2. • Se conocen como signos vitales a las distintas mediciones que se encargan
de la evaluación de las funciones básicas del organismo. Son de gran
utilidad a la hora de detectar determinados problemas de salud.
• Es importante destacar que los signos vitales se pueden medir tanto en un
centro médico como en el hogar, o incluso en cualquier momento y lugar
durante una emergencia médica.
• Los signos vitales principales son tres: la temperatura corporal, el pulso y
el ritmo respiratorio. También la presión arterial, que si bien no es un signo
vital como tal, sí se suele medir junto con los tres anteriores.
3. Temperatura corporal
• La temperatura corporal es uno de los signos vitales que con mayor
frecuencia se evalúa tanto en adultos como en niños. Respondiendo a la
pregunta de cuál es la temperatura normal del cuerpo humano, lo cierto es
que no hay una respuesta exacta ya que depende de una gran selección de
factores: tipo de alimentación, género, edad, hora del día… Por lo general, se
considera una temperatura corporal normal a aquella que oscila entre los
36,5ºC y los 37,2ºC.
4. ¿Cómo se mide la temperatura corporal?
• Existen distintos métodos para medir la temperatura corporal. El mejor momento del día para hacerlo es entre
las 6 y las 18 horas, en posición sentada y siempre de manera previa a la práctica de ejercicio físico.
• En la boca: se utiliza habitualmente en niños; el termómetro se introduce en la boca para calcular cuál es la
temperatura del cuerpo.
• En el recto: aunque no es demasiado habitual, la temperatura corporal también puede medirse por vía rectal
con un termómetro de vidrio o digital.
• En la axila: es el método más frecuente de medición, sobre todo en personas adultas.
• En la oreja: actualmente se pueden encontrar termómetros especiales capaces de medir en cuestión de
segundos la temperatura a la que se encuentra el tímpano y, con ello, indicar la temperatura corporal.
• En la piel: una de las vías de medición más cómodas para bebés y niños pequeños. Basta con situar el
termómetro sobre la piel de la frente.
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6. Temperatura corporal alta
• Se considera que la temperatura corporal es elevada cuando supera los 38ºC; por lo general,
se acompaña de otros síntomas tales como taquicardia, sudoración, dolor muscular, falta de
apetito y mareos.
• En relación a las causas que pueden elevar la temperatura corporal por encima de los valores
normales, una de las que se da con mayor frecuencia es la infección. En este caso se trata de
una reacción del sistema inmune, el cual trata de combatir una sustancia extraña que está
atacando el organismo.
• También el consumo de determinados medicamentos provoca fiebre, como los
antibióticos, narcóticos o antihistamínicos. Y, por último, destacar lesiones y enfermedades
de diversa consideración: golpe de calor, ataque cerebral, artritis, hipertiroidismo…
7. Temperatura corporal baja
• Los expertos coinciden que la temperatura corporal es baja cuando es inferior a los 35ºC; es
lo que se conoce como hipotermia. Se trata de una condición muy peligrosa, que incluso
puede llegar a ser potencialmente mortal en determinados grupos de población.
• Por lo general, la hipotermia se acompaña de determinados síntomas tales como temblores,
palidez, dificultad para respirar, pulso débil e incluso falta de coordinación
del sistema muscular y articular.
• Una de las causas más evidentes es la exposición a un clima de frío extremo durante un
largo periodo de tiempo sin la protección adecuada. También el consumo de drogas y de
alcohol puede dar lugar a una temperatura corporal más baja de lo normal.
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9. Pulso
• El pulso es como se conoce a la medición de la frecuencia cardiaca, o lo que es lo
mismo, el número de veces que el corazón late por minuto. El funcionamiento es el
siguiente: cuando el corazón impulsa la sangre a través de las arterias, estas se
expanden y se contraen. De este modo, cuando se mide el pulso, además de la
frecuencia cardiaca también se evalúa el ritmo cardiaco y la fuerza del pulso.
• En líneas generales, se considera que el pulso normal de una persona adulta
oscila entre los 60 y los 100 latidos por minuto. No obstante, existen una gran
selección de factores que pueden aumentar o disminuir la frecuencia cardiaca: el
ejercicio físico, las emociones negativas o positivas, el género…
• Así, durante el sueño el pulso puede caer hasta las 40 pulsaciones, mientras que con
el ejercicio físico puede aumentar las 200 pulsaciones.
10. Tomar el pulso en la muñeca
• Para tomarse el pulso en la muñeca, en primer lugar se colocan los dedos
índice y corazón en la parte interior de la muñeca, justo debajo del pulgar.
• Utilizando un cronómetro se cuentan las pulsaciones durante un lapso de 60
segundos.
• Es conveniente anotar el número de pulsaciones junto con la fecha y la hora.
De este modo se puede llevar un seguimiento del pulso.
11. Tomar el pulso en el cuello
• Los latidos del corazón también pueden medirse en el cuello. Para ello se
colocan los dedos índice y corazón en uno de los lados del cuello, en la zona
en la que se unen el cuello y la mandíbula.
• A continuación se cuentan las pulsaciones durante 60 segundos.
• Y, por último, del mismo modo que realizando la medición en la muñeca, se
anotan los resultados.
