,
Julito.
14. El Pozo de Jacinto es una atracción
natural muy visitada en la playa Jobos
en Isabela.