1. MARZO15 25//24
Venezue la
LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
SE TAMBALEA
/ MERCADO GLOBAL
H
abitualmente reacio a datos
negativos sobre la marcha del
“socialismo del siglo XXI”,
como define al programa
que le dejara en manos su líder Hugo
Chávez, el Gobierno de Nicolás Ma-
duro tuvo que admitir en diciembre de
2014 las dificultades que enfrentaba al
finalizar el segundo de los seis años de su
mandato. La merma de casi 50% en los
ingresos por exportaciones de petróleo,
junto con una inflación del 64% y una
recesión ya instalada, no eran argumen-
tos de la oposición en su contra, sino
datos del Banco Central de Venezuela
(BCV) incluidos en el informe “Resulta-
dos de la Economía”, un balance oficial
de los 12 meses previos.
GUERRA ECONÓMICA
A 96 dólares a inicios del año, el barril
de crudo -pilar de la economía venezo-
lana- llegó a 46 dólares el 30 de diciem-
bre, cuando Maduro se dirigió a la Re-
pública Bolivariana de Venezuela para
comentar el informe y anunciar medi-
das contra el deterioro, que atribuyó a
una “guerra” económica creada por
Estados Unidos. “Acciones contra el
orden nacional impidieron la cabal dis-
tribución de los bienes básicos a la po-
blación”, apuntaba el informe oficial,
en referencia a las protestas callejeras
iniciadas el pasado febrero en contra
de la política económica del Gobierno
y del desabastecimiento.
“La escasez es infame y los precios su-
ben cada día. De un día para otro un
litro de zumo de naranja pasó de 67 a
120 bolívares”, comenta a DIRIGEN-
TES un profesional que participó de
esas protestas y que pidió preservar
su identidad. “Estamos básicamente
presos aquí. Para salir de Venezuela,
la vía actual es por Aruba, compran-
do pasajes en dólares. Con el cambio
real, mal llamado paralelo, se nos hace
imposible. Un dólar son 80 bolívares
y el sueldo básico son 4.000 bolívares.
Haz las cuentas. Somos cada día más
pobres”, agregó el ciudadano.
Elefectodeesasmanifestacionesfue“un
repunte inflacionario y una caída de la
actividad económica”, argumentó la
autoridad monetaria, presentando grá-
ficos en los que se observa la subida del
índice desde un 54,3% en enero al 64%
de diciembre de 2014. “El indicador
sigue estando afectado por la conflic-
tividad política inducida por la guerra
económica que obstaculiza el normal
desempeño de las actividades produc-
tivas”, sostiene el informe, mostrando
que hubo una contracción del PIB del
4,8% en el primer trimestre, 4,9% en el
segundo y 2,3% en el tercero.
RECUPERACIÓN
A la hora de contabilizar los datos posi-
tivos en el cierre del tercer trimestre, el
balance consigna un superávit de 6.811
millones de dólares, una reducción del
déficit de su cuenta financiera a 568 mi-
llones, un saldo positivo de 899 millones
en la cuenta corriente de la balanza de
pagos, una amortización de 2.687 mi-
llones de la deuda externa y reservas
internacionales de 20.890 millones. En
todas esas cuentas un papel significativo
es el que juega China, que ha prestado
al chavismo más de 47.000 millones de
dólares desde 2007 a cambio de envíos
de petróleo venezolano.
Pero más allá de los favores del país
asiático, la capacidad de pago de Ve-
nezuela después de la drástica caída
del precio del petróleo, su principal
fuente de divisas, ha encendido una
de las alertas que cercan a Caracas y
su revolución a 16 años de la llegada
al poder de su mentor, el fallecido mi-
litar Hugo Chávez.
Este mes de marzo, los compromisos
externos del país llegan a 2.000 mi-
llones de dólares, un 10% de sus re-
servas netas declaradas. La rebaja de
calificación que Moody’s y Standard &
Poor’s le dieron a su deuda (de CAA1 a
CAA3, la primera, indicando con ello
“una posibilidad actual percibida de
incumplimiento de pago” y de CCC+
a CCC, la segunda, a raíz de los “cre-
cientes riesgos políticos y externos” y
un riesgo de default en los próximos
dos años) agregó otro elemento de pre-
sión al ya de por sí caldeado ambiente.
Los equipos bolivarianos, en tanto,
continúan atribuyendo los males del
país a una insidiosa acción de Estados
Unidos, país al que acusan de actuar
con cómplices locales para derrumbar
a su Gobierno. Así las cosas, Maduro
creó en enero el “Estado Mayor de
Recuperación Económica”, al que le
adjudicó la misión de rescatar al país
en seis meses.
