Este documento discute la inteligencia emocional en el contexto empresarial. Explica que la inteligencia emocional es importante para el liderazgo, la resolución de conflictos y el trabajo en equipo. También describe cinco componentes clave de la inteligencia emocional y formas de potenciarla en una empresa, como dar a conocer su importancia, trabajar en su desarrollo e interiorizarla en los trabajadores.

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UNIVERSIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS-ESPE
LIDERAZGO
UNIDAD 1
NOMBRE: BYRON MARTIN GUACHO OJEDA
INGENIERO: MILBERT DAMIAN BELTRAN SALAZAR
NRC: 8629
PRIMER SEMESTRE
INVESTIGACION ACERCA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA
EMPRESA.

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Contenido
INTELIGENCIA EMOCIONAL 3
¿Qué es la inteligencia emocional? 3
La fuerza de las emociones 4
La inteligencia emocional en la empresa 5
Inteligencia emocional relacionada al liderazgo empresarial 6
Bases de la Inteligencia Emocional 7
¿Cuál es la importancia de la inteligencia emocional en la empresa? 8
¿Cómo aplicar la inteligencia emocional en el trabajo? 9
Los cinco componentes de la inteligencia emocional 10
¿Cómo potenciar la inteligencia emocional en la empresa? 11
Ejemplos de Inteligencia Emocional en la Empresa 12
Ejemplo de bajo nivel de inteligencia emocional 13
Ejemplo de alto nivel de inteligencia emocional 13
Definicion Autores 13

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INTELIGENCIA EMOCIONAL
¿Qué es la inteligencia emocional?
Pienso que es la sabiduría emocional es la destreza que poseemos los individuos
para reconocer, entender, gestionar y pensar con nuestras propias emociones. Es
una capacidad elemental en lo cual respecta a la comunicación interpersonal en
nuestra vida diaria y un asunto central en la vida gremial. Hoy se conoce que la
sabiduría emocional es tan fundamental como la racional para el triunfo en la vida
profesional. Las competencias emocionales determinan qué tan bien un empleado
se relaciona con sus compañeros de trabajo y son un componente importante en
el momento de laborar en grupo. La sabiduría emocional en la compañía además
juega un papel elemental para procesar la frustración y el estrés, debido a que un
óptimo desempeño de emociones y sentimientos negativos representa una virtud
en el funcionamiento gremial.
Los psicólogos definen la inteligencia emocional como la destreza de detectar los
sentimientos que sentimos al tomar elecciones, solucionar inconvenientes y estar
comunicados con los otros. Es el funcionamiento de emociones y sentimientos en
cualquier aspecto de la vida diaria.

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La fuerza de las emociones
Una vez que los individuos buscamos situaciones como ir al cine, a los parques
de atracciones, ingerir bien, tomar o consumir drogas, lo cual estamos realizando
es buscar recursos que pongan en marcha estados emocionales determinados.
Poseemos poco control sobre nuestras propias actitudes emocionales. Cualquier
persona que haya tratado de fingir una emoción, o que haya percibido esto en
otros, sabe que es una labor inútil. La mente tiene poco control sobre los
sentimientos, y los sentimientos tienen la posibilidad de avasallar la conciencia.
Al final, una vez que los sentimientos aparecen, se transforman en relevantes
motivadores de conductas futuras, y no únicamente influyen en las actitudes
inmediatas, sino además en las proyecciones futuras. Sin embargo, asimismo
tienen la posibilidad de provocar inconvenientes. Una vez que el temor se torna
ansiedad, una vez que el quiero conduce a la ambición, una vez que la molestia
se convierte en enojo, el enojo en odio, la amistad en envidia, el amor en
obsesión, el placer en vicio, nuestras propias emociones revierten en contra
nuestra. La salud psicológica es producto de la limpieza emocional, y los
inconvenientes mentales reflejan en enorme medida trastornos emocionales. Por
supuesto, entonces, los sentimientos tienen la posibilidad de tener secuelas útiles
o patológicas.

