1. 1. Educación conservadora de de latinoamericana.
Durante los últimos cincuenta años, la educación latinoamericana ha vivido un
intenso conflicto. Por un lado, los sistemas educativos nacionales no han dejado de
crecer y de ampliar su cobertura, incluyendo a sectores de la población que
históricamente no tenían acceso a las instituciones escolares. Por el otro, los
sistemas han intensificado su tendencia a la segmentación, reproduciendo las
persistentes formas de segregación que signaron su desarrollo histórico. De esta
manera crearon nuevas dinámicas de exclusión endógenas, cada vez más
complejas y difusas.
2. Educación neoliberal de latinoamericana.
El discurso político del "nuevo federalismo" ha sido la estrategia para la
reorganización del Estado nacional, con una serie de políticas de gobierno para
descentralizar los programas nacionales a los estados federados y a las
municipalidades. Los cambios políticos se reducen a transformaciones
administrativas y de gestión en dos direcciones: hacia el nivel estatal y local,
promoviendo la autogestión social y educativa; y hacia el nivel intergubernamental,
que justifica la desaparición del Estado-nación y la innecesaria soberanía, con el fin
de hacer más terso el libre comercio internacional.
3.Educación progresista de latinoamericana.
La participación de los distintos especialistas se estructura de la siguiente manera:
primero se brinda un panorama histórico contextual a partir de la coyuntura política
de cada país para identificar cómo es que cada reforma educativa, que surge en
una coyuntura política progresista, ha buscado nuevas prácticas educativas.
4. Educación socialista de latinoamericana.
Las teorías sobre el socialismo, que nacieron en Europa durante el siglo XIX, eran
prácticamente desconocidas en América Latina, incluyendo al marxismo. Con el
avance del siglo XX ingresaron entre inmigrantes, elites políticas e intelectuales y
acompañaron al incipiente desarrollo del movimiento obrero. La Revolución Rusa
(1917) aceleró la difusión del marxismo, el nacimiento de partidos marxistas en la
región y el sueño por el “socialismo”.