Más allá de la polarización
que caracterizó a su sociedad
en los últimos años, los
venezolanos terminaron 2014
con la percepción unánime
de que su país estaba en
crisis. Una deuda cuyo pago
las calificadoras consideran
incierto, una inflación del
64%, la revelación de cuentas
del chavismo en Suiza y la
disminución drástica de
ingresos debido a la caída del
crudo confirman la fragilidad
de su coyuntura. Temiendo
que el descontento social
se desmadre, el Gobierno ha
autorizado el uso de armas
para reprimir las protestas
en su contra.
/ Carlos Turdera (México)
Manifestación en
Caracas, capital de
Venezuela, contra la
matanza de civiles en
febrero de 2014.
©GMEVIPHOTO/SHUTTERSTOCK.COM

2. / MERCADO GLOBAL / VENEZUELA, LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA SE TAMBALEA
/26 MARZO15 27/
En esa línea, llegaron los anuncios de
un aumento del 15% para el salario
mínimo y las pensiones, un aumento
de más del 100% de las becas estudian-
tiles de nivel medio (tras una fuerte re-
presión a universitarios que desafían al
régimen), la construcción de 400.000
viviendas (con una inversión de 3.450
millones de dólares) y una modifica-
ción en la regulación cambiaria para
habilitar un mercado libre, el llamado
Sistema Marginal de Divisas (Simadi,
ver recuadro), donde la cotización del
dólar implica una devaluación cercana
al 95% respecto del tipo oficial.
CONTRA PROTESTAS
Tal artillería económica vino acompa-
ñada de una ofensiva temeraria para
la vida cotidiana de los venezolanos: el
arresto de ejecutivos de la principal red
de farmacias del país (Farmatodo, con
167 unidades, a las que acusa de “sabo-
tearalpueblo”),ocupacióndeunacade-
na de supermercados (Día Día, con 35
sucursales intervenidas porque tenían
almacenadas “más de 25 toneladas de
alimentos y medicamentos”), la prisión
de gerentes de una empresa alimenticia
(Corporación Cárnica, por “acaparar
carnes con fines especulativos”) y -en el
extremo intimidatorio- la autorización a
las Fuerzas Armadas para usar “armas
de fuego u otra arma potencialmente
mortal” durante manifestaciones.
Esta última decisión aumentó el cues-
tionamiento internacional al manejo
que los bolivarianos vienen haciendo
de la crisis, principalmente después de
que las protestas contra el Gobierno se
saldaran el año pasado con 43 muertos,
centenares de heridos y miles de dete-
nidos. “Urgimos al Gobierno venezo-
lano a que no use armas de fuego y que
se adhiera a los Principios Básicos de la
ONU y a su propia Constitución”, dijo
la Oficina de Naciones Unidas para los
Derechos Humanos.
LOS ANALISTAS CALCULAN QUE,
EN CASO DE NO CUMPLIR CON
SUS ACREEDORES ESTE MES DE
MARZO,VENEZUELA PROVOCARÁ
PÉRDIDAS DE MÁS DEL 50%
A LOS TENEDORES DE BONOS
/ ESTA SE ACABÓ
En el segundo semestre de 2015, Venezuela deberá votar para diputados
de la Asamblea Nacional, su parlamento. Con mayoría en el recinto, Ma-
duro le encomendó al chavismo la tarea de ganar las elecciones para “ga-
rantizar la paz de todos los venezolanos”. A pesar de su fuerte resistencia
a las políticas bolivarianas, la oposición no ha logrado articularse en una
fuerza vencedora en las urnas.
No obstante, la crisis que se agrava este año en el país ha ido limando las
diferencias y los opositores comienzan a considerar como más cercana
la posibilidad de constituirse en una alternativa viable para los ciudada-
nos que quieren un cambio de rumbo. En esa dirección se proyectan las
señales emitidas sincronizadamente por los integrantes de la Mesa de la
Unidad y el excandidato presidencial Henrique Capriles, representantes
de la “derecha oligárquica”, en opinión de los comandos chavistas.
“Hay que dialogar con todos aquellos que están alineados con la idea de
que debe haber un cambio”, dijo Capriles a mediados de febrero, cuando
se reunió con sus antiguos adversarios del partido Voluntad Popular, a
quienes se oponía en las manifestaciones de 2014 por divergencias tác-
ticas. “Yo propongo que se convoque a un equipo que se ponga al frente
de esta crisis. Yo quisiera estar en ese grupo”, dijo el abogado, de origen
judío, a quien el gobernante Partido Socialista Unido le atribuye militancia
en Tradición, Familia y Propiedad al mismo tiempo que le considera un
“burguesito de cuna”.
El encuentro con los que ahora considera sus aliados le inspiró a Capriles
hasta tal punto que convocó una conferencia de prensa para pronun-
ciar el mensaje con el que se propone capitalizar el descontento que
los venezolanos ya no manifiestan en las calles, pero sí en las filas de
supermercados, farmacias y demás locales, donde enfrentan la escasez
de productos: “A los seguidores del presidente Chávez les digo con todo
respeto: esta revolución se acabó”.
reVolución
Nicolás Maduro,
presidente de
Vanezuela, con un
retrato del fallecido
Hugo Chávez.
