PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
42. no mentirás
1. Octavo mandamiento:Octavo mandamiento:
no dirás falsono dirás falso
testimonio ni mentirástestimonio ni mentirás
VAN HONTHORST, Gerrit (1590-1656)
Cristo ante el Sumo Sacerdote
Colección privada
2. Compendio del Catecismo
523.¿Qué prohíbe el octavo
mandamiento?
2475-2487
2507-2509
El octavo mandamiento prohíbe:
1) El falso testimonio, el perjurio y la
mentira, cuya gravedad se mide según
la naturaleza de la verdad que
deforma, de las circunstancias, de las
intenciones del mentiroso y de los
daños ocasionados a las víctimas.
2) El juicio temerario, la maledicencia,
la difamación y la calumnia, que
perjudican o destruyen la buena
reputación y el honor, a los que tiene
derecho toda persona.
3) El halago, la adulación o la
complacencia, sobre todo si están
orientados a pecar gravemente o para
lograr ventajas ilícitas.
Una culpa cometida contra la verdad
debe ser reparada, si ha causado daño
a otro.
3. EL OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRÁS
FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
452. ¿Qué nos exige el octavo mandamiento?
El octavo mandamiento nos enseña a no
mentir. Mentir significa hablar u obrar
consciente y voluntariamente contra la
verdad. Quien miente se engaña a sí mismo
y conduce al error a otros que tienen
derecho a no ser engañados. [2464,2467-
2468,2483,2485-2486]
Toda mentira atenta contra la justicia y la caridad.
La mentira es una forma de violencia; introduce
el germen de la división en una comunidad y
socava la confianza sobre la que se funda toda
comunidad humana.
3
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
4. Introducción
Cuenta el Evangelio que
Jesús solamente contestó
al Sumo Sacerdote en el
juicio ante el Sanedrín:
“¿Eres tú el Mesías, el
Hijo de Dios?” (Mc 14, 61)
Habló para confesar la
verdad, aunque por ello
sufrió tantos ultrajes y la
muerte.
El octavo mandamiento es
muy necesario: las
relaciones entre los
hombres se encuentran
enturbiadas por tanta
mentira. Hemos de oponer
el amor a la Verdad.
GIOTTO di Bondone
Escenas de la vida de Cristo: Cristo ante Caifás
1304-06
Cappella Scrovegni (Capilla Arena), Padua
6. EL OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRÁS
FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
453. ¿Qué tiene que ver can Dios nuestra relación con la
verdad?
Vivir en el respeto a la verdad no significa
únicamente ser fiel a uno mismo. Mirado de
cerca, ser veraz significa ser fiel ante Dios, pues
él es la fuente de toda verdad. La verdad sobre
Dios y toda la realidad la encontramos
directamente en Jesús, que es «el camino y la
verdad y la vida» (Jn 14,6). [2465-2470,2505]
Quien sigue realmente a Jesús es cada vez más veraz en
su vida. Suprime toda mentira, falsedad, fingimiento
y ambigüedad de sus actos y se hace transparente
para la verdad. Creer quiere decir convertirse en
testigo de la verdad. 6
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
7. OCTAVO MANDAMIENTO, 1OCTAVO MANDAMIENTO, 1
Ex 20, 16Ex 20, 16: “No darás falso testimonio
contra tu próximo” (cfr. Dt 5, 20Dt 5, 20).
Lev 19, 11Lev 19, 11: “No mentiréis, ni os engaña-
réis unos a otros”. La mentira y la
calumnia van con frecuencia unidas.
CCE 2483CCE 2483: “Mentir es hablar u obrar contra la verdad para inducir
a error”. CCE 2508CCE 2508: “La mentira consiste en decir algo falso con
intención de engañar al prójimo”.
El hombre debe amar la verdad, expresarla, defenderla y comunicar-
la. “Todo hombre, por naturaleza, desea conocer la verdad” (Aristó-Aristó-
teles, Metafísica I, 1, 980bteles, Metafísica I, 1, 980b). La verdad es propia del ser inteligente.
ME 98 de 141
8. EL OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRÁS
FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
458. ¿Cómo es de secreto el secreto de confesión?
El secreto de confesión es sagrado y no puede
ser revelado bajo ningún pretexto, por
importante que sea. [2490]
Ni siquiera el mayor de los crímenes puede ser
denunciado por un PRESBÍTERO. Tampoco las
pequeñeces de la confesión de un niño las puede
revelar un sacerdote, ni siquiera bajo tortura.
