Tema sobre liberalismo y nacionalismo en el Siglo XIX. Incluye contenidos sobre los imperios del Este de Europa, EE. UU. y Japón y los casos de la Inglaterra Victoriana y la Francia del II Imperio a la III República.
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3. 3. Los imperios multiétnicos del este Al este de Europa existían tres grandes imperios multiétnicos: el ruso, el otomano y el austríaco. Los dos primeros tenían regímenes absolutistas, y el último fue adoptando medidas liberales durante el siglo XIX.
4. El Imperio austro-húngaro Tras la revolución de 1848 accedió al trono Francisco José I de Habsburgo , emperador que tuvo que afrontar enormes problemas personales y políticos durante su largo reinado. Para frenar las tendencias centrífugas de las diferentes naciones del imperio se creó, en 1867 , la monarquía dual , compromiso que concedía a Hungría una gran autonomía de Austria y poder sobre otras nacionalidades. Checos, eslovacos, ucranianos, rumanos, polacos, serbios, eslovenos, croatas e italianos, que también aspiraban dentro del imperio a una mayor autodeterminación, no consiguieron alterar esta situación. Tras perder la mayor parte de los territorios del Norte de Italia, el Imperio buscó su expansión en los Balcanes, donde chocó con el nacionalismo serbio, apoyado por Rusia.
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6. El imperio ruso Este territorio también acogía a diversos pueblos, sin embargo, durante todo el siglo XIX, Rusia se mantuvo al margen de las corrientes liberales y burguesas que transformaron Europa occidental. Los zares conservaron su poder absoluto aliados a la iglesia ortodoxa y a una aristocracia que mantenía la servidumbre feudal en las atrasadas zonas rurales de ese inmenso país. Tras la guerra de Crimea (1853-1856), el zar Alejandro II comprendió la necesidad de industrializar el país, para lo cual realizó una serie de reformas liberalizadoras, comenzando por la abolición de la servidumbre en el campo (1861). De todos modos, no se conseguiría una transformación real de la economía rusa en el siglo XIX.
7. El imperio ruso La mencionada guerra tuvo un trasfondo religioso, pero tenía mucho que ver con la intención rusa de alcanzar el Mediterráneo a través del mar Negro. Para ello debía atravesar un angosto pasadizo formado por los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, controlados por el débil aunque inmenso imperio otomano. Francia y Gran Bretaña, temerosas de la presencia rusa en un mar que controlaban, ayudaron a los turcos. Para expandir su territorio, Rusia impulsó el nacionalismo eslavo o paneslavismo , pretendiendo atraerse a los hermanos eslavos dominados por los Habsburgo y los turcos. Esta situación desembocaría en conflictos futuros.
8. El imperio otomano A finales del siglo XIX, la posición del Imperio turco era extraordinariamente débil a pesar de su extensión. Muchos de sus dominios eran codiciados por austriacos y rusos, aunque los otomanos recibían ayuda de Gran Bretaña, a quien interesaba que una potencia menor controlara los pasos del Mar Negro a Mediterráneo. La zona europea del viejo imperio turco, los Balcanes , reunía una complicada mezcla de etnias y, desde la independencia de Grecia, en 1829, las diferentes identidades luchaban por su autonomía. El apoyo ruso a estos pueblos desencadenó la Guerra Ruso-Turca en 1877 , que se zanjó el año siguiente con la creación de Serbia, Montenegro y Rumanía . Bulgaria se convertía en región autónoma y Bosnia-Herzegovina era administrada por Austria. La zona se convirtió en poco tiempo en el “polvorín” de Europa.
9. 4. Liberalismo y nacionalismo fuera de Europa: los Estados Unidos Tras su independencia del Imperio británico, los Estados Unidos conocieron una gran expansión territorial hasta sumar 48 estados en 1912. Para lograr ese crecimiento, se recurrió al exterminio de la población indígena, a la compra de territorios y a la guerra contra México. El poder militar, la colonización masiva de los nuevos territorios y la construcción del ferrocarril fueron los factores decisivos de esta expansión.
