Ponencia Dr. Ernesto J. Jaime - Violencia Familiar.docx
1. Parte de la ponencia delDr. Ernesto J. Jaime (psiquiatra)enelCongreso
de APSA-2018, Mar del Plata, 18-21/04/2018
VIOLENCIA FAMILIAR
La ley 14509 intenta definir lo que es “violencia familiar” expresando lo
siguiente: “… se entenderá por violencia familiar, toda acción, omisión,
abuso, que afecte la vida, libertad, seguridad personal, dignidad, integridad
física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, de una persona en el
ámbito del grupo familiar…”
A lo largo del desarrollo de nuestro aparato psíquico y también cuando éste
ya se encuentra estructurado, la agresión constituye un elemento
fundamental e indispensable para su funcionamiento.
En un último modelo pulsional, Freud establece la existencia de dos tipos de
pulsiones básicas: la pulsión porla vida y la pulsión de muerte. Coloca a las
pulsiones sexual y de agresión, como los componentes respectivos de las
pulsiones de vida y de muerte, que se vuelcan al objeto. Aunque las
particularidades de ambas se contraponen entre sí, generalmente se
manifiestan en forma simultánea hacia un mismo objeto, mezcladas en
diversos grados de proporción. Si bien es posible observar este dinamismo
en los procesos del funcionamiento psíquico normal, también podemos
verlo, por supuesto, en procesos psicopatológicos.
Todos los puntos de la definición de violencia familiar detallados en la ley,
pueden considerarse como distintas manifestaciones de la agresión antes
mencionada.
A partir de lo expresado, nos encontramos con un problema de delimitación:
hasta dónde puede considerarse la agresión como aspecto funcional natural
de un individuo y a partir de dóndepasa a ser una forma de violencia. Aquí
2. vale hacer una diferenciación respecto alsignificado delos términos agresión
y violencia. Esta diferenciación es tratada de diversas maneras por los
distintos autores; no realizaremos una exposición detallada de cada uno de
ellos, a fin de no perder el foco del presente trabajo. Me limitaré a señalar,
en común con la mayoría de las posturas, que manejaremos el concepto de
violencia, para hacer mención a una manifestación de la agresión
incompatible con procesos psíquicos “normales”.
La ley intenta dar respuesta, dentro del marco del derecho, a esta disyuntiva,
señalando de manera detallada las distintas situaciones que considera
violencia familiar. Uso el término “intenta”, dado que el Juez tiene la
posibilidad y facultad de interpretar la letra escrita, a fin de no quedarse en
una posiciónpositivista inflexible, sin porello ubicarse tampoco enun marco
de escepticismo jurídico.
El hombre primitivo dirimía sus diferencias por medio de la fuerza física, la
que en cierta medida se reemplazó a través del progreso de la raza humana
mediante el uso de instrumentos, armas o “simplemente“ la palabra.
En la organización moderna, es al estado a quien, por convención social, se
le otorga el uso exclusivo de la fuerza.
Realizando una analogía entre un grupo familiar y la antigua horda, es
posible observar que bajo el influjo de distintos factores, la última
adquisición evolutiva, la palabra, con frecuencia sufre un proceso de
regresión, volviendo a imponerse el jefe del grupo familiar (el macho fuerte)
a través del poder físico. Si bien lo descripto es lo más frecuente a la
observaciónen los casos quetratan los juzgados, las situaciones de violencia
también tienen otros actores y otras dinámicas. De manera concordantecon
ello, el enunciado de la ley incluye como violencia, tanto la física como la
psíquica, considerando además que cualquier integrante del grupo familiar
puede ser quien la perpetre y a quien se demande.
3. Desde sus orígenes el derecho está íntimamente vinculado a la violencia, tal
como lo señala Freud en su artículos “Totem y Tabú” y “¿Por qué la
guerra?”. Las normas jurídicas van surgiendo con el objetivo de ponerle
límites. La ley que aquí tratamos intenta lograr dicho fin, mediante el uso de
una serie de instrumentos, entre los cuales la exclusión del hogar, el
perímetro de no acercamiento y la custodiadela víctima, sonalguno deellos.
La utilización delos mismos (hecho que debeserordenado porel juez) tiene
como característica importante que se lleva a cabo mediante la coerción o
coacción, aspectos éstos también integrantes del concepto de agresión que
tratamos inicialmente.
