1. 3/3/13
1/3
De seguir adelante el proyecto, España asumiría una carga
de trabajo que crearía unos 3.000 empleos directos
El accidentado vuelo del Talarion
César Pintado
Son pocos los ejércitos que dudan del valor de los UAV militares, y de hecho son cada vez más los
que los ven como el siguiente paso en la aviación de combate. Sin embargo, en España es el
Ejército de Tierra el que lleva clara ventaja en este segmento con tres modelos adoptados (el
Raven, el Searcher Mk-II y el SIVA). La Armada aún espera la propuesta de Thales para su propio
UAV y el Ejército del Aire tiene ya los ojos puestos en el reconocimiento estratégico con el
Talarion de EADS.
Sin embargo, la crisis arrecia en Defensa y el proyecto del Talarion acumula no pocos baches. A
mediados de enero de 2010, hace casi exactamente un año, EADS urgía a los gobiernos de
España, Francia y Alemania a que se comprometiesen con el desarrollo del programa. La empresa
estaba dispuesta a financiarlo con recursos propios hasta mediados de 2011, pero no más allá. El
programa había recibido un gran impulso con el vuelo del demostrador Barracuda en 2009, EADS
había invertido unos 600 millones de euros, pero no saldría adelante sin los 1.400 millones
adicionales que debían aportar los tres gobiernos socios, 380 sólo para el desarrollo hasta 2014.
Una gran suma para un proyecto de enorme
importancia. De hecho, es el primer proyecto
en que España participa como socio
igualitario junto a Francia y Alemania y que
rompería la exclusividad que tienen en el
mercado de UAV estratégicos, americanos e
israelíes. Otra razón de su importancia para
España estriba en que la viabilidad del
proyecto depende en parte de que EADS
instale aquí un centro de excelencia de UAV,
un centro de pruebas y formación y la línea
de ensamblaje final. España lideraría además
el sistema de comunicaciones y el segmento
terrestre del sistema. De los 45 aparatos, a
España le corresponderían nueve con tres
sistemas de control, aunque las primeras
unidades no llegarían antes de 2018-2020.
Alemania y Francia recibirían seis sistemas
(y dieciocho aparatos) cada una, y las
perspectivas de exportación doblan esas cifras.
Ahora bien, cuando llegó junio de 2010 los estados socios no podían garantizar los fondos
necesarios para el Talarion, y menos España. Mientras que el gobierno alemán apoyaban el
desarrollo de un UAV europeo, los gobiernos francés y español han sido menos entusiastas. El
ministro de Defensa francés Hervé Morin anunció que debía hacer recortes de 5.000 millones en su
departamento, y de hecho su responsable de compras de armamento se desplazó a EE.UU. para
buscar alternativas como el Predator. Además, Francia tenía la propuesta del SDM, un UAV
desarrollado por Indra (España), Thales, Dassault (Francia) e IAI (Israel).
Los gobiernos no aceptaron la "factura" de 1.400 millones y EADS decía que el proyecto se
mantenía activo, pero la actividad se redujo al mínimo. Los gastos se habían disparado y no había
seguridad de vender las primeras unidades. Con la esperanza de mantener el plazo de entrega,
EADS había destinado al proyecto más de 400 ingenieros, de los 150 originales. Bernhard Gerwert,
director de Servicios Aéreos Militares de EADS, declaró que la empresa estaba dispuesta a
prefinanciar el desarrollo siempre que cobrase al final. Intentar amortizar el proyecto con la
producción resultaba demasiado arriesgado, no olvidemos los sobrecostes del A400M y del A380.
El reparto del trabajo era otra fuente de fricciones. Thales, por ejemplo, no estaba satisfecha con
su parte en el desarrollo del radar. La ubicación de las unidades de producción está dividida entre
2. 3/3/13
2/3
los tres socios. Se tanteó a Turquía para unirse como cuarto socio con sus propias empresas, lo
que obligaría a reajustar todo el proyecto y posiblemente a renunciar a los plazos de entrega
previstos. Añadámosle a eso los recortes iniciales en defensa del gobierno alemán. Parecía que el
Talarion tendría que esperar días mejores o resignarse a morir.
Sin embargo, seis meses después parece haber un rayo de esperanza. Alemania experimenta su
mayor crecimiento económico en veinte años y el gobierno de Angela Merkel parece dispuesto a
seguir financiando el proyecto. EADS ya ha declarado que seguirá adelante con el Talarion, pero
los nubarrones no han desaparecido del horizonte: la alianza militar franco-británica suscrita hace
pocos meses incluye la puesta en marcha de un nuevo UAV que podría desbancar al Talarion.
¿Debe España comprometerse con el Talarion? En principio las razones son poderosas, tanto
militares como industriales. Además de los 3.000 puestos de trabajo que crearía en nuestro país,
supondría una alianza estratégica en igualdad de condiciones con Francia y Alemania en un sector
tecnológico en expansión y de gran valor añadido. En el aspecto militar significaría una capacidad
de reconocimiento estratégico de excepcional valor para nuestra defensa, sobre todo en el
triángulo Canarias-Ceuta y Melilla-Baleares. Otra cuestión es si España puede permitirse la
inversión y la espera.
Aún asumiendo que sea Industria, y no Defensa, quien asuma el desembolso de los
aproximadamente 470 millones que tendría que hacer España, no parece hoy fácil sacarlos de los
Presupuestos Generales de Estado. Por otra parte, el volátil Norte de África requiere de nuestras
Fuerzas Armadas una plataforma de mayor capacidad para ISTAR (Intelligence, Surveillance,
Target Acquisition and Reconnaissance, o inteligencia, vigilancia, adquisición de blancos y
reconocimiento). Los UAV del Ejército de Tierra no bastan, los vuelos de reconocimiento son
arriesgados y la vigilancia por satélite no es lo bastante flexible. Puede que la contratación de
satélites privados y la adquisición de UAV tácticos como el Predator ayuden a compensar esas
lagunas a lo largo de la presente década, pero está claro que necesitamos un UAV de
reconocimiento estratégico.
Si ello no es económicamente viable, puede que debamos plantearnos una alianza más ambiciosa
que incluya a Gran Bretaña, Turquía, y si fuese posible a Italia. Sin duda, ello retrasaría el
proyecto y reduciría nuestro beneficio industrial, pero ello sería preferible a renunciar a un
proyecto que sería de capital importancia para nuestro sector aeroespacial, por no mencionar
nuestra seguridad.
3. 3/3/13
3/3
Croquis del Talarion. España recibiría nueve aparatos y
tres sistemas, una quinta parte de la producción inicial
* Fotografías por cortesía de EADS International
Otros artículos del autor
Tomahawk para la Armada, definitivamente ... quizás
¿Valía la pena esperar al NH-90?
¿Debe sustituir el F-35 al Harrier II en la Armada?
Sobre el futuro VBR 8x8