Thomas Hobbes argumenta en Leviatán que en el estado de naturaleza, antes de los gobiernos, la vida humana era solitaria, pobre, brutal y corta. Los hombres son iguales y compiten por recursos limitados, lo que lleva a una guerra constante de todos contra todos. Para escapar de este estado de guerra permanente, los hombres renuncian voluntariamente a algunos derechos naturales y transfieren su poder soberano a un gobernante o asamblea legislativa a cambio de seguridad y orden.