238
8
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
9. EL OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRÁS
FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
459. ¿Qué responsabilidad ética existe ante los medios de
comunicación social?
Los que hacen los medios tienen una
responsabilidad ante los usuarios de los
mismos. Ante todo, deben informar conforme a
la verdad. Tanto la investigación de los
verdaderos hechos como su publicación, deben
tener en cuenta los derechos y la dignidad de la
persona. [2493-2499]
Los MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL deben
contribuir a la construcción de un mundo justo, libre y
solidario. En realidad, no pocas veces los medios se
emplean como arma en las disputas ideológicas, o, en
aras del mayor alcance («cuota de pantalla»), se
abandona el necesario control ético de sus contenidos
y se convierten en instrumentos para seducir y hacer
dependientes a las personas. 9
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
10. EL OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRÁS
FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
460. ¿Cuál es el peligro de los medios?
Muchas personas, y en especial los niños, consideran
verdad lo que ven en los medios. Cuando, con el fin
de divertir, se ensalza la violencia, se aprueba el
comportamiento antisocial y se banaliza la
sexualidad humana, pecan tanto los responsables de
los medios como las instancias de control que
deberían atajar esto. [2496, 2512]
Las personas que trabajan en los medios deben ser siempre
conscientes de que sus productos tienen un efecto
educativo. Los jóvenes deben examinar continuamente si
son capaces de usar los medios en libertad y con sentido
crítico, o si ya son adictos a determinados medios. Cada
hombre es responsable de su alma. Quien consume, a
través de los medios, violencia, odio y pornografía, se
embota mentalmente y se causa daño a sí mismo.
10
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
11. EL OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRÁS
FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
461. ¿Cómo media el arte entre la belleza y la verdad?
La verdad y la belleza van unidas, pues Dios es la
fuente tanto de la belleza como también de la
verdad. El arte, que se orienta a la belleza, es
por ello un camino propio para llegar al todo y
a Dios. [2500-2503, 2513]
Lo que no se puede decir con palabras ni comunicar con el
pensamiento, se expresa en el arte. Es «una
sobreabundancia gratuita de la riqueza interior del
ser humano» (CCE 2501). En gran similitud con la
actividad creadora de Dios, en el artista se unen la
inspiración y la habilidad humana para dar forma
válida a algo nuevo, un aspecto de la realidad
desconocido hasta ese momento. El arte no es un fin
en sí mismo. Tiene que elevar al hombre, conmoverlo,
hacerlo mejor y en definitiva llevarlo a la adoración y
la acción de gracias a Dios. 11
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
12. 1. Jesús enseña a decir la verdad
La verdad, según Santo
Tomás, es algo divino: hay
que respetarla y amarla.
A veces cuesta y exige
esfuerzo, pero hay que ser
valientes para decirla
siempre.
Jesús dijo:
“Sea vuestro modo de
hablar: sí, sí, o no, no. Lo
que excede de esto, viene
del Maligno” (Mt 5, 37)
Es un buen lema para
ayudarnos a ser sinceros y
leales con Dios, con nosotros
y con los demás.
SEMITECOLO, Niccolo (1353-1370)
Dos cristianos ante los jueces
1367
Sacristía, Duomo, Florencia
13. OCTAVO MANDAMIENTO, 2OCTAVO MANDAMIENTO, 2
La verdad hace relación a la misma persona de
Jesús. Evangelio de San Juan: “Yo soy el Ca-
mino, la Verdad y la Vida” (14, 614, 6), “lleno de
gracia y de verdad” (1, 141, 14), “si permanecéis en
mi palabra, conoceréis la verdad y la verdad os
hará libres” (8, 31-328, 31-32), “santifícalos en la ver-
dad: tu palabra es la verdad” (17, 1717, 17), “cuando
venga Aquél, el Espíritu de la verdad, os guiará
hacia toda la verdad” (16, 1316, 13)...
CCE 2468CCE 2468: “La verdad como rectitud de la acción y de la palabra
humana, tiene por nombre veracidad, sinceridad o franqueza. La
verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en
los propios actos y en decir verdad en sus palabras, evitando la du-
plicidad, la simulación y la hipocresía”.
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14. OCTAVO MANDAMIENTO, 3OCTAVO MANDAMIENTO, 3
San Agustín, Sobre la mentira IVSan Agustín, Sobre la mentira IV: “la
mentira consiste en decir falsedad con
intención de engañar”. Por lo tanto impli-
ca: 1) decir lo contrario de lo que se pien-
sa, 2) decirlo con intención de engañar.
