Este documento describe la arquitectura social y de intemperie de los parques biblioteca de Medellín. Explica que además de la arquitectura física, estos proyectos culturales involucran un gran diseño de contenidos y participación comunitaria. Llama a esta segunda dimensión "arquitectura social", enfocada en lo que ocurre dentro de los edificios más que en los edificios mismos. También destaca los esfuerzos de Medellín en ingeniería cultural e infraestructura para impulsar el desarrollo cultural.
Arquitectura Social e Intemperie de los Parques Biblioteca de Medellín
1. Parques
Biblioteca
de
Medellín:
Arquitectura
de
Intemperie,
Arquitectura
Social
Jorge
Melguizo
Twitter:
@jorgemelguizo
Jorge@jorgemelguizo.com
Notas
para
la
conversación
en
Santo
Amaro
y
Sao
Miguel,
Sao
Paulo,
el
jueves
7
y
el
viernes
8
de
noviembre
de
2013,
invitado
por
A
Nau
Ciranda,
Punto
de
Cultura
de
Sao
Miguel,
Sao
Paulo,
Brasil.
El
título:
Arquitectura
Social
y
de
Intemperie
es
el
título
que
puse
para
esta
conversación.
La
explicación
es
bastante
sencilla:
cuando
se
habla
de
los
parques
biblioteca
de
Medellín,
y
en
general
de
los
nuevos
equipamientos
culturales
que
se
han
convertido
en
símbolo
de
la
transformación
de
Medellín,
se
muestran
siempre
las
imágenes
de
los
edificios,
las
fotos
de
la
arquitectura
física.
Y
se
habla
de
los
arquitectos
que
los
diseñaron,
de
los
premios
recibidos
en
las
bienales
y
otros
concursos
de
arquitectura
y
de
diseño.
Es
decir,
se
habla
de
la
arquitectura
(y
de
la
ingeniería)
física.
Pero
poco
se
habla
de
la
arquitectura
social,
de
la
arquitectura
de
intemperie:
esa
con
la
que
quiero
nombrar
al
trabajo
enorme
de
diseño
de
contenidos,
de
diseño
y
construcción
de
participación
de
la
comunidad
en
todas
las
etapas
de
estos
maravillosos
procesos
culturales.
Y
digo
procesos
y
no
equipamientos
culturales,
a
conciencia:
un
parque
biblioteca
no
es
un
edificio,
es
un
proceso
cultural.
La
arquitectura
social
y
de
intemperie
se
refiere,
entonces,
a
eso
que
contiene
el
contenedor.
Y
la
clave
del
funcionamiento
de
los
parques
biblioteca
y
de
otros
centros
de
desarrollo
cultural
es
que
quienes
usen
y
se
beneficien
de
ellos…
se
olviden
del
edificio
una
vez
entren
y
sean
atrapados
por
los
contenidos,
por
la
programación,
por
la
oferta
cultural,
por
las
posibilidades
de
creación,
por
las
oportunidades
que
se
construyen
allá,
entre
las
paredes,
el
piso
y
el
techo
de
esos
edificios
culturales.
2. Ingeniería
y
jardinería
cultural:
Juego
con
estos
dos
conceptos,
para
ayudar
a
entender
más
adelante
el
título
de
estas
notas:
• Medellín
ha
hecho
un
tremendo
esfuerzo
en
los
últimos
10
años
en
lo
que
podríamos
llamar
ingeniería
cultural
(o
el
hardware
de
la
cultura):
o Cultura
como
línea
clave
en
los
Planes
de
Desarrollo
Municipal,
cada
4
años,
desde
2004
a
la
fecha.
o Presupuesto
municipal
para
la
Secretaría
de
Cultura
Ciudadana:
del
0.64%
del
presupuesto
municipal
en
2003
a
5%
desde
2004.
o Sistema
Municipal
de
Cultura
–
Consejo
Municipal
de
Cultura.
o Plan
de
Desarrollo
Cultural
de
Medellín
2011
–
2020
o Planes
de
Desarrollo
Cultural
por
Comunas
y
Corregimientos:
Medellín
está
divida
en
16
comunas
(conjunto
de
barrios)
y
5
corregimientos
(conjunto
de
zonas
rurales).
Y
en
cada
una
de
estas
zonas
se
diseñó,
con
la
comunidad,
su
propio
Plan
de
Desarrollo
Cultural.
o Grandes
y
representativos
(y
simbólicos)
equipamientos
culturales:
§ Casa
de
la
Música
–
Parque
Los
Deseos.
