Este documento describe la arquitectura renacentista y algunos de sus ejemplos más notables. Brevemente resume las características de este estilo arquitectónico como el uso de elementos estructurales como columnas y muros, materiales como ladrillo y mármol, y elementos decorativos. Luego describe cinco obras renacentistas destacadas: la Basílica de San Lorenzo en Florencia, el Temple Malatestiano, el Palacio Piccolomini en Siena, y el templo de San Pietro in Montorio en Roma.
2. ARQUITECTURA RENACENTISTA
La arquitectura renacentista constituye toda aquella edificación que fue
construida durante el periodo artístico del renacimiento europeo. Gracias a
este estilo arquitectónico se produjeron diferentes tipos de
innovaciones estructurales, tanto en el lenguaje arquitectónico, como con los
medios por los cual se producían estos.
Se trata de un estilo arquitectónico que busca su propia inspiración en el arte
clásico, el cual en su época era considerado como parte del modelo idóneo de
las bellas artes. Su visión artística se basa en dos pilares que se
complementan: el humanismo y el clasismo.
Este estilo arquitectónico, represento un cambio en la forma de percibir el arte y
la manera de construir ciertas edificaciones, convirtiéndose así en un culto por
toda Europa occidental en los inicios de la edad moderna.
Entre los ejemplos de la arquitectura renacentista más notables, podemos
encontrar: La Iglesia de Saint Étienne du Mont y la Iglesia de Saint-Eustache.
3. CARACTERISTICAS
Cada porción de información y arte que engloba a la arquitectura renacentista, nos lleva a sus características, las cuales son:
Elementos sustentantes: Los muros y las columnas son por excelencia los más resaltantes dentro de estas estructuras, ya
que de ellos dependerá el soporte del peso así como el estilo que este dará a los espectadores.
Materiales: Lo más importante para la arquitectura renacentista, era crear obras que fueran resistentes y agradables a la
vista, por lo que se utilizaban todo tipo de materiales tales como ladrillo, mármol y madera, para hacer de sus edificaciones
más resistentes y completas a nivel arquitectónico.
Elementos decorativos: Áureas, guirnaldas, grutesco y balaustras, eran solo una porción de los elementos decorativos
que se apoyan dentro de la arquitectura renacentista, ya que se esperaba que ellos otorgaran más sensibilidad y delicadeza
a la obra.
4. BASILICA DE SAN LORENZO
La Basílica de San Lorenzo es poco llamativa
desde el exterior, porque su fachada, que iba a
diseñar Miguel Ángel, quedó sin terminar. Sin
embargo, su interior es impresionante y
revolucionario.
La financió la que ya, a mediados del siglo XV, era la
familia más rica y poderosa de Florencia, los Médici,
y la diseño el arquitecto más innovador de su
tiempo, Filippo Brunelleschi. Aunque San Lorenzo se
terminó tras su muerte y en algunos detalles (sobre
todo en las capillas laterales) sus planes iniciales
quedaron alterados, contemplar la inmensa basílica
sigue siendo una experiencia sobrecogedora. No a la
manera sentimental, espiritual y apabullante de las
catedrales góticas, sino de una manera nueva,
racional y armónica, hecha por y para el hombre.
5. TEMPLE MALATESTIANO
Fue el pistoletazo de salida de la arquitectura
renacentista fuera de Florencia y el primer
templo religioso que estructuró su fachada
principal en torno a un elemento eminentemente
pagano: el arco de triunfo romano.
Obra de Leon Battista Alberti, la Iglesia de San
Francisco (ese es su verdadero nombre) quedó sin
terminar por la súbita caída en desgracia de su
mecenas, Segismundo Pandolfo
Malatesta, condottiero, personaje de nombre y vida
novelesca, hombre de armas y de letras y epítome
perfecta de su tiempo, a quien el Papa Pío II llegó a
nombrar "Príncipe del Infierno"
6. EL PALACIO PICCOLONIMI
El palacio Piccolomini se encuentra en Siena, en
vía Banchi di Sotto. Construido bajo diseño
de Bernardo Rossellino para los banqueros
Piccolomini, actualmente es sede del Archivo de
Estado y del museo de tablillas de Biccherna. El
palacio fue erigido por encargo de Giacomo y
Andrea Piccolomini, sobrinos del papa Pío II. La
construcción se llevó a cabo entre 1460 y 1495 bajo
la dirección de Pietro Paolo Porrina, y recuerda a
los palacios Medici
Riccardi y Rucellai de Florencia y al palacio
Piccolomini de Pienza. Las esculturas adicionales
son obra de Antonio Federighi y Urbano da Cortona.
El edificio fue comprado por el Banco de Italia en
1884 y reestructurado por Giuseppe
Partini en 1887. La fachada está dividida en pisos y
coronada por una gran cornisa, y el escudo
Piccolomini se reparte por toda ella. El primer piso
fue decorado con frescos en el siglo XIX
por Augusto Corbi.
7. SAN PIETRO IN MONTORIO
Construido en honor del príncipe Juan, único hijo
varón de los Reyes Católicos, el tempietto de
San Pedro in Montorio es la obra maestra
de Donato Bromante y uno de los edificios más
representativos del Renacimiento italiano.
Su forma circular remite a los antiguos templos
circulares o tholos, que en la propia Roma tienen
el notable ejemplo del templo de Hércules Victor.
Pero lo que hace aquí Bramante no es, ni mucho
menos, una mera copia de aquellos. Como el
gran e innovador arquitecto que era, da nuevos
vuelos al viejo modelo y lo convierte en algo
nuevo: la cella o sala principal del templo ya no
se detiene a la altura de la columna exterior, sino
que sigue subiendo, crea un segundo piso cuya
balaustrada parece extender hacia arriba las
columnas que la sostienen y queda coronada
finalmente por una cúpula semiesférica.