2. ¿Qué es la Liturgia de las Horas?
Llamado también Oficio Divino, es el
conjunto de oraciones (salmos, antífonas,
himnos, oraciones, lecturas bíblicas y otras)
que la Iglesia ha organizado para ser rezadas
en determinadas horas de cada día.
El Oficio Divino es parte de la Liturgia y,
como tal, constituye, con la Santa Misa, la
plegaria pública y oficial de la Iglesia.
Su fin es consagrar las horas al Señor,
extendiendo la comunión con Cristo
efectuada en el Sacrificio de la Misa.
3. ¿Qué es la Liturgia de las Horas?
Quien reza el oficio hace un paro en
las labores para rezar con la Iglesia
aunque se encuentre físicamente
solo. Aunque sin duda es necesaria la
oración privada, también es necesario
que recemos formalmente unidos como
Iglesia.
Los sacerdotes, religiosos y religiosas
tienen obligación de rezar el Oficio
Divino.
4. Liturgia de las Horas
Oficio de Lectura
LAUDES
Hora Intermedia
VÍSPERAS
Completas
5. Liturgia de las Horas
Dentro de cada día se suceden las Horas, que se dividen
en dos:
Horas
Mayores
• Laudes
• Vísperas
Horas
Menore
s
• Oficio de Lectura
• Hora Intermedia
• Completas
6. Las Horas del Oficio Divino
Estas horas son llamadas “horas canónicas”.
Para los laicos se reducen a dos horas: Las Laudes antes de ir a
trabajar, y Las Vísperas al terminar los trabajos.
1. Maitines
2. Laudes
3. Tercia
4. Sexta
5. Nona
6. Vísperas
7. Completas
Tambien se reza diariamente el oficio de lectura
(3 salmos y 2 lecturas largas)
7. La importancia de la liturgia de las horas
en la vida de la Iglesia
La Oración pública y comunitaria del Pueblo de Dios
figura con razón entre los principales cometidos de la
Iglesia.
Una fuente que nos lo narra es Hechos de los Apóstoles 2,
42ss:
“Eran constante en escuchar la enseñanza de Los
Apóstoles, en la vida común, en la Fracción del Pan
y en las Oraciones”
9. CIC 1174
El Misterio de Cristo, su Encarnación y su Pascua, que celebramos en la
Eucaristía, especialmente en la Asamblea dominical, penetra y transfigura el
tiempo de cada día mediante la celebración de la Liturgia de las Horas, "el
Oficio divino".
Esta celebración, en fidelidad a las recomendaciones apostólicas de "orar
sin cesar" (1 Ts 5,17; Ef 6,18), "está estructurada de tal manera que la
alabanza de Dios consagra el curso entero del día y de la noche".
Es “la oración pública de la Iglesia” en la cual los fieles (clérigos,
religiosos y laicos) ejercen el sacerdocio real de los bautizados.
Celebrada "según la forma aprobada" por la Iglesia, la Liturgia de las
Horas "realmente es la voz de la misma Esposa la que habla al
Esposo; más aún, es la oración de Cristo, con su mismo Cuerpo, al
Padre".
10. CIC 1175
La Liturgia de las Horas está llamada a ser la oración de todo el Pueblo
de Dios.
En ella, Cristo mismo "sigue ejerciendo su función sacerdotal a través
de su Iglesia"; cada uno participa en ella según su lugar propio en la Iglesia
y las circunstancias de su vida: los sacerdotes en cuanto entregados al
ministerio pastoral, porque son llamados a permanecer asiduos en la oración
y el servicio de la Palabra; los religiosos y religiosas por el carisma de su vida
consagrada; todos los fieles según sus posibilidades: Los pastores de almas
debe procurar que las Horas principales, sobre todo las Vísperas, los
domingos y fiestas solemnes, se celebren en la Iglesia comunitariamente.
