La Dictadura militar en España intentó controlar la economía a través de monopolios estatales y obstaculizar la influencia extranjera, pero con resultados pobres. También buscó organizar la vida profesional del país mediante entidades corporativas que representaran a los diferentes grupos ocupacionales. Sin embargo, el poder de la Dictadura fue omnímodo y careció de límites legales, penetrando incluso en el ámbito privado. Tras la caída del régimen, Ortega y Gasset argumentó que el Estado español ya no existía