La Cuaresma es un tiempo de conversión de 40 días antes de la Pascua en que los cristianos se arrepienten de sus pecados, oran y ayudan a los demás para acercarse a Jesucristo. Se basa en símbolos bíblicos como los 40 años que los judíos pasaron en el desierto. La Iglesia invita a vivirla como un camino hacia Jesús escuchando la Palabra de Dios y desarrollando actitudes cristianas para parecerse más a Él.