“Se recomienda que también los laicos recen el Oficio divino, bien
con los sacerdotes o reunidos entre sí, e incluso solos".
11. CIC 1178
La Liturgia de las Horas, que es como una prolongación de la
celebración eucarística, no excluye sino acoge de manera
complementaria las diversas devociones del Pueblo de Dios,
particularmente la adoración y el culto del Santísimo Sacramento.
12. Testimonios Bíblicos De La Oración A
Diversas Horas
Oración a media mañana Hc. 2, 15
Oración al mediodía Hc. 10, 9
Oración de media tarde Hc. 3, 1
Oración de medianoche Hc. 16, 25
“Esta liturgia de las Horas u Oficio
divino, enriquecida también con las
lecturas, es principalmente oración
de alabanza y de súplica, y,
ciertamente, oración que la Iglesia
realiza con Cristo y dirige a Él”
14. La Oración de Jesús
Despuésde subautismo sepusoa orar: Lc.3,21
Antesdel llamamiento de losapóstoles: Lc.6,12-13
Enlamultiplicaciónde lospanes: Mt.14,19
Enla transfiguraciónen elmonte Tabor: Lc.9,28-29
Cuando sanaal sordo ymudo: Mc. 7,34
Cuando resucita a Lázaro: Jn.11,41ss
Cuando preguntaa susdiscípulos¿Quién soyyo? Lc.9,18
Antesde enseñarleselPadre Nuestro: Lc.11,1
Cuando losdiscípulosregresande la misión: Lc.10,21ss
Cuando bendice a losniños: Mt.19,13
Cuando ora porPedro: Lc.22,32
15. La Oración de Jesús
Cuando se retira al desierto o al monte para orar: Mc. 1, 35; 6, 46; Mt 4, 1
Cuando se levantaba muy de mañana: Mc. 1, 35
Cuando oraba al anochecer hasta la madrugada: Mt. 14, 23
Oró en la Sinagoga: Lc. 4, 16
En el Templo de Jerusalén: Mt. 21, 13
En la última cena: Mt. 26, 26
En la comida de Emaús: Lc. 24, 30
Canto los Salmos con sus discípulos: Mt. 26, 30
Cerca de su Pasión: Jn. 12, 27ss
En la última cena: Jn 17
En la Agonía: Mt. 26, 36
En la Cruz: Lc. 23, 34. 46; Mt. 27, 46.
17. LAS HORAS MAYORES
Son las plegarias más importantes
Las Laudes, como oración matutina, y las Vísperas, como oración
vespertina, que, según la venerable tradición de toda la Iglesia, son el
doble quicio sobre el que gira el Oficio cotidiano, se deben considerar y
celebrar como las horas principales.
18. Laudes
El nombre procede del latín y significa ALABANZAS.
Su finalidad es: alabar a Dios por el nuevo día y
consagrarlo al Señor antes de comenzar nuestras
labores.
Evoca la resurrección del Señor, con la salida del sol. El
Señor es la luz verdadera que ilumina a todo
hombre (Jn 1, 9).
19. Vísperas
El nombre significa “TARDE”. Viene de la palabra
latina vesper.
Es la oración de la tarde después que ya hemos
terminado nuestras labores del día como acción
de gracias, memoria de la Redención y
esperanza de la vida eterna.
20. Apertura de la celebración.
La invocación
V. “Señor abre mis labios…”
R. “Y mi boca proclamará tus alabanzas”
Es un elemento en el que se pide el auxilio divino, para unirnos a la
oración de Cristo y de la Iglesia, que Dios abra los labios a los que van a
orar en nombre de la Iglesia.
Va acompañada del signo de la cruz en los labios.
21. A continuación, se ora el salmo 94 (o bien el salmo 99, el 66 o el 23),
en forma Responsorial con la antífona que le corresponda, según el
Oficio del día (Laudes).