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La inteligencia emocional en la empresa
La inteligencia emocional en la compañía es una competencia cada vez más
valorada, tanto es de esta forma que, varios estudios han demostrado que una de
las competencias primordiales en el momento de lograr el triunfo profesional es la
sabiduría emocional.
Además, juega un papel primordial para procesar la frustración y el estrés, debido
a que un óptimo funcionamiento de emociones y sentimientos negativos
representa una virtud en el manejo gremial. Sin que importe el papel de una
persona en la compañía, su fortaleza emocional va a ser de enorme ayuda para
llevar a cabo sus labores primordiales, empero todavía más relevante, para
resaltar; puesto que sabiduría emocional y liderazgo son 2 puntos que van de la
mano.
En conclusión, los empleados con inteligencia emocional dominan el autocontrol,
permanecen motivados y son capaces de motivar, poseen una enorme capacidad
de persuasión y de trabajo en grupo. Las organizaciones poseen a su disposición
herramientas para laborar la sabiduría emocional de sus empleados, los cursos
de sabiduría emocional resultan muy útiles y tienen que jugar un papel destacado
en la formación continua de la organización.

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Inteligencia emocional relacionada al liderazgo empresarial
Los nuevos dirigentes de las organizaciones no solo son capaces, sino que
poseen una fortaleza emocional destacable. Es por esa razón que los puestos
directivos permanecen reservados para personas con un elevado coeficiente
emocional. La sabiduría emocional en la organización es de enorme ayuda en el
momento de tomar elecciones, solucionar conflictos, laborar bajo presión,
contestar constructivamente frente a las críticas y a tener una más grande
empatía. Todos dichos puntos son muestra de liderazgo emocional. Si bien es
cierto que la sabiduría emocional es una capacidad natural para varias personas,
hay tácticas que todo mundo puede continuar para poder hacer un más grande
liderazgo emocional. Autoconciencia: El primer paso para desarrollar la sabiduría
emocional en la compañía es tomar consciencia de tus sentimientos, miedos y
anhelos para entender los principios de tus emociones. Autorregulación: Aprender
técnicas de relajación para no actuar impulsivamente y tomar elecciones con
tranquilidad te ayudará con el desempeño de emociones y sentimientos. Empatía:
Reconocer los sentimientos de tus compañeros de trabajo y ponerte en sus
zapatos va a hacer que los escuches con más atención, comprendiendo su
criterio y demostrando un más grande liderazgo emocional. Motivación: El dinero,
el estatus y el reconocimiento tienen la posibilidad de motivarte a consumar con tu
trabajo, empero la pasión es lo cual distingue a un jefe. Enfocarse en los puntos

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de tu trabajo que gozas despertará un fervor contagioso entre tus compañeros de
trabajo que te ayudará a destacar y mostrar sabiduría emocional y liderazgo.
Bases de la Inteligencia Emocional
Esta consta de 2 tipos: la sabiduría intrapersonal y la sabiduría interpersonal, en
alusión a la sabiduría intrapersonal, destaca 3 propiedades primordiales:
La conciencia de sí mismo: es una capacidad fundamental en nuestro
autoconocimiento y propuestas posteriores de optimización. Para entendernos y
entender nuestras propias ocupaciones, la reflexión y el Mindfulness nos aportan
herramientas para explorar nuestro interior.
El control de uno mismo o la autorregulación: de fundamental trascendencia
en la sabiduría emocional en el trabajo, con intención de actuar pensando
anteriormente lo que iremos a hacer o mencionar.
La auto-motivación: que desarrollaremos meditando diariamente.
La sabiduría interpersonal se basa primordialmente de habilidades como la
empatía y las distintas capacidades sociales, imprescindibles para desarrollar la
sabiduría emocional en el trabajo. Como vemos, el razonamiento de nuestras
propias emociones nos dota de herramientas notables en vías de las
colaboraciones interpersonales y expresión de nuestras propias ideas,
demostrando el valor de la sabiduría emocional en el trabajo.