Se distinguen tres clases de mentira: la jocosa (broma o
pasatiempo), la oficiosa (para obtener un beneficio propio
o a favor de un tercero), y la dañosa (si se persigue hacer
daño a alguien). La primera no es pecado, la segunda es
casi siempre pecado venial, la tercera es pecado mortal
cuando se lesiona gravemente la caridad o la justicia.
ME 100 de 141
15. EL OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRÁS
FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
455. ¿Qué es ser veraz?
Ser veraz significa que uno actúa con
sinceridad y habla con franqueza. La
persona veraz evita la duplicidad, la
simulación, el dolo y la hipocresía. La forma
más grave de faltar a la veracidad es el
PERJURIO. [2468,2476]
Un mal grave en toda comunidad es hablar mal de
otras personas y la transmisión de lo oído: A dice
a B «en confianza» aquellas cosas desfavorables
que C ha dicho sobre B.
15
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
16. 2. El daño de la mentira
La mentira, algo tan
pequeño, puede destruir
grandes cosas, como la
amistad de un amigo o la
confianza de unos
padres.
Para vivir en sociedad,
ser sinceros y decir la
verdad es indispensable.
Aun cuando no se debe
mentir, en ocasiones se
debe callar para guardar
secretos o para no
perjudicar a otra
persona.
TOURNIER, Nicolas
La negación de San Pedro
c. 1625
Museo del Prado, Madrid
17. OCTAVO MANDAMIENTO, 4OCTAVO MANDAMIENTO, 4
En la mentira se contienen numerosos males:
- encierra una ofensa directa contra la verdad;
- induce al error a quien se le dice, el cual tiene derecho a no ser
engañado;
- lesiona el fundamento de la comunicación de los hombres entre sí;
- fomenta (y en ocasiones tiene en ellas su origen) la vanidad y la
soberbia;
- quien miente pierde la reputación y la fama;
- lesiona la caridad en el trato con el prójimo;
- puede faltar a la justicia, cuando se miente en perjuicio de otro;
- es funesta para la convivencia, puesto que crea desconfianza en
las relaciones sociales.
ME 101 de 141
18. OCTAVO MANDAMIENTO, 5OCTAVO MANDAMIENTO, 5
Una frase puede tener un doble sentido: “te digo que no lo sé”
suele significar una contestación negativa, pero, en absoluto,
puede significar también “te digo las palabras siguientes: ‘que
no lo sé’”. Una restricción mental es una especie de estas fra-
ses que consiste en trasladar con la mente una expresión o fra-
se a un sentido distinto del que se desprende de la significación
obvia de las palabras.
La restricción puramente mental (cuando es del todo imposible
descubrir el sentido verdadero) no es lícita. Ej.:decir “he visto
París” pensando interiormente “en fotografía”.
La restricción latamente mental (cuando el verdadero sentido puede
descubrirse) puede ser lícita con justa y proporcionada causa. Ej.: pa-
ra guardar un secreto, o decir: “el señor no está en casa” cuando está,
puesto que se puede entender el sentido verdadero (en el contexto).
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19. EL OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRÁS
FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
456. ¿Qué hay que hacer cuando se ha mentido,
engañado o estafado?
Toda falta contra la verdad y la justicia exige,
aun cuando haya sido perdonada, una
reparación. [2487]
Cuando no es posible reparar en público una
mentira o un falso testimonio, hay que hacer todo
lo que se pueda, al menos en secreto. Si no se
puede indemnizar directamente al afectado por el
daño causado, se está obligado en conciencia a
ofrecerle una reparación moral, es decir, hay que
hacer todo lo posible para alcanzar al menos una
compensación simbólica.
19
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
20. OCTAVO MANDAMIENTO, 6OCTAVO MANDAMIENTO, 6
Secreto es el conocimiento de una verdad que debe mantenerse
oculta. Puede ser prometido (debe guardarse en virtud de una
promesa, expresa o implícita como el secreto profesional) o na-
tural (deriva de la ley natural).
El secreto profesional es también de derecho
natural y frecuentemente no guardarlo lesiona
la justicia porque proviene de un compromiso
tácito. Caso del médico o del sacerdote a quien
se le hace una confidencia fuera de la confesión.
En caso de confesión: “sigilo sacramental”.