Es
la
sede
principal,
el
lugar
de
confluencia,
de
27
escuelas
de
música
ubicadas
en
igual
número
de
barrios,
en
toda
la
geografía
de
Medellín.
§ Nuevas
sedes
(ampliadas,
de
alto
nivel)
de
4
de
esas
27
Escuelas
de
Música
§ Parque
Explora,
el
gran
centro
para
el
aprendizaje
de
las
ciencias
y
el
parque
de
diversiones
más
visitado
hoy
en
Medellín.
§ 9
Parques
Bibliotecas,
ubicados
7
en
zona
urbana
y
2
en
zona
rural.
§ Mejoramiento
radical
de
6
bibliotecas
públicas
barriales.
§ Casa
de
la
Lectura
Infantil,
producto
de
la
restauración
de
una
casa
del
siglo
XIX
en
el
centro
de
la
ciudad
y
de
la
conjunción
de
esfuerzos
y
proyectos
con
una
entidad
privada,
Comfenalco.
§ Centro
de
Desarrollo
Cultural
de
Moravia,
ubicado
en
el
barrio
que
hasta
20
años
fue
el
basurero
de
la
ciudad
y
hasta
9
años
uno
de
los
sectores
con
mayor
número
de
muertes
violentas.
§ Jardín
Botánico,
transformado
completamente
y
convertido
en
parque
público,
de
entrada
libre.
§ Museo
de
Arte
Moderno:
una
antigua
metalúrgica,
reconvertida
en
edificio
de
la
cultura
y
que
ha
generado
una
renovación
integral
del
MAMM.
§ Teatro
Lido:
restauración
de
un
antiguo
teatro
privado
que
se
convirtió
en
teatro
municipal
(el
único)
con
programación
de
entrada
libre
todo
el
año.
§ Casa
Museo
de
la
Memoria,
un
espacio
para
el
programa
de
víctimas
del
conflicto
colombiano
y
para
la
construcción
de
nuevas
ciudadanías
a
partir
de
la
memoria
de
las
miles
de
víctimas
de
nuestras
múltiples
violencias.
3. § Centro
Cultural
Afrodescendiente:
un
espacio
menor
aún
para
señalar
algo
que
se
oculta,
que
se
invisibiliza:
que
Medellín
es,
también,
una
ciudad
afro.
§ Centro
Cultural
y
Juvenil
Los
Colores
Centro
Cultural
y
Juvenil
El
Poblado:
espacios
ganados
a
los
urbanizadores
privados
y
que
hemos
convertido
en
nuevos
lugares
barriales,
en
sectores
de
clase
media
y
alta,
para
proyectos
culturales
públicos:
si
hablamos
de
la
cultura
como
factor
de
inclusión
y
equidad,
también
es
necesario
que
la
cultura
sea
derecho
para
las
poblaciones
con
mayor
nivel
económico.
§ Centro
Cultural
y
Juvenil
Pedregal
(con
Teatro
al
Aire
Libre
totalmente
transformado):
la
recuperación
de
un
espacio
en
un
barrio
popular,
que
durante
años
estuvo
en
manos
de
grupos
criminales.
§ Unidades
de
Vida
Articulada
(UVA):
20
nuevos
proyectos
que
aprovechan
espacios
deportivos
o
baldíos
en
los
barrios
de
Medellín,
para
conjugar
cultura
y
deporte
y
recreación.
• Y
toda
esa
ingeniería
cultural
ha
estado
acompañada,
complementada,
de
un
gran
trabajo
de
jardinería
cultural
(lo
que
podríamos
llamar
el
software
cultural):
o Gestión
y
mediación
cultural
o Memoria
y
patrimonio
o Formación
artística
o Participación
local
y
presupuesto
participativo
o Redes
Culturales
o Programación
cultural
en
los
espacios
públicos,
de
manera
periódica
y
permanente:
que
la
animación
cultural
sea
una
marca
(y
una
huella)
de
la
ciudad.
o Plan
de
Lectura
o Gestión
del
conocimiento:
§ Investigación
§ Fondo
de
Publicaciones
§ Portales
• www.reddebibliotecas.org.co
• www.medellincultura.gov.co
o Cultura
Viva
Comunitaria:
puntos
de
cultura.
o Becas
a
la
Creación
o Salas
Abiertas:
el
apoyo
a
los
grupos
de
teatro
para
que,
también,
el
teatro
sea
un
derecho.
Todos
los
últimos
miércoles
de
mes
25
salas
de
teatro
tienen
entrada
libre
para
toda
la
población.
o Entrada
libre
a
los
Museos
para
el
80%
de
la
población,
todo
el
año,
y
en
fechas
especiales
para
toda
la
población.