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¿Cuál es la importancia de la inteligencia emocional en la empresa?
En la actualidad se habla mucho de este término, inclusive en el sector
empresarial. Las organizaciones buscan expertos que sean capaces de mantener
el control de, detectar y gestionar los sentimientos propias y ajenas con el objetivo
de que logren realizar sus labores con efectividad, consumar con las metas y
laborar en grupo. La sabiduría emocional en la compañía juega un papel
importante en todos los niveles jerárquicos; el poder identificarlas ayuda a ser un
jefe, conseguir un óptimo ambiente de trabajo y llevar a cabo con las metas de la
organización. Los empleados con elevados niveles de sabiduría emocional son
capaces de comprender, motivar y contribuir a sus colegas, robustecer las
interrelaciones laborales, conocer las necesidades, promover la productividad,
aprender de los errores, manejar el estrés gremial y solucionar conflictos entre los
trabajadores, proveedores y consumidores.
Para conseguir tanto el triunfo profesional como personal y social, la sabiduría
emocional ha ido revelándose cada vez de mayor relevancia en detrimento de los
recursos de la sabiduría más típica. Es cierto que, en la averiguación del ingenio,
las capacidades técnicas son clave, sin embargo, el perfil emocional de los
empleados y los directivos lo es inclusive más.

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A medida que las habilidades emocionales están siendo prioridad en las
empresas, no se están tomando en consideración la cantidad de títulos o
certificados que un candidato pueda tener, sino la capacidad de que esa persona
desarrolle ‘skills’ emocionales.
¿Cómo aplicar la inteligencia emocional en el trabajo?
Podemos aplicar la inteligencia emocional mediante estos tipos o estrategias
como:
-El descubrir y conocer quién eres de verdad permitirá identificar tus miedos,
debilidades, fortalezas, sentimientos y emociones; al identificarlos será más fácil
gestionarlos, actuar de la manera correcta y corregir lo que se está haciendo mal.
-El autoconocimiento es fundamental para la inteligencia emocional.
Controlar los sentimientos muchas veces puede ser difícil y más en el trabajo.
Tener autocontrol permitirá reaccionar de una manera positiva ante circunstancias
adversas, resolver conflictos, ser más flexible y adaptarse a los cambios sin
causar efectos negativos.
-La motivación es importante en las empresas, tanto en el ámbito personal como
a nivel equipo. Una persona que anime a cumplir las metas, a superar retos,
logrará que todo el personal trabaje con más predisposición y mejor actitud
durante la jornada laboral.

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-Las personas que desarrollan la empatía tienen mayor inteligencia emocional; el
ponerse en lugar de la otra persona reconocer y conocer quién eres de verdad
dejará detectar tus miedos, debilidades, fortalezas, sentimientos y emociones; al
identificarlos va a ser más simple gestionarlos, actuar de la forma adecuada y
arreglar lo cual se está realizando mal.
- Conseguir que los trabajadores desarrollen estas cualidades en una
organización ayudará a que todo funcione mejor. Además del ambiente gremial,
habrá más grande compromiso, sentirán que forman parte y se verá reflejado en
los resultados al consumar con las metas empresariales.
Los cinco componentes de la inteligencia emocional

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¿Cómo potenciar la inteligencia emocional en la empresa?
Dar a conocer su importancia
Este criterio podría ser ajeno a los trabajadores. Por esto, se necesita describir su
trascendencia en la organización. Conocer las opiniones de los ayudantes, una
vez explicado el término, ayudará a establecer sus preocupaciones, intereses y
fines. Para que el entrenamiento de la sabiduría emocional sea más lúdico, tienen
la posibilidad de compartir charlas motivacionales, sugerir lecturas o crear talleres.
Trabajar en su desarrollo
La existencia de un jefe, en esta situación el líder de área o el de Recursos
Humanos, le posibilita al empleado avanzar en su proceso de sabiduría emocional
de forma más eficiente y eficaz. "Es imprescindible que los dos rememoren el
papel que va a tener la sabiduría emocional para conseguir la armonía con otras
personas y, con ello, el triunfo empresarial"
Interiorizarla en el trabajador
Un indicador de la sabiduría emocional es el grado de responsabilidad que
sentimos con nuestro alrededor. Por esto, es fundamental que la sabiduría
emocional sea fomentada inclusive en puntos no involucrados a la compañía.
Ejemplificando, ser partícipes de campañas o voluntariados es una de las
superiores maneras de cultivar la sabiduría emocional en la sociedad. Las
organizaciones tienen que tener en cuenta estas ocupaciones para potenciar las
habilidades de sus trabajadores y convertirlos en agentes de cambio.