Se puede pecar usando el secreto para provecho propio o ajeno. Casos
en los ámbitos de la compraventa, industria, investigación, etc..
ME 103 de 141
21. OCTAVO MANDAMIENTO, 7OCTAVO MANDAMIENTO, 7
CCE 2491CCE 2491: “Los secretos profesionales -que obligan, por ejemplo,
a políticos, militares, médicos, juristas- o las confidencias hechas
bajo secreto deben ser guardados, salvo los casos excepcionales
en los que el no revelarlos podría causar al que los ha confiado,
al que los ha recibido o a un tercero daños muy graves y evitables
únicamente mediante la divulgación de la verdad. Las informa-
ciones privadas perjudiciales al prójimo, aunque no hayan sido
confiadas bajo secreto, no deben ser divulgadas sin una razón
grave y proporcionada”.
CCE 2490CCE 2490: “El secreto del sacramento de la Reconciliación es
sagrado y no puede ser revelado bajo ningún pretexto. El sigilo
sacramental es inviolable; por lo cual está terminantemente
prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de
cualquier otro modo, y por ningún motivo”.
ME 104 de 141
22. EL OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRÁS
FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
457. ¿Por qué la verdad exige discreción?
La comunicación de la verdad debe hacerse con
inteligencia y enmarcada en la caridad. Con
frecuencia se emplea la verdad como arma
arrojadiza, que tiene entonces un efecto
destructivo en lugar de constructivo. [2488-2489,
2491]
Al comunicar informaciones hay que pensar en los «tres
filtros» de Sócrates: ¿Es verdad? ¿Es bueno? ¿Es útil?
Se exige también DISCRECIÓN en los secretos
profesionales. Siempre deben ser guardados, excepto
en casos excepcionales, que hay que justificar
rigurosamente. Es igualmente culpable quien hace
públicos informes confidenciales que se revelaron bajo
reserva. Todo lo que se diga debe ser verdad, pero no
hay que decir todo aquello que es verdad.
22
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
23. 3. Motivos por los que se miente
Con frecuencia se miente por
miedo o vergüenza de ser
descubiertos, para salir de un
apuro o para gastar una
broma.
Un cristiano debe decir
siempre la verdad, si el bien
común o particular no exige
que callemos.
LEMOYNE, François
El Tiempo salvando a la Verdad del Engaño y la Envidia
1737
Wallace Collection, Londres
24. 4. El octavo mandamiento ordena respetar la honra
de los demás
La honra es más importante
que los bienes materiales.
A) Destruye la honra de los
demás:
La calumnia
La maledicencia
El falso testimonio
El juicio temerario
Violación de secretos
B) Actuación del cristiano: No
escuchar lo que se habla mal
de los demás y defender con
valentía y/o disculpar.
C) Restituir la honra: Estamos
obligados a reparar el mal
hecho para que se pueda
perdonar el pecado. MÉNAGEOT, François-Guillaume
La Envidia desplumando las alas de la Fama
1806
Colección privada
25. OCTAVO MANDAMIENTO, 8OCTAVO MANDAMIENTO, 8
a
Además de los pecados de mentira y de faltas cometidas por
revelación indebida del secreto, también se puede faltar a la
veracidad si se cometen otras acciones, cuales son, por
ejemplo, la calumnia, el juicio temerario, la sospecha, la
maledicencia, el falso testimonio y el perjurio.
CCE 2487CCE 2487: “Toda falta cometida contra la justicia y la ver-
dad entraña el deber de reparación, aunque su autor haya
sido perdonado. Cuando es imposible reparar un daño pú-
blicamente, es preciso hacerlo en secreto; si el que ha su-
frido un perjuicio no puede ser indemnizado directamente,
es preciso darle satisfacción moralmente, en nombre de la
caridad. Este deber de reparación se refiere también a las
faltas cometidas contra la reputación del prójimo”.
b
ME 105 de 141
26. OCTAVO MANDAMIENTO, 9OCTAVO MANDAMIENTO, 9
Medios de comunicación social (Vaticano II, Inter mirifica), 1
Valor moral: El recto uso de tales medios
es absolutamente necesario. Este uso no es
ajeno a la moral.
Los usuarios deben formar un recta conciencia sobre tal uso, de
modo que la información que reciben contribuya al bien común
y al mayor progreso de toda la sociedad humana. Tal información
debe ser objetivamente verdadera y, salvada la justicia y la cari-
dad, íntegra. Ha de ser también honesta y conveniente moral-
mente. La primacía del orden moral objetivo ha de ser aceptada
por todos.