Es de suma importancia exige un trabajo previo amplio y profundo, que la
utilización de los mismos no se transforme en un nuevo hecho de violencia,
a modo de retaliación, represalia. Si esta situación por alguna circunstancia
llega a producirse, generalmente provoca una reacción contraria a la que se
busca, generando una elevación del monto de hostilidad del agresor, la que
se manifiesta hacia terceros o su propia persona.
Sin lugar a dudas en estos casos lo primero es preservar la integridad física
e intervenir con ambos sujetos de derecho: víctima y victimario.
Estas intervenciones sueles ser ordenadoras dela convivencia, pacificadoras.
Debe evitarse portodos los medios la escalada de violencia (como decíamos
más arriba) esto es posible, ya que en el desbalance de poder que encierra la
violencia familiar una resolución judicial favorable a la víctima puede ser
considerada como una provocación por parte del victimario y por ello es
necesario, una vez tomadas las decisiones judiciales, continuar interviniendo
como dispone la ley con entrevistas evaluativas y de control.
4. (… en los Juzgados de Familia de la Provincia de Buenos Aires, se
trabaja interdisciplinariamente, en equipos técnicos formados por
psiquiatras, psicólogosytrabajadores sociales,como personalde planta
de esa oficina judicial… donde se observa violencia puede ser en las
intervenciones por internación psiquiátrica…)
Es importante un trabajo amplio y profundo en todos los casos ya que las
medidas terapéuticas que el juez pudiera ordenar, también tienen el carácter
de ser coercitivas o coactivas.
Sonnumerosos y variados los procesos psicopatológicos queen un momento
dado pueden presentar riesgo cierto e inminente, requiriendo en ese caso
coerción o directamente coacción sobre lo corpóreo de la persona para su
contención. Estas características se presentan con mucha frecuencia en los
trastornos por consumo de sustancias (alcohol, cocaína, etc.). La inmediata
aclaración que corresponde realizar (también extensiva a los demás
trastornos que mencionaremos) es que el riesgo por expansividad, violencia
y otros síntomas, no está siempre presente en los mismos. Sí lo está en la
mayoría de los casos que, a los Juzgados de Familia, les toca tratar.
Nos interesa compartir con ustedes algunas reflexiones (surgidas de la tarea)
acerca de la modalidad en que los trastornos de consumo influyen en la
generación de violencia.
La agresión natural detodos los individuos que, como todamoción pulsional,
es la descarga, y se lleva a cabo en un aparato psíquico ya estructurado,
mediante un complejo proceso. Más allá de los elementos particulares del
mismo respecto tanto a lo cualitativo como a lo cuantitativo, es factible
aceptar que su dinámica se ve profundamente alterada cuando sobre los
órganos en los que asienta su funcionamiento, actúa una sustancia
5. psicoactiva. Los caminos de la descarga se distorsionan, acortan o eliminan
y la manifestación de la agresión emerge como un impulso ante la presencia
de un objeto externo receptivo. Los distintos integrantes del grupo familiar,
con frecuencia, cumplen acabadamente este último rol, el que se ha
estructurado a lo largo del obligado intercambio vincular fruto de la
convivencia.
De manera asociada a las patologías adictivas, dado que con frecuencia
constituyen la basede las mismas, caben mencionar los trastornos disocial y
antisocial de la personalidad. Estos porsí solos songeneradores de violencia
familiar, si bien corresponde aclarar que el tratamiento judicial de dichos
casos se da más en los fueros de menores y penales que en elfuero de familia.
Análisis similares se pueden realizar respecto dela presencia de violencia en
otros cuadros psiquiátricos, como los trastornos psicóticos, los trastornos
afectivos, etc.
Quienes padecen estos trastornos con frecuencia presentan un inadecuado
funcionamiento del aparato psíquico, en particular en lo que respecta a la
función de freno de los impulsos o de la agresividad. Su grupo familiar,
cuando se ve impotente para implementar ese freno desde un lugar de
autoridad externa, recurre a la institución judicial buscando ydepositando en
ella dicha función. Nuestra forma de responder a este pedido, es asumiendo
el rol que nos demanda, mediante la implementación de medidas a través de
la coerción y coacción. Todo ello como complemento de un tratamiento
específico a fin de mejorar la conflictiva individual y familiar planteadas,
como así también propender a la paz social. Desde el punto de vista
terapéutico, los efectores de la salud buscanque la función de freno impuesta
desdeelexterior, sea gradualmente introyectada y sostenidaporlos pacientes
por sí mismos.