10. Sin embargo, no todo podía ir bien y, en 1861 , siendo presidente Abraham Lincoln , chocaron los intereses contrapuestos de los Estados del Norte, de carácter cada vez más industrial, con los del Sur, que basaban su economía en las plantaciones de algodón cultivadas por esclavos de origen africano. Los plantadores sureños querían vender su mercancía a Inglaterra, mientras que los industriales del Norte necesitaban el algodón y las materias primas del Sur para desarrollar su industria y rechazaban decididamente la esclavitud. 11 estados del sur decidieron separarse de la Unión y formar una Confederación; era el inicio de la guerra civil o de Secesión . El conflicto (1861-1865) finalizó con la victoria de los federales del Norte, que utilizaron la destrucción sistemática de las plantaciones y el bloqueo de los puertos confederados del Sur.
11. La victoria del norte supuso el triunfo del capitalismos y la ruina del sur, donde se seguiría discriminando a la población negra durante años. Tras la guerra, se configuró también el sistema político bipartidista que actualmente rige el país, y que alterna el poder entre el Partido Republicano y el Demócrata. Como veremos pronto, basándose en la antigua Doctrina Monroe, los EE. UU. no se conformarían con expandirse en el continente, sino que pronto comenzarían la expansión en ultramar, ocupando zonas del Pacífico, del Caribe a costa de España, y controlando el canal de Panamá.
12. 4. Liberalismo y nacionalismo fuera de Europa: El Japón Meiji Desde principios del siglo XVII y durante la mayor parte del siglo XIX, el régimen feudal ( shogunato ) de la familia Tokugawa había impedido que Japón tuviera casi cualquier relación con la modernización que se estaba produciendo en todo el mundo. La extensión del comercio colonial dentro de las islas, protagonizada inicialmente por los holandeses, después por ingleses, rusos y norteamericanos, generalizó el descontento entre diversos señoríos que, capitaneados por el emperador Mitsu-Hito , desposeyeron al último shogun y realizaron en 1868 la revolución Meiji (o ilustrada), al estilo de las revoluciones burguesas occidentales. La constitución de 1889 inició el camino de un Japón no sólo abierto a Occidente en lo comercial y cultural sino dinámico desde el punto de vista demográfico, competitivo en el terreno industrial y expansivo territorialmente, aunque el poder absoluto lo tenía el emperador.
13. 5. La Inglaterra victoriana (1837-1901) Durante el reinado de Victoria I , Inglaterra fue indiscutiblemente la primera potencia mundial. Permanecería inmune a las revoluciones de 1848 y vivió una época de prosperidad, éxito de las instituciones liberales y estabilidad y consenso políticos.
14. Rasgos principales de la era victoriana Prosperidad económica: Gran Bretaña había creado un vasto imperio que agrupaba territorios de diversos continentes, y se convirtió en la mayor potencia económica y naval del siglo. Dueña de los océanos y del comercio, había sido también pionera de la industrialización. Estas circunstancias la convirtieron en la gran defensora del liberalismo económico frente al proteccionismo que se aplicaba en el continente. A partir de 1890, la competencia de las emergentes economías alemana y estadounidense, provocaron que se alzaran las primeras voces defensoras del proteccionismo en las islas británicas.
15. Rasgos principales de la era victoriana Gran estabilidad política: Su parlamentarismo era particularmente ejemplar. Dos cámaras y dos partidos turnantes equilibrados por una monarquía cuyo papel moralizante mantenía unido a un enorme y variopinto imperio. La reina simbolizaba la unidad nacional y religiosa. En el gobierno se alternaban dos partidos: el Conservador , dirigido por Disraeli , y el Liberal , liderado por Gladstone , que, aunque coincidían en aspectos fundamentales como el mantenimiento de las instituciones políticas y de las clases sociales, representaban respectivamente a una derecha y una izquierda moderadas
16. Rasgos principales de la era victoriana Reformismo electoral y social: A pesar de ser el país donde el sistema parlamentario llevaba más tiempo funcionando, las reformas electorales fueron constantes en la historia de Inglaterra. Tras la Reform Act de 1832 , vendría la de 1867 que ampliaba el derecho al voto a los cabezas de familia que pagaban alquiler (habitantes de ciudades y obreros), y la de 1884-85 , que extendería el derecho al voto a los campesinos. En 1911 , se recortarían los poderes de la Cámara de los Lores y se eliminaba su derecho de veto. En Gran Bretaña también se desarrolló el movimiento obrero a través de sindicatos legalizados como las Trade-Unions y, desde 1906, del Partido Laborista , que acabaría sustituyendo al Liberal. Gracias a sus reivindicaciones se irían consiguiendo también reformas sociales en educación, justicia, sanidad, etc.