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Ejemplos de Inteligencia Emocional en la Empresa
1. NEGOCIACION
En cualquier situación de negociación que tengas, tus capacidades
emocionales te sirven para conectarte mejor con tu interlocutor y, al final, en
una negociación lo cual buscas es un resultado que sea con el que ambos se
quedan felices, aquel es el mejor resultado que puede tener una negociación
y, de esa forma, las capacidades emocionales te tienen la posibilidad de
apoyar mucho
2. CONSTRUCCION DE TRABAJOS DE EQUIPO
En la obra de conjuntos de trabajo tienes que buscar necesidades que sean
complementarias y conseguir una sinergia tal que todos sientan que van por el
mismo objetivo y se comprometan
3. RESOLUCION DE CONFLICTOS
Comprender que la población, en la mayoría de los casos, no riña por gusto; en la
mayoría de los casos, lo cual hay es una colisión emocional entre necesidades,
entre diferentes posturas que, en el momento de que lo analizas a partir de los
elementos emocionales del problema y lo logras transmitir a la población que está
interviniendo en el problema, ayudas mucho a que las cosas se desatoren de una
forma muchísimo más adaptable y en beneficio de todos

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Ejemplo de bajo nivel de inteligencia emocional
Si una persona está teniendo un mal día y está estresada, un indicador de su bajo
grado de sabiduría emocional se dará a conocer si por alguna razón trata mal a
un compadre de trabajo. Si bien es bastante posible que la violencia no sea por
causa del parentesco entre estas 2 personas, sino por una falta de
autoconocimiento y administración de los sentimientos, es bastante usual que
esto suceda. A partir del otro lado, si te provees cuenta de su comportamiento y
eres una persona con práctica en sabiduría emocional, lo primero que sucederá
es que entiendes sus sentimientos y emociones. Por esa razón, eres capaz de dar
apoyo y alguna solución al problema. De lo opuesto, si te dejas dominar por las
pasiones e incrementas la tensión en el ambiente, serás un claro ejemplo de
sabiduría emocional en el trabajo mal gestionado.
Ejemplo de alto nivel de inteligencia emocional
Hay situaciones en las que los individuos se acostumbran oír en las reuniones; sin
embargo, otras veces todos hablan simultáneamente. Si permites que los otros
expresen su crítica y escuchas con atención sin interrumpir, este es un óptimo
indicador de que cuentas con sabiduría emocional. Asimismo, si escuchas de
forma activa y realmente te dispones a seguir la plática, supone que no solamente
entiendes tus sentimientos, sino que velas por la paz de los otros.
Definición Autores
Los antecedentes de la inteligencia emocional tienen que rastrearse en las obras
que se ocupan de la inteligencia y de la emoción. Éstos son los dos componentes
básicos de inteligencia emocional, que como descriptor se está utilizando
solamente a partir de la segunda mitad de la década de los noventa. Por lo que
respecta a los antecedentes centrados en la inteligencia, nos hemos referido a
ellos en los apartados anteriores al tratar de la inteligencia académica, inteligencia
práctica, inteligencia social y la teoría de las inteligencias múltiples. A

