2. Tabla de contenido
1. Directores versus rectores............................................................................................................................ 1
02 July 2017 ii ProQuest
3. Documento 1 de 1
Directores versus rectores
Autor: Eduardo Andere M.
Información de publicación: Economista ; Mexico City [Mexico City]04 Oct 2007.
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Resumen (Abstract): Obsérvese que la menor distancia entre lo gastado en México y el promedio OCDE
(quitando la educación preescolar) está en el nivel superior. Y la mayor distancia en el nivel secundaria. En
otras palabras, México se acerca a los niveles OCDE en educación superior y se aleja mucho en educación
secundaria y preparatoria. Dicho de otra forma, por cada dólar internacional que México gasta en educación
secundaria se gastan 3 en educación superior. Para el promedio de la OCDE por cada dólar internacional que
se gasta en educación secundaria se erogan 1.15 dólares en educación superior, casi la misma proporción.
Por cada dólar que México invierte en educación primaria se erogan 2.9 en educación superior. Por cada dólar
que el promedio OCDE invierte en educación primaria se gasta 1.36 en educación superior. Estas relaciones
muestran una desproporción en la distribución de los recursos públicos escasos.
Texto completo: En políticas públicas no hay peso gratis. Un peso adicional para las universidades es un peso
menos para la educación preescolar. Un peso más para becas es un peso menos para desayunos escolares.
Con esta restricción ¿por dónde deben orientarse las decisiones de política educativa?
Como país pobre que somos, a pesar de ser grande, la inversión en educación por estudiante es baja
comparada con estándares internacionales. En dólares internacionales comparables por poder de compra, con
datos a 2004, el gasto de México en educación preescolar es de 1,794 pesos contra 4,741 pesos de la OCDE;
en educación primaria es de 1,694 pesos contra 5,832 pesos de la OCDE; en secundaria es de 1,602 pesos
contra 6,909 pesos; en preparatoria es de 2,564 pesos contra 7,884 pesos de la OCDE; y en universidad es de
4,834 pesos contra 7,951 pesos. (OCDE 2007).
Obsérvese que la menor distancia entre lo gastado en México y el promedio OCDE (quitando la educación
preescolar) está en el nivel superior. Y la mayor distancia en el nivel secundaria. En otras palabras, México se
acerca a los niveles OCDE en educación superior y se aleja mucho en educación secundaria y preparatoria.
Dicho de otra forma, por cada dólar internacional que México gasta en educación secundaria se gastan 3 en
educación superior. Para el promedio de la OCDE por cada dólar internacional que se gasta en educación
secundaria se erogan 1.15 dólares en educación superior, casi la misma proporción. Por cada dólar que
México invierte en educación primaria se erogan 2.9 en educación superior. Por cada dólar que el promedio
OCDE invierte en educación primaria se gasta 1.36 en educación superior. Estas relaciones muestran una
desproporción en la distribución de los recursos públicos escasos.
¿Qué explica esta diferencia? Una posible explicación tiene su origen en la capacidad política de los grupos de
interés identificados como escuelas y universidades.
Para empezar, los costos de transacción para acción colectiva en las instituciones de educación superior (IES)
son muy bajos comparados con los costos de transacción de las escuelas de educación universitaria, es decir
5,466 IES contra 236,655 escuelas preuniversitarias. Para seguir, difícilmente el presidente de la república, la
secretaria de educación o cualquier legislador federal rechazarían una llamada del rector de la UNAM, mientras
no es descabellado pensar que los directores de escuela se inhiban inclusive antes de intentar comunicarse,
por vía directa, con alguno de dichos personajes.
Sí, la educación es importante en cualquier nivel educativo. Sí, es importante estar bien educados. Pero estos
no son los puntos de partida de los responsables de política pública. La responsabilidad de estos descansa en
invertir los recursos escasos donde el rendimiento social esperado es mayor.
Los profesores Heckman y Masterov (2007) -el primero Nobel de Economía en 2000- como muchos otros que
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