17. Rasgos principales de la era victoriana El asunto del nacionalismo irlandés: Los irlandeses, católicos , campesinos y pobres, habían sido sometidos en el siglo XVII por los ingleses protestantes que les impusieron su lengua y colonizaron gran parte de la isla: la zona norte o Ulster . Irlanda careció de autonomía hasta 1914 . En su busca, a lo largo del siglo XIX se desarrolló el nacionalismo irlandés, que buscaba la independencia de la isla mediante la insurrección armada y el sabotaje. El problema irlandés fue la principal sombra en la política inglesa del cambio del siglo XIX al XX. La violencia y las protestas culminaron con la independencia de Irlanda en 1921 .
18. 6. Francia: del Segundo Imperio a la III República 1848 marcó el ascenso al poder de Luis Napoleón Bonaparte como presidente de la II República francesa , pero en 1951 dio un golpe de Estado que lo convirtió en Emperador. El II Imperio francés fue una época de estabilidad política y desarrollo económico e industrial. Tras una primera fase autoritaria, el emperador aplicó una política liberal moderada que buscó apoyos en diversos grupos sociales, mientras mantenía una actitud de prestigio en el exterior con intervenciones militares brillantes como la guerra de Crimea contra Rusia y el apoyo a los italianos contra Austria, y con fracasos estrepitosos como el intento de establecer un imperio títere en México . Intervención francesa en México
19. 6. Francia: del Segundo Imperio a la III República La rivalidad con Prusia desembocó en una guerra (1870) que mostró la debilidad real del imperio francés frente al poderoso vecino germánico. En unos meses se produjo una derrota total que permitió a los prusianos unificar Alemania ( II Reich ), y llevó a la abdicación de Napoleón III. Bajo la presión de las tropas prusianas, el pueblo de París no aceptó el gobierno moderado de Thiers y se sublevó, manteniendo durante tres meses (1871) en la capital un gobierno obrero inspirado por la AIT, la Comuna , que finalmente fue duramente reprimido y sus dirigentes fusilados. Francia elegiría en seguida, por sufragio general masculino, un Asamblea Nacional , claramente conservadora. Nacía así la III República , que duró hasta 1940.
20. 6. Francia: del Segundo Imperio a la III República El nuevo parlamento francés, elegido por sufragio general masculino , tendría mayor poder que el ejecutivo, apoyándose en los agricultores acomodados y en la clase media urbana . Aunque comenzó siendo conservador, sufrió una tendencia general a la izquierda y, para evitar nuevas rebeliones, tomará medidas sociales , como el establecimiento de la jornada de diez horas, la fijación de un salario mínimo y de una pensión de jubilación. El laicismo en política y en educación se acabó imponiendo en esta nueva fase política de Francia, pero algunos problemas continuaron latentes, como el militarismo , y otros comenzaron a adquirir alarmantes proporciones, como el antisemitismo, según quedó patente en el asunto Dreyfus , militar judío francés al que se acusó injustamente de conspirador y antipatriota. La III República también se lanzaría a la expansión colonial.
21. El caso Dreyfuss Nacido en el seno de una familia de origen judío , desde muy joven se decanta por la carrera militar. Siendo Capitán ingresó en un regimiento perteneciente al Estado Mayor. En 1894 le acusaron falsamente de espionaje , al sostener que proporcionaba a los alemanes datos relativos a las fuerzas militares francesas. El desarrollo del juicio se convirtió en un escándalo de carácter nacional, sobre todo cuando salió a luz un documento que probaba su inocencia. Sin embargo el Estado Mayor ya había emitido su veredicto, que le privaba de todos sus títulos y le deportaba a la Isla del Diablo en la Guayana Francesa, por lo que se negó a aceptar cualquier prueba. Finalmente la presión exterior y el apoyo de importantes personajes de la talla de Zola permitieron que fuera absuelto bajo el ministerio de Waldeck-Rosseau, aunque no se reconoció oficialmente su inocencia hasta 1906.