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continuación, vamos a referirnos preferentemente a los antecedentes centrados
en la emoción. Como antecedentes encontramos los enfoques del counseling que
han puesto un énfasis en las emociones. Particularmente la psicología humanista,
con Gordon Allport, Abraham Maslow y Carl Rogers, que a partir de la mitad del
siglo XX ponen un énfasis especial en la emoción. Después vendrá la psicoterapia
racional-emotiva de Albert Ellis y muchos otros, que adoptan un modelo de
counseling y psicoterapia que toma la emoción del cliente hic et nunc como centro
de atención. La influencia de la psicología humanista en la orientación se ha
puesto de relieve en múltiples obras y en este mismo Proyecto hacemos
referencia a ello. Este enfoque defiende que cada persona tiene la necesidad de
sentirse bien consigo misma, experimentar las propias emociones y crecer
emocionalmente. Poner barreras a este objetivo básico puede conllevar
comportamientos desviados. Al ocuparse de los desórdenes afectivos hacen
referencia a algunos aspectos históricos de la inteligencia emocional.
La concepción de la inteligencia emocional como rasgo de personalidad significa
que se considera como algo importante para adaptarse al ambiente y tener éxito
en la vida. Esta concepción ha implicado a la psicología de la personalidad y ha
generado abundante bibliografía sobre el tema, de la cual nos hacemos eco en
estas páginas.
La conceptualización de la inteligencia emocional como habilidad mental
relacionada con el procesamiento de información emocional es tal vez el aspecto
más relevante para nuestros propósitos, dado que un paso más en esta línea
supone pasar a la competencia emocional, cuyo desarrollo implica a la educación
emocional en un marco de orientación psicopedagógica para la prevención y el
desarrollo personal y social. Todo este entramado de conceptualizaciones, que se
han producido a partir de la segunda mitad de los años noventa, ha ido influyendo
en la línea de trabajo que estamos realizando, y por tanto está presente a lo largo
de estas páginas. (Leal, 2011, págs. 7-10)

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El término inteligencia emocional fue usado la primera vez en la década de los 90
por Peter Salovey de la Universidad de Harvard y John Mayer de la Universidad
de New Hampshire, ambos psicólogos y se empleó para descubrir las cualidades
emocionales que parecían tener importancia para el éxito. Posteriormente se
empezó a introducir un nuevo término, cociente emocional, por lo tanto, se define
a la inteligencia emocional como el conjunto de habilidades personales,
emocionales y sociales que determinan la capacidad de alcanzar el éxito al
afrontar las demandas y las presiones de su entorno. Estas capacidades se
dividen en cinco grupos generales: capacidades intrapersonales, habilidades
interpersonales, adaptabilidad, estrategias para el manejo de estrés y factores
motivacionales y anímicos. Daniel Goleman en su libro “Inteligencia Emocional”,
propone que para ser emocionalmente inteligentes se debe, en primer lugar, tener
conciencia de la emoción sentida en el momento que ocurre, analizarla y
expresarla de forma adecuada, y encaminarla hacia la consecución de un
objetivo. También es importante saber reconocer las emociones en los demás, es
decir ser empáticos, y de esta manera establecer relaciones interpersonales que
sean saludables. La inteligencia emocional es, como lo dice el término, el uso
inteligente de nuestras emociones, a manera de guía para nuestro
comportamiento, lo que permitirá asegurar un camino de éxitos, debido a que la
parte intelectual resulta no ser suficiente Cooper y Sawaf, en su libro “La
Inteligencia Emocional aplicada al liderazgo y a las organizaciones”, la definen
como la capacidad de sentir, entender y aplicar eficazmente el poder y la agudeza
de las emociones como fuente de energía humana. Actualmente, existen diversos
modelos sobre la inteligencia emocional y a partir de los cuales se han ido
estableciendo instrumentos de medición. Ciertos modelos sugieren que las
habilidades mentales, haciendo uso de la información generada por las
emociones, ayudan a mejorar los procesos de cognición. Otros autores
mencionan que las habilidades mentales están combinadas con rasgos de
personalidad, por lo tanto, éstas son difícilmente modificables. Ya que se ha