Cuidar atentamente como tratar los temas relacionados con el mal:
evitar que produzca mayor daño que utilidad a las almas.
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27. OCTAVO MANDAMIENTO, 10OCTAVO MANDAMIENTO, 10
Medios de comunicación social (Vaticano II, Inter mirifica), 2
Deberes de los usuarios: 1) hacer una “recta elección” de publi-
caciones, cadenas televisivas, programas de radio o televisión, etc.;
2) evitar lo que puede ser causa u ocasión de daño espiritual para
ellos o para otros; 3) atender al mal ejemplo que pueden ocasionar
la lectura o apoyo a ciertos medios; 4) favorecer las buenas pro-
ducciones y oponerse a las malas; 5) no contribuir económica-
mente a empresas que tan sólo persigan el lucro en la utilización
de estos medios; 6) todos, pero especialmente los jóvenes, deben
ser moderados y disciplinados en el uso de estos medios; 7) man-
tener una actitud crítica para formar un recto juicio; 8) los padres
tienen la obligación de vigilar cuidadosamente que los hijos hagan
un uso adecuado de estos medios.
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28. OCTAVO MANDAMIENTO, 11OCTAVO MANDAMIENTO, 11
Medios de comunicación social (Vaticano II, Inter mirifica), 3
Agentes de los mass medias: periodistas, escritores, actores,
productores, realizadores, críticos, vendedores, etc., deben
tratar las cuestiones económicas, políticas o artísticas de
modo que no produzcan daño al bien común.
Las autoridades: deben defender y tutelar la verdadera y
justa libertad que necesita la sociedad, y emitir leyes para
que del uso de estos medios no se siga daño a las costum-
bres y al progreso de la sociedad.
Católicos: que utilicen esos medios para el apostolado y se
adelanten a las malas iniciativas. Sacerdotes, religiosos y
laicos han de poseer la debida pericia en estos medios y po-
der dirigirlos a los fines del apostolado.
ME 108 de 141
29. OCTAVO MANDAMIENTO, 12OCTAVO MANDAMIENTO, 12
El cristiano no sólo debe expresar
la verdad y proclamarla, sino que tam-
bién debe defenderla, en ocasiones
hasta la muerte. Los cristianos de todos
los tiempos, cuando se vieron forzados
a confesar la verdad en Jesucristo, lo
hicieron incluso ofreciendo su vida.
Jn 18, 37Jn 18, 37: “Yo he venido al mundo para dar testimonio
de la verdad”.
El martirio es como el sello y el resello de la verdad de lo
que se cree y se practica.
ME 109 de 141
30. EL OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRÁS
FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS
454. ¿Hasta qué punto nos obliga la verdad de la fe?
Todo cristiano debe dar testimonio de la
verdad y con ello seguir a Jesús, que dijo
ante Pilatos: «Yo para esto he nacido y para
esto he venido al mundo: para dar
testimonio de la verdad» (Jn 18,37). [2472-
2474]
Esto puede suponer incluso que un cristiano
entregue su vida por la verdad y por amor a Dios
y a los hombres. Esta forma suprema de defender
la verdad se llama martirio.
30
I (1-165), II (166-278), III (279-468), IV (469-
31. 5. Cuidar y defender nuestra buena fama
En el juicio ante el
Sanedrín el Señor se
defendió:
“Si hablé mal,
muéstrame en qué, y si
bien ¿por qué me
pegas?” (Jn 18, 23)
Jesús nos da ejemplo
de cómo hay que
defender la buena fama
de los ataques injustos.
RAFFAELLO Sanzio
San Pablo ante el Proconsul
1515
Victoria and Albert Museum, Londres
32. 6. Podemos ayudar a los demás con la corrección fraterna
La caridad nos llevará a
decir la verdad con
nobleza, de frente, nunca
de espaldas.
Decir las cosas con verdad
y caridad es ayudar con la
corrección fraterna.
Recordamos lo que dijo
Jesús:
“La verdad os hará libres”
(Jn 8, 32)
BORCH, Gerard ter (1617-1681)
Amonestación paternal
1664-1665
Staatliche Museum, Berlin
34. Un propósito para avanzar
No hables mal de los
demás ni permite que lo
hagan los otros; si has
faltado, repara enseguida
los daños causados.
