Remigio era un pescador que salía a pescar todos los días, incluso en noches festivas como la de San Juan. Una noche de San Juan, mientras pescaba, vio a tres hadas hermosas salir de una roca llamada "Roca de las Doncellas" y dejarse acariciar por las olas. Al esconderse en la roca, conoció a una de las hadas llamada Sara, quien le explicó que vivía encerrada allí. Siguiendo el consejo de su abuela, Remigio gritó el nombre de Sara para retenerla,