El documento contrasta la nueva propaganda del siglo XXI con la vieja propaganda. La nueva propaganda se dirige a audiencias masivas de gente ocupada a través de imágenes, personajes atractivos y slogans. Su objetivo es activar la imaginación poética de las personas y hacer que se sientan vitales y con buenas expectativas para el futuro. Por el contrario, la vieja propaganda apuntaba a élites e intentaba persuadir a través de hechos y razones, en lugar de apelar a las emociones.