1. Organización Política Inca
El imperio de los Incas llamado TAHUANTINSUYU, donde su capital era el Cusco,
la cual tenía una población cercana a las 300.000 personas, en la cabeza de este
imperio estaba el Sapa Inca y desde el punto de vista político, este imperio era
una monarquía absolutista, ya que quien gobernaba tomaba todas las decisiones y
también era teocrática, ya que las decisiones están muy influidas por los principios
de la religión dominante. El poder estaba centralizado en el Inca a quien se le
consideraba de origen divino.
El derecho de gobernar se tenía por herencia, pero solo el cargo porque las
riquezas no. El gobernante nuevo tenía que hacer sus propias conquistas de
territorios, los cuales no debían haber sido sometidos por gobernantes anteriores.
Cuando los Incas querían dominar un pueblo, lo primero que hacían era ofrecerles
la unión al imperio de forma voluntaria, respetando a su cultura y autoridades
locales, pero exigiéndoles obediencia, rendir culto al dios SOL y trabajar en un
sistema de turnos obligatorios llamado mita, pero si el pueblo no aceptaba ser
dominado, los incas le declaraban la guerra y los incorporaban por la fuerza al
imperio.
El TAHUANTISUYU estaba dividido en cuatro regiones o suyus. Estas regiones
correspondían a Chinchasuyo al norte, Cuntisuyo al oeste, Antisuyo al este y
Collasuyo al sur.
El gran elemento de unificación fue la lengua, todos los pueblos conquistados
tenían que aprender y practicar el quechua o Runasimi, porque era la lengua
oficial del Tahuaninsuyo, Para ello los incas enviaban a profesores que enseñaban
y vigilaban la práctica del quechua.
Otro elemento de unificación fue la religión. Obligatoriamente todos los pueblos
rendían culto al dios Sol, sin que por ello dejaran de adorar a sus propios dioses.
2. Las principales autoridades incas
Sapa Inca: era considerado hijo de Inti, el dios Sol. El Sapa Inca tenía amplias
funciones políticas, militares, económicas y religiosas. Además de administrar el
gobierno del territorio, repartía los alimentos entre sus súbditos y dirigía sacrificios
a los dioses. Su sucesor era elegido entre sus hijos.
Entre sus hijos escogía a los administradores más importantes y solo sus
familiares y colaboradores más cercanos podían mirarlo a la cara, no se dejaba
ver por el pueblo, ya que se paseaba en una litera rodeado de velos.
El Auqui: era el príncipe heredero, elegido entre todos los hijos del Inca, que eran
numerosos. El Auqui era elegido por sus dotes: valentía, coraje, astucia Las dotes
guerreras y religiosas fueron muy importantes. El auqui era preparado para
gobernar ejerciendo el correinado con su padre el inca.
El consejo Imperial: estaba integrado por los jefes de cada uno de los suyos o
regiones y lo dirigía el Apo Suyu. Tenía el deber de informar al Inca de la situación en
las regiones y lo aconsejaba en temas políticos y administrativos.
Los Apunchic o Cápac Apu: eran los gobernantes de una provincia. Habían sido
guerreros destacados. Tenían funciones políticas y militares.
Velaban por el cumplimiento de la ley y realizaban los censos de población.
Supervisaban la construcción y el mantenimiento de los caminos, puentes y
canales de regadío.
Los Tucuy Ricoq: se los conocía como “el que todo lo ve”, eran funcionarios
estatales que recorrían de incógnitos las diferentes regiones del Imperio para
observar la aplicación de las órdenes del Inca. Podía casar parejas, impartir
justicia, cobrar tributos y supervisar obras públicas. Solo daba cuenta de su
gestión al Inca.
Los curacas: eran antiguos líderes de territorios incorporados. Conservaban su
poder demostrando obediencia al Inca, quien facilitaba a su comunidad alimentos
y vestuario a cambio de tributos. Como jefes de cada aillu, o grupo unido por
vínculos de parentesco, repartían las tierras agrícolas, vigilaban la limpieza de los
canales y organizaban el trabajo de la comunidad.