Cuando no se hace el invitatorio, se inicia con el
saludo:
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén
22. Estructura
Tanto las Laudes como la Vísperas tienen la misma estructura.
He aquí sus partes:
• Himno
• Antífonas
• Salmos
• Lectura bíblica
• Responsorio
• Cántico evangélico
• Oración de intercesión o preces
• Padre Nuestro
• Oración final
• Bendición
23. Himno
Posteriormente se dice el himno que corresponde.
Al igual que el canto de entrada de la misa, «está situado de forma que
dé a cada Hora una especie de colorido propio, y también, sobre todo
en la celebración con pueblo, para que el comienzo resulte más fácil y
se cree un clima más festivo». Los himnos, dada su índole lírica y
musical, son cantos que alaban a Dios.
En algunos casos puede ser sustituido por un canto adecuado.
24. Antífonas
Del griego antifoné (voz del que está enfrente). Alude a las
costumbres que, en las catedrales y monasterios, observaban los que
rezaban el Oficio Divino: se colocaban en dos coros, uno frente (antí)
al otro, y se alternaban en el rezo.
Todos los salmos y canticos bíblicos están precedidos por un pequeño
texto de una o dos líneas. Se llama antífona.
Tiene la finalidad de orientar o enfocar el salmo, resaltando una frase
del mismo. Puede también resaltar la fiesta o el tiempo litúrgico en que
se canta o recita.
25. Salmodia
La Iglesia contempla en los salmos la historia de salvación.
Al terminar con el himno se sigue con la salmodia.
Según Laudes o Vísperas consta de dos Salmos y un Cántico del antiguo
o nuevo Testamento.
Cada salmo y cada cántico tiene su antífona respectiva.
Es parte central del Oficio Divino.
26. Lectura Breve
Después de la salmodia se hace la lectura breve (Laudes y Vísperas) de
la Palabra de Dios.
Está señalada de acuerdo con las características del día, del tiempo y de
la fiesta.
Deverá leerse como una proclamación de la Palabra de Dios.
27. Responsorio Breve
Es una ayuda para que la Palabra proclamada en la lectura, penetre
más íntimamente.
Es breve y menos variado ya que ha precedido a una larga salmodia.
28. Cántico Evangélico
A continuación se ora con el cántico evangélico y su antífona
correspondiente:
El Benedictus llamado también Cántico de Zacarías (Lc 1,68-
79)
El Magnificat o Cántico de la Santísima Virgen María (Lc
1,46-52).
• Son, en efecto, una síntesis preciosa de la historia de salvación,
culminada en Cristo.
• Deben cantarse de pie, pues son evangelio proclamado.
29. Benedictus o Cántico de Zacarías
“Bendito sea el Señor, Dios de
Israel, porque ha visitado y
redimido a su Pueblo,
suscitándonos una fuerza de
salvación en la casa de David, su
siervo, según lo había predicho
desde antiguo por boca de sus
santos profetas.
Es la salvación que nos libra de
nuestros enemigos y de la mano de
todos los que nos odian; ha realizado
así la misericordia que tuvo con
nuestros padres, recordando su
santa alianza y el juramento que
juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de
temor, arrancados de las manos de
los enemigos, le sirvamos con
santidad y justicia en su presencia,
todos nuestros días.
Y a tí, Niño, te llamarán profeta del
Altísimo, porque irás delante del
Señor a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de
nuestro Dios, nos visitará el sol que
nace de lo alto. Para iluminar a los
que viven en tiniebla y en sombra de
muerte, para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz”.
30. Magníficat o Cántico de la Santísima
Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del
Señor, se alegra mi espíritu en Dios
mi Salvador, porque ha mirado la
humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas
las generaciones porque el
Poderoso ha hecho obras grandes
por mí. Su nombre es Santo y su
misericordia llega a sus fieles de
generación en generación.