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15. Ritmo respiratorio
• El ritmo respiratorio, tal y como su propio nombre indica, es el número de
respiraciones que una persona realiza durante un minuto. Por lo
general, la medición se lleva a cabo cuando la persona está en reposo;
consiste en contar la cantidad de repsiraciones realizadas en un minuto,
tomando para ello en cuenta las veces que se eleva el pecho.
• En líneas generales, el ritmo respiratorio de una persona adulta en reposo
oscila entre las 12 y las 16 respiraciones.
16. Taquipnea e hiperventilación
• Taquipnea es el término médico para referirse a aquella situación en la que el
paciente presenta una respiración demasiado acelerada. En cuanto a la
hiperventilación, es como se conoce a la respiración profunda y rápida por parte de
un determinado paciente; por lo general se debe a una determinada enfermedad del
aparato respiratoria, asi cómo a ansiedad.
• Cuando la respiración es rápida y superficial las causas pueden ser muy amplias y
diversas.
• Asma: una de las enfermedades más conocidas del aparato respiratorio, que se
caracteriza por una respiración complicada acompañada de otros síntomas: tos
aguda, sensación de ahogo en el pecho y ruidos sibilantes.
17. • Insuficiencia cardiaca: la insuficiencia cardiaca es un trastorno que se da cuando
el corazón no es capaz de bombear la sangre que el organismo necesita.
• Neumonía: la neumonía es una enfermedad respiratoria caracterizada por la
inflamación de los pulmones. Se desarrolla por la infección de un virus o una
bacteria. En relación a sus síntomas, los que se repiten con mayor frecuencia son
fiebre alta, dolor intenso en el costado y tos.
• Ansiedad: un ataque de ansiedad es otra de las posibles causas de la respiración
rápida y superficial, el cual puede venir dado por diferentes razones y que se
caracteriza por un miedo intenso que aparece de forma súbita.
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19. Presión arterial
• Y, por último, la presión arterial; se define como tal a la fuerza que ejerce la sangre contra
las paredes de las arterias. Cuando el corazón late bombea una determinada cantidad de
sangre hacia las arterias, de modo que se produce una presión sanguínea más elevada durante
la contracción del músculo cardíaco.
• A la hora de medir la presión arterial se registran un total de dos números. Por un lado,
la presión sistólica, el número más elevado; se trata de la presión ejercida en el interior de
la arteria durante la contracción del sangre, cuando bombea sangre hacia todo el cuerpo. Y,
por otro lado, la presión diastólica, el número más bajo; se denomina como tal a la presión
dentro de la arteria cuando el corazón se encuentra en reposo. Ambos valores se miden en
mm de Hg, milímetros de mercurio.
• Una presión arterial normal en una persona adulta ronda entre los 120/80 mmHg.
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23. ¿Cómo medir la presión arterial?
• Para que las cifras de la presión arterial no arrojen resultados alterados, hay una serie de
medidas a tomar: la medición se realiza antes de las comidas, evitar el tabaco y el alcohol, es
recomendable orinar antes de medir la presión y no hay que realizar ejercicio físico de
manera previa.
• Para medir la presión arterial en casa en primer lugar hay que sentarse con la espalda bien
apoyada en el respaldo y las piernas colocadas en paralelo.
• Se deja reposar el brazo sobre una mesa, de manera que quede a la altura del corazón, sin
moverlo.
• Se coloca el tensiómetro, ubicando el manguito entre dos y tres centímetros por encima del
codo.
• Se deja la palma de la mano hacia arriba, con el codo un poco flexionado.
24. Hipertensión
• Hipertensión es como se conoce al trastorno caracteriza por una presión arterial
alta; la sangre ejerce tal presión contra las paredes arteriales que en el medio y largo
plazo puede dar lugar a diversos trastornos cardiacos.
• Un alto porcentaje de pacientes con presión arterial alta no presentan ningún tipo de
síntoma. Hay quienes presentan cefalea, dificultad para respirar o sangrado por la
nariz; no obstante, muchas veces estos indicios se asocian a otras patologías.
• Resulta interesante destacar que para la gran mayoría de personas adultas no
existe ninguna causa concreta para la presión arterial alta. No obstante,
existen algunos factores de riesgo: personas mayores de 65 años, antecedentes
familiares, obesidad, estilo de vida sedentario, tabaco, alcohol…
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26. Hipotensión
• La hipotensión es un trastorno médico caracterizado por la baja presión arterial. Se da cuando el
ritmo de los latidos del corazón es más lento de lo habitual. Se trata de un trastorno de carácter
grave ya que implica que los órganos no reciben la cantidad de sangre que necesitan para
su funcionamiento.
• En cuanto a sus causas, una de las que se da con mayor frecuencia es la hemorragia aguda, tanto
interna como externa. Del mismo modo, el consumo de drogas, alcohol o determinados
medicamentos también pueden caudar hipotensión.
• Y, en relación a los síntomas, los más habituales son: visión borrosa, vértigo, mareos,
somnolencia, debilidad…
• Uno de los métodos más sencillos para evitar la hipotensión en la medida de lo posible es la
correcta hidratación. También es aconsejable evitar permanecer de pie en la misma posición
durante largos peridos de tiempo, así como incorporarse de manera brusca cuando se está
sentado o acostado.