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determinado cuales han sido las aportaciones en el campo de la inteligencia
emocional, se procederá a exponer las postulaciones realizadas sobre las
competencias emocionales. Décadas atrás, cuando se discutía de competencias,
apenas se lo entendía como algo propio del ámbito profesional, por lo que en
ocasiones se le asignaba términos como cualificación, capacitación, suficiencia,
entre otros. La competencia implica un saber hacer, pero que, para que resulte,
debemos querer y poder hacer. Por lo tanto, si aplicamos esta definición al ámbito
emocional, sería un saber qué hacer con las emociones que sentimos. Un papel
de suma importancia en el comportamiento organizacional lo constituye la
correcta aplicación de la motivación en las personas. Y es lo que se mencionará a
continuación. Etimológicamente, motivación es el resultado de la combinación de
motus (en latín, movido) y motio (en latín, movimiento), por lo que su definición
sería que es el impulso que lleva al individuo a ser persistente en determinada
conducta que le permita la consecución de un objetivo. En términos generales la
motivación es la que te mueve a hacer determinada cosa, a persistir en dicha
acción para obtener aquello que deseamos, la voluntad para actuar. Se considera
como motivación el estimular a alguien para que realice determinada actividad a
fin de que satisfaga sus necesidades y logre los objetivos que se han planteado.
Existen tres sistemas motivacionales sobre los que gira el comportamiento
humano. Uno de ellos es el de logros como motivación, en esta parte se expone,
que las personas se sienten más motivadas cuando desempeñan cargos o hacen
trabajos en los que saben que las probabilidades de mejorar son reales. Se
sienten bien cada vez que obtienen un resultado positivo y que aprenden de eso.
Otro de los sistemas es el de poder como motivación, el obtener y mantener
prestigio y reputación es un aliciente en el comportamiento de los seres humanos.
Finalmente,
en el campo de los recursos humanos, se refiere a los valores que promuevan un
alto rendimiento en la organización. Es lo que resulta de la interacción del
individuo con el medio que lo rodea. Por otra parte, es importante determinar de

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qué maneras se puede motivar a las personas, Stephen Robbins en su libro
“Comportamiento Organizacional”, menciona que la motivación no solo se
consigue a base de remuneraciones económicas, sino más bien, llegando a las
personas por su lado emocional, con el reconocimiento de sus logros y el apoyo
constante para desarrollar cualquier tipo de actividad. Menciona, además, que
darles una continua educación es también una forma de motivarlos, el ayudarlos a
superarse como personas y como profesionales embargo, se conoce que existe
en el ser humano una necesidad de estar en grupo, de pertenecer.
(Cali, Fierro, & Sempértegui, 2015, págs. 120-123)
Se observa que a través de la Inteligencia emocional se puede optimizar el
desempeño personal, la comunicación y por consiguiente el clima laboral de una
organización. Con la aplicación de las herramientas de Inteligencia Emocional
pueden disminuir los problemas que se presentan habitualmente en las empresas,
tales como el ausentismo laboral y la rotación del personal, porque los
trabajadores se sienten tomados en cuenta y como consecuencia de ello,
aumentan la autoestima de los individuos, sus actitudes tendrán una tendencia
positiva y habrá una mayor adaptabilidad a los procesos de cambio con un
manejo adecuado de la incertidumbre. El estilo de gerencia que toma en cuenta la
inteligencia emocional propicia los cambios en la cultura de la organización, sobre
todo cuando se trata de fusiones de empresas de culturas diferentes. Y se pueden
solucionar conflictos con mayor facilidad y hasta prevenirlos; y por lo tanto se
manejarán mejor las relaciones interpersonales y la integración de equipos de
trabajo. El marco teórico del presente estudio, se fundamenta en los desarrollos
de Goleman relacionados con la aplicación de la Inteligencia emocional en las
empresas, específicamente lo que el autor denomina aptitudes emocionales. Los
avances tecnológicos comunicacionales, aunado al nivel de conocimientos del
personal que labora en las empresas trae consigo la necesidad de mejorar las
oportunidades de potenciar no sólo la gestión del conocimiento sino igualmente el