Él hace proezas con su brazo,
dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos y
enaltece a los humildes. A los
hambrientos los colma de bienes y a
los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo,
acordándose de su santa alianza
según lo había prometido a nuestros
padres en favor de Abrahán y su
descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu
Santo como era en principio ahora y
siempre por los siglos de los siglos.
Amén.
31. Preces
Terminado el cántico, se recitan las preces.
En Laudes, las preces consagran el día al Señor.
Las preces en Vísperas son de intercesión y una de las preces se dedican
a los difuntos.
32. Padre Nuestro
Después de las preces, todos recitan la oración Universal: “Padre
nuestro”.
Es la oración más alta que la Iglesia puede rezar, y la más grata al
Padre.
Es la oración de los hijos que, reunidos con el Primogénito, ofrecen al
Padre común, nuestro, en un solo Espíritu (Ef. 4,4-5).
33. Oración Conclusiva
La oración conclusiva se encuentra en el propio correspondiente.
La dirige el que preside la celebración.
34. Bendición
Se concluye en Laudes y Vísperas con la fórmula siguiente:
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén
Si que preside es un ministro ordenado, con la usual fórmula
de bendición.
35. LAS HORAS MENORES
Tenemos en este orden Oficio de Lectura, Horas intermedias
compuestas por Tercia, Sexta y Nona, y las Completas, aquí la
nota diferenciadora es que no presentan Cantico Evangélico (salvo
Completas que presenta Cantico de Simeón), Preces y Padre Nuestro.
36. Oficio de Lectura
• Es el antiguo Oficio de Maitines.
• Se puede recitar a cualquier hora del día, aunque se recomienda
hacerlo antes de Laudes.
• Se comienza con el invitatorio. Sigue el himno y los tres salmos. A
continuación, se leen las dos lecturas.
• La primera se toma de la Biblia y la segunda es un comentario de
padres, escritores eclesiásticos o teólogos.
• Termina con un responsorio y la oración del día. En los domingos ,
fiestas y solemnidades se canta el Te Deum.
37. Hora intermedia
• Es una hora litúrgica muy breve (himno, tres fragmentos de salmo, una lectura
bíblica brevísima y la oración final), que permite interrumpir las tareas del día
para recordar al Señor durante el trabajo.
• Se puede rezar a media mañana (entre las 9/11 hs.), a mediodía (entre
las 13/15 hs.) o a media tarde(entre las 16/18 hs.). Para cada uno de esos
momentos hay una distribución de lecturas, y la oración se llamará de Tercia,
Sexta o Nona (por los antiguos nombres de las horas romanas).
• Normalmente no se rezan las tres sino una de ellas, por lo que los salmos de las
tres series son los mismos. Pero quien quisiera rezar en un mismo día esas tres
horas, utilizará en una de ella la salmodia que trae ese día, y en la(s) otra(s)
hora(s) intermedia(s) la llamada "salmodia complementaria" (de Tercia, Sexta
o Nona, según el caso), a la que puede accederse desde la misma página de la
Hora Intermedia (incluso en el uso simple).
• La Hora Intermedia nunca hace referencia a las memorias de los
santos, sean éstas libres u obligatorias.
38. Completas
• La palabra quiere decir cumplidas, para significar que con ella concluye la
jornada de oraciones del día, entrando en intimidad con Dios a la tranquilidad
y el descanso.
• Se compone de:
- Invocación inicial
- Examen de conciencia,
- Himno
- Salmo
- Lectura breve
- Responsorio
- Cantico evangélico Nune dimittis o Cantico de Simeón con su antífona
- Oración conclusiva
- Bendición
- Antífona de la Virgen María.
• Es el mismo formulario para las cuatro semanas.
39. Nune dimittis o Cantico de Simeón
“Ahora, Señor, según tu
promesa,
puedes dejar a tu siervo
irse en paz.
Porque mis ojos han
visto a tu Salvador,
a quien has presentado
ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las
naciones
y gloria de tu pueblo
Israel”