4. o Resignificación
de
fiestas
de
ciudad:
nuevos
diseños
para
los
eventos
de
siempre,
que
logran
consolidarlos
como
hitos
con
proyección
nacional
e
internacional
y,
básicamente,
como
lugares
de
encuentro
ciudadano:
§ Feria
de
las
Flores
§ Fiesta
del
Libro
y
la
Cultura
§ Desfile
de
Danzas,
Mitos
y
Leyendas
§ Fiesta
de
Artes
Escénicas
(de
Medellín
en
Escena)
§ Días
del
Centro
§ Revolución
sin
Muertos
(del
colectivo
de
artistas
de
la
Comuna
13)
o Nuevos
eventos
culturales
de
amplia
dimensión:
§ Altavoz:
lo
mejor
de
todas
las
formas
de
músicas
urbanas.
§ Festival
Internacional
de
Tango
§ Festiafro
§ Festival
de
Música
de
Cámara
–
Red
de
Escuelas
de
Música
§ MDE
(MDE
07
y
MDE11,
Museo
de
Antioquia):
Un
gran
encuentro
de
prácticas
artísticas
contemporáneas,
que
tiene
a
la
ciudad
toda,
en
cualquier
rincón,
como
lugar
de
creación
y
como
lugar
de
exposición.
§ HipHop
4
y
Hip6
(de
4
Elementos,
Crew
Peligros
y
comunidad
de
las
Comuna
4
y
6):
Lo
mejor
del
mundo
hopero,
elevando
la
dignidad
y
calidad
de
quienes
ya
existían
sin
el
Estado,
a
pesar
del
Estado
o
incluso
contra
el
Estado.
Esa
combinación
de
ingeniería
y
jardinería
cultural
es
la
que
construye
la
arquitectura
de
intemperie:
todo
lo
que
pasa
en
un
barrio
mientras
se
construye
el
edificio
físico.
O
mejor:
todo
lo
que
ya
pasa,
sin
el
Estado,
más
todo
lo
que
el
Estado
logra
que
pase,
en
una
suma
de
compromisos,
de
proyectos
y
de
recursos.
En
los
barrios
donde
construimos
los
parques
biblioteca,
por
ejemplo,
lo
fundamental
fue
conocer
lo
que
ya
existía
desde
y
para
la
cultura:
el
teatro
comunitario,
los
grupos
de
danza,
las
múltiples
experiencias
musicales,
los
trabajos
de
memoria
sobre
las
violencias,
las
incipientes
o
consolidadas
redes
culturales,
los
festivales
callejeros,
las
comparsas,
los
espacios
de
formación
autogestionados
por
la
comunidad,
los
planes
de
desarrollo
local.
Conocerlos,
para
reconocerlos:
el
reconocimiento
implica
una
indagación
de
lo
que
hacen,
una
exploración
sobre
sus
alcances,
una
mirada
sobre
sus
procesos
y
productos.
Reconocerlos,
para
valorarlos:
la
valoración
pública
implica
un
reconocimiento
de
su
historia,
de
sus
muchos
haceres
y
de
sus
múltiples
saberes.
Implica
una
conciencia
pública
de
la
importancia
de
esos
proyectos.
5. Y
valorarlos
para
potenciarlos:
para
hacerlos
visibles
a
otros
ojos
de
la
ciudad,
para
apoyarlos
con
recursos
públicos,
para
ponerlos
en
los
circuitos
de
circulación
más
amplios,
para
ayudar
al
mejoramiento
de
su
calidad,
de
sus
procesos
y
de
sus
productos.
Y
a
todo
eso
que
ya
existía,
se
suma
lo
que
queremos
que
comience
a
existir:
lo
que
diseñamos,
en
conjunto
con
la
comunidad,
para
que
sea
contenido
y
programación
de
los
nuevos
equipamientos:
espacios
de
lectura,
abuelos
cuenta
cuentos,
pedagogías
digitales,
proyectos
semilla,
emprendimientos
económicos,
talleres
de
arte,
circulación
de
agrupaciones,
proyectos
de
fortalecimiento
de
organizaciones
barriales,
aeróbicos,
jornadas
de
estilos
de
vida
saludable,
encuentros
de
redes.
Todo
lo
que
sea
posible
construir
en
y
con
la
comunidad.
Todo
lo
que
sea
posible
potenciar.
El
parque
biblioteca
empieza
a
existir,
así,
desde
antes
de
que
aparezca
el
edificio.