El artículo 68 de la Constitución de
la República Bolivariana de Vene-
zuela prohíbe puntualmente “el uso
de armas de fuego y sustancias tóxi-
cas en el control de manifestaciones
pacíficas”.
SWISS LEAK
La revelación de que entre 2005 y
2007 un total de 14.800 millones de
dólares fueron depositados en cuen-
tas del banco suizo HSBC no ha
hecho más que insuflar los ánimos
-no sólo externos, sino también in-
ternos- en relación con el “socialismo
del siglo XXI”. Un 85% de ese vo-
lumen, 12.000 millones, correspon-
den a transferencias ordenadas por
el Tesoro Nacional y el Banco del
Tesoro, colocando al país, entonces
gobernado por el propio Chávez, en
el tercer lugar de la lista mundial de
depositantes.
La investigación, realizada por Le
Monde y el Consorcio Internacional
de Periodismo Investigativo (ICIJ) con
la colaboración del exempleado de
HSBC Hervé Falciani, muestra que
los fondos fueron transferidos por dos
nombres que los venezolanos conocen
bien: Alejandro Andrade (que, tras
participar del intento de golpe de Es-
tado de 1992, fue guardaespaldas de
Hugo Chávez y luego Tesorero Na-
cional de Venezuela en 2007) y Marco
Torres (que en 2005 abrió la primera
cuenta a nombre del Banco del Teso-
ro y hoy es ministro de Economía).
Los analistas calculan que, en caso
de no cumplir con sus acreedores
este mes de marzo, Venezuela provo-
cará pérdidas de más del 50% a los
tenedores de bonos. El Gobierno ha
reiterado que dispone de esos fon-
dos para afrontar el vencimiento. La
cuenta revelada por la lista Falciani
equivale a seis veces el valor de la
deuda soberana.
“Estamos consiguiendo los recursos
en divisas, con diversas fórmulas,
aplicando diversas opciones. Tengan
la seguridad que los voy a conseguir
completos para 2015 y 2016”, dijo
el heredero político de Chávez en
su programa televisivo “En Contac-
to con Maduro” del 10 de febrero.
“Este país no se para, continúa su rit-
mo”, agregó el actual comandante. /
/ TRES TONOS DE
Venezuela contaba hasta el 10 de febrero con cuatro cotizaciones para el
dólar: una para alimentos y remedios (llamada “preferencial” o Cencoex,
de 6,30 bolívares por unidad), otra para viajeros al exterior e importa-
ciones no prioritarias (el Sistema Complementario de Administración de
Divisas, vulgo Sicad I, de 12 bolívares), una tercera para particulares y
empresas (el Sicad II, de 50 bolívares) y una cuarta, considerada la real
medida de la economía, de 175 bolívares en el mercado negro.
Como parte del plan de recuperación económica, el Banco Central de
Venezuela decidió reducir esos mercados paralelos a tres. Mantuvo el
“preferencial” Cencoex en 6,30 bolívares (una tasa que rige para “aproxi-
madamente el 70% de los productos prioritarios del país”, dijo el ministro
de Economía, Marco Torres), unificó los mercados Sicad I y Sicad II en
un “secundario” de 12 bolívares y creó el Simadi (Sistema Marginal de
Divisas), regido por una “fluctuación libre”.
El Simadi establece un cupo de 3.000 dólares anuales para viajeros y
de 300 para transacciones electrónicas. Permite a personas jurídicas y
naturales, con cuentas en dólares en bancos nacionales, la operación con
títulos y efectivo en casas de cambio, bolsa, banca privada y banca públi-
ca. Con esta innovación -en la que economistas ven una “macro-devalua-
ción”- el Gobierno busca divisas en fuentes alternativas a la exportación
del petróleo, y apuesta a neutralizar el mercado negro, que ofrecía una
tasa 28 veces más alta que la preferencial.
Tras el aumento del 15% de enero, los 5.364,67 bolívares del salario
mínimo actual de los venezolanos equivalen a 850 dólares “prioritarios”,
447 “secundarios” o 30,5 “reales”, en cotizaciones actualizadas al 11 de
febrero. Siguiendo la primera cotización, un café en Venezuela cuesta
7,14 dólares (45 bolívares); una manzana, 7,93 dólares (50 bolívares) y un
kilo de jamón 71,42 dólares (450 bolívares). Ya con la nueva tasa libre, los
precios pasan a ser 0,25 centavos, 0,28 centavos y 2,5, respectivamente.
Verde
Manifestantes con pancartas contra la represión policial en Caracas.
©GMEVIPHOTO/SHUTTERSTOCK.COM