Reconoce las propias
faltas, sin disculparte.
Notas del editor
Cuenta el Evangelio que, en el juicio de Jesús ante el Sanedrín, los judíos presentaron testigos falsos que le acusaban de muchas cosas para condenarle. Ante aquellos testimonios falsos y contradictorios, Jesús permanecía en silencio. Sólo habló cuando el Sumo Sacerdote le preguntó: "¿ Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios?" (Marcos 14,61). Y confesó la verdad, aunque por decir la verdad sufrió tantos ultrajes y la muerte.
El octavo mandamiento: "No dirás falso testimonio ni mentirás", es muy necesario, sobre todo cuando las relaciones entre los hombres están enturbiadas por tanta mentira, calumnias, difamaciones y falsos testimonios. A todo esto hemos de oponer el amor a la verdad.
Jesús nos enseña con su ejemplo a decir la verdad, aunque esto le costara muchos sufrimientos y la muerte. La verdad, dice Santo Tomás, es algo divino: hay que respetarla y amarla. A veces decir la verdad cuesta y exige esfuerzo; pero hay que ser valientes para decirla siempre y no mentir.
Jesús dijo en una ocasión: "Sea vuestro modo de hablar: sí, sí, o no, no. Lo que excede de esto, viene del Maligno" (Mateo 5,37). Es un buen lema que nos ayudará a ser sinceros y leales con Dios, con nosotros mismos y con los demás.
Igual que una cerilla -una cosa tan pequeña- puede destruir un bosque, así la mentira puede destruir cosas grandes, como la amistad de un amigo o la confianza de los padres. Si se miente a los amigos o a los padres, se acaba perdiendo su amistad y su confianza. Después, aunque el mentiroso diga la verdad, ya no se le cree. Para vivir en sociedad es indispensable ser sinceros y decir la verdad. Para ello hemos de esforzarnos en la sinceridad con nosotros mismos, sin ocultarnos la verdad. Aun cuando nunca se debe mentir, en ocasiones se debe callar para guardar un secreto o para no perjudicar a otra persona.
Con frecuencia se miente por miedo o vergüenza de ser descubiertos; otras veces, para salir de un apuro o para gastar una broma. Puede ser pecado mortal mentir en asuntos importantes, o sabiendo que hacemos un daño grave.
Si el bien común o particular no exige que callemos, un cristiano debe decir siempre la verdad, incluso hasta el martirio, que es el supremo testimonio de la verdad de la fe.
La honra es un bien más importante que los bienes materiales. Todos los hombres tienen derecho a su fama; por eso no podemos robar o destruir la honra de los demás.
a) Modos de destruir la honra. Destruye la honra de los demás:
- La calumnia, que es exagerar las faltas de los demás o decir que han hecho algo malo sabiendo que no es verdad.
- La maledicencia o difamación, por difundir injustamente los defectos ocultos del prójimo.
- El falso testimonio, declarando en un juicio algo que no es verdad y perjudica al prójimo.
- El juicio temerario, que consiste en pensar mal de los demás sin justo motivo.
- Violando el secreto, que manifiesta lo que se debía callar.
b) Actuación del cristiano. El que oye hablar mal de los demás -sea persona particular o institución (familia, Iglesia etc.)- está obligado a no escuchar lo que se dice y a defender con valentía o a disculpar, si lo que se dice es verdad.
c) Obligación de restituir la honra. Dios quiere que seamos como los guardianes de la buena fama de los demás. El que destruye esta buena fama peca gravemente, si el defecto que descubre o el daño que produce es grave. El que ha dañado la buena fama del prójimo está obligado a reparar, esto es, a decir públicamente que aquello que ha dicho no es verdad o que ha exagerado. La reparación hay que hacerla -igual que cuando se roba algo material- para que se pueda perdonar el pecado.
Durante el juicio ante el Sanedrín, un criado dio una bofetada a Jesús que respondía a Caifás. Y el Señor se defendió: "Si hablé mal, muéstrame en qué, y si bien ¿por qué me pegas?" (Juan 18,23). Jesús da ejemplo de cómo hay que defender la buena fama cuando nos atacan injustamente.
La caridad nos llevará a decir la verdad con nobleza, a decir las cosas a la cara, de frente, nunca de espaldas. Decir las cosas con verdad y caridad es ayudar a nuestros hermanos con la corrección fraterna. Podemos recordar lo que dijo Jesús: "La verdad os hará libres" (Juan 8,32).