El
contenido
del
parque
biblioteca
se
va
construyendo,
así,
mientras
se
construye
el
edificio.
Y
esa
construcción
a
la
intemperie,
esa
arquitectura
social,
es
la
que
permite
varias
cosas
cuando
el
edificio
se
inaugura:
que
al
minuto
siguiente
de
cortar
la
cinta
de
inauguración
empiece
a
pasar
adentro
lo
que
ya
viene
pasando
afuera:
solo
le
hemos
puesto
paredes
y
techo
a
lo
que
ya
tiene
piso
(hemos
ido
convirtiendo
en
piso
el
horizonte,
que
es
además
una
definición
de
la
utopía).
Y
permite
también,
esa
arquitectura
de
intemperie,
esa
arquitectura
social,
que
la
apropiación
de
la
comunidad
sea
tremenda:
es
su
proyecto,
no
un
meteorito
gubernamental
en
medio
de
su
barrio.
Es
el
proyecto
que
han
venido
diseñando,
construyendo,
participando,
ensayando.
El
edificio
es
el
envoltorio
para
lo
que
ya
tienen,
para
lo
que
ya
han
logrado.
Los
envuelve.
Y
esa
arquitectura
social
y
de
intemperie
es
la
que
logra,
en
Medellín,
que
100
mil
personas
cada
semana
habiten
los
9
parques
biblioteca:
100
mil
personas,
un
poco
más,
que
equivale
a
llenar
dos
veces
y
media
cada
semana
nuestro
estadio
de
fútbol,
sin
los
100
años
de
historia
del
fútbol
y
sin
todos
los
minutos
diarios
y
todas
las
páginas
diarias
en
radio,
tv
y
periódicos
que
tiene
el
fútbol
(¿qué
podría
pasar
si
estos
proyectos
culturales
tuvieran
la
mitad
de
la
exposición
mediática
que
tiene
el
fútbol?
Inimaginable
pero
deseable,
incluso
como
experimento
temporal…).
Los
equipos
de
los
parques
biblioteca
empiezan
a
trabajar
en
ellos
1
año
antes
de
cortar
la
cinta
que
inaugura
el
edificio:
lo
mismo
que
los
obreros
que
ponen
las
fundaciones,
que
construyen
las
paredes,
que
ponen
los
baños,
que
fijan
las
vigas
del
techo.
Lo
mismo.
Gestores
culturales,
bibliotecólogos,
sociólogos,
trabajadores
sociales,
recreacionistas,
educadores
físicos,
artistas
de
todas
las
artes
y,
sobre
todo,
vecinas
y
vecinos
de
los
barrios
de
influencia
de
estos
parques
biblioteca,
van
trabajando
en
forma
paralela
a
albañiles,
a
ingenieros,
a
arquitectos,
a
pintores
de
brocha
gorda,
a
diseñadores,
a
carpinteros,
a
artesanos,
a
cerrajeros.
Entre
todos
arman
el
parque
biblioteca:
el
parque
6. biblioteca
no
es
solo
un
edificio.
Es
una
construcción
colectiva,
es
un
proyecto
cultural,
es
un
proceso
barrial,
es
un
espacio
y
un
motivo
de
encuentro
de
la
comunidad.
Eso
es
la
arquitectura
de
intemperie.
Eso
es
la
arquitectura
social.
Así
de
simple.
Y
lo
mejor:
se
hace
de
manera
acompasada.
Hay
que
presupuestarla
desde
el
principio:
¿cuánto
cuesta
el
parque
biblioteca?
Lo
que
cueste
hacer
continente
y
lo
que
cueste
hacer
contenido.
Es
la
suma.
¿Cuándo
se
inician?
Al
mismo
tiempo.
La
única
diferencia
es
cuando
se
corta
la
cinta
de
inauguración
del
Parque
Biblioteca:
en
ese
momento,
la
arquitectura
física
se
retira,
sale,
deja
de
ser
(aunque
siempre
deberá
quedar
un
pedacito
para
el
necesario
mantenimiento
físico…).
Mientras
que
la
arquitectura
de
intemperie
deja
de
ser
de
intemperie
y
sigue
siendo,
en
una
maravillosa
y
transformadora
condena
a
cadena
perpetua,
arquitectura
social:
ese
edificio
siempre
deberá
ser
un
enorme
proyecto
social,
educativo,
recreativo,
cultural.
Todas
sus
horas,
todos
los
días,
todos
los
años.
Hasta
el
fin
de
los
tiempos.