La finalidad última de la catequesis es formar personas y comunidades maduras en la fe. A nivel individual, la catequesis busca formar personas equilibradas, con un fuerte encuentro con Jesucristo, un sentido de pertenencia a la Iglesia y un compromiso con la sociedad. A nivel comunitario, la catequesis promueve comunidades que vivan la fraternidad, estén en comunión con la Iglesia, compartan responsabilidades ministeriales y se comprometan con la evangelización y la justicia social.