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Coeficiente Emocional del personal. En estos tiempos de cambios veloces, a corto
plazo, no será sólo imperante el Coeficiente Intelectual (CI), sino también el
coeficiente emocional (CE), ya que la ciencia y la sociedad, necesitan personas
que se entiendan con los demás. Por otra parte, a pesar del potencial académico
y la experiencia de los trabajadores; mientras más se quiere crecer una empresa
u organización, mayor es la importancia que se le da a la formación de sus
trabajadores, tanto en el área cognitiva como emocional. Investigaciones
recientes en el campo de psicología han puesto sobre la mesa de discusión la
fuerte conexión entre la mente racional y la emocional en los seres humanos,
llegándose a establecer la existencia de una relación físico-evolutiva entre ambas
funciones del cerebro. Esto ha incidido en que los directivos y empresarios han
comenzado a considerar el aspecto emocional de su personal. Lo anteriormente
expuesto trae consigo el manejo de elementos asociados a la dirección acertada
con características de corte emocional, cobrando mayor importancia en empresas
que cuentan una planta de líderes con fortalezas en el campo del conocimiento,
comunicación, información y tecnología, los cuales, sin embargo, continúan
aferrados al paradigma cuantitativo y lógico, por el predominio de profesionales
formados y conducidos bajo por la lógica, capacidad verbal y razonamiento, con
un inmenso potencial para la intuición, creatividad y emociones. Existe un
conjunto de competencias que son exclusivamente técnicas, como hablar y
escribir bien un idioma o ser un buen profesional; pero, junto a estas, hay otras de
carácter más personal, son lo que Goleman ha llamado al Análisis de la gestión
del conocimiento y de la inteligencia emocional en las organizaciones como:
capacidad de relacionarse con los demás, hacer equipo con los pares homólogos
o subordinados. El autor sostiene que no se debe tener en cuenta sólo la
inteligencia técnica; sino también la emocional, porque al final es necesario,
relacionarse, negociar. La Inteligencia emocional es muy importante en el mundo
empresarial y también en función de dirección; un buen empresario y un buen
líder, son aquellos capaces de aplicar esa inteligencia. Con el proceso de

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transformación que viven las grandes empresas se ha hecho más evidente la
necesidad de líderes dispuestos a ser facilitadores o agentes del proceso de
cambio, partiendo de una perspectiva diferente que permita dirigir y coordinar las
actividades que sean necesarias para apoyar a los que toman decisiones claves
en la organización. En este orden de ideas, el desarrollo de la Inteligencia
Emocional entre el grupo de trabajadores con cargos de supervisión y gerenciales
es de gran ayuda en momentos en que el cambio organizacional ha traído
consigo inconformidad en una parte del personal, situación que debe ser
manejada mediante la correcta utilización de las actitudes emocionales. Los
cambios que se produjeron en las últimas décadas del siglo XX y se continúan
produciendo en el siglo XXI, no tienen precedentes históricos. Son cambios
permanentes acelerados e interdependientes en todos los ámbitos: científico,
industrial y tecnológico. Después de agotarse el modelo de revolución industrial,
las sociedades y las organizaciones buscaron una fuente de generación de
riqueza y la encontraron en el conocimiento. El nuevo paradigma del conocimiento
reestructura a la sociedad misma, cambia sus valores, su visión y concepción del
mundo. Es decir, las ventajas competitivas derivadas del desarrollo de la materia
gris y de las capacidades para producir, circular y utilizar conocimientos han
desplazado las ventajas comparativas de la naturaleza. (Guerrero V., Govea, &
Urdaneta, 2006, págs. 421-423)

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Bibliografía
Cali,A.,Fierro,I.,& Sempértegui,C.(8de Septiembre de 2015).La inteligenciaemocional como
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