Artículo de mi autoría publicado inicialmente en LInkedin.com el 11 de julio del año 2019. Está concebido como soporte para una próxima conferencia mía sobre la dimensión ética de la serie televisiva británica Doctor Who.
1. LA DIMENSIÓN ÉTICA DE
DOCTOR WHO: UNA NOTABLE
SERIE DE CIENCIA FICCIÓN
INSOSLAYABLE AL RESPECTO
Published on July 11, 2019
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Carlos Eduardo de Jesús Sierra
Cuartas
Profesor Asociado con Tenencia del
Cargo, Universidad Nacional de
Carlos Eduardo Sierra Cuartas
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2. Colombia
Magíster en Educación Superior,
Pontificia Universidad Javeriana
Siento una predilección y un cariño especiales por un diapasón variopinto de
producciones de cine y televisión pergeñadas en la Rubia Albión, entre las que cabe
destacar Beau Geste, la serie de la BBC transmitida en el último trimestre de 1982;
Poirot investiga, serie transmitida entre 1989 y 2013; Miss Marple, serie anglo-
estadounidense transmitida entre 2004 y 2013; Father Brown, serie que viene rodando
desde el año 2013; y Outlander, serie anglo-estadounidense de la que se están filmando
en la actualidad los episodios de su quinta temporada. Y, claro está, no podía faltar en
esta rápida enumeración de unos cuantos ejemplos Doctor Who (conocida en
Latinoamérica como Doctor Misterio), una serie de ciencia ficción producida por la
BBC, dividida en dos etapas, a saber: la serie clásica, emitida entre 1963 y 1989; y la
serie moderna, que comenzó en 2005 y prosigue hoy día. Además, forma parte de la
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3. serie oficial un filme para televisión transmitido en 1996 con el título de Doctor Who:
La película, producido en conjunto entre el Reino Unido, los Estados Unidos y Canadá.
En lo esencial, catorce actores lo han interpretado a lo largo del tiempo. En orden
cronológico, se trata de los siguientes: William Hartnell, Patrick Troughton, Jon
Pertwee, Tom Baker, Peter Davison, Colin Baker, Sylvester McCoy, Paul McGann,
John Hurt, Christopher Eccleston, David Tennant, Matt Smitt, Peter Capaldi y, por
primera vez una Doctora Who, Jodie Whitaker. En especial, mantengo en mi mente la
imagen del entrañable Tom Baker, el cuarto Doctor Who, quien lo interpretaba por la
época de mis años finales de estudios de bachillerato. Por lo demás, no han faltado otros
actores, pero los antedichos son los principales. En general, suele señalarse que figura
en el Libro Guinness de los Récords como la serie televisiva de ciencia ficción de
mayor duración en el planeta, aparte de ser un icono de la cultura popular británica y
contar con historias imaginativas, efectos especiales creativos de bajo costo en la serie
original y el uso pionero de la música electrónica.
Así mismo, existió otra serie no menos memorable de ciencia ficción, de grata
recordación, concebida en calidad de respuesta primaria de ATV con respecto a Doctor
Who. Me refiero a Sapphire and Steel, creada por Peter J. Hammond y protagonizada
por David McCallum y la guapísima Joanna Lumley, serie transmitida entre 1979 y
1982.
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4. Por su parte, en la serie televisiva El precio de la Historia, de History Channel, en la
versión llevada a cabo en el Reino Unido, figura un episodio en el cual tiene presencia
Doctor Who con motivo de unos Daleks, materialización del mal, que les han llevado
para negociar, lo cual pone nervioso a Rick Harrison a causa de los malos recuerdos que
tiene sobre los Daleks, recuerdos que se remontan a su niñez.
Ahora bien, al abordar la dimensión ética de la ciencia ficción propiamente dicha, sobre
todo en lo concerniente a la bioética global, entendida ésta en lo esencial como el
conocimiento sobre cómo manejar el conocimiento con responsabilidad y sabiduría,
conviene dejar claro que la misma exige un tratamiento riguroso que nada tiene que ver
con asuntos baladíes tales como las asociaciones de fans que son felices practicando
juegos de rol ataviados con vestimentas acordes con las series que los apasionan, y
jugando con imitaciones de espadas y armas láser hechas de madera, plástico o algún
otro material. No, más bien, aquí me refiero al tratamiento académico serio y riguroso
del género, máxime cuando es menester tomar en cuenta cierta declaración atinada de
Theodore Sturgeon, uno de los maestros por antonomasia del género: “Sin duda, el 90%
de la ciencia ficción es basura. Pero, eso es porque el 90% de cualquier cosa es basura”.
Por ende, para asuntos de análisis éticos serios del género es menester ocuparse del 10%
de ciencia ficción de alta calidad, separar el oro de la paja, lo cual presupone por
consiguiente descartar toda la ciencia ficción hecha sin calidad literaria. Sencillamente,
como dice con gran tino Tywin Lannister en Game of Thrones: “Un león no se
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5. preocupa por las opiniones de las ovejas”. Por cierto, no resulta algo casual citar aquí a
uno de los personajes de Game of Thrones, una serie que comparte con Doctor Who a
34 actores, entre los que cabe mencionar a Maisie Williams, David Bradley, Diana
Rigg, Thomas Brodie-Sangster, Harry Lloyd, Liam Cunningham, Tobias Menzies,
Donald Sumpter y Owen Teale. De entre estos actores y actrices, Tobias Menzies
merece una mención especial con motivo de los dos papeles notables que ha
interpretado en la fascinante serie Outlander, a saber: Jack Randall y Frank Randall.
En el caso especial de Doctor Who, la dimensión ética concomitante está presente
habida cuenta de que dicha serie narra las aventuras de un Señor del Tiempo, el Doctor,
quien explora el universo en la Tardis (Time And Relative Dimension In Space), una
peculiar nave espacial con aspecto de cabina londinense de policía de color azul que
tiene conciencia propia y puede viajar a través del tiempo y el espacio. Con la ayuda de
sus acompañantes, el buen Doctor, por el estilo del Capitán Trueno en la Edad Media, se
enfrenta a un diapasón variopinto de enemigos mientras salva civilizaciones, visita tanto
el pasado como el futuro, ayuda a la gente ordinaria y corrige entuertos e injusticias. Por
así decirlo, una especie de don Quijote, pero, en vez de en un Rocinante, el Doctor va a
lomo de su inseparable Tardis. Siempre, según destaca Max More, futurista estratégico,
al Doctor lo han retratado como alguien inflexiblemente moral, puesto que no mata, sin
importar el daño que haya podido causar algún enemigo suyo, lo cual sugiere que vive
de acuerdo con un código moral kantiano o deontológico. Pero, así mismo, él parece ser
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6. también un consecuencialista al procurar resolver problemas y enderezar entuertos. Y,
por añadidura, un universalista, puesto que sus preocupaciones morales trascienden las
fronteras de las especies. En fin, es una serie magnífica que brinda mucho material de
reflexión en cuestiones éticas. Eso sí, éstas precisan de un abordaje serio y riguroso
como el que más. No es cuestión de tratarlas a la ligera.
Fuentes relevantes
MORE, Max. (2013). Filosofía de Doctor Who: ¿Deontólgoo o consecuencialista?
Recuperado de http://www.papelpsiquico.com/2013/02/filosofia-de-doctor-who-
deontologo-o.html.
WIKIPEDIA. (2018). Sapphire y Steel. Recuperado de
https://es.wikipedia.org/wiki/Sapphire_y_Steel.
WIKIPEDIA. (2019). Doctor Who. Recuperado de
https://es.wikipedia.org/wiki/Doctor_Who.
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